Capitulo 11
Esa noche luego de dudarlo bastante, decidí asistir a la pijamada en la habitación de Allison. No quería quedarme sola hasta el punto de torturarme con mis propios pensamientos y la sensación de vació que me consumía poco a poco durante todos estos días; así que salí de mi habitación todas las luces estaban apagadas menos la de Vanya y la de Allison, ya que la primera estaba ya durmiendo porque mis hermanos no se llevaban bien con ella por no tener poderes y la segunda que estaba con los otros 7 en su habitación y poco a poco fui avanzando hasta llegar a la puerta y una vez ahí parada escuché risas de algunos lo cual hizo que de mis labios saliera una pequeña sonrisa.
No quería que nadie me arruinará esta noche, ni yo misma a pesar de todo de lo que estoy pasando nada más quiero divertirme sin importar lo que piensen los gemelos o demás. Toque la puerta en el código que habíamos establecido de niños y sin esperar mucho la puerta se abrió encontrándome con al morena parada al frente mío con una gran sonrisa después de verme a pesar de ese tiempo que ambas nos quedamos paradas, ella me jalo de mi pijama y mi muñeca para hacerme pasar dentro y ella pueda cerrar la puerta
—¡Por fin llegaste! —exclamó con una gran sonrisa- Pensamos que ya no vendrías, eras la única que faltaba —cuando dijo eso no puede aguantar las ganas de ver quiénes estaban y al escanear me tope con esas dos miradas verdosas que cada una venía de un lado, al sentir la intensidad de sus miradas hizo que me pusiera muy incomoda y nerviosa.
—No me faltaría por nada del mundo tu pijamada —di una sonrisa de boca cerrada.
—Eso lo sabía, acomódate como desees —Ben me sonrió he hizo un espacio entre el y Klaus para que yo entrará— Bueno ahora si que estamos completos podemos jugar ese juego que Klaus estaba diciéndonos
—¿De qué trata? —le murmuré a Ben-
—Es simple es una botella que gira en el centro si te apunto con el pico de la botella es porque estás elegida y bueno la parte de abajo apunta a quién te dará las indicaciones y luego te preguntan verdad o reto tu escoges cual, si no cumples ninguno de los retos o te niegas a decir la verdad habrá castigos o algo así —me terminó de susurrar y asentí entendiendo—
—Bien están listos —asentimos los 8 y así fue como Klaus giro la botella.
Pasamos un buen rato con las preguntas más fáciles sin tocar nada personal y los retos más leves de la noche; sin embargo en una de esas les toco a los dos gemelos en el caso Cinco era quién preguntaba VERDAD O RETO y Five tenía que escoger cual de las 2 pero al parecer a ellos no les importo nada y empezaron a tocar las fibras sensibles de ambos, lo cual hizo que la tensión de ambos se sintiera.
Sin esperar mucho Cinco miró a Five con una expresión seria.
—¿Verdad o Reto? —la voz de él salió muy tensa a comparación de las anteriores partidas que ya llevamos.
Sin embargo eso no le importaba a su gemelo, Five lo miraba con una sonrisa desafiante dispuesto a enfrentarse a cualquier situación en la cual le pondría su hermano.
—Verdad —contestó muy desafiante, tan desafiante y tenso estaba que hizo que Ben me agarrará la mano y yo tragará duro.
Cinco esbozó una pequeña sonrisa, muy maliciosa es como que hubiera caído una trampa pero a la vez no porque el contrincante saldría a defenderse y todos lo sabían.
—¿Te arrepientes de algo? — preguntó, dejando caer la pregunta con intención, como si esa sola palabra cargara con años de historia compartida y tensiones sin resolver.
El silencio sepulcral se apodero de la habitación, era más incomodo que la situación y sin esperar todas las miras de mis hermanos y mía estaban posadas en Five; en algún momento este bajo la mirada como si no supiera que decir pero fueron segundos más hasta que levantó la mirada y contesto, mirándolo directo a los ojos.
—Si —soltó sin más y esa respuesta me puso en pánico y en alerta, a que se refería con eso— Me arrepiento de muchas cosas, pero no creo que estés listo para escucharlas —dijo con un tono desafiante.
El ambiente empezó a asfixiar a todos y en ese momento Klaus intervino con una sonrisa y risa nerviosa.
—Chicos vamos solo es un juego, dejen de hacer lo que siempre hacen —bufó para agarrar la botella y dar vuelta de nuevo, pero en esa ronda justo me toco a mi y Luther que tuve miedo más que cualquier otro pues no teníamos buena relación y ahora que habían dado pases a cosas personales tenía mucho miedo por lo que haría.
—Ocho, ¿Verdad o Reto? —lo miré y la pensé mucho.
—Verdad —solté sin pensar y este sonrió burlón, ahora si se descombrará todas las veces que salí librada por ayuda de Ben o de Cinco.
—Bien —dijo, alargando la palabra— ¿Es cierto que estás enamorada de uno de los gemelos? ¿O quizás... de los dos?
Un silencio absoluto se hizo presente en la habitación, mi corazón latía a mil por hora en ese momento no sabía que hacer si llorar, contestar o quedarme callada había tocado un tema que nadie se había atrevido a tocar; sin embargo sentí como el calor subía a mis mejillas estaba muy nerviosa. Volteé a ver a Ben y el me murmuró "Si no quieres contestar, no lo hagas", luego su mirada se dirigió a Luther que si las miradas mataran el ya estaría muerto hace un minuto, mientras que a Klaus soltaba una risa.
—No tienes que responder, —murmuró Allison desde el otro lado, tratando de suavizar la situación.
Pero Luther alzó una ceja, esperando una respuesta, y el resto también parecía no querer perderse ni un detalle. Cinco y Five, cada uno a un lado del círculo, me miraban con una intensidad que hacía difícil respirar.
Estaba entre la espada y la pared, así que mi única reacción fue pararme y salir corriendo siendo seguida por alguien que ahorita no me interesaba quien era; en eso estaba a punto de tropezarme hasta que unos brazos me sostuvieron y era unos brazos diferentes; cuando levanté mi vista vi a Diego y sin poder aguantarme lo abracé y mientras el me envolvía en sus brazos había empezado a llorar.
Ambos caímos al suelo justo en la puerta de mi habitación, Diego no decía nada el sabía que no era un momento para decir algo hasta que yo me calmará y hablará pero no era fácil. Pase mucho tiempo en sus brazos y cuando obtuve la paz y la calma que necesitaba, me separé de su pecho y el acariciaba mi espalda.
—No tienes que hablar si no quieres —dijo Diego en voz baja—. Pero sabes que puedes contarme, ¿verdad?
—Lo sé y gracias por todo, es mejor que vaya a descansar — me seque las lágrimas y lo miré con una sonrisa leve —Gracias por esto
—No hay de que, buenas noches —tras eso me entré a mi habitación.
Narrador..
La joven confundida entró a su habitación y se dispuso a descansar; sin embargo lo que no sabía es que ese día no solo se rompió cada vez más el corazón de ella si no que los corazones de lo gemelos también luego de tratar de buscarte y escuchar a su hermano Diego también con el corazón roto.
Diego suspiro, apoyando la frente contra la puerta de la habitación de Ocho, su voz apenas un susurro que nadie más oiría.
—Si solo supieras que te amo y nunca te lastimaría —murmuró, consciente de que esas palabras quedarían en el aire, sin respuesta.
Al otro lado de la casa, los gemelos también intentaban lidiar con la tormenta interna que había dejado aquella noche. Cinco y Ryan, tan iguales y, a la vez, tan distintos, se encontraron cada uno solo en su propia habitación, sumidos en una mezcla de frustración, celos y un dolor que ninguno estaba dispuesto a expresar del todo.
Ryan miraba el techo, recordando los momentos compartidos, las miradas que había intercambiado con ella, los breves instantes en los que pensaba que tal vez, solo tal vez, ella sentía lo mismo. Pero ahora todo se había vuelto incierto, como si ese lazo que los unía se desvaneciera sin que pudiera hacer nada para detenerlo.
Por su parte, Cinco apretaba los puños, su orgullo y su amor propio heridos. No quería admitir que había perdido algo tan esencial como la conexión con su hermano, o el lugar especial que tenía con ella. Todo era un caos, y ahora, encerrado en la soledad de su cuarto, cada palabra no dicha y cada sentimiento reprimido lo atormentaban.
Y en medio de esa tormenta de corazones rotos, la casa permanecía en silencio, como si guardara todos esos secretos y emociones desbordadas entre sus paredes, esperando el momento en que cada uno de ellos se atreviera a enfrentar lo que realmente sentía.
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