Horas después...

Ben estaba leyendo en la enfermería esperando que despertará ___, ya que gracias a la anestesia estaba en un sueño profundo y minutos después de que el casi acabará el libro por fin despertó.

—Agua  -murmuró despacio pero capto la atención de Ben.

—Esta bien, pero primero tienes que sentarte despacio  -la ayuda a acomodarse bien y luego va a servir un vaso de agua.

—¿Qué paso?  -intento tragar por su garganta seca.

—Es normal que no recuerdes nada por la anestesia en la misión te dispararon en la pierna   -ella se quedó pensando para luego ver su pierna vendada.

Ben ser acercó  con la mirada abajo y le entregó el vaso, ella noto su comportamiento pero no dijo nada quería seguir averiguando.

—Ya recordé todo —dijo ___, y después de un momento de silencio, preguntó—. ¿Dónde están Five y Cinco?

—Supongo que en su habitación, no lo sé —respondió Ben, evitando mirarla directamente, especialmente después de mencionar esos nombres.

—Ben —lo llamó, su voz más firme—. ¿Qué me ocultas?

—Nada —replicó rápidamente, un poco nervioso—. No te oculto nada, son ideas tuyas. Seguro sigues con el efecto de la anestesia.

Ocho lo miró con desconfianza, sus ojos analizando su expresión.

—No me tomes por loca —espetó, con seriedad—. Dime qué me estás ocultando.

—Te voy a decir, porque no te puedo mentir  -la miro con dulzura y tratando de trasmitir tranquilidad- Pero para eso necesito que estés tranquila  -cuando dijo eso ella se confundió más de lo que estaba y ansiosa esperaba la respuesta del chico que tenía al frente.

—¿Es de Five y Cinco, cierto?  -el asintió con el semblante cabizbajo.

—Si la verdad es que no sé de que pelearon, nadie lo sabe o eso creo   -miró a su hermana- Pero si es algo fuerte, hace 1 hora atrás Five pidió el cambio de cuarto.

—¿Qué?¿Cómo? -dijo ella confundida- ¿Five ya no va a compartir el cuarto con Cinco?  -el negó-

—Han empezado a limpiar una de las habitaciones cerradas y trasladando algunas cosas de él ahí  -ella empezó a analizar las cosas-

—Tengo un mal presentimiento Ben -ella empezó a respirar con dificultad- Siento que es mi culpa pero no se porque.

—No creo que sea tu culpa, sabes como son pelean por idioteces  -iba a seguir pero fue interrumpido por ella.

—Pero esas idioteces como dices, nunca han llegado a los golpes y mucho menos a lastimarse entre ellos  -tomo una corta respiración, tratando de aclarar su mente y sobre todo sus pensamientos- 

—Eso lo sé pero trato de ver el lado positivo de las cosas, el ambiente afuera esta muy tenso  -levanta la voz- Perdón, todos están tensos que te juro que la tensión esta para asfixiarte.

—Espero que no sea nada malo lo de ellos.

—Tranquila hermanita, todo se va a arreglar 

Mientras tanto...

Allison se dedicó a ayudar a Five con la mudanza a su nueva habitación, ambos estaban en silencio debido a la charla que habían tenido hace unas horas.

—Five, ¿estás seguro, de lo que vas a hacer?  -dijo algo incomoda por la tensión que se respiraba en el aire.

—Muy seguro  -dijo guardado sus últimas cosas- También como el que nunca más volveré a esa habitación y mucho menos con Cinco.

—Al menos deberían hablar por última vez, ante de empezar con su juego de quién gana a ___ -sugirió- No solo lo digo por ti, si no por todos el ambiente esta insoportable gracias a ustedes  -piensa en sus siguientes palabras- Y si no quieres lastimar más a ___ después de lo que sucedió por su pelea  -hizo referencia al disparo- Corta con el ambiente tenso por favor siento que me ahogo.

—Allison solo tengo una pregunta para ti, eres mi mejor amiga pero quiero saber  -miró a la morena- ¿De qué lado estás? 

—Aunque me cueste admitirlo, estoy de tu lado Five de eso no hay duda , te ayudaré en lo que pueda para que puedas conquistarla  pero no la hagan sufrir  -ella mira al chico de ojos verdes seria- Te lo digo porque también es mi hermana y la quiero aunque no seamos cercanas, si  -se va de la habitación-

Minutos después todos estaban en la sala sentados esperando la cena y con el ambiente muy tenso; todos procesaban a su manera lo que pasaba pero para uno de ellos eso era indiferente. La excepción era Klaus que vino corriendo a dar noticias de ___.

—Ella esta bien, ha despertado hace rato   -dijo sonriendo.

—Eso es un gran noticia, felizmente no le dispararon en otra parte más peligroso  -fulmino a los gemelos con la mirada, los cuales ignoraron la mirada.

—En eso tienes razón Luther, si no hubiera sido por ustedes y su estúpida pelea probablemente ninguno de nosotros estuviera castigado y ella no estaría herida  -dijo Diego con evidente molestia.

—¿Acaso tu la hubieras defendido?  -preguntó Cinco sarcástico- A penas puedes defenderte tu

—Te apuesto todo lo que quieras que a ella no la hubieran lastimado, pedazo de idiota  -le dijo molesto.

—Basta los 2   -dijo Luther molesto.

En eso apareciste junto con Ben ya que el empujaba la silla de ruedas donde estarías los siguientes días hasta que te recuperaras.

—¿Cómo te sientes?  -preguntó Luther sonriendo-

—Mejor dentro de la situación  -dijiste sonriendo-

—Mamá dijo que no puede hacer ninguna actividad física o otras que representen esfuerzo hasta que la herida cierre por completo  y que tiene que ser movilizada en silla de ruedas.

—Bien felizmente no fue nada grave  -sonrió Allison.

En eso Cinco se acercó a donde estaba ella y se incoó para poder hablar.

—Te pido perdón como el dúo dinámico que somos y fuimos nunca me paso esto  -bajo la cabeza- Fue una tontería por parte mía y te pido perdón porque si no hubiera pasado nada probablemente estuvieras bien  -dijo serio- Perdón nuevamente

—Serán algunos meses para que sané pero si  te perdono los accidentes pasan, la vez pasada te cortaste por mi culpa y no te preocupes  -sonríes leve- 

—Ryan  -Allison hablo entre dientes molesta.

—También te pido perdón por eso y nunca más pasara esto  -dijo sonriendo forzadamente.

—No te preocupes Five -sonreíste leve-

—¡Qué linda que eres! —Klaus, con su usual despreocupación, le agarró la mejilla en un gesto juguetón.

—¡Auch! Muy fuerte —se quejó ella, soltando una risa suave.

—Klaus, no seas brusco —dijo Ben, tomando el control de la situación mientras comenzaba a empujar su silla hacia la cocina, seguido de cerca por Klaus.

—Perdón, señor "no toques a mi chica" —dijo Klaus, lanzando una sonrisa descarada, lo que hizo que ella soltara una pequeña risa.

—Deja de decir tonterías —fue el último comentario que escucharon los demás mientras los tres se alejaban por los pasadizos de la enorme mansión.

A medida que los tres avanzaban por los pasillos de la mansión, el ambiente entre ellos se relajaba, gracias a Klaus y su carácter divertido.

—Klaus, de verdad, ¿algún día vas a aprender a no ser tan bruto? —dijo Ben mientras seguía empujando la silla de ruedas.

—Bruto, bruto... —repitió Klaus, como si reflexionara—. No, lo dudo. ¿Quién quiere ser delicado cuando puedes ser... bueno, yo?

Ella río suavemente mientras Ben soltaba un suspiro, ya acostumbrado a la manera de ser de Klaus. Llegaron a la cocina, y Klaus, como siempre, se adelantó para abrir la puerta con un exagerado movimiento teatral.

—¡Su mesa, mi señorita! —dijo Klaus en tono de broma, haciendo una pequeña reverencia mientras le señalaba una silla.

—Gracias, buen caballero —respondió ella, siguiendo el juego mientras se acomodaba.

Ben se acercó y comenzó a preparar algo para comer. El silencio se rompió solo por los ruidos de la cocina y las bromas ocasionales de Klaus.

—Sabes —dijo ella, mirándolos a ambos—, a pesar de todo, me alegra que todavía tengamos momentos como estos.

Klaus, que estaba buscando algo en la nevera, se volvió hacia ella con una expresión cómica.

—¿"Momentos como estos"? ¿A qué te refieres? ¿A mí sirviendo como un mayordomo de lujo o a Ben jugando a ser el chef estresado?

—A estar juntos —respondió ella suavemente, sonriendo—. A pesar de todo lo que ha pasado, de las peleas, los accidentes... sigo agradeciendo tenerlos cerca.

Klaus y Ben la miraron por un segundo, ambos en silencio, sintiendo el peso de esas palabras. Klaus fue el primero en romper el silencio, como siempre.

—¿Estás diciendo que en el fondo, en lo más profundo de tu corazón, nos amas? —bromeó, llevándose una mano dramáticamente al pecho—. Porque, si es así, necesitaré un pañuelo.

—Déjala en paz, Klaus —dijo Ben, sonriendo—. Pero, sí... yo también me alegro de que, a pesar de todo, todavía estemos juntos.

Klaus, incapaz de evitarlo, volvió a hablar.

—Oh, chicos, ahora siento que necesitamos un brindis o algo así... ¿champaña para todos?

Ella y Ben rieron, y en ese momento, por más complicado que fuera el futuro, supieron que siempre podrían contar el uno con el otro.

Mientras con los demás...

 El comentario quedó flotando en el aire, pero no todos lo tomaron a la ligera. Desde el otro extremo del pasillo, Five y Cinco habían escuchado cada palabra, y aunque Klaus siempre era un bromista, esta vez no había caído en gracia. La reacción de Ben y la risa de ___ habían tocado fibras sensibles.

Cinco, con la mandíbula tensa y los ojos llenos de una ira que trataba de controlar, se giró lentamente hacia Five. Sabía que su hermano estaba igual de afectado.

—¿Escuchaste eso? —murmuró, con una mezcla de furia y amargura—. ¿"No toques a mi chica"? ¿Klaus? ¿Ben? ¿Qué diablos está pasando aquí?

Five permaneció en silencio por un momento, los puños cerrados. No había sido solo el comentario de Klaus, sino la forma en que ___ había reído, la forma en que Ben parecía tan cómodo con ella, como si esa pequeña interacción hubiera sido la más natural del mundo.

—No me importa Klaus —respondió Five finalmente, su tono frío, pero sus ojos delataban su frustración—. Lo que me preocupa es Ben... ¿Cómo es que él está ahí, con ella, cuando nosotros estamos aquí, sin hacer nada?

Cinco apretó los puños, la rabia ya empezaba a hervir dentro de él. Las palabras de Klaus habían sido como un golpe en su orgullo. Pero la mirada cómplice de ___ con Ben era lo que realmente le dolía.

—Esto no se trata solo de Klaus o Ben —escupió Cinco—. Es ella... ¿Qué está haciendo? ¿Se está riendo con ellos mientras nosotros estamos aquí, esperando?

Cinco soltó una risa amarga, llena de frustración.

Five no respondió de inmediato. Sabía que las palabras de su hermano gemelo tenían peso. Desde la llegada de los dos, la situación con ___ se había vuelto cada vez más complicada, y el hecho de que ella pareciera disfrutar de la compañía de los demás solo añadía más leña al fuego.

Sin embargo respiró hondo, tratando de mantener la calma. Sabía que cualquier confrontación en ese momento solo empeoraría las cosas. La tensión ya era insoportable, pero una guerra abierta entre los dos no solucionaría nada.

—No vamos a empezar una pelea ahora —dijo Five, finalmente—. Ya lo hablamos. Ella tiene que decidir, y cuando lo haga, nosotros tenemos que aceptarlo, sea lo que sea.

Cinco lo miró, sus ojos destellando con ira contenida.

—No te pongas noble ahora, Five. No estamos hablando de cualquier cosa, estamos hablando de ella —hizo una pausa—. No voy a perderla.

—Tampoco yo —respondió Five en un tono cortante.

Mientras tanto, en un lado, los demás no podían evitar notar la tensión que los gemelos emanaban. Allisón, que estaba viendo unas revistas, observó a los hermanos desde la distancia, y un suspiro de preocupación escapó de sus labios. Sabía que esa situación no se resolvería fácilmente.

Diego, por su parte, entrecerró los ojos, dándose cuenta de lo que estaba sucediendo en el fondo.

—Esos dos... están a punto de explotar —murmuró en voz baja.

Luther, que estaba apoyado contra la pared, asintió.

—Y cuando lo hagan, será peor de lo que imaginamos.

—Me pregunto cuánto tiempo más podrán aguantar sin que esto se vuelva un verdadero problema —añadió Vanya, que también había estado observando en silencio.

La tensión en la mansión seguía creciendo, y aunque Klaus había logrado traer un momento de alivio temporal, todos sabían que el conflicto entre los gemelos estaba lejos de resolverse. Y lo peor de todo, era que ___, sin darse cuenta, estaba en el centro de todo.