Capitulo 02
Los segundos pasaban y mi lengua se enredaba, mientras que mis lindas neuronas buscaban una manera de contestarle y dejarlo en claro que todo había cambiado o talvez no pero una vez que estaba lista lo único que dije fue.
—Hola Ryan -cuando escuchó su nombre el se tenso, odiaba ese nombre porque según era el recordatorio de que no había ganado con Cinco y que el vaya primero que él.
—Ese no es mi nombre, mi nombre es Five -me recriminó, mientras que Cinco estaba aguantando las ganas de decir algo, así que tenía que apurarme si no quería estar en medio de una discusión por una tontería iniciada de mi parte.
—De acuerdo -solté de una manera seca.
—Estás muy bien por lo que veo -me escaneo con la mirada- No haz cambiado tampoco
—¿Cómo puedes asegurar que no cambie? -hice una pausa- Fueron tres años fuera de casa, todo puede cambiar en cuestión se segundos, minutos, horas, meses o años, todo cambia nada vuelve ser igual, las personas cambian y la vida cambia. -cuando dije eso, su rostro se formo en una mueca.
—Digas lo que digas se que no cambiaste -me dijo eso y para no hacerla más larga me fui lejos de ahí a lado exactamente de Ben y le agarré de la mano para conseguir calor porque mi mano estaba más helada que no se que.
—Pareces muerta -me murmuró- Tranquila no creo que pase nada o eso creo -me trato de dar una sonrisa pero no lo consiguió ya que fue más mueca que sonrisa.
El ambiente estaba más tenso que en la mañana, los gemelos se miraban serios y ninguno decía nada, todos estaban atentos a algún movimiento que ellos realizarán pero ellos no estaban de humor como para moverse y perder la guerra de miradas que habían creado entre ellos.
—Esto es muy incomodo -dijo Klaus para mirarme suplicante.
—No puedo hacer nada, no quiero que se haga más grande lo que sea que sea su situación -le respondí haciendo una mueca.
—No entiendo porque se comportan así -murmuró Allison mientras que los miraban.
—Entre ellos 2 siempre tiene que haber un ganador y eso que hacen es para demostrar quién es el mejor pero sinceramente ninguno de ellos lo es -en eso que nuestro líder dejo de hablar, le dio la señal a Diego para que lance un cuchillo entre ellos y dejen de hacer eso.
Cuando el cuchillo paso en medio de los 2, ambas miradas verdes voltearon a nuestra dirección y buscaron al responsable para encararlo pero este ni los miraba y seguía jugando con el cuchillo que regreso a su mano.
Dejaron de ver a Diego y se miraron otra vez para que uno de ellos empezará a hablar, el primero que dejo su orgullo de lado fue Five.
—Hola hermano -le dijo él seriamente.
—Hola Ryan -dijo Cinco solo una persona podía decirle así para molestarlo y esa era yo.
—Es bueno verte -ignoró ese hecho mientras que trataba de calmar su enojo.
—Digo lo mismo, tres años es mucho tiempo lejos de mi gemelo -todos nos miramos confundidos porque el tono en que se hablaban no sabíamos si de verdad lo que decían era cierto o no.
En eso la campana de mamá sonó y esa era la señal para irnos al comedor cada uno se coloco detrás de su silla, mientras que esperábamos a papá, bueno hace 2 días atrás me sabía sentar a lado de Cinco pero cambie el lugar vació de Five con el mío y me coloque a lado de Ben. Cinco me miró confundido por esa decisión pero no le di una mayor importancia.
—___ -escuché la voz de Vanya.
—¿Qué pasa? -le dije esperando su respuesta.
—¿Tienes tiempo más tarde? -dijo en un susurró leve.
—Depende -respondí.
En eso papá entró y ella volvió a su posición más rápido que alma que se la lleva el diablo, todos nos paramos rectos esperando la orden.
—Sentados -mencionó y nos acomodamos en la silla.
Mamá colocó el toca discos y empezó a tocar una melodía suave, todos habían empezado a comer incluso yo, el silencio en la mesa era lo más jodido del día se supone que en ese rato todo comentan lo de su día y comparten anécdotas entre otras cosas más que hacen las familias normales pero yo no mi familia no era normal, empezando por mi padre y luego mi madre robot cualquiera que viera eso el concepto de familia estuviera dañado.
Y en el silencio cada uno se ponía en su mundo, Luther le dedicaba miradas a Allison y Allison le retribuía, Klaus miraba algo debajo de la mesa, Diego dejaba su marca en la madera, gracias a su cuchillo, Ben leía su libro nuevo, Vanya comía tranquila mirando a todos, Cinco y Five de la misma forma y yo aburrida de tal forma que quería salir de ese ambiente.
—¿Por qué no comes más? -levanté la vista para ver a Five viendo mi plato.
—No tengo hambre, comí galletas antes del almuerzo -vil mentira que había soltado, mamá recién estaba horneando y se sentía el olor de estas.
—Pues fíjate que no te creo, por más que me haya ido recuerdo los horarios y las acciones de mamá y por lo tanto te digo que recién las galletas se están horneando.
—Pues fíjate tu también que no eres nadie para decirme si comí o no -le respondí seriamente para luego sonreírle sarcásticamente.
—No somos nadie pero lamento informarte que mi hermano tiene razón -menciono Cinco mientras que metía un bocado a la boca.
—Si les molesta o fastidia dejen de verme entonces -los miré a ambos fijamente y luego con mi pie empecé a patear la silla de Ben, pero este ni se inmutaba.
—Es imposible estás al frente de nosotros -mencionó Five.
—Y tenemos ojos como para mirar -complementó Cinco.
—Los odio -murmuré enojada.
Ambos al escuchar eso soltaron una risa, odiaba que ellos se pusieran en mi contra a la vez y empezaban a molestarme con lo que hago o lo que digo, su dinámica de hermanos en esas situaciones me volvía loca literalmente, es como en ese momento pensaran igual, se comunicaran con la mente o incluso se llevaran super bien. Y mi querido Ben seguía comiendo, leyendo y su mirada simplemente decía "es tu situación, ni me metas" ,minutos después todos nos paramos después de que padre se fue.
—¿Planes para más tarde? -preguntó Klaus mientras miraba.
—Puede ser una pijamada, en mi habitación -comentó entusiasmada Allison.
—Hoy no, mañana el entrenamiento es 5 de la mañana no 7 de la mañana -me miró a mi y me sonrió sarcásticamente- Puntuales
Lo miré y rodé los ojos, cruce los brazos y gire para irme a mi habitación, en eso sentí que alguien me seguía y volteé a ver a Ben.
—¿Tomaste tus pastillas? -negué y el me miró serio- Ocho tienes que tomarlas -solo me decía por mi número cuando era un tema serio.
—Por un día que no tomé no creo que no suceda nada -le dije y el negó-
—¿Quieres que te recuerde lo que paso ayer? -me dijo serio- Casi haces llover no solo a la casa, si no toda la cuidad .
—Ben era porque estaba nerviosa -el me miró molesto.
—Ven -saco el pote de mis pastillas de mi bolsillo de mi falda, me agarró de la mano y me jalo a la cocina.
Saco un vaso de la alacena y agarró la jarra para luego verter un poco de agua en el vaso y darme este junto con una pastilla. El no se movió y espero para ver si la tomaba o no, una vez que ya la ingerí el sonrió con suficiencia y yo lo miré mal.
—Es por tu bien y lo sabes ___ -me miró sonriendo leve y luego empezó a caminar para fuera de la cocina.
—Drogarme es por mi bien, según tú -le dije seria, mientras subíamos las escaleras para nuestras habitaciones.
—No es por que me da la gana de que tomes las pastillas, es para que papá no te diga nada -se acerca y me murmura- Sabes que nos esta vigilando -mira a los lados y se separa de mi, ambos nos separamos y cada uno se va a su habitación.
Estaba recostada en mi cama, mirando el techo sin nada que hacer sinceramente y simplemente me puse a reflexionar de las cosas que me rodeaban; de que hubiera sido si yo no tuviera poderes a caso pudiera haber sido una chica normal, que va a una escuela y tiene amigos como las que veo pasar de la ventana o talvez nunca hubiera existido.
En ese momento de reflexión, alguien toco la puerta de mi habitación y ese alguien era Vanya, mi ordinaria hermana, estaba parada en mi puerta y yo observando. Ella trataba de decir algo pero cada vez que lo haría algo la detenía.
—¿Qué pasa Vanya?,¿Necesitas algo? -ella me miró y asintió.
—Si, podrías tocar el piano mientras que yo tocó el violín -me miró suplicante, yo volteé a ver a mi cama y luego asentí.
—Gracias nadie quería ayudarme, supuse que tu si querías -simplemente asentí, no tenía buena relación con ella por el hecho de que ella era ordinaria.
No me malinterpreten, no la odiaba ni la quería simplemente soportaba su presencia y en base de un gusto que teníamos ambas, era nuestro lazo para tener una conexión pero solo eso nos gustaba a ambas para lo demás pasaba desapercibida a nuestros ojos. Así en esos pensamientos llegamos a la sala y me dirigí al piano para empezar alistar
—¿Qué pieza vas a tocar? -le pegunté mientras que yo terminaba de ordenar las partituras.
—El fantasma de la opera -ella me dijo y asentí- La acabo de aprender y quiero mejorar.
—Yo inicio y te doy el pase -asintió y me puse a tocar como una introducción para empezar con la pieza.
Estuvimos un buen rato ensayando con la misma canción, me dolían los dedos había dejado de practicar hace mucho y me estaba pasando factura; sin embargo amaba tocar y no me importaba tocar mil veces la misma canción.
—Ya va a ser hora de cenar -me dijo Vanya, mientras se detenía.
—Hagamos una tocada bien para que papá escuché -dije y ella asintió.
Mientras que nos volvíamos a preparar para la última tocada, escuché como 7 pisadas diferentes bajaban por las escaleras a gran velocidad y en eso se detuvieron a la altura del corredor y sentí los 7 pares de ojos en nuestra dirección.
—¿Lista? -pregunté y ella asintió-
Empecé yo tocando y siguió Vanya, nuestra interpretación era nuestro estilo y nuestra forma, cuando terminamos, ella me sonrió y le devolví la sonrisa.
—Número Ocho -escuché la voz de mi padre, me paré del asiento del piano y baje la mirada.
—Padre, yo lo siento se lo que dijiste la última vez y... -me interrumpió y tenía miedo de mirarlo.
—Otra vez tocarás, te escuché y Pogo junto contigo retomaran las clases -sonreí y miré a Pogo que el me dio una sonrisa.
—Gracias Padre -le di una sonrisa y el se retiro al comedor.
Five/Ryan Hargreeves..
Luther había tocado la puerta de nuestras habitaciones y dijo que ya era pronto la hora de cenar, así que todos optamos por bajar y cuando llegamos a la planta baja, vi a ___ junto con Vanya ambas tocando su instrumento y sonreí al ver como la primera nombrada disfrutaba tocar era como si ella y el piano solo existieran. Pero en eso que todos estaban atentos, nuestro padre apareció detrás de nosotros justo antes de que terminaran de tocar y una vez que terminaron, padre ingresó y se fue a la dirección de Ocho.
—¿Crees que le diga algo? -miró a Luther y este asintió.
—Ella tenía prohibido tocar el piano desde hace un año y ella acaba de romper esa regla -en eso mi cara cambio a confusión.
—Es su pasión Luther -le dijo Allison- Ama tocar el piano, que papá le haya puesto esa restricción ya no es su culpa.
—No entiendo nada -le dije a mi gemelo y el me miró para luego ignorarme- Alguien me puede explicar, no estoy entendiendo.
—El único que se sabe la historia es Cinco y nadie más, incluso Ben no sabe -dijo Klaus para luego Ben asintiera.
—Eso es lo único que no se de ella la verdad -dijo para luego mirar a Cinco.
—Bien -bufó- Te la cuento más tarde, ahora guarden silencio -miramos otra vez al frente y vimos la sonrisa de ella mientras que miraba a Pogo.
Y así fue ese primer día con mi familia luego de tiempo, en la noche ya para dormir estaba en mi habitación que compartía con mi gemelo. El estaba terminando de leer un libro para dormir y yo no podía con la curiosidad.
—¿Qué paso con ___? -le dije y el levantó su mirada para mirarme fijamente.
—Fue mi culpa lo que sucedió -me dijo y yo lo mire mal- Ese día ella y yo nos habíamos escapado a comer donas, solo nosotros dos y bueno papá tenía una reunión muy importante con unos socios o algunas de esas mierdas
—Eso no tiene nada que ver con el castigo -lo miré serio.
—¿Te dije que eso era todo, idiota? -rodé los ojos y le di la señal para que continuara.
—Bueno la cosa es que cada uno estaba en su habitación pero como cosa del diablo ese día papá se le ocurrió que ella tocará el piano y bueno Pogo la subió a buscar -suspiro- Claramente no estaba y papá cuando se enteró de eso enfureció, luego de su celebración nos llamó y la castigo a ella sin piano para toda la vida.
—¿Eso la destrozo? -pregunté.
—Five es su vida el piano, no hay amor más grande que ella y el piano, esa noche lloró toda la noche y desde ese día nunca más tocó -hizo una pausa- Hasta hoy, me sentí culpable pero ella nunca se enojo conmigo dijo que fue una tontería los argumentos de papá, cosa que es cierta -dejo su libro en la mesita de noche y se acomodó para dormir- Buenas noches extraño.
—Buenas noches para ti también extraño - era una manera ridícula que nos decíamos desde pequeños y ni siquiera me acuerdo el porque; sin embargo se quedó entre nosotros
Segundo capítulo voy a subir hasta el 10 y ya una vez que tenga más apoyo, subiré lo demás.🥺
Perdón el spam 😭☝️
Espero y les guste, gracias cuídense 💓✨
💋La escritora
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