...

   La luna se cernía sobre el campamento del Clan del Río, haciendo brillar el agua de los alrededores. Solo se escuchaba el suave ronquido de los gatos durmiendo plácidamente, sin preocupación alguna.

   Se notó movimiento en la guarida de los aprendices, pasos sigilosos en medio de una noche silenciosa. Brownpaw asomó su cabeza de la guarida, luego miró hacia atrás para ver que nadie sabía de su presencia ni la seguían.

   El camino estaba libre de cualquier miembro del clan, así que fue corriendo a unos arbustos usando la posición de caza. Escondida, miró hacia la salida del campamento, revisando su método de escape. Su pelaje relucía a la luz lunar.

-Camino libre -susurró tras haber mirado a ambos lados.

   La pequeña aprendiza se escabulló con mucho sigilo del campamento. Ahora estaba en los terrenos de caza de su clan, libre de todos los gatos presentes.

-Pobre Foxpaw -ella volvió a pensar, parándose un momento.

   Unos segundos pasaron y retomó su camino. Aunque estuviera lejos de los demás, tanto sus oídos, olfato y vista estaban muy agudizados, no quería un mayor castigo.

-Tengo que encontrar a Flamestar.

   Tras un rato andando, la gata se encontraba en los Cuatro Árboles. Le parecía raro ver el lugar vacío; sin gatos en una asamblea, sin batalla.

   Giró su cabeza con rapidez, todos sus músculos tensos y sus orejas bien altas para captar el sonido que recién acababa de captar.

-¿Hay alguien ahí? -Brownpaw intentó gruñir, aún así sonó más bien con miedo en su voz.

   Una guerrera de otro clan apareció delante suya, saliendo de detrás de uno de los robles. Se notaba que su paso era tranquilo y que no tenía ninguna intención dañina ni miedo.

-¿Flamestar? -la aprendiza se relajó un poco, aún asombrada.

-¿Brownpaw? Pensaba que... No pensaba que vendrías. Ha... ¿Ha pasado algo? -la gata preguntó con preocupación.

-Cheetahclaw ha reaparecido. Sí, ese gato asesino -resaltó con furia.

-¿Estáis todos bien? -la anaranjada se agitó un poco.

-Sí, al menos vivos -otra vez pensó en Foxpaw-. Me imaginaría que incluso matara a Windfur, vuestro antiguo lugarteniente.

-¿A qué te refieres?

-Me dijiste de que había pelo amarillento. ¿Qué otro gato amarillento es un asesino en este bosque, si no es así?

-Lo podría ser -miró a la aprendiza con sus ojos verdes claros, brillando como dos lunas-. Le tendré que comentar esto a Sunstream. ¿Crees que es el momento de que el Clan de la Libertad libere al bosque del peligro al que estamos sometidos a sufrir?

-Es la hora -afirmó con su cabeza-. Coméntale que también el Clan de la Sombra ha encontrado su pelo amarillento tras ser exiliado de nuestro clan. También dile su nombre y que es un gato amarillento con manchas similares a las de un guepardo. Probablemente traiga ayudantes; tales como Treepaw, un gato marrón oscuro que es pequeño, o un gato negro con rayas anaranjadas.

-¿Gato negro con rayas anaranjadas? -la líder del Clan del Viento repitió.

-Sí -Brownpaw afirmó.

-Va... Vale -la anaranjada titubeó-. No creo que venga aún, probablemente en la próxima asamblea. Así será más fácil reunir a los demás que prometieron ayudarle.

-¿No deberíamos actuar cuanto antes? ¡Nos podrían lanzar un ataque en cualquier momento! -la aprendiza marrón, naranja y blanca exclamó con preocupación.

-Solo el Clan Estelar lo sabrá -Flamestar dijo de forma poco entendible.

-¿El Clan Estelar? ¿Nos mandará un aviso de cuando unir fuerzas?

-Tu madre... Bueno, ya te comentará cuando todos estéis unidos. Me tengo que ir, no quiero que mi clan me trate de traidora ni que piensen que me he muerto. Hasta luego -sacudió su cola en forma de despedida y empezó a caminar hasta los arbustos, saltándolos para luego echarse a correr en la explanada de tierra.

   Brownpaw se giró y fue de vuelta a su territorio, corriendo con gran rapidez al pensar en qué pasaría si no la encontraban en su nido. Aún quedaba un rato para que el sol saliera, la oscuridad se mantenía como antes. Pero cuanto antes llegara, mejor. Quién sabía si a Rainstar se le ocurría hacer una patrulla nocturna antes de la del amanecer.

   La entrada al campamento de su clan estaba en frente de su nariz. Se volvió a agachar y fue hasta la guarida de los aprendices, usando como ruta algunas plantas y arbustos que cubrieran su pequeño cuerpo.

   Ya su nido se encontraba a solo una cola de ratón de distancia. Con cuidado, la alcanzó y se enrolló en él, tan cansada que se quedó dormida con rapidez.

...

   Los sueños de Brownpaw la atormentaron, haciendo que no pudiera descansar bien. Aún así, no entendía absolutamente nada. Lo único que recordaba era que se vio a ella misma, plantada como una estatua, sus pupilas como rendijas por el miedo. No le dio mucha importancia, ahora solo le importaba descansar.

-¡Levanta! -una voz gritó.

-¿Qué pasa? -la marrón preguntó, somnolienta, levantándose con pocas energías.

-Rainstar ha llamado una reunión de clan -Brownpaw vio que se trataba de Gingerpaw. Seguido de desperezarse, lo siguió.

   Todos los gatos miraban con intriga a la Peña Mojada. Rainstar no estaba sobre ella, solo había llamado una reunión y se había ido a la guarida de Flowerfur. Ahí es cuando Brownpaw se empezó a preocupar.

-¿Sabes qué pasa? Te noto... Agitada -Gingerpaw le preguntó, frotando su cola contra la mejilla de su amiga.

-Nada... -ella suspiró-. Flowerfur dijo que tenía que hablar sobre el estado de Foxpaw, pero que todavía nada estaba claro.

-¿A qué te refieres? Estás ocultando algo -sus ojos verdes claros se posaron sobre los de Brownpaw, luego miró al suelo fijamente.

-Creo que Foxpaw no puede ser un guerrero. Aún así, ahora está en patas de Flowerfur...

-¡¿Qué?! -el grito del anaranjado-amarillento resonó por todo el claro. Los gatos se giraron para ver al aprendiz, la mayoría de ellos con caras agresivas-. Lo siento.

   Rainstar volvió a encaminarse a la Peña Mojada, y de un solo salto, subió a esta. A la zaga tenía a Flowerfur, quien se quedó cerca de la roca. Foxpaw andaba hasta el claro con Shadownight, su madre, a su lado. Estaba apoyado sobre su omóplato, cojeando un poco.

-¿Qué se supone que está pasando? -Shadownight preguntó, sus ojos posados en la cima de la roca.

-Tengo que anunciar algo al clan -Rainstar dijo de forma seca, de todas formas, se podía notar un poco de tristeza en lo más profundo de sus oscuros ojos verdes.

   Rainstar silenció a todos los gatos del claro que murmuraban nerviosamente con un movimiento de su cola. Toda la atención del clan ahora estaba concentrada en él.

-Como bien sabéis, hace poco hemos sufrido un ataque. Algunos gatos han salido más heridos que otros, pero he visto que las heridas han sido más bien superficiales. Aún así, -tomando aire, nervioso por lo que iba a decir- hay un aprendiz que no se recuperará de su lesión, tristemente.

   Foxpaw miró con tristeza al suelo, su mirada completamente clavada. Todos los gatos se habían girado para verlo. Esto lo hizo enfadar, y bufó por lo bajo, una sola lágrima recorriendo su cara.

-Foxpaw, ven -Rainstar indicó con su cola que se sentara delante suya-. Flowerfur ha decidido entrenar a este aprendiz para convertirse en un curandero.

-El Clan Estelar ha hablado -el blanco con manchas marrones dijo, entrechocando narices con su nuevo aprendiz.

-Pero tengo que hacer otra cosa -Rainstar observó a Foxpaw con más tranquilidad, e incluso, felicidad-. Foxpaw, de hoy en adelante serás conocido como Foxtail. Nuestro clan honra tu valentía y lo justo que eres. Siempre serás un guerrero en el corazón, Foxtail -el líder grisáceo mostró orgullo por él.

-Gra... Gracias -el pequeño aprendiz tartamudeó, aún así, lo que decía era verdad.

   Shadownight se acercó a él, acariciando su pelaje con su cola afectuosamente. Luego Foxtail posó su mirada en Spottedpaw; la aprendiza le miraba de forma fría y con decepción, e incluso se podría decir con furia.

-¡¿Por qué me odias?! -Foxtail se sobresaltó, apoyando su peso sobre sus patas delanteras, respirando de forma agitada, sus verdes ojos claros llameando con furia-. ¡Yo no decidí este destino! ¡No quiero ser un curandero! ¡No necesito ese nombre tan ridículo! Supuestamente lo haces para hacerme sentir mejor, pero realmente solo quieres que piensen que eres un gran líder -su tono fue serio, pero ahora no tan agitado, sin embargo, se notaba su gran enfado.

-¡Foxtail, espera! -Brownpaw fue hacia su amigo anaranjado, su voz llena de preocupación.

-¡Foxpaw! -el aprendiz de curandero le corrigió con agresividad, luego se calmó y se giró hacia ella-. Déjame irme, no quiero poner esto sobre ti -se encaminó hacia la guarida del curandero, dándole la espalda a Brownpaw.

-Necesita tiempo para procesarlo todo -Gingerpaw la alcanzó y tocó con su cola el omóplato de ella.

-Entiendo -Brownpaw comprendió, dejando de seguir a su amigo.

   No pudo evitar preocuparse por él. ¿Qué le depararía el futuro? ¿Por qué dijo de qué alguien le odiaba? ¿Y quién?