La patrulla llegó al campamento, todos con algunas heridas presentes en sus pelajes. Flowerfur tendría bastante trabajo por hacer.

-Ya sé de lo ocurrido -Moonstar, la líder, había salido de su guarida, con las fuerzas un poco más recuperadas. Se subió sobre la Peña Mojada, dando la señal de reunión-. Que todos los gatos que puedan cazar sus propias presas, se reúnan aquí,  bajo la Peña Mojada, para una reunión de clan.

   La patrulla fronteriza y sus refuerzos se quedaron en el claro, y se acomodaron. Splittail salió de la guarida de los veteranos, tambaleando un poco debido a la mitad de su cola partida, que le causaba su poca estabilidad.  Cheetahclaw y Snowfur emergieron de la guarida de los guerreros, y Treepaw, Waterpaw y Foxpaw de la de los aprendices.

-¿Estáis bien? -Foxpaw preguntó, colocándose al lado de los dos aprendices.

-Nada más que un par de arañazos -Brownpaw respondió-. ¿Qué tal tu partida de caza? -comentó con interés. 

-Mal... Tuve que también practicar movimientos de batalla, y Treepaw me lanzó contra un árbol con fuerza -se notaba claramente la tristeza y el sufrimiento por el cual estaba pasando el aprendiz con pelaje similar al de un zorro-. Y aún así no me hacen guerrero... -Foxpaw bajó su cabeza.

-Deberías hablar con Moonstar -Gingerpaw se interpuso-. 

-Y no funcionará. Nunca seré un buen guerrero para ellos. 

-Para nosotros si lo serás,  Foxpaw. Seguro que luego podemos arreglar esto -Brownpaw le apoyó. 

-Gra, gracias... -él tartamudeó con timidez-. Por cierto, creo que tenemos una nueva integrante. Si Moonstar lo desea, claro está. 

-¿Integrante? -Gingerpaw dijo con intriga, pero antes de que pudieran seguir charlando, los gatos se habían terminado de colocar y la reunión había empezado.

-Todos sabemos de la batalla librada contra el Clan del Viento hoy mismo. Nos aliaremos con ellos para echar a esos Dos Patas, que probablemente irán a por nosotros después de ellos. Esto no significa que les vayamos a dar nuestros territorios o presas, seguiremos siendo enemigos, como el Clan Estelar siempre lo ha deseado -Moonstar terminó y los gatos maullaron con fiereza ante la idea de echar a los Dos Patas del territorio del bosque, su casa.

-Ojalá poder haber estado en la batalla -Waterpaw maulló con tristeza, colocándose al lado de los otros tres aprendices-. ¡Podría haber conseguido mi nombre y rol de guerrera de una vez por todas!

-Podrías hablar con Moonstar sobre ello. Al fin y al cabo, sigue siendo tu abuela, aunque a veces actúe de esas formas por el control que Darksoul posee sobre ella -Brownpaw le recomendó-. Luego les acompaño a los dos -dirigió sus brillantes ojos verdes a Foxpaw y Waterpaw-. Ahora, que la reunión está a punto de acabar.

-Tenemos a otra gata en nuestro campamento -Moonstar dijo con indiferencia cuando los gatos soltaron bufidos de rabia-. Parece querer unirse a nuestro clan, el fabuloso Clan del Río. Proviene del Clan del Trueno, y ahora veré si es apta para la vida en nuestro clan -la líder grisácea posó su mirada verde claro en la salida de la guarida de los veteranos, de donde salió una gata calico del tamaño de una aprendiza, que poseía el distintivo olor del Clan del Trueno-. ¿Quieres proceder con tu ceremonia para ser miembro del Clan del Río? -Moonstar dió un paso hacia delante y le preguntó.

-Deseo proceder -la pequeña calico bajó su cabeza de forma respetuosa, lista para ser nombrada en su nuevo clan.

-Si es así, entonces empezaré... -Moonstar miró a las primeras estrellas que aparecían en el claro Manto Plateado-. Spottedpaw, da un paso adelante -la líder esperó a que terminara de colocarse-. Quieres unirte a nuestro clan, y espero que el Clan Estelar apruebe mi decisión -la grisácea volvió a mirar a las estrellas una vez más, para luego entornar su mirada a los ojos ámbar y azul de Spottedpaw-. Seguirás siendo conocida como Spottedpaw hasta que consigas tu nombre de guerrera. Waterpaw, ven acá -la líder señaló debajo de la Peña Mojada con la punta de su cola-. El Clan del Río honra tu determinación y continuidad en tu entrenamiento, y de ahora en adelante, serás conocida como Waterfur. Te damos la bienvenida como guerrera de pleno derecho en nuestro clan. 

   Waterfur lamió el hombro de Moonstar por respeto, se colocó otra vez en el grupo de felinos, y devolvió la mirada a Moonstar.

-Waterfur, solo acabas de terminar tu entrenamiento, pero te encomiendo como aprendiza a Spottedpaw. Espero que pases todos tus conocimientos a ella -Moonstar dejó de hablar para que aprendiza y mentora entrechocaran narices.

-¡Spottedpaw! ¡Waterfur! -los gatos del claro gritaban, alabando a la nueva guerrera y nueva aprendiza del clan.

-La reunión ha acabado -Moonstar dijo, saltando de la Peña Mojada y dirigiéndose a su guarida.

-Enhorabuena a ambas -Brownpaw se acercó para frotar su cola con las dos gatas-. Serás una buena mentora para Spottedpaw, te lo aseguro.

   Waterfur miró a Spottedpaw, pensando en lo que podría enseñarle el día de mañana.

-Vamos a dormir -dijo Gingerpaw-. Te presentaremos el campamento y tu guarida antes.

-No os preocupéis, yo lo hago -Foxpaw se levantó de su sitio y le enseñó a Spottedpaw el campamento.

   Brownpaw y Gingerpaw fueron a sus lechos cada uno, cansados de la batalla. Waterfur casi vuelve a entrar en la guarida de los aprendices, pero al recordar que ya era una guerrera, fue hacia su nueva guarida y se tumbó en el lecho que su hermana, Featherpelt, había hecho para ella, agradeciéndoselo mucho. Tras un rato, Foxpaw volvió con la nueva integrante del Clan del Río. 

-¿Cuál es mi lecho? -la moteada preguntó, mirando los lechos en los que los aprendices yacían, la mayoría ya durmiendo.

-Puedes tomar el que era de Waterfur -Foxpaw levantó la cola y señaló el desgastado lecho-. Aunque necesitará algunas reformas.

   Gingerpaw, despertado por el ruido, comentó-. Tengo musgo de sobra. Toma un poco, Spottedpaw -el gato arenisco desenvainó sus uñas y desprendió un poco de musgo, que luego tomó con la boca y lo depositó en el antiguo nido de Waterfur, ahora propiedad de Spottedpaw. 

-Muchas gracias -Spottedpaw empezó a colocar el musgo con la suavidad de sus patas.

   La noche era muy silenciosa, solo se escuchaba la suave brisa en las hojas de los árboles y las respiraciones de los gatos dormidos. 

-Brownpaw... Brownpaw -una voz repitió-. ¡Brownpaw, despierta! -esta vez la voz gritó con fuerza.

-Déjame dormir, Gingerpaw -Brownpaw maulló susurrando, casi cayendo dormida en ese mismo instante.

-¡Al menos mira!

-¿Qué quieres?

   Al abrir los ojos, Brownpaw estaba de vuelta en los Cuatro Árboles. Varias sombras de gatos la miraban fijamente.

-Bienvenida.

-¿Quién eres? -Brownpaw miró al gato blanco con ojos verdes brillantes que tenía en frente suya.

-Soy Whitestar, un placer conocerte. Bienvenida al Clan de la Paz, o la división que ha ocurrido. Tú ya sabes -respondió con indiferencia.

-¿Por qué estoy aquí? ¿Acaso esto es siquiera real? -Brownpaw estaba confusa, solo quería comprender la razón de sus sueños, y cada vez que tenía uno, tenía más y más preguntas.

-Fue algo real, Brownpaw. Lo fue en sus bonitos tiempos, hasta que arrebataron la paz y se dividieron. 

-No, no entiendo nada -la aprendiza marrón titubeó, temblando.

-Lo comprenderás.

-¡No digas eso! -Brownpaw protestó-. ¡Siempre me decís lo mismo, y acabo perdida en este destino o como le quieras llamar!

   El gato blanco se desvaneció junto a una extraña neblina, y Brownpaw despertó, de vuelta en la realidad. 

-¡Llevas la mitad de la noche hablando sola! -Gingerpaw dijo con un tono un poco enfadado-. ¿Se puede saber qué estabas haciendo? 

-Ven. Te tengo que contar algo -Brownpaw atravesó un arbusto y salió del campamento, con Gingerpaw a la zaga.

-¿Y bien? -Gingerpaw quería una respuesta lo más rápido posible, pero Brownpaw solo miraba su reflejo en el agua, hasta que levantó la cabeza y empezó a explicar.

-No entiendo por qué tengo esta clase de sueños. Gatos diciéndome cosas sin ningún sentido, hablándome del Clan Estelar o de Darksoul, o de no seguir los pasos de alguien. Es todo tan confuso pero realista a la vez. ¿Me crees? -Brownpaw hizo contacto visual con Gingerpaw, esperando una respuesta.

-Claro que te creo, Brownpaw. No tengo razón alguna para dudad de ti. ¿Se lo has comentado a Moonstar?

-¡Eso sería alimento fácil para Darksoul! -Brownpaw exclamó, arañando las rocas en las que estaba sentada con sus garras-. Odio estos sueños y estos mensajes del Clan Estelar, si es que es verdad que son ellos, y no ningún gato malévolo manipulando mi cerebro. Solo te lo puedo contar a ti, Gingerpaw.

-Pero yo no tengo que ver con el Clan Estelar. Yo no debería saber esa clase de cosas que me cuentas. Solo un líder puede hablar con su curandero sobre las noticias de nuestros antepasados guerreros, y viceversa. Deberías hablar con Flowerfur.

-Podría ser una buena idea. Ahora regresaré -Brownpaw se alejó, dando largos y rápidos pasos hacia la guarida del curandero. 

-¡Browwnpaw! -la aprendiza se giró para encontrarse a su líder, Moonstar, llamando a sus guerreros con una sacudida de su cola-. ¿A dónde vas? Si ibas a buscar a Flowerfur, ya ha ido hacia los Cuatro Árboles. Aparte, debemos marcharnos ya. Treepaw, Spottedpaw, Cheetahclaw, quedaros aquí, defendiendo el campamento. Los demás guerreros y aprendices deben venir. 

   Brownpaw fue a buscar a Gingerpaw donde antes estaban, en las mismas rocas. Antes de poder atravesar el arbusto, Gingerpaw apareció corriendo y se estampó contra Brownpaw.

-Auch.. -el aprendiz anaranjado claro soltó un quejido.

-Moonstar nos llama para ir con el Clan del Viento a por esos Dos Patas.

-¡Ya voy!

   Los dos aprendices se colocaron en la fila, hasta que Moonstar lideró a la patrulla fuera del campamento. Rainpelt se quedó al final, mirando si había algún peligro al acecho. Foxpaw, Gingerpaw y Brownpaw avanzaron hasta estar al lado de Featherpelt y Waterfur. Los cinco empezaron una conversación.

-¿Qué tal tu nueva guarida, Waterfur? -Brownpaw preguntó.

-Está genial, y más con mi hermana. Aunque les echaré de menos.

-En poco seremos guerreros, y nos uniremos a ti -Gingerpaw maulló con emoción.

-Todavía tenéis ocho lunas. Tenéis más entrenamiento por delante -Waterfur les recordó. 

-Ya... A mí me queda entrenamiento infinito -Foxpaw dijo apenado-. 

-Lo conseguirás -Featherpelt le animó.

-Oye, ¿no creen qué fui hecha guerrera para ocuparme de Spottedpaw? Es que no habían más guerreros disponibles para ser mentores, así que...

-Aunque fuera así, serás una gran guerrera y mentora, y te merecías tu nombre desde antes -Foxpaw intentó levantar los ánimos.

   Los guerreros hablaban entre ellos, haciendo suposiciones de lo que podría ocurrir. Moonstar paró a la patrulla, y miró a los Cuatro Árboles, que estaban justo debajo de la empinada. Al reconocer a varios gatos y el pelaje blanquecino de Froststar, la líder del Clan del Río emprendió la marcha. Todos los gatos corrieron tras ella, y frenaron en seco en la mitad del lugar. El Clan del Viento les contemplaba desde la otra mitad, llenos de miedo y hambre. Los dos líderes se miraron fijamente con seriedad, por un largo rato que se antojaba como varias lunas. Tras Moonstar dar un paso hacia adelante, la tregua comenzó.

-Este es el comienzo de una tregua -Moonstar pasó su mirada por todos los felinos presentes-. El Clan del Río prestará su ayuda para echar a un enemigo común, los Dos Patas. ¿Es eso verdad, Froststar?

-Por supuesto -Froststar bajó un poco la cabeza.

-El anterior día, cuando pasé hacia la Piedra Lunar, no habían ni Dos Patas ni ninguna clase de monstruos en territorio vuestro. ¿Cómo es que se han asentado con tal rapidez? -la voz de la grisácea líder sonó un poco desafiante. 

-No lo sabemos, Moonstar. A la mañana siguiente de tu visita, escuchamos sonorosos rugidos, y dirigí una patrulla con dos de mis guerreros y Flamepelt. Allí nos encontramos a unos monstruos de color amarillo, muy altos. Y también monstruos que llevaban árboles cortados en ellos. 

-Si es así, ayudaremos. Lidéranos, Froststar. ¡Clan del Río, seguid!

   Todos los gatos se pusieron en marcha, el Clan del Viento liderando al Clan del Río hasta sus territorios pertenecientes, ocupados por los Dos Patas. Los rayos de sol hacían que el pelaje de los gatos reluciera al ir entrando en territorio sin bosque.