10
Flowerfur emergió de la guarida de la líder, yendo hacia la Peña Mojada. Tras saltar en ella, habló de las patrullas junto a Rainpelt.
-Gingerpaw, Brownpaw, Shadownight -Rainpelt nombró y les echó una mirada cuando se acercaron a la roca-. Irán a patrullar la frontera con el Clan del Río. Vuelvan con presas. Cheetahclaw y Snowfur, entrenad a vuestros aprendices sobre movimientos en batalla. Treepaw, únete a ellos. Cualquier cosa, avisen.
-Me encargaré de la líder. Solo le queda una vida, y corre peligro. La voy a curar, lo prometo -Flowerfur volvió sobre sus pasos a la guarida de la enferma líder.
Los aprendices tomaron otra ruta con sus mentores, mientras que la patrulla fronteriza se dirigió cerca de los Cuatro Árboles. El sol resplandeciente indicaba el inicio de la estación de la hoja verde. Gingerpaw y Brownpaw iban detrás de Shadownight.
-¿Qué es ese olor? -Brownpaw alzó su cabeza para intentar captar de que se trataba.
-Huele a gatos... Pero no de nuestro clan, ni un minino doméstico o un solitario. ¡El Clan del Viento! -sus orejas se levantaron bruscamente cuando el olor del clan rival rozó su paladar.
-Han estado cazando en nuestro territorio -Gingerpaw sacó con su pata de un arbusto a un zorzal a medio comer-. ¡Ni le tienen respeto al Clan Estelar!
Una cola grisácea se movió entre unos arbustos más cercanos a los Cuatro Árboles.
-Gingerpaw, manda refuerzos -Shadownight dijo al ver otras tres colas más-. No hagas nada, Brownpaw. Solo observa si planean atacar.
Los gatos salieron.
-¡Fuera de nuestro territorio! -Shadownight bufó.
-Vosotros poseen el río con abundante pesca. ¡Todos los clanes lo saben! Necesitamos comida o nuestras crías morirán de hambre.
-Estamos en la estación de la hoja verde. ¡Deben haber presas! ¡Así que, váyanse!
Se escucharon pasos rápidos, cada vez más fuertes. Gingerpaw les mostró el camino a Rainpelt y Featherpelt. El lugarteniente saltó ágilmente y cayó perfectamente en frente de la patrulla del Clan del Viento, sacando sus colmillos y echando un bufido de indignación.
-¿Qué hacéis aquí? -Rainpelt inquirió con furia en su voz.
-Solo queremos presas... -maulló Windfur, su pelaje ondeando con una pequeña brisa fresca.
-¡Este es territorio del Clan del Río! -Rainpelt clavó sus garras en el suelo-. ¡No mientan, tenéis presas de sobra!
-Unos Dos Patas han cogido nuestra explanada de caza. ¡Todas las presas han huido! -Flamepelt dió un paso adelante.
-Moonstar se pasó por vuestro territorio hace poco, y no había ni rastro de Dos Patas. No me creeré las cosas así de fácil -Rainpelt soltó un bufido mientras agitaba su cola con agresividad.
-¡Es verdad!
-Entonces, puede que se vayan en poco. Ya sabes, a veces vienen con sus cachorros Dos Patas y luego se marchan.
-¡Han traído hasta monstruos más grandes y altos, y extraños! -Flamepelt exclamó-. Estas son órdenes de Froststar, y lo siento mucho... ¡Atacad!
Los gatos del Clan del Viento sacaron sus garras y se lanzaron a la batalla. Raincloud y Windfur se subieron al costado de Shadownight, propinándole fuertes zarpazos. Flamepelt derribó a Gingerpaw de forma suave, ya que si no sería una batalla demasiada injusta. Grasspaw fue a por Brownpaw. La aprendiza del Clan del Río se subió a la roca de las reuniones de los clanes con gran agilidad, así haciendo que Grasspaw frenara en seco al no poder saltar. Brownpaw se abalanzó contra ella, dándole un potente arañazo en su espalda. Al zafarse de ella, Gingerpaw fue liberado y se retiró por unos momentos. Brownpaw, calmada de que al menos Gingerpaw se encontrara bien, pudo aprovechar para ir a por los otros dos guerreros. Shadownight luchaba, pero iba perdiendo fuerzas con cada movimiento.
-¡Abusadores! -Brownpaw gritó cuando se abalanzó contra Windfur, así liberando a Shadownight de uno de sus atacantes.
La sangre manchó el pelaje blanco del guerrero. Este se retiró, dando saltos irregulares, teniendo una pata dolorida. Mientras, Featherpelt pudo morder a Raincloud en la cola. Todos los gatos luchaban fieramente. Grasspaw se levantó, sangrando por un corte en la oreja que se había hecho con una afilada roca. Brownpaw se volvió a meter en una batalla con ella, así casi llegando al borde del arroyo.
-¡Cuidado! -Rainpelt gritó con fuerza, dándose la vuelta de su batalla con Flamepelt para ver a las dos aprendizas muy cerca del arroyo, recibiendo así un zarpazo en la cara.
Grasspaw tambaleó, e iba directa a las rápidas corrientes del río. Brownpaw clavó con furia sus garras en la seca y poco resistente tierra del borde, agarrando a Grasspaw con sus fauces por el pescuezo. Brownpaw empezó a resbalar en la tierra, y estaba a punto de caer. Gingerpaw, que desde antes había visto el peligro que corría, tensó los músculos de sus patas traseras para correr con rapidez y en largos pasos. Tiró de Brownpaw por la cola, pero el aprendiz no podría soportar el peso de las dos. Al Flamepelt dejar escapar a Rainpelt, el lugarteniente grisáceo dió un largo salto, y al estar al lado de los aprendices en la caída, saltó hacia Brownpaw y Grasspaw, empujando a ambas a la tierra. Gingerpaw les había soltado al ver que Rainpelt les había salvado. El lugarteniente clavó sus garras de las patas delanteras en la tierra, e hizo fuerza con las traseras para escapar de la caída.
-¿Estáis bien? -Rainpelt preguntó a ambas, respirando bruscamente para recobrar aire.
-Sí, muchas gracias -ambas aprendizas maullaron.
-Gracias, Brownpaw.
-No es nada.
-Me siento mejor... Esta sensación es bastante rara. Vuelvo a tener fuerzas y no estoy tan herida.
Las dos aprendizas se giraron rápidamente hacia el extremo que conectaba al Clan del Viento con los Cuatro Árboles, zona de la batalla otra vez. Windfur había regresado lentamente. Un crujido de una rama sonó en la distancia. Un ojo azul y otro naranja brillaron entre los arbustos, y un gato con pelaje blanco corto saltó con las garras desenvainadas, tirando a Rainpelt al suelo.
-¡Estaremos en paz si nos dejas presas de vuestro territorio! -el líder del Clan del Viento bufó en el oído de Rainpelt.
-¡Nunca! -Rainpelt usó sus patas traseras para empujar a Froststar contra el suelo, así liberándose.
-¡Atacad, Clan del Viento! Grasspaw, no te quedes quieta.
-Ella me salvó.
-¡Es por supervivencia y comida, vamos!
-Así nunca lograremos nada.
-Yo lidero el clan.
-¿Necesitas cicatrices para que pares de atacarnos? -Rainpelt se abalanzó en el costado del líder.
Flowerfur había llegado al claro, y estaba empezando a aplicar telarañas en una herida a Brownpaw. Shadownight estaba descansando, muy herida, en tal extremo del claro.
-¡Mis crías deberán comer, y si es necesario debilitar a todo el clan, lo haré! -Blackfeather, una reina del Clan del Viento fue a atacar a Shadownight, levantando su pata.
-¿Creías que por ser un curandero no podría defender a mi clan? ¡Pues te equivocas, cerebro de ratón! -Flowerfur rajó parte del costado de Blackfeather, provocándole una larga, profunda y dolorosa herida.
-Los curanderos no pueden dejar a un gato herido sin más. Estás rompiendo el Código Guerrero, Flowerfur -el líder desafió.
-No dejaré que ataquen a los que estaba curando. Eso también va contra el código, cagarrutas de zorro -Flowerfur se preparó para hacer un ataque frontal, pero Rainpelt salió de un extremo y derribó a Froststar.
-¡Se acabó! ¡Nuestro territorio sigue siendo nuestro! -Rainpelt levantó su pata derecha, haciendo un ataque horizontal de izquierda a derecha en la garganta de Froststar. Al poseer poco pelaje del cuello, fue fácil que empezara a desangrarse. Froststar escupió sangre, y unos momentos después cayó al suelo.
-¿Ha muerto? -Grasspaw preguntó con miedo.
-No, solo ha perdido una vida.
-¡Morirás! -Froststar se había recuperado un poco, pero la sangre seguía manchando su cuello.
-¡No es necesario! -Grasspaw se interpuso-. Clan del Río, ¿podrían ayudarnos a expulsar a esos Dos Patas de nuestro territorio?
Raincloud apareció-. ¿Dejar que el Clan del Río entre en nuestro territorio? Aparte, nadie es capaz de expulsar a esos monstruos.
-Acepto -Rainpelt dió un paso hacia delante-. Pero a cambio tendrán que darnos vuestra ayuda cuando lo necesitemos, en una dura situación.
-Ugh, vale -Froststar bufó-. En la próxima salida del sol esperaré aquí con una patrulla. Clan del Viento, ¡retirada! Espero veros -el líder concluyó-.
-Vámonos de aquí -Rainpelt fue a la salida hacia el Clan del Río-. No hay nada más por lo que pelear.
-Orangepaw, ¿estás bien? -Brownpaw preguntó preocupada.
-Sí, sí... -Orangepaw cayó sobre el omóplato de Brownpaw.
-Volvamos a casa -maulló con suavidad la aprendiza marrón, alzando su cabeza para lamer entre las orejas de Gingerpaw.
-Deberíamos haber acabado con ellos -Featherpelt maulló-. Nuestro clan debe mantenerse con fuerza.
-Hasta el más poderoso guerrero debe tener compasión tanto por sus aliados como sus enemigos. No estábamos luchando con proscritos o solitarios agresivos. Acabar con una batalla con innumerables muertes no significa tener una victoria, Featherpelt -Rainpelt se puso al lado de su hija.
-Aprenderé lo máximo que pueda de ti, padre -Featherpelt dijo con suavidad en su maullido.
-Vamos, hija. Lo has hecho genial, y te mereces descansar.
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