Su primer asesinato fue a los 4 años, su víctima: su primó recién nacido. Su llanto era tan tormentoso que decidió asfixiar a tan espantosa criatura y su cuerpo lo tiró al posó, cerca a la casa de su mejor amiga.

— Este posó hace milagros — dijo Claudia sonriente —. Te dará todo lo que desees. Te lo prometo.

Y así fue, él deseo con todas sus fuerzas que aquel posó se llevará al cuerpo cuando lo escondió allí. Al día siguiente fue a revisar como estaba el cuerpo, pero al revisar el cadáver en inicio de putrefacción de su primo  ya no estaba.

Su segundo asesinato no fue nada memorable, sólo un compañero de clase que se había burlado de él. Obviamente su mejor opción de escondite fue ese posó, e igual que aquella vez anterior el cuerpo desapareció.

Su tercera víctima fue un compañero de trabajo bastante holgazán, que se jactaba del trabajo de los demás. Como en ocasiones anteriores el posó no le fallo y el cuerpo al día siguiente desapareció.

Este asesinato fue por error, aún así fue fascinante hacerlo: Izzá, su primera novia, tan débil era que no aguantó un simple golpe en la cabeza, 7 apuñaladas en el estomago y que ambas muñecas le fueran rotas ¡Y ni hablar de sus pulmones! Hasta entonces él no sabía que se podían quemar tan fácilmente. Arrojó el cuerpo al posó y al día siguiente ya no estaba.

Al fin se ánimo a asesinar a su mejor amiga, su único y verdadero amor, Támara, le había dicho lo mal que fue tratada por aquella débil y patética muchacha. Fue tan íntimo y perfecto como lo había imaginado. Arrojó el cuerpo al posó. Pero a la mañana siguiente...el cuerpo...seguía ahí...