Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13. SORPRESAS

Una vez acabada la formación de la hoguera, todos se dividieron en grupos. Muchas chicas se quedaban cerca del fuego. Otras, se iban hacia las tiendas y cabañas. Muchos chicos cambiaban sus tirantes por jerséis un poco más cálidos por la refresca noche que vendría en unas horas. Yo no sabía que hacer, así que me quedé con Miranda observándolo todo. Me senté junto a ella encogiendo mis rodillas hacia el pecho. Ella estaba sentada con las piernas estiradas y con un pie cruzando su tobillo izquierdo. Ambas apoyábamos nuestras espaldas en el grueso tronco del árbol. 

- ¿Es una locura, verdad? Todo esto es ... sencillamente imposible. Pero está pasando Dars, mira a tu alrededor. Mira nuestras pintas- dijo riendo- el próximo día me aseguraré de traer algo de maquillaje, eso seguro

- Ya, todo esto es muy raro. Pero hay que agradecer, que aquí la gente es amable. Y cordial. Nos han recibido muy bien todos- dije mirando a Newt, Harry y Louis. Como si nos hubiesen oído. vinieron todos andando a por nosotras.

- Vayamos a las tiendas ya, se puso el sol hace rato. Vayamos a dormir- dijo Louis. 

- Los demás ya están por allí- dijo Newt. 

Me levanté ayudando a mi amiga a incorporarse. La pierna que tenía vendada la impedía moverse un poco, pero por lo que nos había dicho Harry, mañana ya podría quitársela libremente, aunque debería esperar a hacer un fuerte ejercicio hasta dias después

Nos dirigimos juntos a la tienda donde dormiríamos. Estaba entre otras dos tiendas, en una esquina del campamento que había montado. El luego quedaría encendido toda la noche, o por lo menos hasta que la brisa nocturna lo apagase. Entramos por la pequeña abertura que formaba la puerta. Encima de nuestras camas estaban nuestros pijamas. Doblados, y limpios. Había un pequeño baño "clandestino", porque de baño tenía poco, donde entré a cambiarme. Cuando salí, todos los chicos seguían cambiándose, dejando a relucir sus gayumbos. No me impresionó ni me asqueé mucho, ya que veía a mi hermano ya Mathew así bastantes días. Decidí meterme en la cama. Todas las camas estaban juntas de alguna manera. Aquello parecía un tetris. Mi cabecero daba con el cabecero de Newt, que tenía su cama de forma perpendicular a la mía. La cama de Harry estaba al otro lado. A su lado estaba la de Miranda, la de Mathew, y en el piecero de este se encontraban Rodrigo, Diego y Louis (también conocido por los demás como Lou) 

No sabía si dormiría rápido. La cama era muy cómoda, pero no podía parar de pensar en todo lo que me pasaba. Al rato, vi como Rodrigo apagaba una vela que había sobre una mesilla. Todo se quedaba a oscuras. Se oía la respiración profunda de Newt. Dormía como un troco. Mi heramno de vez en cuando soltaba algún que otro ronquido. 

Decidí levantarme con cuidado y salir a fuera. Las estrellas seguían altas y brillantes. El fuego, que cada vez se iba apagando más, luchaba por no detener su luz que nos daba energía y calor. Hacía frío. La piel se me ponía de gallina. Con las manos, me frotaba los brazos ligeramente. Me puse la capucha de la chaqueta que me coloqué antes de salir de allí.

- Darcy- dijo una voz detrás de mí. Me sobresalté 

- Uf, Newt, qué susto- Newt se siguen detrás de mí con una manta. Me la echó por encima de los hombros. 

- No puedes dormir. Se te nota en la cara. Es normal. No estás acostumbrada a todo esto

- Ya, supongo. Es que todo esto es un poco raro. Sigo sin poder creer todo esto. Aunque me lo creo, obviamente. Es alucinante.

- Creo que deberías intentar volver a dormir. Mañana estarmeos en un lugar diferente, y tal vez no te sea fácil levantarte del sueño. 

- Siento haberte despertado- dije tapando mis hombros un poco más. Era un chico muy atento. Se notaba que le gustaba hacer amigos. Era muy amable con todo el mundo. 

- No te preocupes. Simplemente soy una persona que se despierta con nada. Tengo .. sueño ligero, creo. 

Los dos reímos. Hablábamos susurrando para no despertar a nadie de aquel territorio hostil, donde todos nosotros éramos especiales de forma individual y en conjunto. 

Entramos de nuevo y me acosté en la cama. Pensé "Tal vez debería traer algún libro por aquí". Newt volvía a dormir. Todo el mundo dormía, y yo seguía tragando techo. Pero, en un momento, me acosté boca abajo, y no me acuerdo de más, ya que caí rendida profundamente en un sueño reparador, que me prepararía para el día siguiente.



La luz del alba me hizo despertar. No sabía que hora era, Incorporé mi cuerpo. Faltaban Lou y Harry. Decidí cambiarme y salir. Hacía bastante más frío que la noche anterior. Volví a ponerme la ropa que me atribuyeron, con el arco, el cinturón con la bengala y el frasco ... 

Decidí salir de la tienda. Una luz nítida me cegó los ojos. Al levantar la mirada. Me dí cuenta, de que ya no estábamos en el campo del día anterior. En algún momento, alguien nos había movido de localización. 

Estábamos en mitad de una gran placa de hielo. Estábamos en un lugar lleno de nieve blanca, son árboles a la vista. El olor congelaba las fosas nasales. Todo era tan bonito. Ante tal maravilla, solo pude quedarme asombrando el paisaje con la boca y los ojos abiertos.

- Buenos días Dars- pasó Louis por mi lado dándome un toque en el hombro- deberías ponerte algo más peludo. Ve a esa tienda de allí, están repartiendo ropa más abrigada. 

Siguió andando por su camino. Pero se detuvo al oír mi pregunta:

- ¿Cómo?

- ¿El qué?

- Todo esto, Lou. ¿Puedo llamarte así?- el asintió- ¿Cuándo nos hemos mudado? ¿Cómo se ha trasportado todo esto? Ya sabes...

- Es complicado, pero sencillo, en realidad...

- Ya se lo explico yo. Ve a hacer tus tareas- dijo Steve

Me vino muy bien que Steve apareciese, ya que tenía pensado hablar con él. Durante todo el tiempo que había estado con insomnio durante la noche, un leve recuerdo me había atormentado. Lo peor, es que ese recuerdo ponía en peligro todo el plan que los chicos, rápidamente, pero de forma astuta, habían formado. 

Me acompañó a la tienda a por ropa, mientras me iba contando todo lo que se llevaba a cabo por la noche. 

- Muchas cosas diferentes se realizan antes de trasportar todo. Recurrimos a los poderes, claro está. Para aquellos que tienen ciertas capacidades son una especie de prácticas. No todas las noches se hace lo mismo. Esta noche, todos los que obtienen el poder de la trasportación, han conseguido en cuestión de segundos llevarnos aquí sin causar el menor ruido posible. Otras veces, los que domináis la telequinesia, lo trasportáis- notó en mi cara que preguntaría si yo podría hacerlo aluna vez, por lo que dijo- sí, si podrás hacerlo. Tienes muchas ganas de aprender. Eres muy emprendedora. Se nota que eres líder. Por algo te dimos eso, Darcy.

- Una pregunta

- Las que quieras- me dijo mientras un chico me daba una chaqueta blanca y unas botas unidas a un pantalón

- Esto se hace por la noche. ¿y sí alguien se aleja del campamento, o sale y no está dentro? Yo esta noche no dormía y he salido a la puerta de mi tienda. Pero, ¿y si me hubiese alejado más?

- Sé por dónde vas. Cuando antes os sacamos sangre, también os metimos un micro-chip, que os localiza. Si alguien está lejos, sabemos dónde está, y podemos ir a por él. Además tenemos una opción para que cuando nos trasportemos los demás, también se trasporte esa persona. Al mismo tiempo, a la vez- dijo gesticulando con las manos- Ve a tu tienda y ve despertando a los demás. Desayunad. Después de un pequeño entrenamiento volveréis a casa. Pasado mañana seguiréis allí. 

Asentí. Me di la vuelta hacia la cabaña para emprender mi camino, cuando me volví a acordar de lo que quería decirle a Steve. 

- Steve, creo que...- cuando me di la vuelta ya había desaparecido. Estaba lejos, había corrido hacia otra cabaña para ayudar a realizar el desayuno. Definitivamente debía contarles esto a los demás. Esa necesario. 

Corrí hacia la tienda. Entré con cuidado de no despertar a nadie. Todo el mundo dormía. Decidí despertar primero a Mathew. Me acerqué despacio. Roncaba ligeramente. ¿Cómo habríamos aguantado sus ruidos toda la noche? pensé para mí entre risas burlonas en bajito. 

- Matt, Matt. Mathew despierta. Mathew no te lo vas a creer

Abrió los ojos y se dio la vuelta diciendo con voz ronca:

- Lo puedo adivinar: los dinosaurios han vuelto, ha caído un meteorito, nos hemos muertos, pero seguimos teniendo poderes en el cielo. Después de todo lo que nos está pasando vería normal que pasase un ovni por delante de mis narices, Dars

- No, idiota- dije dándole un empujón y abriendo sus sábanas- Hay nieve

Mathew se incorporó corriendo. Sabía que le haría mucha ilusión. Donde vivimos nunca nieva. Llevamos sin ver la nieve desde que éramos unos renacuajos. Sabía que con eso se levantaría de golpe

- ¿Nieve? ¿Dacy, me lo estás diciendo enserio?- iba subiendo el tono de voz

- Shh, baja el tono, que los demás siguen durmiendo- pero ya era tarde, Newt empezaba a moverse y Louis entraba en la cabaña haciendo más ruido aún. 

- Dios, ¡lo estás diciendo en serio! ¡Cuando sonríes así es porque dices la verdad! Sí, sí, sí- dijo levantándose y poniéndose unas zapatillas- Diego, Diego despierta. ¡Miranda, vamos!

- ¿Y a este que le pasa?- dijo Newt tapándose hasta los ojos, molesto, intentando volver a dormir.

- Mathew, ¿qué narieces te pasa? Estaba durmiendo tío.

Mathew y yo nos miramos, miramos a Diego, y dijimos a la vez

- Nieve

- ¿Qué nieve, Dars?- dijo Newt ¿Es que nunca has visto nevar?

- Espera...- dijo levantándose Miranda- ¿Hay nieve? ¿Dónde hay nieve?

- Ahí fuera- dijo Louis señalando la puerta

De pronto todos salieron corriendo en fila hacia fuera. Nos quedamos mirando el paisaje. Todo era precioso. Un manto blanco que nos daba frío estaba ante nuestros ojos como nunca lo habíamos visto. No se veía el final. Encima, empezaban a caer copos de nieve. Diego fue el último en salir. Le vi venir con sus pies descalzos, tocando el frío desde la planta hasta el tobillo. Pero el placer de ver la nieve no le hizo estremecerse por el helado pavimento con el que estaba en contacto. Era maravilloso. Todos, juntos, hombro con hombro (Diego, yo, Miranda, Mathew y Louis), mirábamos el horizonte con la boca abierta. El vao que alertaba unas gélidas temperaturas salía de nuestras bocas. 

Newt, aún en pijama, salió. Nos miró muy confusos. -¿De verdad que nunca habíais visto la nieve?- nos preguntó. Ni siquiera le respondimos. Estábamos ocupados pensando en cómo y en qué haríamos aquella mañana jugando con la nieve, a la vez que entrenábamos, claro. Tal fue el vacío que sintió por la ausencia de respuesta, que él mismo se contestó: "No os preocupéis, yo nunca he ido a la playa"

Era la segunda mañana allí en el campamento. A tres días de mi cumpleaños, con el mejor regalo que me podían dar: hacer amigos, estar a todas horas con la gente que quiero, y claro está, estar acompañada de nieve y naturaleza. 

Los poderes no entran en ese maravilloso regalo. Todavía no sé si son un obsequio, o una maldición



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro