5- Mente quebrada.
Nada como beber algo de té o café por la mañana, el olor de ambos es riquísimo, ¿No creen?, Si hablamos de una linda mañana donde esté el viento algo frío, sales afuera a sentir como ese viento te golpea y bebés tu bebida calientita sientes como todo tu cuerpo siente esa sensación tibiecita.
A nuestro peliverde le gustaba esa sensación siempre cada mañana, estando en la alcoba de su habitación; que cabe aclarar que lamentablemente solo algunas habitaciones, es decir, las de arriba tenían; nuestro ojiesmeralda disfrutaba de esa sensación, con una mantita verde cubriendo su pequeño cuerpo, sus pies estando un poquito fuera de la manta y sintiendo el aire friito, y con su pequeña taza de café calientito en sus manos.
Son cachetes estaban rojos por la comodidad que tenía ahora mismo.
Ting!
Oh! Su mini horno eléctrico sonó, sus galletas estaban listas, poniéndose los guantes las saco, sus galletitas de chocolate con forma de conejito listas para comer, con cuidado las puso en un plato y se dispuso a disfrutar.
Nada podía salir mal, ¿Verdad?
Pues al parecer...
No, de hecho todo estaba bien y tranquilo.
25 minutos más tarde.
Después de esa linda mañana de los dioses que se podía disfrutar siempre cada fin de semana, siempre y cuando no tuviera deberes que hacer, ahora sí tenía todo de lujo para un buen día.
Katsuki: ¡Oí, Deku!
Maldita sea universo! Que acaso no puedes dar una buena mañana sin gritos o estrés!?
Dando un suspiro el peliverde se dio la vuelta y con la cara sosa solo dijo.
Izuku: ¿Que Bakugo?
Katsuki: *Que paso con el Kacchan maldito arrogante* estúpido Deku! Hoy irás conmigo al cine! – mostrando boletos para la nueva película que salió Avatar 2 (ya me la vi😆) – así que vete preparando!
Izuku: No.
Y se fue.
El peliverde siguió con su camino y ya sabía cómo el cenizo no se iba a dejar callar así, pero por suerte alguien agarró la mano del cenizo que iba para el hombro de Izuku.
Kirishima: Oye Bakugo, eso no es de hombres! Respeta su decisión.
Denki: Si! Si quieres puedes llevarme a mi.
Katsuki: Tsk! Váyanse al diablo!
Y se fue bien encabronado de ahí, metiendo los boletos en el bolsillo de su camisa y metiendo al final sus manos en los bolsillos de su pantalón.
Kirishima: Se ve que está molesto, oye Mido- ....no está.
Denki: Está todavía molesto.
Kirishima: No...con odio todavía – dijo con la mirada hacia el sueño algo triste –
Mientras tanto el peliverde estaba más que tranquilo por el día de hoy, escuchando música con sus audífonos mientras caminaba por los caminos de toda la universidad, se podían ver a cada alumnado de las diferentes especialidades caminar por todos lados, aunque claro, debido a que son las 8 de la mañana no había mucha gente afuera, algunos querían seguir durmiendo.
Vio a una de las chicas de desarrollo en mecánica de la zona F, Hatsume Mei, al parecer con su mecánica nueva, no tendría nada de malo ir a verla y saludarla.
Izuku: Hola Mei!
Mei: ¿Oh? Genial, Izuku que bien que estás aquí! Mira mi nuevo bebé! – dijo mostrando una pulsera algo rara – es mi nuevo invento, una pulsera donde solo tienes que apretar este botón – mostrando el botón amarillo de forma cuadrada algo difícil de ver ya que se mantenía casi al mismo nivel que la pulsera – en casos de secuestro la persona solo debe apretar este botón y su ubicación junto con un audio para escuchar a tu secuestrador y no solo eso, si mantienes el botón apretado sin despegarlos durante 3 segundos una lucecita azul se encenderá y ahora podrás comunicarte, y descuida el audio será bajo para que no te descubran.
Izuku: Maravilloso!, Eso sería perfecto para reducir los secuestros! Pero...si te lo pones a pensar habrá un punto donde los secuestradores se den cuenta de lo que es a pasar del tiempo.
Mei: Jaja, eso mismo lo anticipe, así que ta tan! – mostró un mini estuche con decoraciones – una forma de camuflaje, solo hay que hacerlo lo más oculto posible, puedes despegarlos también con este removedor de pegamento! Además también vendría en otros diseños, como el collares, broches y para el cinturón!
Izuku: Wow si que pensaste en todo!
Mei: Gracias! Ten, aquí un prototipo, diseñalo cómo más te plazca – dándole una mini caja con decoraciones –
Izuku: Gracias Mei! Lo haré en la cafetería.
Mei: Jaja, de nada!
De ahí es cuando se alejo de ahí, si que le agradaba su amiga, sabía que lograría su sueño de ser una gran inventora para estos objetos.
Izuku estaba feliz siguiendo con su música, dando saltitos y tarareando la melodía de la canción mientras miraba la pulsera que estaba en su muñeca con una sonrisa, sin darse cuenta chica con alguien...de nuevo como de costumbre y cae al piso.
Izuku: Oh! Perdón discúlpeme no fue...mi...inten...cion...
Mmmh? ¡...! Midoriya!
Izuku: Shinso-kun....
El peliverde trato de escapar pero el chico pareció ser más veloz de lo que aparentaba y lo sujeto por el cuello de su camisa, y este se aleja de las demás personas dejándolo en una esquina alejado de los demás.
Shinso: Bueno, bueno...parece que...no fue en vano venir a esta escuela después de todo, ¿No? Midoriya.
El peliverde estaba aterrado, Hitoshi Shinso, una de las peores personas que pudo haber conocido hace mucho tiempo, el era literalmente una de sus parejas que no fue de su gusto ni elección.
Hitoshi Shinso 17 años - 18 años.
Sus días en la preparatoria estaban por acabar, esa sonrisa falsa, risa falsa y actitud falsa no engañaban a Hitoshi Shinso, ver a una persona así de amable y alegre todo el tiempo era imposible y más cuando estaba en situaciones totalmente erróneas cómo ver a un chico rechazado por una chica y en vez de reírse el peliverde va y le da apoyo a la persona.
Era raro, como si el ya hubiera pasado por esa situación, una sonrisa se formó en su boca, puede que tal vez pueda manipular a cierta alma puta para su propio beneficio.
Mientras estaba en su salón con sus 2 únicos amigos, una chica con coletas y otro chico un tanto más grande que el, vio al chico en su grupo grande de amigos que claramente la mitad estaba enamorada de él.
Le daba rabia y le hartaba ver cómo esos chicos en educación física siempre hacían como que le pedían algo a, como bloqueador solar o desodorante, y se quitaban su camisa o ya iban sin ella para presumir le su buen cuerpo y tener la oportunidad de que el babee por ellos y tengan oportunidad de una cita.
Ja! Le daba menuda risa ver toda esa estupidez, el bueno, tenía un cuerpo algo delgado pero con músculo marcado, pero no necesitaba eso.
Mientras se tomaba una caja de leche de fresa vio como el peliverde tomaba de la misma marca y sabor de leche, algo en común? Tal vez, su celular tenía una funda de gato, y el de el también, mmm? Vaya que coincidencia, será como esa historia de tener un destinado? Pfff, si como no, a la hora de guardar sus cosas o ponerlas lo ponía todo en orden, el igual, cuántas cosas iguales tenían el y ese chico.
Hasta su cabello era parecido solo que el de el era más grande, más revuelto y de color morado.
Midoriya Izuku le parecía un chico interesante, y a la vez...una obsesión secreta que poco a poco de manera inconsciente despertaba desde su interior.
En una de sus idas a casa lo vio irse por unos departamentos, al parecer también tenía cierto lujo, la cosa aquí es que el igual era de esos, bueno, más o menos, estaba en el primer piso, pero se ve que el chico estaba en uno de los mejores estando más arriba.
De manera desaparecida se acercó al chico y rodeo su cuello con su brazo y saludo "gentilmente".
Shinso: Midoriya, no? Casi no hablamos, quien diría que vivías en el mismo edificio que yo.
Izuku: Shinso-kun...Ehhh si, vivo aquí con mi mamá desde hace unas semanas, de hecho apenas nos mudamos hace unas 2 semanas.
Shinso: Que suerte...*mucha suerte* y que tal si vamos algún día por una pizza, mis amigos igual irán, una salida entre amigos, ¿Te parece? – no era idiota, se notaba en la cara que el chico paso por varios rompimientos, no por nada leía bien a detalle su expresión como si dijera "descuida se que duele yo pasé por lo mismo" así que debía escoger bien sus palabras – claro, entenderé si no quieres ir.
Izuku: Oh, claro iré!
Obviamente iba a aceptar, cayó en la trampa, ahora solo debía jugar bien con su mente.
El día de la "reunión" con sus amigos llegó y vio al peliverde con un pantalón y una sudadera verde donde la capucha tenía orejas de conejo, y las cuerdas de su cuello al parecer al jalar las hacían que las ojeras se levantarán.
Que adorable, era su opinión.
Se acercó con un gesto antes que nada para dar saludo, lo siguiente ahora era fácil, fingir una molestia, ¿De que? Se preguntarán; que mejor forma de fingir una molestia de una situación, en una donde "organizaste" una reunión entre amigos y estos no vinieron porque tenían "asuntos" repentinos que atender.
Shinso: Tsk! – Revisando su celular donde tenía mensajes de ellos, o más bien, suyos propios, ¿Cómo lo hizo?, Fácil, estando en el grupo con los 3, agarró los celulares de ellos y mando esos mensajes al propio grupo, después de ello todo lo que tenía que hacer era borrar los mensajes pero en forma "borrar para mí" en ves de "borrar para todos", era el plan perfecto – parece que esos idiotas no vendrán, que mal y ya había pedido la pizza Midoriya, haré que haré? Solo viniste tu – dijo algo "decaído" pues el ya había tomado clases de actuación hace tiempo en el club de artes y cultura en una obra de teatro y en un año fue todo un prodigio –
Izuku: Descuidado Shinso-kun, si quieres tu y yo podemos ir y comer juntos.
Shinso: – sonriendo – *cayó* gracias, eso sería de mucha utilidad.
El pelimorado agarró al peliverde de la mano y fueron rápido a la pizzería del centro comercial donde buscaron las sillas que el pelimorado había reservado para su "reunión" con sus amigos.
Sabía minuciosamente las cosas que le gustaban al peliverde al estarlo observando cuidadosamente, pizza de pepperoni eh? Nada mal, lo básico.
Después de todo a el también le gustaba.
Shinso: Mmmh – llevándose una rebanada a la boca – nada mal – empezó a comerse el queso que sobresalía de su boca –
Izuku: Mmmh! Ponen la cantidad perfecta de queso!
Shinso: Aquí venden la mejor pizza, por algo yo y los chicos venimos aquí diario.
Izuku: Oyes Shinso-kun, a ti cuáles son tus pasatiempos?
El pelimorado quería decirle con ganas, "que te importa" pero tenía que seguir el juego, sin más tuvo que ser honesto.
Shinso: Me gusta...ir..a un café de... – no podía decirlo enserio no pero – gatos...
Izuku: ¿¡Enserio!?
Shinso: ¿Eh?
Las mejillas del pelimorado se habían acolorado por lo cerca del peliverde que de repente se le acercó, no pensó nunca en su vida que pudiera sonrojarse.
Izuku: ¡Yo también amo ir a esos lugares! Me gusta mucho acariciar a los gatitos y también ver cómo juegan con la caña al tratar de atraparla.
Era raro... demasiado pero le gustan mucho te era algo en común con ese peliverde.
2 meses habían pasado, y Shinso más feliz que nunca estaba.
Shinso: Hey Midoriya!
Izuku: ¿Eh? Ehh... Hola... Shinso-kun.
Shinso: Vamos a comer algo, tengo hambre.
Izuku: Pero...habrá temporada de exámenes y no quie-
¡¡¡SLAP!!!
Shinso: Oh! Perdón Midoriya, pero no sabía que otra manera darte a entender que tengo hambre – dijo "apenado" y "razonable" de forma sarcástica – vamos tengo hambre.
Izuku: S-si...
Durante 2 meses fueron una buena forma de manipular lo, después de todo Shinso era experto en eso, como si de lavado de cerebro se tratara, le gustaba mucho manipular y llenar de traumas a varias personas para que hagan lo que él quiera por medio del miedo.
Izuku tardo solo un mes, y fue cuidadoso para que nadie se percate ni siquiera sus amigos.
Ahora teniéndolo a su merced estaba por acercarse a lo que más quería.
Quería tenerlo en su cama y que hiciera como una perra sin parara y que quisiera estar con el.
Shinso: – sonriendo – *Casarse, tener familia y todo de ti cuando se me de la gana, es tu deber ahora obedecerme*
No había nada que pudiera detenerlo, ya lo tenía por a su merced, era todo suyo, sino fuera por...el...
¿Mh? Oyes niño estás bien? No se te ve a gusto estar aquí.
Ese maldito tipo de cabello negro y con doble personalidad, una falsa y otra real. Diría una copia de su Izuku solo que más alto y con el cabello negro, y sin las pecas tampoco.
Yō Shindo...ese puto universitario de primer año.
Ese chico había arruinado todo su plan.
Shinso: Oye, se puede saber que haces?
Shindo: ¿Ah? Solo ayudo al pequeño arbusto jeje, se veía triste.
Yō Shindo, 18 años de edad y apenas entrando a la universidad, estudiando odontología, pero también preparándose para ser un buen futbolista, buena masa muscular, gran altura, y una actitud "alegre" y "amable" con los demás, actualmente trabaja de medio tiempo en una cafetería, justo a dónde iban ellos 2.
Este se acercó a Shinso y estando frente a el dijo lo siguiente.
Shindo: Oye pedazo de mierda, más te vale dejar a este chico, no es que me importé lo que le pase, pero los de tu tipo – sonriendo macabramente – me encanta demostrarles que soy peor y más aterrador que ustedes.
Por pri.era vez Hitoshi estaba temblando, nunca en su vida tuvo tanto miedo, este tipo no lo iba a superar!
De igual manera ese chico lo sujeto del brazo y empezó a deslizar suavemente su mano de su hombro hasta su muñeca y con un fuerte agarre la apretó tanto que casi sentía que se le rompían los huesos.
Shindo: Vete...y no vuelvas, quedas vetado de este lugar – de ahí se acercó al peliverde y le dijo – quieres algo?
Shinso: Oyes! Que-
Fue agarrado por detrás del cuello y llevado a la salida y lo hecho bruscamente del lugar, suerte que no había muchas personas presentes.
Shindo: Vete...y no vuelvas o juro que lo lamentarás.
De ahí el pelimorado se fue indignado de ahí, oh! Pero Midoriya Izuku se las iba a pagar de vuelta a casa.
El azabache fue ahí y llendo hacia la cocina trajo de ahí un trozo triangular de pan de chocolate y pudín.
Shindo: La casa invita.
Solo se fue de ahí dejando al peliverde atrás, viendo como se come el pan que le dijo con algo de nervios pero con un leve sonrojó en sus mejillas.
Shindo: *parece un conejo*
Solo pudo pensar eso.
Volviendo al presente.
Shinso: Justo al día siguiente te fuiste ya que tú madre tenía que viajar, pero que suerte – agarrando lo fuerte de las mejillas con una mano – ahora podré seguir con lo que e me debías.
Lamiendo su cuello mientras le agarraba las muñecas, no podía defenderse como lo hizo con Bakugo o los demás, Shinso era otra cosa, era un trauma que sigue en su cabeza.
Shinso: El destino parece que nos junto – dijo descaradamente –
Si, para que yo te rompa el hocico.
Antes de voltear al reconocer esa voz recibió un fuerte golpe en el mentón que lo dejo inconciente en el suelo.
El peliverde estaba por caer al piso de cara pero fue agarrado por un brazo que lo rodeo de su pecho y hombros y lo levanto.
Al ver más a detalle supo quien era.
Yō Shindo.
Izuku: Shin...do?
Shindo: ¿Mh? Ah eres tú del panecito – puso sus manos en los bolsillos de su chaqueta para recordarlo mejor – ehhhhhhh ah, ya Izuku.
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Hay perdón por la espera, bueno aquí otro capítulo.
Diría que Shindo no es bueno ni malo más bien, tal vez como alguien neutral, ya que el saca esa actitud cuando le fastidia.
Su pasado sería por así decirlo corto, pero de que le rompió el corazón a Izumy, no diría así, eso fue un spoiler.
Haber si saben a lo que me refiero.
El trabajando en una cafetería, con pantalones negros, camisa blanca y una bata de color café en su cintura o de las que cubre del hombro hasta las rodillas, me dio algo de gusto verlo así, como que me gustó.
Más con la bata que va solo hasta su cintura, creo que la imagen mental va bien así.
Bueno eso es todo, otro spoiler es que el, es quien tiene una relevancia media en Izuku, eso sería todo, un personaje sin mucho interés en lo personal de la mayoría y con pensamientos simples y a la vez perturbadores.
El personaje que es normal pero que a la vez parece villano pero no lo es y tiene relevancia y a la vez no, el personaje perfecto a mi parecer.
Con esto me despido, chao a todos muac!
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