Aquella noche no logré conciliar el sueño de ninguna manera, todo era Amber para mí, no pensaba en otra cosa. Escribí, en aproximadamente dos horas, cinco poemas para ella, mi inspiración se desbordó de una manera tal que no me había sucedido nunca, y como lo dijo mi buen amigo Xingqiu, es un milagro que solo fue posible gracias al amor.

Para el día siguiente desperté, a pesar de mis ojeras de espanto y la que tenía que ser una falta de energía en toda regla, de manera vivaz y con una necesidad tremenda de ir ya a la escuela. Mi hermana me miró con extrañeza.

-Te ves horrible, parece que no has dormido en semanas.

-Ayer no dormí bien, me desperté a las cuatro y no pude dormir de nuevo. –Mentí. –Oye, hermanita...¿conoces a una chica llamada Lumine?

-Vaya si la conozco. –Rió ella.

-¡¿De verdad?! Bueno, quería preguntarte por ella, ayer la encontré en la escuela y jamás la había visto antes.

-Wow, sí que estás bien ido. Conozco a Lumine...porque soy yo, Aether. –Mi hermana explotó en risas, yo procesé la información por dos o tres segundos...el no dormir me afectó más de lo que pensé.

-¡Carajo! Me refería a Amber, se nota que no dormí. –Reí de mi desgracia.

-Ah, eso lo explica. Sí, la conozco, es una chica muy alegre, y ayer fue a arreglar un pequeño asunto del club de arquería, ella es la líder.

-Entiendo...¿cómo es ella?

-¿Te gusta? –Lumine me sonrió con picardía.

-No me gusta. Estoy enloquecido por ella.

-Enfermo. –Rió. –Es una chica muy agradable, amable, sonriente, siempre dispuesta a ayudar a los demás. Ella es muy bonita, aunque no tiene pretendientes, así que estás de suerte. –Lumine se llevó un dedo a sus labios. –Creo que mencionó a un chico que le agradó mucho, lo notó muy distraído y con una mirada extraña, ¿de casualidad eres tú?

-Supongo que sí...¿pero mirada extraña? La verdad es que estaba distraído, no pensaba en algo que no fuera ella.

-Apuesto a que esa "mirada extraña" era una mirada de tonto enamorado, qué tierno. ¡Le hablaré de ti!

-El papel de Celestina ahora te queda como anillo al dedo. –Ambos nos reímos.

Creí prudente darle a Lumine una carta con los poemas que escribí para Amber, ella declinó diciéndome que era muy pronto y que era mejor que yo se los diera en persona a su debido tiempo

Eso sí, el papel que ella tendrá en esta obra llamada "cómo enamorar a una chica a base de poemas" será el de una Celestina que tiene la noble tarea de que su mejor amiga y su hermano sean pareja.

Le hablará de mí, diciéndole algo como "ese chico que encontraste ayer es mi hermano", eso lo dejaré en sus manos, yo ahora tengo otros asuntos que atender.

Llegué al salón de clase causando un escalofrío en Bennett y haciendo que Sacarosa se pusiera tan blanca como un papel. Me da la impresión de que es por mi cara de muerto viviente, y tiene sentido que así sea, Lumine me lo dijo ya.

-¿Qué demonios te paso, amigo? ¡Pareces muerto!

-No pude dormir bien anoche...no es para tanto.

-Deberías preocuparte. –Sacarosa me miró con esos ojos de cachorro a los que no les puedo negar nada. –No es bueno que te desveles, y menos si es viendo una pantalla, dañarás tu vista y tu ciclo de sueño se afectará.

-¿Lo dices por experiencia? –Pregunté, ella suele desvelarse mucho cuando hay exámenes, no me gusta verla con ojeras.

-E-eso es aparte, Aether. -Se ruborizó un poco, me parece muy linda cuando se sonroja.

-Dormí mucho en la tarde cuando regresé de la escuela, eso es todo. No debería tener más problema hoy, despreocúpate, Sacarosa. –Sonreí de forma comprensiva, acariciándole la cabeza, ella me miró con un poco de tristeza.

-¿Me prometes que no lo volverás a hacer?

-Sí, hoy tenemos entrenamiento en la tarde, ¡al capitán le molestará si te estás durmiendo a medio calentamiento!

Calentamiento en la tarde ¡Dios ha escuchado mis plegarías! Quizá pueda verla, espero poder verla, así sea de lejos, así no le diga palabra, pero me encantaría ver a Amber si es que tengo la oportunidad de.

-Claro que te lo prometo, Sacarosa. –Sonreí, ella me regresó el gesto. –Como suplente no creo necesitar mucho esfuerzo, no hay que preocuparse, Ben. –Le di una palmada en la que me pasé de fuerza, lastimándolo del brazo.

-Vaya que tienes mano pesada, ahora sé por qué eres portero. –Se dolió, hablando con ronquedad en sus palabras. Sacarosa y yo reímos, consolando a nuestro amigo sin suerte.

Albedo llegó justamente en el momento en el que paramos de reír, sintió que su presencia había echado a perder todo, Sacarosa lo negó.

Él la saludó con esa sonrisa de enamorado tan característica en él desde la primera vez que la vio. Albedo y yo nos conocemos desde que entramos al curso de introducción que duró más o menos dos semanas, poco menos. Sacarosa no asistía con nosotros, ella no supo del curso, por lo que jamás la vimos hasta el primer día de clases.

Lo recuerdo muy bien, en cuanto Albedo miró a Sacarosa, noté que perdió la claridad de las palabras, su respiración se detuvo, y su rostro quedó tan serio como si le hubieran contado un chiste de mal gusto. Suspiró con una profundidad con la que jamás le he vuelto a escuchar.

"Me enamoré", fue todo lo declaró al tiempo en que siguió con la mirada a Sacarosa, sonriéndole con ternura y amor...ella se puso nerviosa, sus mejillas se pintaron y escapó de nuestros ojos casi con temor al tiempo en que se acomodaba sus lentes de botella.

No sé qué más ha sido de ese amor, Albedo guarda ese tema de forma muy celosa, siendo infinitamente desconfiado al hablar de amor. Nada más yo y otro amigo en común, Razor, sabemos de ese tema.

Sacarosa y Albedo platicaron de la forma en que normalmente lo hacían: con emotividad y alegría al tratarse de la primera tarea de química, la clase favorita de ambos. 

-¿Y cómo está tu hermanita? Razor tiene una mordida en su brazo, ¿Fue ella? –Nuestra amiga en común rió un poco, el mencionado torció los ojos, anotando algunas cosas en su libreta.

-Así es. No sé qué manía tiene Klee por morder a Razor, pero siempre lo hace.

-Solo para molestarme, eso no es raro. –Respondió.

Albedo tiene una hermana en primaria que entró este año, ambos tienen el mismo color de cabello, sin embargo, tanto su forma de ser como sus ojos son diametralmente opuestos. Albedo es alguien callado, reservado y hasta cierto punto serio.

Por su parte, Klee más bien es...un dolor de cabeza para quien la tiene que cuidar, y como Razor es buen amigo de Albedo, de veces él se hace cargo de ese asunto, aparte de que ambos se llevan bien, aunque eso sí, el pobre siempre sale mal parado de eso.

Regresando con Albedo y Sacarosa, ambos comparaban sus respuestas, que eran casi todas idénticas, salvo que algunas variaban en sus resultados.

En una de las hojas de la libreta de Albedo se podía ver uno de los dibujos que suele hacer para cuando está aburrido. En este caso era una mariposa de color verde agua posada en una flor de color blanco. No es para sorprenderse que el color favorito de Albedo sea el blanco.

-¡Qué lindo dibujo! –Exclamó Sacarosa.

-¿Tiene algún simbolismo? –Pregunté, aunque sé perfectamente qué significa ese dibujo: Sacarosa es la mariposa que se posa hermosamente en la flor que hay en el corazón de Albedo. Es lindo, pero también me da un poco de pena por él.

-Ya sabes cuál es. –Su tono de voz fue algo serio, yo le guiñé el ojo diciendo que nada saldría de mis labios. Sacarosa nos miró con suspicacia, seguramente ha de sospechar que le escondemos un asunto importante. No puede estar más en lo cierto.

Bennett nos salvó ya que también quería comparar, por no decir otra cosa, los resultados de su trabajo, así que Sacarosa le tuvo que ayudar. Albedo recargó una de sus manos en mi hombro derecho, nos miramos con una sonrisa de complicidad.