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Robo expres

—Vaya pero mira que generoso tributo trajiste el día de hoy, ¿Que necesitas que tu hermano te vigile para trabajar o es que retomaste la cordura?— Salty los recibió con una mezcla de sorpresa, asombro y tono jocoso.

—No...solo regresó mi buena suerte— Seguía diciendo esa excusa, era mucho mejor que admitir cualquiera de las dos anteriores.

—Bueno, como sea, creo que con eso estarías cubriendo tu deuda de esta semana— Salty saco una tablilla de madera y comenzó a rasgarla para anotar la cantidad y tamaño de los tributos traídos por Salvia. Ocasionalmente miraba tras de sí a ver al macho que seguía estando ahí para vigilarla, no lucia muy cómoda.

—Y en cuanto a Jade....— Una luz pareció encenderse en ella al pronunciar su nombre —Bueno que es esta sorpresa ¡Traes menos presas que tu hermana! Oh pero qué sucede aquí ¿eh?— Dijo la Mantis en tono burlesco pero discretamente mientras se burlaba, Salty aprovechaba la oportunidad para pegarse a Jade.

La Mantis administradora se acercó a él como un rayo, colocando su mano sobre el hombro de Jade, un gesto cercano pero que no resaltaba mucho, pero a su vez empezó a contonear ligeramente su cola y a discretamente rozar ligeramente su cuerpo con el de el.

Salvia arqueó una ceja al ver eso, nunca se había imaginado que Salty fuera así de...no sabría siquiera como calificar su comportamiento, era muy "exibicionista quizá (aunque la hembra trataba de hacerlo lo menos notorio posible, siendo muy discreta con aquellos roses), ¿este comportamiento sería normal entre ellos?. No lo sabía, entre otras cosas por qué nunca había visto a su hermano y a Salty en el mismo sitio.

Aunque ciertamente había un detalle curioso que la dejaba más confusa respecto al tema, y ese era la actitud de Jade. Su hermano parecía totalmente abstraído de lo que la Mantis hacía, de hecho estaba notablemente irritado, que para ser gustos llevaba con esa expresión un buen rato, apretando con fuerza la mandíbula en una expresión claramente exasperada.

—No molestes Salty— Dijo y de un empujón la apartó, —Yo que solo quería reírme de esta y ahora..... — Jade siguió hacia adelante y hablado entre dientes.

—Cielos...— Suspiró la Mantis —Tu hermano enserió que necesita calmarse, envejecerá joven si sigue sosteniendo esas muecas por tanto tiempo— Dijo Salty señalando a Jade y volteando a ver a Salvia.

Salvia solo negó con la cabeza con rostro neutro —No se que decirte honestamente Salty.—

Salvia también empezó a caminar rumbo a su casa. Siguiendo por detrás a su hermano. Como siempre su madre estaba ocupada mezclando cosas para poder alimentar a su padre, siendo lo único que podía hacer, pasaba mucho rato experimentando.

—Jade toma esto— Madra salto de la nada para agarrar a su hijo y obligarlo a beber un líquido amarillento con toques púrpura. —¿Ha que sabe eso?

—¡Agrio!— Gritó apenas pudiendo contener una mueca dolorosa —¿Que cosa tienes ahí?

—Jmm solo es jugo de fruto de Opuntia mezclado con unas hierva que deberían potenciar su efecto— Marga miró el vaso vació y empezó observar a su hijo curiosa —¿Sientes algo?

—Aparte de querer vomitarlo no...buah que asco....

—Bueno, dime si en un rato sientes algo— Dijo dando la espalda a su hijo, dirigiéndose a la mesa principal mientras en voz baja se decía —Según mis notas esto debería servir como un buen diurético.

—¿Un que?— Jade entró en Shock.

—En cuanto a ti Salvia, no creas que que no me di cuenta que ocultaste aquellas raíces.— Dijo con tono amenazante.

Salvia no se atrevía a decir nada, la última vez que dijo algo tras ser atrapada la obligaron a tomarse todos los experimentos de su madre por dos meses. No fue nada lindo.

Su madre y ella quedaron en silencio hasta que al fin salió el tema de cómo había ido el primer día, se impresionó mucho al escuchar que Salvia hizo más que Jade esta vez, por dos miserables pulgas, incluso su padre puso mueca de sorpresa, pero lamentablemente para ella terminó en burla al igual que Salty se burló horas atrás.

Aunque de eso a lo vivido el día anterior prefería la burla, era un duro golpe a su orgullo pero podía soportarlo moderadamente bien. Otro inconveniente que ella veía en si misma y que otros le resaltaban mucho es que aveces no defendía su honor como era debido, lo que sea que eso significase.

Ese mismo día en la noche Jade salió momentáneamente para ir a dar su reporte a los lords. Al volver directamente se metió a dormir en su  hamaca, Salvia ya estaba también en la suya, pero no se había logrado dormir cuando escucho a su hermano llegar, lo cual le recordaba que siempre se demoraba lo suyo para llegar ¿Que haría el resto del día? Se preguntaba, por desgracia para ella sus preguntas no serían respondidas ese día.

Al día siguiente debido a que gracias a su buena suerte del día anterior tenía el "día libre", usualmente el que hacer después de haber cumplido con la cuota semanal se resumía a, entrenar, explorar, seguir cazando o hacer lo que la mayoría de los Mantis Jóvenes hacían, perder el tiempo detrás del tronco donde habitaba la tribu junto al oasis.

En estricto rigor no estaban perdiendo el tiempo como tal ya que muchos iban ahí a retarse entre ellos para mejorar su técnica, y otros iban a patrullar, así que aunque técnicamente estuvieran sentados y conversando entre ellos, solo estaban en reposo antes de ponerse a hacer algo, o esa era la lógica con la que se manejaban.

Salvia había decidido venir a este sitio pues ya había cumplido con su semana, ahora solo quedaba relajarse o volver a cazar pero honestamente no quería ir a cazar con el calor de ese día, prefería quedarse ahí escuchando a otros miembros de la tribu conversar.

Visto desde lejos podría parecer triste pero visto desde su punto podía escuchar las conversaciones de todos y conocer sus pensamientos, no es que le importara demasiado, pero era entretenido oír las discusiones de los demás, que usualmente terminaban en batalla. Ella estaba sentado bajo la sombra de una de las colosales palmeras, a las personas a las que discretamente oía estaban conversando junto a ella de igual modo parados en donde diera sombra, y frente a ellos, a la orilla del lago estaba un grupo de Mantis en su mayoría machos jóvenes pero también algunos más adultos y unas cuantas hembras adultas formando un círculo.

Era una tradición por así decirlo, o como llamaban ellos una "novatada" para los nuevos, se reunían a los más jóvenes y los más adultos se encargaban de probar su temple, casi siempre un joven salía con una articulación desviada.

—¿¡Que has dicha cara de pulga!?

—He dicho que para tener semejante cara tu madre se ha tenido que acostar con un gusano para parirte tan feo

—¡QUE DICES SI A TI TE DIERON A LUZ SOLO PARA VER SI PODÍA SACAR ALGO MÁS FEO QUE UN ESCARABAJO DEL ESTIÉRCOL, Y LO LOGRARON!

—¡IMBECIL, VOY A GOLPEARTE TAN FUERTE QUE HASTA TUS LARVAS LO VAN A SENTIR!— El primero de ellos ataco con un golpe certero en l cabeza del oponente

—¿¡Llamas a eso un golpe!? He recibido golpea de gusanos que duelen más que eso— El Mantis más experimentado se lanzó contra el joven, ambos terminaron forrajeando en el suelo hasta que el mayor tomó el brazo del menor y...

"CRACK"—Ahhhhhhh!!!
Y ahí está la articulación rota que faltaba, pensó Salvia

Lo que le recordaba que en su novatada le dislocó la garra a una hembra que trató de intimidarla, recordarlo le sacó una amplia sonrisa del rostro.

—A mira quien está aquí— Dijo una voz cercana que parecía estar dirigiéndose a ella —Pero que no tienes, no se trabajo que hacer o algo— Era Salty con su manera ácida de saludar como siempre.

—Eso deberías saberlo tú, tú eres la que hace el conteo y esas cosas.

—Jeje lo se, solo quería ver como me respondías— Salty se colocó al lado de Salvia.

—¿Y bien de qué me he perdido?

—¿Tu no tienes trabajo acaso?

—Mi supervisor está de baja esta semana y mientras encuentran a uno nuevo los Lord me han dado tiempo libre— Dijo la mantis con una gran y amplia mueca de felicidad, bastante evidente que disfrutaba de no estar en su puesto.

—Ya veo, nada interesante, de momento lo de siempre a un recién desalado le quebraron un brazo.

—Ah rayos me perdí de eso. Por cierto siempre te paras aquí, no quieres ser parte de la conversación un poco ¿Oh es que también eres especial para eso?

—Prefiero simplemente oír las conversaciones de los demás, todavía recuerdo como tras quedarme escuchado descubrí que algunos habían descubierto un gran nido lleno de huevos.

—Oh recuerdo eso, hubo un gran festín gracias a eso— Ambas recordaron con gusto aquel día.

—Si, aunque el grupo estaba planeando quedarse con todo el crédito he ir trayendo los huevos de poco en poco— Aclaró Salvia a lo cual Salty la miro sorprendida.

—Ya veo...

—Además ¿Recuerdas la última vez que me acerqué a uno de esos grupos?

—Mhh— Salty se quedó un rato pensando pero finalmente respondió afirmando —¿Te refieres a la vez en la que te compadeciste de otra hembra y esta se ofendió tanto que terminaron en una pelea? Jaja ese fue un día súper bueno ¡Quien diría que podrías ser tan malvada al compadecerte de esa Mantis y no rematarla, aplastaste su orgullo completamente! JAJAJA—  Aveces Salty podía dejarse llevar mucho por el momento y hacer sentir a Salvia como si sus acciones estuvieran hechas con dolo.

Salvia y Salty continuaron hablando de temas banales, Salty riendo y Salvia sintiendo una mezcla de confusión, risa y culpa por momentos, gracias a que se le ocurría recordar alguna otra situación en la que Salvia no se haya comportado dentro de los estándares del honor Mantis. Pero su plática terminó o al menos lo hizo para Salvia cuando empezó a prestarle atención a una conversación de un grupo de Mantis tras de ellas.

—¿Las presas desaparecen? ¿No es solo uno de esos rumores locos que dicen los flojos para no trabajar.

—Yo también lo pensé pero el día de ayer...

—Salvia me escuchas— Exclamó Salty a lo cual Salvia de inmediato le puso la garra en la boca para que no hablara, dado que no podía ver quien hablaba, escuchaba atentamente lo que decían las Mantis tras de ella.

—Y cuando bajamos de la colina misteriosamente un grupo nos interceptó, creímos que nos atacaban a si que tomamos distancia y cuando quisimos darnos cuenta seguían huyendo, es ahí cuando tras subir la colina las perdimos.

—¿Como puedes perder una manada entera así? No creo que les hayan dado tanta ventaja como para perderlos de vista

—Yo tampoco pero...

En medio de la explicación repentinamente alguien llamó la atención de las dos Mantis, era nada manos y nada más que Jade que llamaba la atención de Salvia al verla tan rara mirando hacia atrás recargada en la palmera.

—Shh intentamos oír— Se apresuró a decir, retomando la plática de las dos Mantis tras la palmera.

— Y ya no había nadie— Fue lo ultimo que escuchó quedándose con un vacío de información —Rayos no me llegue a enterar del todo— Dijo Salvia al tiempo que se fijaba en que su hermano estaba parado frente a ellas, si no lo noto antes cuando lo mandó a callar.

—Ah perdón Jade que ¿querías decir?— Jade la miraba con el seño ligeramente fruncido pero no sabía decir si el gesto era por lo de recién o por qué esa era su expresión habitual.

—¿Que están haciendo ustedes— Pregunto Jade saltándose lo que Salvia pregunto.

—Escuchábamos como parece que algunos creen que eso de que las presas desaparecen no es solo un rumor— Se apresuró a aclarar Salty.

—Ja lo dudo, deben de ser invenciones de novatos que son muy flojos para casar o quizá simples excusas para ocultar su fracaso como cazadores, lo que me recuerda Salvia tú no dijiste una vez ese tipo de cosas— Dijo con sonrisa burlesca, pero Salvia no se inmutó tenía la tarjeta perfecta con la que contra atacar.

—Si, pero si no mal recuerdo el día de ayer complete mi presas mientas que a ALGUIEN todavía le faltan.

—Oh eso debió doler— Dijo Salty de repente, a lo que Jade la vio más furioso que a su propia hermana.

Jade iba a decir algo pero de repente se empezaron a escuchar murmullos que lentamente se hicieron más fuertes hasta que alguien gritó "¡Manada de bichos Errantes!" Como un botón de despertar, muchas Mantis se levantaron con el instinto asesino a flor de piel, incluidos Jade y Salty.

A Salvia más bien se le encendió la chispa de la curiosidad por lo que con los otros fue a ver qué pasaba, de un momento a otro una gran cantidad de Mantis se reunieron en las puertas para observar como hacia ellos se acercaba a paso lento y desganado una manada de escarabajos sin conciencia, caminado como criaturas salvajes, arrastrando los brazos por el suelo y tambaleándose solo siguiendo sus instintos primarios.

La tribu había apodado a estos seres como "Sin Máscara" que en apariencia no eran diferentes a un escarabajo normal, tenían la misma constitución, el mismo aspecto, no había ninguna característica que los diferenciara de un bicho normal salvo estar completamente vacíos y caminar sin rumbo entre tambaleo y tambaleo por el mundo buscando saciar su hambre.

Y a pesar de lo que pueda parecer, no era tan extraño verlos como uno podría creer, en estricto rigor 5 de cada 7 bichos que se acercaba a la tribu era uno de estos Sin Máscara, esto por qué solo un tonto o un descerebrado se acercaría a la guarida de Mantis hambrientas. A Salvia le intrigaba la naturaleza de estos seres ¿Por que carecen de emociones y conciencia? ¿Por que parece que ni siquiera se dan cuenta de su propio ambiente?, ya ni se comportaban como animales, se comportaban como cáscaras si voluntad.

Una vez creyó decir a su papá que los Sin Máscara eran insectos normales que no poseían, anhelos, convicción, carácter o voluntad, que permanecerían vagando sin fin hasta ser devorados o encontrar "Su Máscara" dijo de manera filosófica. Aunque no estaba segura de que eso fuera lo que dijo su padre, después de todo lo dijo cuando ella era una larva y todavía no tenía la mandíbula partida, es decir hace una eternidad para Salvia.

Por esto y otras cosas, los Sin máscara eran considerados como presas sin honor, es decir que matarlos no traía honor alguno a quien lo casara, aún así si servía como carne eso no se iba a rechazar. Y tal cual todas las Mantis se lanzó para conseguir la mayor cantidad de presas, menos dos Salvia y Jade que se quedaron a las puertas esperando.

—Pensé que ibas a ir a por ellos también— Dijo Salvia extrañada de que Jade no se haya lanzado también.

—No, prefiero conservar mis fuerzas para presas más dignas.

—Jaja, ¿estás siendo selectivo? ¡Tu orgullo debe estar ahora por las nubes! Jaja

—¡Oye yo no soy a quien tienen que vigilar para que haga su trabajo, puedo ser un poco selectivo— Jade se encogió de brazos esquivando la mirada a su hermana que se reía levemente.

—¿No será por eso que perdiste el día anterior?

—No es el caso y de todos modos, me he vuelto más hábil ya verás que dentro de poco podré plantarte cara.

Jade culminó su frase señalando a Salvia y luego mostrándole su puño como señal de reto. Mientras el resto de la tribu que bajo a pagar a los bichos errantes ya regresaban de capturar a sus presas.

Todo ese momento fue roto cuando un par de pulgas sacaron su cabeza sobre la arena frente al grupo que se acercaba, una que otra Mantis se asustó al ver al pequeño bicho emerger de la arena de manera espontánea pero rápido el instinto de algunas se activo y estuvieron a punto de empalar al pequeño bicho.

Pero tras pocos segundos de haber surgido de la arena comenzó a producir chillidos y a hacer ruido con sus quelíceros, y entonces salió uno más, y otro más, y otro y otro y otro hasta que la cantidad de pulgas fue incluso abrumante, nunca había visto tal cantidad de pulgas y menos tan cerca de la Tribu.

Las pulgas entonces empezaron a salir de sus escondites saltando sobre las Mantis, eran tantas que para las Mantis que estaban de frente parecían casi una nube negra saltando sobre ellos, fue una estampida total.

Los únicos que no fueron golpeados por la avalancha de bichos fueron Jade y Salvia, ambos hermanos viendo la cantidad de insectos estuvieron de acuerdo en que capturar toda esa cantidad los libraría de pagar tributo por lo menos unas semanas o incluso meses, y de inmediato fueron tras la estampida de pulgas que se alejaba rápidamente por las dunas.

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Mientras Salvia seguía contando su historia Quirrel sacó una libreta, demasiado abultada y llena de papeles como para que una libreta normal lo soportara.

—Esa libreta no parece muy estable— Mencionó Salvia antes de que Quirrel retirara el seguro de la libreta y un bonche de papeles le saltara en la cara, Salvia no pudo evitar soltar una risa.

—Si lo se, es mi libreta de viajes, quizás sea un poco descuidado de mi parte pero me gusta mantenerlo todo en un solo sitio. Esta libreta casi contiene todos mis hallazgos del mundo y siempre hay algo nuevo que anotar en ella— Dijo mientras levantaba diligentemente los papeles que le habían saltado y comenzaba a escribir.

—¿Que estás escribiendo?— 

—Más que nada voy a tomar nota de las costumbres de tu sociedad y luego supongo que iré sobre escribiendo lo que puse anteriormente sobre ustedes dos.

—¿Oh escribiste una página sobre nosotros dos?— Pregunto alegremente Salvia

—Sip....Aunque de momento no tengo mucho que actualizar sobre Jade, parece que no ha cambiado mucho desde entonces, se ve que conserva esa actitud barbárica y violenta— Dijo el cochinilla con una mezcla de ironía y duda en su rostro.

—¿Oh enserio? Quirrel es muy descortés de tu parte hablar de una persona así cuando esta parada detrás tuyo— Dijo con una sonrisa maliciosa.

De inmediato a Quirrel se le congeló la sangre, saltó hacia delante volteando la cabeza nervioso pero al voltear no había nadie, fue engañado —Jajaja perdón por eso, pero ten más cuidado y no te confíes tanto.

—S-si ya entendí.....— Quirrel volvió a sentarse aún con el corazón palpitándole a todo lo que iba.

—Bueno ahora que tomarás notas ¿Necesitas que vaya más despacio?

—Oh no soy bastante ágil escribiendo, por favor sigamos al ritmo normal.

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Ese día después de una larga carrera Jade y Salvia regresaron con solo dos pulgas cada uno, no pudieron seguir a toda la manada y su carrera los dejó muy agotados.

Y para terminar de fastidiarlos solo podían pensar en tener que subir hasta su casa, los dos lo estaban lamentando.

Llegaron a altas horas de la noche, las cuales eran frías a si que el último tramo lo pasaron corriendo nuevamente para no estar más tiempo a la intemperie. A esas horas normalmente había un par de guardias vigilando la entrada, pero extrañamente no había ninguno, suponían que debían estar haciendo el cambio de turno asi que no deberían tardar, obviamente Salty no estaría aquí para contarles los tributos, así que les tocaba ir hacia el almacén de la tribu, hablar con el guardia y a la mañana siguiente hablar con la Mantis o con cualquier otra que le asignaran contar los tributos.

Caminaron por dentro de los pasillos del tronco y cada vez iban dándose cuenta de la su encía de guardias, las antorchas que marcaban las zonas de vigilancia estaban puestas y brillando, pero no podían ver a ningún guardia cerca "Estarán hablando con los Lords" pensaron Jade y Salvia, al menos contaban con que los guardias de la puerta del almacén estuvieran ahí.

Sus intuiciones parecían ser ciertas a medida que subían podían huir alguna clase de susurros provenientes de la sala siguiente, hablar durante guardia estaba prohibido, pero viendo que ningún guardia parecía estar en su puesto que más daba que dos Mantis estuvieran conversando.

Ambos quedaron sorprendidos y un segundo después ambos se pusieron en pocision de ataque al ver como en efecto los guardias estaban en su puesto, pero tirados en el suelo y con claras señales de haber sufrido un ataque, los dos trozos de manera que hacían de puerta al almacén estaban acomodados a un lado, lo que significa que quien quiera que hizo esto estaba teniendo mucho cuidado de no llamar la atención, y por último los susurros eran más altos y parecía una especie de discusión entre varios individuos dentro del almacén.

La conversación entre los que parecían ser cinco individuo parecía ocurrir con cierto orden.

—¿Ya es toda la comida que puedes cargar?— Dijo un macho seguido de la respuesta de una hembra —Cállate al menos yo fui la que derrotó a esos dos guardias.

A lo cual le siguió el reclamo de otra hembra —Quieren callarse harán que alguien nos descubra.

Apoyada por una nueva voz masculina —Tienes razón hermana, pero de todas formas todos en esta fea tribu están dormidos, dudo que alguien nos encuentre.

Y finalmente la última voz femenina recalcó —Dense prisa...quiero que hasta mañana no sepan lo que ocurrió aquí.

Jade y Salvia no iban a dejar que estos rufianes se salieran con la suya, Salvia estaba a punto de decirle a su hermano que corrieran a alertar a los dos pero en cuanto se dio vuelta vio que su hermano se había adelantado y estaba frente a la puerta a punto de hacer una estupidez.

—Sucios ladrones, dejen eso en su lugar o habrá consecuencias muy graves.

Alumbrados solo por una antorcha los cinco hermanos parecían ser todos Mantis, las cuales voltearon de golpe con la sangre helada al pensar que habían sido atrapados.

(Hablando todos en el orden anterior)

—Oh mierda.

—Perfecto nos atraparon....

—Seréis idiotas ¡les dije que se callaran!

—Tranquilos son solo dos, podemos salir de esta fácil hermanos.

—¿Solo dos? Vah entonces Ashanti puede encargarse de ellos.

—Si será sencillo— Dijo la Mantis nombrada como Ashanti

—Esperen, creo que no hay por qué pelear, si es solo por comida pueden tomar solo un poco para ustedes—Dijo Salvia al ver que una batalla contra 5 siendo solo dos podría no ser un movimiento inteligente.

—Salvia pero que mier-

—Lo siento niña pero no venimos a robar solo por nosotros, ademas no estas en posición de exigir nada, tomaremos todo y nos iremos triunfantes— Dijo la nombrada Ashanti que de inmediato avanzó hacia ellos —Bien entonces, quien de...

La Mantis presumida fue sorprendida por un golpe sobre su mejilla que del dolor la hizo retroceder. Mientras alardeaba y alzaba los brazos despreocupada, Jade corrió hacia ella darle un golpe a lo largo de la mejilla, que pronto se dio cuenta la Mantis que el macho le había hecho un corte bastante notable sobre su rostro.

—No le des nunca la espalda a un oponente, Mantis idiota, la próxima vez apuntaré a la cabeza.

Jade fallo a propósito para poder burlarse del rival, sabía que no habría nada que le calentará más la sangre a una Mantis que le perdonaran su error a propósito y restregará ello con aires de superioridad.

Ashanti entonces gruñó molesta limpiando la sangre de su mejilla —Desearas no haber malgastado tu oportunidad.

Jade volvió a atacar esta vez tratando de dar con su garra sobre la cabeza de la Mantis, pero ella apartó el ataque del macho con un golpe de su garra sobre la de su oponente, dejando un espacio el cual ella pretendía aprovechar para atacar sus costados y su pecho con sus garras, pero Jade alcanzó a tomar la mano de la Mantis y darle una patada en el pecho.

Sin dejar de sostener su garra izquierda Jade trataba de evitar que ella retrocediera a la vez que trataba de reducir más la distancia entre ambos, mientras que su contrincante trataba de zafarse de su agarre a la vez que lo trataba de mantener quieto dando zarpazos al aire que pretendían mantenerlo suficientemente lejos de ella. Pero si había algo que le sobraba a Jade era perseverancia, una mortal perseverancia que espero sin dejar flaquear su agarre hasta que Ashanti se cansó y ahí pudo darle dos golpe a los costados y luego otro golpe en el mentón, pero no se quedó ahí si no que tras sus golpes agarró la mano faltante de la Mantis y le dio un fuerte cabezazo.

El impacto derribó momentáneamente a la Mantis, Jade como Mantis que era le habían enseñado a no perdonar y no dar piedad, ni siquiera dudó en apuntar su garra contra la Mantis pero antes de que pudiera terminar su trabajo uno de los hermanos lo atacó, salvándose de milagro al saltar hacia atrás. Y pronto todos los hermanos se unieron para rodearlo.

—¡Herejes, no tenéis honor ni valentía, enfréntenme uno a uno cobardes!— Jade grito, no podiendo contener su rabia al ver como los 4 hermanos restantes lo acorralaban en un círculo.

A pesar de sus gritos de furia los cinco hermanos estaban dispuestos a atacar a Jade a la vez, sin embargo Salvia no iba a permitir que hicieran tal atrocidad, metiéndose al final empujando hacia atrás a dos de las hembras y a uno de los machos con su lanza.

El machos se arrojó contra ella tratando de arañar sus piernas, Salvia saltó sobre él con una gran agilidad, cayendo sobre los hombros del Mantis, con una acrobacia sorprendente volvió a saltar empujando a su contrincante contra el suelo, y aterrizando frente a los otros dos.

Ambas hembras atacaron a la vez, Salvia se hecho para atrás para esquivarlas, no estaba muy preparada para atacar a dos objetivos a la vez, pocas veces lo había hecho así que esta situación la ponía de los nervios, pero contuvo esas emociones dentro suyo, miró a su lado y vio cómo se estaba levantando el macho que hace segundos había tirado al suelo se estaba incorporando, no lo dudo, se colocó tras su espalda rápidamente y puso su lanza a lo largo que su cuello e intento ahorcarlo, a la vez que lo alejaba de sus hermanas arrastrándolo.

El macho obvio empezó a agitarse y a forcejear, sintiendo como el aire se le escapaba de los pulmones, pero ni sus pataletas desesperadas ayudaban a que la Mantis lo soltara, y sus hermanas no se iban a quedar viendo, se apresuraron a llegar hasta ellos pero en cuanto estaban a su alcance Salvia soltó a su hermano y lo pateó hacia una de ellas que trató de cacharlo y por ello terminó tropezando con una de las bolsas de comida que ellos trajeron.

Mientras que la otra se distrajo al ver como sus hermanos caían al suelo y al ver a su objetivo vio como Salvia la recibía con un buen golpe con el largo de su lanza.

Todo parecía ir bien para Salvia pero en el otro lado del campo de Batalla Jade tenía problemas combatiendo a la Mantis a la que le hizo el corte en la mejilla y al otro macho. Hasta el momento se las había arreglado pero se confió al tratar de acabar con la hembra y su hermano que parecía el más fuerte de los hermanos lo agarro de la cintura para finalmente estamparlo contra el suelo haciendo un suplex.

Salvia vio esto y en ayuda de su hermano corrió para ayudarlo, pero entonces la hembra herida se atravesó en su camino, Salvia miró con frustración cómo está hembra se interponía en su camino y solo pensó en golpearla, pero está la esquivo moviéndose a un lado y pasando por debajo de su garra, logrando conectar dos arañazos en los costados de la Mantis.

No podía mentir estas Mantis eran fuerte, las garras de la Mantis dejaron varios rasguños no muy profundos pero aún así doloroso. En ese momento vio como su hermano quedó noqueado tras el suplex. Sin saber porque sintió una ira interna incontenible, iba a lanzarse contra el hermano que había derribado al suyo, pero entonces Ashanti trató de realizarle una llave que para su desgracia Salvia fue capaz de librarse tumbándola en el proceso de realizar su llave.

Entonces Salvia agarro con fuerza su lanza y atacó a la indefensa Ashanti, ese pudo ser su fin de hecho Ashanti había cerrado los ojos al pensar que no había salida para ella, pero de manera milagrosa no fue atravesada por la lanza, o quizá no de forma milagrosa, gracias a su hermano que la empujó lejos logró salvarse.

Este Mantis era por mucho el más bravo de todos se atravesó entre su hermana y Salvia para salvarla de la segunda, pero también Salvia notó que era también muy ágil, en apenas una fracción de segundos logró apartarse lo suficientemente como para que la lanza no lo atravesara como una brocheta, pero no lo suficiente para resultar ileso, la lanza aunque no pasó por sus órganos le pasó por lo largo del pecho desgarrando y rasgando su caparazón, causando una herida terrible.

—¡Jasir!— gritaron sus hermanos a la vez que este caía al suelo sobrepasado por el dolor.

Oh ahora Salvia se dio cuenta de la preocupación de los hermanos del ladrón, algo no le supo bien del todo pero en pleno combate no supo concretar que era ese sentimiento, solo se lanzó contra la hermana a la que iba a atacar anteriormente.

Pero ahora que todos estaban bien los hermanos restante se abalanzaron sobre ella para frenarla, agarraron sus piernas y brazos inmovilizándola, Salvia sentía como uno de ellos trataba de asfixiarla poniéndole una pierna sobre el cuello con fuerza, pero no era suficiente para la Mantis que se aferraba con fuerza a la vida.

"Este no es mi final", "No moriré aquí", se decía así misma Salvia, extrañamente esas palabras suyas le daban los ánimos para seguir luchando por su vida a pesar de la cada vez más presente falta de aire, entonces uno de los machos corrió rápido por una lanza para ahorcarla.

—¡Suficiente!— Se hoyo alzar la voz al llamado Jasir, quien con pocas fuerzas y sellando con su garra la herida que le provocó Salvia agarro la lanza y con las pocas fuerzas de reserva que le quedaban la golpeó fuertemente con ella en la cabeza.

—Vámonos de aquí, ya hicimos suficiente escándalo— Dijo Jasir a sus hermanos quienes tras el golpe dejaron a Salvia y a Jade en el suelo, tomaron sus sacos, a su hermano y lo que pudieron agarrar de más y salieron corriendo.

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Las Mantis ladronas de este capítulo son propiedad de The_Real_Karu ¡lean su historia para saber más de ellas!

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