Prologo
Habían pasado ya cinco años desde la caída de The Radiance, para quienes vivían en Hallownest era una gran dicha, finalmente podía volver a construir el soñado reído que dejó el rey pálido, quizá más conscientes de que las cosas no duran eternamente.
Pero para la Lord líder de una tribu en proceso de expansión era sólo un día más.
Oh eso creía ella, sin saberlo este día se convertiría en uno de esos en los que volvería al pasado a recordar ciertas cosas de su lejana juventud.
Todo empezó en la mañana tras dar un paseo matutino por su amada ciudad. Salvia caminaba por los bordes de su territorio, pasando sus garras sobre la madera de la muralla y dando pequeños golpes para ver que todo estuviera en orden. Curiosamente iba pasando por una de las puertas cuando vio del otro lado de esta se acercaba un individuo encapuchado, bastante bajito y arrastrando consigo una carreta con una gran manta azul marino cubriendo lo que tuviera en ella.
Los guardias también vieron al extranjero y siguiendo los protocolos usuales preguntaron cuáles eran sus intenciones.
El individuo contestó "Vengo de paso y quizá a saludar a algunas personas" De inmediato reconoció la voz, lo cual en si la extrañaba por que no escuchaba esa voz desde hace un par de años.
Sus sospechas fueron aclaradas en cuanto el visitante entró y se retiró la capucha, era una cochinilla bastante mayor pero que todavía conservaba la sonrisa y energía entusiasta con la que lo conoció.
No lo pensó dos veces y de inmediato fue a saludarlo.
—Quirrel— llamó la atención la Lord para confirmar, la cochinilla reaccionó al nombre y tan rápido como vio a Salvia hizo una reverencia educada.
Siempre le pareció gracioso que se inclinaran ante ella, era un hábito muy raro de sus súbditos y más por que no fue algo que ella o su hermano pidieran, simplemente lo hacían.
—Levanta la cabeza Quirrel no hay necesidad de ser tan formal— Dijo moviendo las manos quitándole importancia.
—Disculpe es un hábito— Respondió la cochinilla incorporándose.
La Lord observó a la cochinilla con detenimiento, tenía suerte de tener una memoria privilegiada y claramente podía notar el paso del tiempo sobre el cuerpo del explorador.
Un idea fugas de tristeza pasó por su mente viendo que probablemente estaría a punto de presenciar la partida de otro insecto ante sus ojos. No es que le pareciera en especial triste la muerte de Quirrel, este sentimiento siempre afloraba en ella al pensar que viviría más que el resto de su pueblo, en cierta forma siempre resultaba triste ver a gente que conoció desde joven apagándose lentamente mientras ella se mantenía inamovible en su edad.
Era un problema que estaba aprendiendo a superar, aunque cierta cosa debía admitir y es que Quirrel a pesar de que se pasó pocas veces por ahí, había logrado hacerse de querer, por ella gracias a esas pláticas que tuvieron en las que el insecto compartía parte de su conocimiento con ella y por otra parte, era muy buen amigo de su Nuera y de sus hijos, prácticamente era como un amigo de la familia, según Rae.
Entre pensamiento y pensamiento se distrajo y no vio como el individuo frente a ella estaba intentando llamar su atención.
—¡S-Salvia! Me oyes.
—Eh, a si ¿Que ocurre?
—Te decía que era un gusto volver a verte, estaba bastante emocionado de volver a hablar contigo y retomar alguna de nuestras charlas— La Lord le sonrió de forma simpática a tal halago —y te preguntaba que ¿Como habían estado estos años tu hermano y tu?
A Salvia le pareció curioso que también preguntara por Jade, digamos que ellos nunca congeniaron mucho.
—Bueno tú sabes...el papel de gobernante es...agotador a veces, pero se tiene sus cosas buenas, y en cuanto a mi hermano supongo que a él le ha ido mejor que a mí en términos generales— La Lord hizo un gesto con la mano para que Quirrel acercara su oído a ella —No te voy a decir mucho para que lo puedas ver con tus propios ojos pero estoy en espera de nuevos sobrinos —Dijo Salvia con un tono alegre.
Quirrel al escucharlo se sorprendió bastante, no tanto por el hecho de los sobrinos como por saber que Jade había conseguido pareja (se hacía ligeramente a la idea de con quien) y de inmediato se mostró angustiado —Oh rayos debí de haber traído algún regalo para ellos también (dudo que pueda presentarme para su nacimiento)
—No te preocupes quizá puedas venir más adelante— Quirrel asintió de forma leve tras una pausa que duró un segundo, no parecía muy convencido, de hecho tenía la ligera sospecha de que lo hizo por amabilidad.
—Y hablando de eso ¿Que traes contigo en esa carreta?
—¡Oh si claro!, bueno las cosas han estado un poco ajetreadas haya en casa, esa es la razón de que no haya podido venir en mucho tiempo, y ahora que por fin tuve tiempo, no mucho la verdad, decido venir con algunas cosas para compartir.
—¡Oh! ¿Traes aquellas cosas que te solicite la ultima vez?— Pregunto la Lord con entumimos
Quirrel asintió felizmente y acercándose a su carreta dejó ver un poco el contenido de esta, el cual en su mayoría eran libros —Si su majestad, no olvide ni una sola cosas y me tome la molestia de traerle unas cuantas cosas más.
—Es de agradecerte, en cuanto puedas trae esas cosas a mi trono.
—Por supuesto— Asintió la cochinilla.
Ambos insectos se despidieron de forma educada y retomaron sus respectivos caminos. Los libros que traía Quirrel eran de un acuerdo que hizo con Salvia la última vez que se vieron, ella siempre fue fanática de la cultura de otras especies, amaba mucho conocer insectos nuevos y saber de que eran capaces, un gusto que adquirió en el paso cuando era muy joven. Por eso le pidió al aventurero que la próxima vez que regresara le trajera algo de la antigua cultura de Hallownest, al menos cosas que se hicieran antes y después de la llegada de la infección y ella a cambio intercambiaría la información que Quirrel quisiera tener.
¿Que cosas podrían ser de interés del apasionado buscador? Quien sabe, imaginaba que le interesaría saber cómo se formó la tribu.
Sus ideas no iban alejadas de lo que quería Quirrel aunque sus investigaciones iban a ser mucho más profundas no iba mal encaminada.
Luego de ciertas horas, mucho trabajo y una discusión con su hermano por andar con su pareja más de lo que acordaron pudo finalmente sentarse en su trono y atender al explorador.
Quirrel entró arrastrando su carrera con todos los libros y cosas que necesitaba para el viaje, se paró frente al tono de Salvia haciendo una pequeña entrada para sus regalos, quitando la tela que cubría la carreta con mucha extravagancia. La actitud de la cochinilla le resultó muy tan simpática a la Lord que no pudo evitar soltar una risilla por lo bajo.
Dentro de la carreta se exhibía una cantidad grande de diarios, papiros y libros escritos en piedra y uno que otros objetos como cuadros y amuletos.
—Lord Salvia estos son todos los objetos históricos que pude conseguir en todo este rato— Considerando que se tardo un par de años en reunirlos era una cantidad aceptable.
—¿Bueno y que contienen?— Pregunto Salvia saltando de su trono y acercándose a la carreta.
Resaltar que por el tamaño de la Lord no alcanzaba a tomar las cosas sin tener que inclinar todo su cuerpo.
Tomo varios de los libros y empezó a repasar cada uno de ellos —Traje un poco de todo, la verdad nunca pensé necesitar estos diarios viejos, suerte que un amigo mío guardo un par— Quirrel continuó señalando las cosas que traía mientras las mencionaba —Los pergaminos son planos de la infraestructura de Hallownest, fui muy afortunado de que la biblioteca me permitiera tomar copias de estos, pensé que serían de ayuda para mejorar este futuro reino.
—Muy útil la verdad— Podrían replicar parte de la tecnología que tenían en Hallownest con eso pensó Salvia para sus adentros.
Quirrel se acercó a la carreta rebuscando entre sus cosas para finalmente sacar un ídolo del Rey, y una copia de un mapa al completo de todo Hallownest.
—También traigo cosas cómo estás quizás sean baratijas pero tendrán su valor supongo. Incluso quizá puedas utilizar este mapa si llegas a visitar a Hallownest, aunque debo de decir que algunas cosas han cambiado.
Salvia sonrió gentilmente, dudaba que algún día pudiera librarse de su trono pero tal gesto tenía que ser gentilmente agradecido.
—Si alguna vez vistas Hallownest y te interesa hablar y adquirir el conocimiento deberías visitarme en cañón nublado, en los archivos de Monomon que están marcados en el mapa.
—Muchas gracias— Asintió Salvia.
Salvia tomó el ídolo del Rey y el mapa prestándole especial atención al primero, una figura extraña de un antiguo monarca, podía sentir una curiosidad palpitante, ya tenía bien en claro que el Rey de Hallownest fue un icono de admiración para su reino ¿Que historias maravillosas podía contar este antiguo monarca de seguir vivo?
Salvia fue sacando todas las cosas que Quirrel le trajo dejando solo algunos diarios que no le parecieron muy interesantes, dejó todo a los pies de su trono y subió una pila enorme de libros a este para irlos leyendo cuando pudiera darse el tiempo.
—Todos estos regalos son magníficos Quirrel ¡Te agradesco que los trajeras!— Dijo la Lord saltando en su trono bastante complacido.
—Agradesco el cumplido. Ahora podemos hablar sobre la siguiente parte de nuestro acuerdo— La voz de Quirrel de pronto perdió aquel animo juguetón, sonó con seriedad, más apropiado para alguien de su edad.
Esto debía ser su modo serio, así lo reflejaba su mirada más centrada.
—Si por supuesto.
—Bien, primero déjeme aclarar un par de puntos, hay una razón detrás de mi...retraso para llegar aquí. Ejem Como me veraz he perdido algo de mi juventud y ahora que siento los años correr por mi espalda estoy seguro de que este será mi último viaje, entre otras cosas por qué estaré muy ocupado al regresar a casa.
—Suena bastante duro...— Mencionó la Lord apenada por su situación.
—Si lo se. Así como han sido estos últimos años, llegar aquí tampoco ha fácil tuve que sacrificar ciertas cosas muy importante para mi y me tomo tiempo decidir esto, pero finalmente decidí que no estaría contento hasta saciar del todas mis dudas
Quirrel miró al suelo con sumo pesar, aquel mayor miedo de un explorador, un curioso, o de un investigador era que el tiempo le arrebatara la chispa antes de poder saciar toda su curiosidad.
—Pero no todo es tan malo , afortunadamente casi he saciado toda mi curiosidad, por fortuna, tuve mucho tiempo para viajar y descubrir tantos secretos como me fue posible, incluso descubrir la verdad tras un cultos terrorífico— Mencionó muy orgulloso —Ahora supongo que mi siguiente paso será tomar el papel de mi antigua maestra Monomon y guardar proteger todos los secretos que he podido aprender sobre el mundo.
—Esa esa una meta noble de tu parte.
—Gracias, y ahora como recompensa me gustaría que me revelaras los secreto que guardan...— Quirrel se puso más serio que antes, había un gran deseo en su mirada, quizá demasiado pero quería transmitir lo importante que era para él esta petición. —Quisiera saber como tú y el Lord Jade obtuvieron su estatus de Lord, ya se que no son Lord por naturaleza así que quiero conocer los metodos que usaron para llegar a ese estado, también como es que Jade es Lord siendo que...siento si digo algo ofensivo, no es tan querido o se le reconoce por algunos bichos por estar en contra de todo esto, como fue que usted y su hermano fundaron esta tribu y lo más importante, el árbol blanco que está sobre este zona. Siento que oculta un misterio mucho más grande.
Salvia se quedó pensando varios minutos con la mirada clavada en Quirrel, la Cochinilla no estaba seguro por que se lo estaba meditando tanto, pero tanto suspenso le estaba empezando a poner nervioso como si su silencio fuera el anticipo a alguna clase de castigo por parte de la monarca.
Sabía que evidentemente eso no pasaría pero la situación se prestaba a ello.
Finalmente la Lord abrió la boca —Bien supongo que puedo contarte sobre eso, pero te advierto que no es algo que se deba divulgar por ahí.
—Bien puedo cumplir eso.
—Se que eres muy listo, aun así te recalcaré el "no contarle a nadie" o personalmente te buscaré y te arrancaré las piernas cuando duermas— Apunto la Lord en un tono amenazador nunca antes oído por Quirrel.
—Y-ya se, no lo haré jamás.
—Lo se pero quería recalcarlo. Ahora...veamos...
Salvia entonces comenzó a hacer una gran introspección a través de su vida, no era misterio que había vivido mucho más que cualquier habitante de la tribu y como tal era difícil recordar lo que sucedió años atrás, sobre todo las cosas de su infancia.
Nado entre lo más profundo de sus recuerdo, podía empezar desde varios puntos de su memoria realmente podía contestar dos preguntas de un tiro pero una de ellas era un poco más complicada y tenía que ver con cierto acontecimiento y unas cuantas guerras difíciles de resumir. Quizá debería contar todo desde el inicio, se dijo así misma.
—Para contestar tus dudas quizá tenga que contar gran parte de mi vida ¿te importa?
—En lo absoluto, mientras más detalles pueda meter será mejor para saciar mi gula de curiosidad.— Contestó Quirrel emocionado y tomando asiento con una actitud entusiasta.
—Bien todo comenzó hace mucho tiempo en un lugar muy lejano....
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Hey!
Bueno esto arranca y para empezar quiero comentar que a todos los que me prestaron sus Ocs muchas gracias, sus personajes son muy variados e interesantes, aunque a momento en que escribo esto no se muy bien que papel darles, así que puede suceder que no pueda darles un papel a todos, por lo menos no ahora pero, para gracia o desgracia este Fic será muy largo así que puede que si algún Oc no aparece ahora puede que lo ponga después si algo se me ocurre.
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