El Mercedes-Benz S600 Pullman Guard que se encontraba al borde de la carretera, tenía los vidrios polarizados por lo que Gulf no podía diferenciar si Mew era el que estaba dentro de él o no. Se quedó esperando un rato sin embargo nadie salió, así que se fue directo a su casa.

Tampoco había alguien ahí.

Gulf se cambió de zapatos en el sofá, y luego escuchó el sonido de la llave girando.

Mew se había hundido en amargos celos tan pronto como salió de la casa esa mañana. Se sentía incómodo ante la idea de que su esposo se hiciera amigo de un hombre desconocido, ya que sabía claramente como era el carácter seductor y natural de los hombres y siendo sincero, temía que Gulf lo engañara. Desde su punto de vista, el menor fácilmente podría encontrar un amante y tener una aventura, como lo hacía él. Pero no permitiría que Gulf le hiciera las mismas cosas. No confiaba en ese nuevo amigo.

Se sentó en el automóvil y pensó durante mucho tiempo antes de decidirse a regresar a casa para tener una conversación cara a cara con su esposo. Aunque estaba cansado de su personalidad poco interesante y sus monótonas habilidades sexuales, por un momento sintió, pánico ante la idea de perder a Gulf.

- ¿Quién era esa persona? ¡Lo vi traerte de regreso - Mew abrió la puerta y dijo con una oleada de gran furia - ¿Hace tanto frío afuera y tú aún así no puedes calmarte?

- Gulf se presionó las sienes y respondió - Es solo un amigo.

- ¿El mismo que te dio las flores? - Mew cerró la puerta con un golpe - ¿Cómo lo conociste? Preséntamelo.

- Es un médico, y lo conocí cuando fui a buscar algunos medicamentos en el hospital - Dijo el menor en un tono sin emociones mientras se quitaba lentamente la chaqueta, la doblada con cuidado y luego la ponía sobre el sofá.

- Mew se burló - ¿Doctor? ¿Ese doctor regala flores de diez mil dólares y además tiene el carro del año? Bueno, entonces te pregunto ¿Dónde están tus medicinas? - Simplemente miró a Gulf con ojos fríos y dudosos.

No preguntó: ¿Estás enfermo?

No preguntó: ¿Hace cuánto estás enfermo?

No dijo: Tan grave es tu enfermedad que vas seguido al hospital he incluso ya eres familiar con el doctor.

En cambio pregunta: ¿Donde están tus medicinas?

- Las deje en su auto - Gulf curvó sus labios en una sonrisa irónica mirando al mayor a los ojos - No te preocupes. El doctor es un hombre muy encantador, joven, yo no me relaciono con personas como él.

- Los ojos del castaño se enrojecieron y con una mano, agarró fuertemente a Gulf por el cuello - ¿Acaso quieres estar con él?

- El menor sintió el miedo recorrer por todo su cuerpo, comenzó a removerse pero él no tenía la fuerza necesaria para liberarse de las grandes manos de Mew; en cambio, notó como su rostro ardía por la falta de aire - Si no sabes de lo que estas hablando mejor no digas nada - Jadeó y al ver que su esposo no tenía la intención de soltarlo continuó - Incluso si yo me niego, no me creerás ¿verdad?

- Debes haberte sentido muy solo durante los días en que no estaba. Estás ansioso por buscar un amante, ¿No es así? Creo que no te conocía por completo - Mew de repente empujó al castaño en el sofá y lo miró con una expresión de desprecio en el rostro.

- Aunque Gulf era gentil y tranquilo, tenia sus propios principios y no podía soportar esos tipos de comentarios tan insultantes - Bien, leíste mi mente. Ahora, ¿qué? ¿Acaso tienes miedo?

Esas palabras golpearon duramente a Mew así que sin previo aviso levantó la mano y le dio una fuerte bofetada en la mejilla.

El menor estaba completamente aturdido. Su cerebro ya estaba zumbando antes de sentir el dolor creciente en la mejilla.

Y por un momento, viajo al pasado.

Ellos anteriormente tuvieron muchas peleas e incluso intercambiaron golpes, pero Mew nunca le abofeteó, él solía tratar a Gulf como un tesoro y solo expresaba su ira tirándolo en la cama.

Esa era la primera vez que lo golpeaba en el rostro. Haciéndolo sentir más doloroso que cualquier otro golpe.

No sentía ningún placer por los celos y sospechas de su esposo. Solo sintió un escalofrío arrastrándose sobre su corazón al saber que Mew lo golpeó por pura posesividad, ya que él sabía que cuando el castaño realmente amaba a alguien, se podría poner muy celoso pero nunca lo iba a demostrar. Como lo que le había hecho con Gulf en el pasado. Mew era como un lobo salvaje que fingía ser un perro fiel, escondía toda su ira y envidia apresurándose en regresar a casa de inmediato siempre que Gulf lo llamara.

- El castaño miró a su esposo con ojos preocupados y dijo rendido - Estoy celoso, ¿puedes solo mantenerte alejado de él? Has estado ignorándome durante varios días.

Cuando realmente te preocupas por alguien, no lo lastimas y mucho menos lo golpeas.

El mayor se había arrepentido tan pronto como abofeteó a Gulf. Estos años dirigió una empresa y la gente a su alrededor lo adulaba. Gradualmente, se volvió egocéntrico y no podía soportar que otras personas lo ofendieran. No fue su intención lastimar al menor.

- No deberíamos estar discutiendo por un extraño - Aunque Mew se sintió algo culpable, lo cubrió con una cara de justicia propia y mencionó - Ese amigo tuyo no parece ser un buen tipo así que mantente alejado de él.

Gulf lo empujó hacia un lado y se sentó erguido. Levantó la mano, tocando levemente la mejilla hinchada con una sonrisa burlona en el rostro.

- Tú tampoco eres buena persona, entonces nosotros deberíamos separarnos. Cuando comencé contigo, sabía que no tenías mucho dinero así que tomaba turnos doble y también sufría mucho, pero lo acepté. Fueron 7 años llenos de pura felicidad, nunca pensé que a los 10 años me engañarías. Y ¿sabes algo? Una persona cambia porque quiere - Cerro los ojos, sintiendo una sensación de impotencia, y tomó la decisión de dejar su relación porque estaba cansado de la sospecha y los celos de Mew pero más que nada de esa relación desesperada - De verdad deberíamos separarnos por un tiempo, yo tampoco quiero quedarme en esta vieja casa - Recalcó Gulf en voz baja con un leve sonrisa en su rostro. Estaba tranquilo y relajado como si acabara de tener una charla informal con algún novio.

- El castaño se quedó atónito por unos momentos antes de decir con amargura - Correcto. Tienes un nuevo amante. ¿Ahora qué? ¿Quieres romper conmigo para estar con él? ¡De ninguna manera! ¡No te dejaré ir!

- Te he dado el treinta por ciento de las acciones de la compañía. ¿No es suficiente para compensar el tiempo que perdiste conmigo? - Cuestionó Gulf irónicamente.

- Te recuerdo que esta casa está a mi nombre. Cuando la compramos, pensé que era problemático registrarla como nuestra propiedad conjunta. Así que legalmente, yo soy el único propietario - Mew se burló - Si de verdad piensas romper conmigo, te quedarás sin un centavo. Oh, espera, olvidé que tienes un nuevo amante. Él cuidará muy bien de ti y seguro no necesitarás esta casa en absoluto, ¿no es cierto?

- Gulf frunció el ceño, sus ojos estaban llenos de tristeza y agotamiento, su sonrisa desapareció lentamente y luego suspiró suave - Hemos estado juntos durante catorce años. Mew, ¿por qué eres tan cruel conmigo?

- Por alguna razón, un espasmo de dolor contorsionó el rostro del mayor y le disparó en el corazón. Se acercó a Gulf poniendo un brazo alrededor de sus hombros y luego dijo en voz baja - No hay que separarnos, no era mi intención golpearte, tú sabes que tengo un mal genio y aún así me haces enojar. Olvidemos lo que dije hace un momento y...

- Separémonos - Dijo Gulf con un tono mucho más firme que los anteriores.

- Y el castaño de verdad estaba haciendo todo lo posible para contener su rabia, su cuerpo empezó a temblar y sus sienes palpitaron - No bromees.

- Habló en serio. Yo siempre me tengo que adaptar a ti, tú sabes que yo también tengo un carácter muy fuerte - Afirmó.

- Mew apretó los dientes. De repente, agarró la muñeca del pelinegro y tiró fuertemente de ella, sacándolo de la casa - ¡No me jodas, si eso es lo que quieres entonces lárgate de una vez!

Al principio, el mayor pensó que sería solo una pelea normal, pero nunca esperó que su esposo le diga que se quería separar de él. No podía asegurar si el sentimiento que había sufrido ahora era causado por la ira o el miedo. Su corazón estaba abrumado por la angustia, y en ese punto, solo quería dar rienda suelta a su ira.

Gulf fue lanzado fuera de la casa por Mew. Él tan solo vestía una camisa fina, pantalones sin algún tipo de abrigo y pantuflas de algodón.

Hace frío a las afueras de su apartamento de lujo pero debido a su enfermedad el pelinegro se encontraba demasiado débil como para buscar otro lado en donde pasar la noche.

Se quedó viendo a la nada, pensando si la decisión que iba a tomar era la correcta o no. Hasta que finalmente sacó su teléfono celular del bolsillo y escribió minuciosamente cada palabra. Estaba enviando un mensaje.

"Dr. Vachirawit, programé mi quimioterapia".