🌼🌼Capítulo 43🌼🌼
Era un día nublado y por la tarde solo llovió un rato. La casa estaba asfixiante, fría y húmeda.
El cuerpo de Gulf se había vuelto más sensible que el pronóstico del tiempo. Durante todo el día, la lasitud y el mal apetito lo habían atormentado. Todo lo que comía, lo vomitaba, algo que preocupaba mucho a Bright. Al final del día, termino vomitando toda el agua con la que esté lo había alimentado, y el vómito incluso se mezcló con sangre.
Bright estaba horrorizado y de inmediato lo metió en el auto, corrió al hospital y le inyectó ara-C.
Luego Gulf durmió en el hospital, Bright lo sostuvo con fuerza en sus brazos porque no quería que la delgada sábana de la sala lo enfriara. Estaba realmente asustado. Su corazón latía tan fuerte que ni siquiera podía controlar el volante y era algo que no quería volver a experimentar.
Como médico de larga data, solía odiar los gritos histéricos y los llantos de la familia de un paciente. Creía que Dios tenía un plan para cada uno, lo único que los humanos pueden hacer es hacer todo lo posible. Pero ahora entendía que en la situación más desesperada, ningún comportamiento humano era incorrecto cuando el que más te importaba estaba muriendo en tus brazos.
Si él no tuviera tanto pánico como para perder su alma y su voz, era probable que le rogaría a cada uno de sus viejos compañeros especialistas en leucemia para que salven la vida de Gulf, sin importar cuán humillante pudiera ser.
Se veía mejor cuando despertó, pero permaneció pálido. Bright todavía mantuvo su posición y estaba distraído, sin tener idea de donde vagaba su mente.
— ¿En qué piensas? — Gulf preguntó con voz débil.
— El volvió a enfocarse y sonrió — Algo importante.
— El menor no preguntó más, pero pellizcó la cintura lateral de Bright con un toque suave — Soñé contigo.
— En serio.
— Si.
— ¿De que trataba tu sueño?
— Estabas parado en la distancia con un mar de flores detrás de ti.
— Oh no, yo era un vendedor de flores, ¿verdad?
— Sin duda lo eras. De lo contrario, no me ignorarías cuando te pedí una flor gratis.
— Bright apretó abruptamente su abrazo — Siempre te daré todo lo que quieras.
— Gulf sonrió a regañadientes y lo empujó — Dije que era un sueño, no tienes que tomarlo en serio. Aunque tengo una petición... vámonos a casa, ¿De acuerdo? El hospital huele muy mal.
— El médico forzó una sonrisa — ¿Aceptarías el tratamiento si me arrodillo frente a ti y te suplico para que lo hagas? ¿Lo prometerías? — Respondió después de un largo silencio.
— Acabas de decir que me darías todo lo que quisiera, y después de un cerrar de ojos, usas tu mirada infantil para ablandar mi corazón — Lo miró a los ojos y suspiro con una sonrisa — En serio, ¿Cuál es el propósito de esto?
Bright no dijo nada; se veía muy triste, tan triste que Gulf ni siquiera podía soportar el mirarlo.
— Sus cejas se comprimieron un poco y luego levantó la cabeza, dejando un ligero beso en la punta de los labios del médico — Seré tuyo en mi próxima vida, ¿Podrías pretender que eres feliz con eso?
El corazón de Bright se contrajo agudamente. Quizás debería estar feliz. Uno solo tendría que poner esperanzas en la imaginaria próxima vida cuando se sintieran impulsados a la desesperación en esta vida.
Esta vida, la próxima vida.
¿Una promesa?
Así es como funcionan las promesas: las creas o no, de todos modos el resultado no iba a cambiar.
¿Por qué la gente tiene que pasar un mal rato?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro