🌼🌼Capítulo 4🌼🌼
Sin embargo, Gulf sabía muy bien que el hombre que yacía a su costado le dio el valor para luchar contra la muerte. Aunque estaba gravemente herido por la indiferencia de Mew, todavía vivía con la esperanza de que se reconciliaran.
Tal vez este era el llamado "amor", que podría lastimarte, pero también podría salvar tu alma y darte valor.
Gulf fue muy popular desde la infancia. Tenía buenos expedientes académicos, carácter amable y apariencia atractiva, sus ojos café y apacibles habían atraído a muchas chicas. Cuando era estudiante, todos los que lo rodeaban se avergonzaban ante él siempre que les dirigiera una mirada amable. Y si bien es cierto que fue muy bueno en sus estudios, él no fue a la universidad; en cambio, dejó su ciudad natal y se fugó con Mew. Después de que comenzó a trabajar, todavía atraía a muchas personas, incluidas mujeres ricas, hombres ricos y algunos jóvenes. Pero Gulf nunca cambió de opinión sobre el amor que sentía por Mew. Una vez estuvo a punto de morir debido a que sus negocios no iban de acuerdo a lo planeado y aunque él sabía que podría lograr sus objetivos fácilmente si tan solo durmiera con alguno de los cooperadores, nunca le puso los cuernos a Mew. También recuerda que en esos momentos, el mayor estaba teniendo una gran presión debido al trabajo, así que siempre le daba un trato rudo cuando tenían sexo.
El pelinegro se levantó de la cama en silencio y se sentó en el sofá. Sacó un cigarrillo de la pitillera, encendiéndolo. Hace tiempo atrás, valoraba mucho su salud, pero la bebida barata y los cigarrillos lo arruinaron en esa década. A pesar de que todo lo que había sufrido se debía a Mew, nunca se arrepintió de estar junto a él. Amaba al castaño con todo su corazón.
Gulf lo había amado durante catorce años y era triste darse cuenta que ahora ese amor estaba desapareciendo lentamente. Había estado decepcionado durante tanto tiempo que comenzaba a preocuparse por el futuro. Al principio, toleró la traición del mayor debido al profundo amor que sentía, pero ahora ese amor se convirtió en un hábito, o tal vez solo se volvió indiferente a los asuntos de su esposo.
- Pero ¿A quién puedo culpar? Es el camino que yo mismo escogí - Mencionó.
Se quedó durmiendo en el sofá por un tiempo, y cuando se despertó temprano por la mañana, pudo notar que se encontraba con fiebre, rápidamente vertió unas pastillas en su palma y esperó a que el agua hirviera.
- ¿Por qué estás despierto tan temprano? Desperté sintiendo el frío a mí lado - Se quejo Mew como un niño mimado a la par que bostezaba. Su cabello estaba despeinado y algunos cabellos caían por su rostro cubriendo sus ojos, haciéndolo parecer mucho más joven de lo que era en realidad.
- Me acostumbré a levantarme temprano, no he hecho el desayuno así que después deberías salir a almorzar - Dijo el pelinegro en un tono indiferente mientras agregaba un poco de agua caliente al agua fría en su taza, y luego tomaba un puñado de pastillas.
Mew se sintió ofendido por la indiferencia de él más pequeño. Estaba a punto de perder los estribos pero contuvo la ira a tiempo al ver que Gulf estaba tomando pastillas, y preguntó:
- Te ves pálido. ¿Estás enfermo?
- Por accidente me resfrié - Gulf sonrió y continuó - Nada serio. ¿Hoy no vas a trabajar.
Mew escuchó la ironía en la voz de su esposo, bajo la cabeza y sintiéndose algo culpable, respondió:
- No. Hoy me quedaré a hacerte compañía.
Gulf no mostró ningún placer por aquellas palabras, sólo puso la olla en la cocina de gas.
- Está bien. Te cocinaré unos fideos con sopa de tomate.
- Bien - El mayor se sintió aliviado y se acostó tranquilamente en el sofá, esperando su desayuno.
Puso los fideos en la sopa caliente antes de escuchar la voz del castaño proveniente de la sala de estar:
- ¿Estás cuidando flores? Pensé que nunca te había gustado cuidar plantas.
Gulf hizo una pausa en su movimiento mientras respondía:
- Mi amigo me las dio, solo estoy intentándolo por diversión.
- ¿Amigo? ¿De dónde? ¿Lo conozco? Esta orquídea es sumamente cara. ¿Acaso la cuidas solo por diversión? - Mew lanzó varias preguntas.
Sus celos molestaron a Gulf. ¿Cómo se atrevía a regañarlo después de jugar con sus amantes? Mew era el hombre más desvergonzado que jamás había visto. Estaba demasiado enojado para responder a sus preguntas sin sentido.
- ¡Gulf! - El mayor levantó el tono de sobre manera - ¡Responde mis preguntas!
- ¿Tú puedes quedarte afuera y divertirte pero yo no tengo permitido hacer amigos?
Sin prestar mucha atención a las palabras, apagó la cocina de gas, dejando los fideos a medio cocinar en la olla para evitar que se pegaran.
- Mew se enfureció comenzando a sentir un poco de vergüenza - ¡¿Qué mierda estás tratando de decir?! Mientras estoy afuera trabajando como un burro para proveerte. ¿Tú estas en casa pensando estupideces cómo estás?
- El pelinegro se burló - ¿Para mí? ¿Estás bromeando? Te di tan solo el treinta por ciento de las acciones de la compañía. Y esta casa es nuestra propiedad conjunta. No necesito tu dinero, Mew Suppasit ¿Es qué te falla la cabeza?
- El castaño se molestó por las repentinas críticas implacables, pero no admitió la derrota y respondió rápidamente - ¿No estás asustado de que descubra lo que estas escondiendo? Quien sabe si ya tienes a alguien allá afuera. Ni siquiera me dejas tocarte. Esa maldita planta es suficiente como para pagar el pago inicial de una casa.
- Gulf se sorprendió, realmente no sabía que esa orquídea era tan cara; de lo contrario, no lo habría aceptado. No esperaba que el doctor Vachirawit fuera tan rico y generoso. De todos modos, él no tuvo una aventura con otros, pero Mew si. Y comenzaba a sentirse incómodo por la enfermedad. Entonces se enojo aún más y lo reprendió - Si ni siquiera estás dispuesto a regresar a casa, entonces piérdete. No me importa lo que hagas en la calle ¡Así que simplemente déjame solo!
Mew de verdad iba a explotar, se sentía muy cabreado por la actitud de su esposo y no pudo evitar dar dos pasos hacia adelante. Levantó una de sus manos, dispuesto a abofetear a Gulf.
- El más pequeño lo miró con expresión desconsolada, las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, y luego preguntó - ¿De verdad estas dispuesto a golpearme?
Al ver lo que había provocado, Mew sintió un pinchazo en el corazón y bajo la mano. Hay tantos chicos he incluso mujeres afuera esperando pasar un buen rato conmigo. ¿Y él sólo me desprecia?, ¡Me iré ahora mismo!, pensó con repentino agravio, tomó su abrigo y salió directamente de la casa sin mirar atrás.
Gulf frunció el ceño y se secó las lágrimas. Lleno el cuenco con fideos y se sentó en la mesa. Aunque perdió el apetito por la repentina pelea, todavía se esforzó en masticar cada bocado. Estaba harto de los fideos y sobre todo estaba harto de Mew pero al menos, los fideos no lastimarían su corazón.
Sin embargo, unos minutos después, vomitó todo lo que acababa de comer e incluso escupió un bocado de sangre.
El amor no solo hirió sus sentimientos, sino que también hirió cada parte de su cuerpo.
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