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🌼🌼Capítulo 27🌼🌼

Después de ese día, el estilo de vida de Gulf y Mew cambió demasiado. El mayor sabía bien que había ido muy lejos y se sentía culpable, por lo que estuvo atento con su esposo como compensación. Gulf, sin embargo, mostró una indiferencia que nunca antes había existido. Se mostró aún más reacio a hablar después de que se lastimó la lengua, o de ser abrazado y besado por Mew. Finalmente, incluso se mudó a la habitación de invitados.

— ¡Gulf a comer! — El castaño al ver que estaba empacando como si planeara instalarse en otro lugar, no pudo evitar enojarse.

Él todavía permaneció en silencio y siguió empacando.

— ¡Hace días que no me hablas! Llamé a Saint y me dijo que ahora deberías estar mejor. Todos los días te la pasas deprimido, si estás pensando en algo entonces dímelo. ¡No me tortures de esta manera! — Cuánto más decía, más ofendido se sentía y por fin se quitó el delantal y arrojó la espátula al suelo — ¿Por qué debe de haber tantos problemas entre dos hombres adultos? Estás aquí, siendo irracional conmigo, en esta batalla fría interminable ¿cuándo planeas dejar de darme la espalda? ¿Cómo es que cuanto más mayor te haces, más te pareces a una mujer?

Gulf se quedó aturdido, le tomó mucho tiempo recuperarse del impacto y la tristeza. No creía del todo lo que acababa de escuchar.

No eran las mujeres las que estaban en la posición débil, se volvían cada vez más tolerantes y silenciosas, y se volvían cada vez más vulnerables.

Podría tratarse de cualquier persona, que fuera profundamente dañada de corazón.

— Mew, ¿tú crees que no puedo vivir sin ti? — No había hablado durante mucho tiempo, por lo que su voz salió inesperadamente ronca, como si cada una de las palabras se ahogara con su sangre.

— El ojinegro dejó de reclamar y se limpió las manos para llenar el cuenco con arroz. Su tono, en consecuencia, se convirtió en una suave congraciación — No. mi Gulf vivirá una buena vida durante cien años, pase lo que pase — Solo tenía la intención de obligar al menor a que le dijera algunas cuantas palabras. Cualquier cosa estaría bien, incluso los insultos lo harían sentir seguro como si pudiera demostrar que todavía era dueño de su amor.

— Los ojos de Gulf se pusieron rojos de ira y por primera vez en su vida, perdió la cordura, volviéndose violento — ¡Vete a la mierdas, Mew Suppasit! ¡¿Crees que estoy bromeando?! ¡¿Crees que después de soportar la soledad y tú maltrato, estoy fingiendo esto para tener tu compasión?! ¿De verdad crees que no puedo vivir sin ti? Son sólo catorce años, ¿no? Solo catorce años.

Mew se sorprendió por la repentina ira explosiva. No había tenido tiempo de pensar más, pero instintivamente sintió que lo que sucedía ahora era raro e inexplicable.

El pelinegro había estado deprimido durante mucho tiempo, y una vez que su emoción se liberó, no pudo controlarse. Rompió dos jarrones con ramas secas de ciruelo en la sala de estar y el suelo fue sembrado de porcelana rota mezclada con restos de flores. Cuando no quedó nada en sus manos, se apresuró a entrar en la cocina. Mew no tuvo ninguna reacción hasta que Gulf rompió el cuenco que él sostenía.

— ¡Gulf! Todo está bien. Detente, venga, detente. Tranquilo — Mew lo sostuvo con un firme agarre en sus brazos, porque en ese momento tenía mucho miedo de que Gulf corriera a buscar un cuchillo en la cocina.

No pudo librarse de los brazos que lo sostenían a pesar de sus violentas luchas, por lo que mordió airadamente el brazo del castaño. Este sintió tanto dolor que lo dejó seguir en un reflejo condicionado.

— Gulf se dio la vuelta y le dio una fuerte bofetada en la mejilla — ¡Fuera!

En un estado inconsciente Mew quiso devolverle el golpe pero retrocedió de inmediato al darse cuenta que no debería hacer eso. No se atrevía y no estaba dispuesto a golpear al menor otra vez. Bajo la cabeza con los labios apretados, entró al dormitorio como un perro callejero con la cola entre las piernas y buscó un rincón para evitar la palea.

— Sin embargo, Gulf no podía soportar algo más. Rompió otro cuenco como si tuviera miedo de perder impulso y señaló la puerta — ¡Fuera de aquí!

Entonces, Mew fue echado.

El ojicafé se sentó postrado en el suelo, donde inadvertidamente, varios trozos de porcelana rotos le hicieron cortes ensangrentados en la mano.

Estaba en trance. ¿En verdad lo hizo? Se acababa de hacer realidad lo que imagino innumerables veces como si de una broma se tratara: le arrojó platos a Mew y lo echó de la casa ferozmente.

Se rió entre dientes, se puso de pie y se dedicó a limpiar el desastre por su cuenta.

De hecho, los escombros de la habitación se parecían a él. La lámpara se había convertido en solo un sonido nítido cuando la porcelana cayó al suelo. Entonces aquellos objetos no tenían ningún sentido. Si los limpiaba, mañana habría una nueva lámpara en el mismo lugar de la mesa.

Recogió los pedazos con las manos, sin preocuparse por los cortes. Ya que cuando la gente estaba insensible, nada podía hacerles daño. Volvió a caer en trance y se preguntó, dependiendo del temperamento de Mew, cuánto tiempo se quedaría fuera de casa otra vez. Era posible que lo dejara solo y siguiera su propio curso.

Mew era tan agresivo que si uno de sus amantes se atrevía a hacerle las cosas que él le hizo, pensaría en algunas formas desagradables de castigarlo. Pero se trataba de Gulf, realmente tuvo que pensarlo. En un tiempo anterior, era fácil lidiar con el ojicafé: solo lo engatusaba para que se sentara en la cama a tener sexo punitivo, luego lo convencía diciendo que tenía diversión con gente de vez en cuando, y que pasaría más tiempo con Gulf, el que tenía su amor completo. Pero esta vez Mew se encontraba realmente avergonzado para hacer eso.

O tal vez en estos días el castaño estaba realmente preocupado por él.

Gulf se quedó solo en casa esa noche. Pero descubrió que en realidad era mejor y más conveniente quedarse solo.

Mew, por su lado, no se sentía tan cómodo. Se emborrachó en un bar, pero el camarero ya lo conocía desde hacía mucho tiempo así que llamó al joven Arm para que lo recogiera.

Temprano en la mañana, cuando se despertó por el dolor de cabeza y el mareo de estar borracho, encontró a Arm tendido boca abajo desnudó en sus brazos. Pareciendo algo razonable para él.

Mew maldijo mentalmente y con aburrimiento, apartó el cuerpo que sostenía. No se había acostado con alguien más en una noche entera excepto con su esposo. Casi al instante, el pequeño se despertó.

Por cierto el castaño estaba orientado a la eficiencia, entonces se decidió a romper con él.

— Arm, conviértete en el gerente sucursal de la compañía. No permanezcas a mi lado. Quédate con el departamento y el coche. Ve donde el asistente Dechaphattanakun para que te dé un cheque. Él sabe bien nuestra situación, no sufrirás pérdidas — Su tono era tan tranquilo como si no hubiera pasado nada importante, sin ninguna emoción innecesaria.

— Arm se incorporó sobre un codo, las marcas rojas en su cuerpo parecían ser la prueba de la ternura y el amor ocurridos en la noche anterior. Estaba casi al borde de las lágrimas — ¿Qué hay de malo conmigo? ¡Dímelo y puedo cambiar por ti!

Mew se vistió con rostro frío. Se acostó con su amante justo después de que lo echaran de su casa, por lo que estaba angustiado, incluso con una sutil sensación de autodesprecio.

— ¡Di algo! ¡¿En que falle?! ¿Acaso no fui lo suficientemente obediente? No te he visto en casi medio mes y no me he quejado. No te gustaban los animales, así que abandoné al perro que había criado durante diez años. Yo no estoy contigo por tú dinero, yo-

— Suficiente — El ojinegro frunció el ceño y no tuvo paciencia — Me voy.

— Debería haber una razón por la que ya no me quieras, ¿no es así? — Arm apretó los dientes, con el rostro oscurecido.

— Mew abrochó su reloj, listo para irse, y se detuvo cuando escuchó las palabras, burlándose — ¿Tengo que dar una razón para romper con un amante? ¿De verdad creíste que estábamos saliendo?

— Sin nada más por decir, el castaño abandonó la habitación. El chico de bello rostro en la cama de repente se echó a llorar y grito con voz ahogada — ¡Me estas mintiendo! Debe haber una razón, ¡Anoche cuando me abrazabas, no parabas de decir el nombre de Gulf!


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