Los ojos del pelinegro se abrieron con sorpresa. Estaba tan aturdido que ni siquiera luchó al principio, pero al recuperarse, mordió a Bright con fuerza cuando sintió que la lengua del otro estaba tratando de entrar en su boca.

El doctor lo soltó y el sabor de hierro provocado por la sangre lo dejó sobrio. Quería disculparse con Gulf o darle un abrazo reconfortante como haría un amigo. Pero solo podía ver su rostro, que reflejaba una mirada llena de disgusto y desconfianza.

— Gulf — Llamó con cuidado su nombre, tratando de estirar su mano para tocar el dorso de la suya. Pero él lo apartó de inmediato y seguidamente le dio una fuerte bofetada en la cara.

Gulf empujó a Bright y se levantó de la cama sin decir una palabra. Con la mirada puesta solo en la puerta.

— El de ojos negros agarró su muñeca con firmeza — Es mi culpa. No estás bien de salud, acuéstate un momento antes de irte, ¿de acuerdo?

Él apretó los dientes e intentó con todas sus fuerzas sacar su muñeca de la mano del médico y Bright tenía miedo de lastimarlo así que solo lo dejo ir. Había sido realmente impulsivo hoy como un demonio. Su cuerpo no estaba siendo controlado por su cerebro.

— Gulf, Gulf — Solo pudo seguir al pelinegro fuera del salón ya que no podía detenerlo, atravesando el pasillo — Tú realmente me gustas. ¿Tanto te desagrado?

— El ojicafé se detuvo de repente y miró al hombre que se encontraba detrás de él durante mucho tiempo antes de apartar la mirada. Su voz volviéndose gentil y suave como antes — Doctor Vachirawit, yo tan solo no quisiera verte seguir cometiendo este error, no es que no seas bueno, al contrario, eres demasiado bueno. Se que no debo interferir en el futuro de alguien más.

— Sin embargo, a Bright no le importó el rechazo y la alineación de Gulf. Lo único que podía pensar era que el menor se había olvidado de colocarse el abrigo por la prisa. Los que portaban enfermedades tenían poca inmunidad, le tenían miedo al frío y la enfermedad que este padecía era especialmente grave. Tener frío significaba fiebre constante. Así que se quitó la bata blanca a toda prisa y la envolvió alrededor del pequeño cuerpo. Con su voz casi implorante — Deja de hablar. Hace demasiado frío, te llevaré primero a casa. No te presionaré, si quieres rechazarme entonces hablemos después de que nos subamos al auto, ¿esta bien?

El corazón de Gulf dolía violentamente. En ese momento, sintió un agravio repentino por el hombre. Y el adinerado doctor se estaba conteniendo desde el principio, pero ahora sus ojos fácilmente se llenaron de lágrimas e incluso suplicó por la opinión del ojicafé con palabras humildes, preguntándole si podía hacerlo o no, si no era bueno, o si a él no le agradaba. ¿Cómo pudo el médico, siendo tan buena persona, enamorarse de alguien como él? Simplemente no podía creerlo, ya que siempre considero a Vachirawit como un amigo cercano. Incluso ahora, se mostraba reacio a lastimarlo.

Cuando el doctor lo sintió dejar de luchar, sostuvo tentativamente la fría mano de Gulf entre la suya, que estaba seca y cálida. No pudo evitar darle un poco de esa calidez, cambiándole de un fuerte agarre a los dedos cruzados.

El más pequeño subió al coche y se quitó la pesada bata blanca que lo envolvía. Pero no la tiró a un lado. Solo vaciló por un momento y la doblo cuidadosamente.

Bright rara vez sintió que su estado de ánimo fluctuará por el comportamiento de alguien. Todavía estaba desconsolado pero saboreó un toque de dulzura en medio de todo el dolor en ese momento.

Subió la temperatura del aire acondicionado y redujo la velocidad del coche.

— Lo siento — Finalmente, fue el primero en romper el silencio — Sin embargo, pienso que no esta mal el que me guste alguien, lo que hice mal fue besarte sin tu consentimiento.

Gulf giró el anillo de plata en su dedo anular derecho, frotándolo una y otra vez.

— Fue por mi culpa. Recibí la amabilidad que me diste, también anhelé tu calidez, pero no hay forma de corresponderte. No importa con que intenciones te quedes a mi lado, la realidad es que me tratas bien.

— Que te trate bien no tiene nada que ver con ese tipo de intenciones — Bright se sintió insultado.

— Él lo sabía claramente, y se rio — No solo eso.

— El coche fue aparcado en la puerta. Gulf se bajó y golpeó la ventana del asiento del conductor. Cuando el vidrio descendió, sonrió débilmente y dijo — Mira, si no fuera porque estoy de esta manera y que tengo una mala apariencia, como si fuera un cadaver, ni siquiera podría hacerte sentir bien.

— El cuerpo del mayor se puso tenso por un momento, e incluso su boca perdió color — Nunca supe que podrías llegar a ser tan cruel — Aquellas palabras cortaron el corazón de Gulf como si de cuchillos se tratara, pero no hubo sangre.

Llevaba la ropa endeble al viento. Sus cafésosos ojos hicieron que todo el invierno se viera mucho más hermoso. Saludo, se dio la vuelta y pronto desapareció de la vista del médico.

No estaba claro quién había perdido primero en el amor. Mew ganó finalmente.

Pero si se trataba de enamorarse de una persona que estaba condenada a no devolver el sentimiento, seguramente perdería como hizo Bright.

Cuando abrió la puerta y entró a la habitación, sus manos estaban congeladas y algo rígidas. Mientras se soplaba los dedos para calentarlos, se cambió de zapatos, notando que los calzados de cuero italiano que él castaño usó por la mañana se encontraban a un lado. Solo entonces se dio cuenta de que había alguien más en la casa.

Mew estaba muy ocupado. Se fue temprano y regresó en la tarde. Durante el día, no tenía tiempo para preocuparse por su esposo. De todas formas, ninguno de los dos molesto al otro. Él estaba centrado con su trabajo y Gulf había ido solo al hospital. Su tiempo estaba bien organizado.

El ojicafé miró su reloj. Eran poco más de la cinco de la tarde, realmente no esperaba que Mew regresara tan temprano.

— El mayor había escuchado el sonido de las llaves y justo después de que Gulf caminara unos pasos hacia la habitación, se abrió la puerta de la sala de estudio. Mew todavía tenía en mano archivos financieros y un par de anteojos con montura dorada de bajo grado en la nariz. Su voz aparentando un tono suave — Dime a dónde fuiste y que hiciste.

Sin razón alguna, Gulf sintió un escalofrío.