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Escribí este libro cuando tenía 16. Y sinceramente no sabía ni como era mi narración, ni como describir ciertas situaciones, no sabía nada sobre nada y todo era un gran lío. Ahora tengo 20 y creo que he mejorado un poquito. Aún creo que tengo muchas cosas que aprender, pero les guardo cariño a estos personajes, para serles muy sincera.

Por lo que. puede, y solo talvez tenga algo nuevo escondido por ahí.

Lo siguiente es solo un borrador. 

Ahh, y lean "Las canciones que somos"

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Lee abajo

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Capítulo 0

Jayce Adams.

Oigo el tintineo de algunas botellas,  veo todo el desorden sobre la mesa, y el pensamiento que se aproxima me parece lo que le sigue a odioso. Medito si hay alguna forma posible para escapar de aquí lo antes posible, pero por mi cabeza no cabe ni una sola. 

Los parciales acaban de terminar, y a todo el mundo parece encantarle la idea de borrar sus notas de mierda con alcohol. Igual y celebrar que al menos unos tantos han aprobado.

Ni se que hago aquí, a mi me fue bastante bien. Y además, acabo de firmar el contrato para publicar mi primer libro, bajo un seudónimo claro, no tengo intensiones de exponerme en internet.

No aún, al menos.

Según internet, eso nunca termina bien, como en el caso de ese tal "Asher James", que ya se imaginan el desastre que fue todo ese asunto, me dan escalofríos de solo pensarlo.

—Cuidado con tu novia—. Le menciono a mi mejor amigo Marcus, y le señalo con la cabeza a la chica que se esta metiendo de un trago una botella de licor.

Oh, pagaría por saber que hará ahora. La ultima vez, bailo por 30 minutos una canción que no se podía bailar, pero de alguna forma ella logro hacerlo.

La cara de Marcus fue un poema todo el tiempo.

—Mierda...— Frunce el ceño, y deja el vaso de refresco que tenía en su mano, hace solo un segundo. —Dame un minuto...

Pero no me da tiempo de responderle, ya esta corriendo hacia Aspen, y tratando de arrebatarle la botella.

No me agrada estar aquí, hay muchos chicos que no conozco si quiera, pero que me sonríen o me dicen cosas que a penas y entiendo. Por lo que decido dar un ultimo vistazo alrededor y largarme cuanto antes.

En mi mesa esta un chico de cabello castaño que no conozco, luego a su lado, moviendo de manera exagerada su cabello una chica rubia que se llama Verenice, al parecer es la nueva amiga de Aspen. El resto no son más que desconocidos, así que decido hacer como que no existen. El lugar esta lleno a reventar de estudiantes, aunque son de todas las universidades que existen en la ciudad.

Suspiro, y saco suficiente dinero para cubrir lo de mis amigos y lo que consumí (Que se resume a una cerveza y parte de los nachos de Marcus) y me despido de los demás al ponerme de pie. Algunos asienten y el resto dice que es una pena que me vaya tan temprano.

No me importa, no aguanto un segundo más aquí.

Tomo mi abrigo negro del respaldo de mi silla, y salgo del lugar. La brisa me golpea tan pronto como cruzo la puerta del bar, el viento es frio, la noche parece atraerte, te llama, te dice que te acerques, que todo va a estar bien.

Pero no le creo ni un poco.

Toco mis bolsillos y me doy cuenta de mi estupidez, le lance las llaves a Marcus para que fuera por Aspen más temprano. De inmediato planteo la situación en mi cabeza, puedo ir adentro y buscar a esos dos, o ir caminando hasta encontrar un taxi.

Definitivamente es una noche hermosa.

Y adoro caminar por la ciudad.

Entonces echo a andar. Las calles de Riddle Stard están vivas, no doy más que unos pasos cuando me encuentro algún auto, o alguna persona caminando. Igual y algo tiene que ver que todavía es temprano, no pasan de las 11 de la noche, y la luna está tan brillante que aún sin todas las faroles se podría ver claramente.

Se trata de una luz tenue, entre azul y blanco. Incluso me molesto en darle un vistazo, se notan algunas nubes grises en el cielo, solo espero que no llueva antes de llegar a mi departamento, o le echare la culpa a Marcus si me da un resfriado.

Meto las manos en las bolsillos de mi abrigo y sigo caminando. Paso algunos metros en las calles, llegado a la avenida 9 y me cruzo un paso peatonal que destaca en la calle, en un color entre amarillo y anaranjado brillante.

El silencio que me invade, viene con olas de tranquilidad. Me siento liviano, como si cada parte de mi vida estuviera en su lugar, como si tuviera el total control. 

Cuando llego a un pequeño parte, que se ubica bastante cerca de mi departamento me siento tentado a tomar asiento. Extiendo mis brazos enderezando mi espalda, y me dedico una sonrisa para mi mismo.

"La vida es buena". La vida es malditamente buena. 

Y todo pensamiento o sensación de tranquilidad termina cuando empiezo a escuchar unos gritos venir de cerca.

Me niego a abrir mis ojos pero es algo inevitable, el ruido aumenta tanto que soy capaz de entender un tanto de que se trata. Es una pareja, está a unos pocos metros de mi y se están gritando.

No los distingo muy bien.

Solo soy capaz de notar el cabello entre rubio y café el chico, es alto y parece tener mi edad. Y la chica con quien discute trae el cabello desordenado, es castaño, y lleva uno Jeans que se le ven bastante bien, junto con una camisa corta de color verde.

La discusión parece empeorar, y muchas de las palabras son totalmente claras, como "Vete a la mierda Alan", y "Enot deja que te explique". Y decido que es hora de marcharme cuando se distingue la palabra "Infidelidad" y "No quise hacerlo", es demasiado para mi, siento que me estoy metiendo en algo que no me importa en la absoluto.

Pero, junto cuando estoy por retirarme, justo cuando pretendía alejarme de ahí y pretender que no escuche nada.

El estruendoso ruido de un impacto me detuvo.

Se escucho seco, y doloroso. 

La chica castaña se sostenía la cara de repente, y por los lados que se escapaban a la vista pude notar como su mejilla se torno roja.

Él la había golpeado.


Nota de autora: Digamos que esto pasa en otro universo.

Digamos que en ese universo, Jayce y Enot no se conocieron. Entonces ¿Qué pasaría?

¿Cambiaría la historia? 

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