Mantas de juguete
Miro el terciopelo de mi boca
pestilente como nunca ante la sopa.
¿Qué sabe más ardiente que mis besos
que doraban hasta adentro de tus huesos?
Menos palos, menos velas
por ellas sostenidas,
ya no hay remos, ni agua en que viajar.
Dormimos a intemperies
sin pulgas que matar por nuestros dedos.
Sangran las uñas o las pieles,
lavan y huelen a su gente [...]
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