ROYXJAY

Una de las cosas que Bruce dejó en claro para esta misión fue "Compórtate y no hagas estupideces", claro que el jamas específico lo que era considerado una estupidez, así que todo se puede volver muy ambiguo pues una estupidez puede ser desde no responder las llamadas de Alfred hasta asesinar a 80 idiotas que venden droga, como sea Jason no tiene un estándar de lo que es una estupidez y eso no es su culpa como ya dejamos claro, asi que aceptar el reto de Roy no puede considerarse como estupidez, ¿verdad?.

-Entonces, ¿Entendieron la misión?- preguntó Jay viendo a los miembros del equipo a lo que Roy simplemente bufo.

-Más que una misión es una apuesta y voy a ganar- aseguró

Jason rodó los ojos debajo de su casco, aunque las expresiones del casco delataron su irritación.

-¿Qué pasa Red?, ¿Crees que puedes vencerme?

Red no se molestó en responder, únicamente cargó su arma en una especie de afirmación silenciosa a lo que el contrario le dice.

-Entonces que inicie el juego- respondió el menor con una sonrisa guiñando un ojo al ex Robin a la par que se levantaba, deben iniciar si querían que las cosas salieran bien.

La noche es joven y cubre a Gotham en un abrazo possible, causando que la tensión en el aires es palpable para cualquiera que pueda presenciarla, Jason fiel al estilo del murciélago se mueve en las sombras como si fuera parte de ellas, sintiendo la adrenalina fluir en su interior.

-El que derrote más idiotas paga las hamburguesas- dijo Roy con su arco listo para iniciar- solo recuerda Jay, me gustan las de triple carne.

Ambos sabían que el objetivo era claro: desmantelar una red de tráfico de drogas que había estado causando estragos en la ciudad. Pero la verdadera competencia era entre ellos, un juego de quién podía ser más ingenioso y efectivo.

- Primero en derribar a tres de esos idiotas, gana, - dijo Jason, su voz llena de confianza.

- Trato hecho, - respondió Roy, ajustándose la aljaba.

Con un último intercambio de miradas, ambos se lanzaron al ataque, ambos con la idea de vencer al otro, se dispusieron a disparar con sus respectivas armas, cuidando sus espaldas, de cierta manera, y avanzando para dejar a los más posibles inconscientes, Las balas de goma de Jason dejan una marca de tinta roja en aquellos que las reciben, marcando así cuántos han sido derrotados por Jason, mientras que Roy, siendo un poco menos sofisticado, marca a sus caídos con una flecha al costado del cuerpo caído, lo que de alguna manera le da una ventaja a Jay, pues él no debe disparar doble al mismo objetivo.Su pelea no duró mucho, pues a pesar de ser una multitud a quien se enfrentaban, ambos se vieron tan centrados en ganar que simplemente dieron lo mejor de ellos mismo.

El eco de sus golpes resuenan por la noche, mientras Jason y Roy se mueven con precisión, como lo harían en un baile de salón, elegantes y coordinados, la competencia se intensifica con cada cuerpo que cae contra el pavimento.

-¡Otro más a mi cuenta!- grito Jason.

Roy, sin estar dispuesto a perder lanzó una de sus flechas al costado de uno de los enemigos.

-Sigo ganando por uno, chico lindo- exclamó con una sonrisa burlona en el rostro que hizo a Jay rodar los ojos bajo el casco.

-Espera- dijo Jason, notando por primera vez que no estaban siendo atacados, no más, observó a su alrededor notando los montones de cuerpos inconscientes a su alrededor.

-Gane- dijo Roy con una sonrisa.

-Se terminaron los idiotas, ganaste por pura suerte- se defendió.

-Sin yolanda maricarmen, paga.

Jason simplemente rodó los ojos y guardó sus armas con un gruñido, levantando la vista al cielo, pudo ver la señal del murciélago iluminar las calles de Gotham.

-Bien, vamos, que el murciélago limpie nuestro desastre.

De esta manera ambos amigos, medio raros, un poco competitivos y con intenciones reproductivas, decidieron irse en busca de esas hamburguesas y quizá, si la noche así lo permite, de un cuarto de hotel para una "revancha".