Valka y Estoico
/Narra el autor/
Luego de todo el escándalo ocurrido, los chicos se fueron a sus casas. Lo curioso fue que todos estaban tan felices de ver a Hipo, que nadie se dió cuenta de que junto a él estaban los cazarrecompensas. Cuando todos se fueron, el joven busco una forma de ocultarlo, les puso mantas, sábanas y cosas que pudieran ocultarlo que encontró en el lugar. El sol apenas estaba cayendo, por lo que todavía había luz. Cuando finalmente, todos llegaron a la residencia Haddock, el chico decidió abrir la puerta y dejar pasar a sus invitados.
Hipo: ¡¿Hola?! ¡¿Hay alguien?!
Lo que nadie se esperaba es que realmente hubiera alguien esperándolo.
Astrid: Hipo - Salió Astrid de la cocina corriendo para abrazarlo Ay Hipo has vuelto, regresate, qué bueno que estás aqui.
Hipo: Oh, hola Astrid, yo...
La chica se separó del abrazo y siguió hablando.
Astrid: Ahora hay máxima seguridad en esta casa - Cada vez que el chico intentaba hablar, la chica lo interrumpía - Sin multitudes, solo familiares conocidos. No habrá vagos esta vez, el gato es un vago conocido. Observa.
En medio de la sala apareció una torreta automática con comando de voz. Se armó y apuntó.
Torreta: Ha violado el perímetro de la casa de los Haddock, prepárense para ser evaporados. Muchas gracias
La torreta realizó algunos disparos y luego se apagó.
Astrid: Armado y peligroso. Quisiera ver que algún cazarrecompensas se acercara a tu casa.
Hipo: Astrid, permitirme presentarte...
En eso Ochocho se sacó la manta que la cubría.
Valka: A Ochocho, la cazarrecompensas.
Luego de oír eso, Astrid agarró su teléfono y con solo una llamada se armó un escándalo.
Astrid: Todas las unidades tenemos un Código rojo.
Todos sus compañeros guardianes recibieron la llamada y se prepararon.
Elsa: Código Rojo.
Jack:Código Rojo.
Eugene: Código Rojo.
La casa se convirtió en una fortaleza.
Patán: Código Rojo.
Brutacio: Código Rojo.
Patapez: Código Rojo.
La policía también había recibido la llamada y se empezaron a mover. Los guardianes novatos se equiparon se pusieron sus máscaras y/o cascos.
En eso Fred, junto con los de San Fransokyo, comenzaron a tocar cada uno su propia gaita una melodía de combate.
Fred: Vamos muchachos, síganme.
Bocón, el mejor amigo del jefe de policías, lideró un escuadrón a caballo hacia la casa de su superior.
Bocón: Caballería ¡¡Avancen!!
Justo una nave de los guardianes pasó por ahí y de allí saltaron los maestros para apoyar la situación.
Oogway: *Se tira* Jeronimo.
Moon: *Se tira* Fuera abajo.
Maui: *Se tira* Carambo.
Cayde: *Se tira* ... Pocahontas.
Antes de que se dieran cuenta, todas las unidades apuntaban hacia la casa. La rubia se puso su máscara y saco sus espinas desde su brazo. Se puso adelante de Hipo para protegerlo.
Oficial: No intenté moverse, porque esto va a ser un Batidillo.
Hipo: Astrid... - Trataba de hablar mientras está le impedía el paso.
Astrid: Atrás Hipo. Está mujer tiene antecedentes más largos que la Cuaresma.
Hipo: Astrid... Te presento a mi madre.
Eso la dejo en shock. Al poco tiempo le pidió a todas la unidades retirarse y todas se fueron.
Los demás criminales se quitaron las mantas y sábanas y se mostraron ante ellos. Valka se quitó el casco y mostró su rostro ante la chica.
Valka: Soy Valka, mi hijo me ha contado mucho sobre tí.
Astrid se sonrojo y trató de ocultar su rostro por la vergüenza, pero la madre ya había visto su expresión y se reía de la situación.
A los pocos segundos entró Estoico queriendo saber que había pasado para armar tanto escándalo. Al ver a su hijo, corrió hacia él y lo abrazó. La mujer quedo viendo perpleja a su esposo y sin decir nada lo observó.
Hipo: Papá. Siempre creí que estabas loco cuando dijiste que mamá había sido secuestrada por alienígenas.
Estoico: Bueno, eso me metió en problemas.
El chico hizo que su padre volteé y al hacerlo, vió a su esposa.
El gran Estoico el Vasto, quedó sin palabras al ver a su esposa viva junto a los alienígenas que la raptaron. Solo pudieron dedicarse un gran abrazo ya que ambos no tenían palabras para describir la alegría que sentían de poder reunirse nuevamente.
Las horas pasaron y la situación no dejaba de ser incómoda. Kraab estaba en un rincón observando mientras que Seiseis y Sietesiete se sentaron en uno de los sillones que estaban en el comedor. Astrid acompañaba a Hipo mientras que la pareja estaba en la cocina preparando la comida.
Bocón: Espero que no sean sus albóndigas, esas cosas matarían hasta a un dinosaurio.
Hipo y Astrid: *Sorprendidos* ¡¡¡Bocón!!! ¡¿De dónde saliste?!
Bocón: No sé, pero miren.
Los padres de Hipo tenían problemas para poder reconciliarse y volver a cómo eran antes. Todavía había un par de dificultades para continuar hacia adelante. Estoico, en un intento desesperado para volver a ver la sonrisa de su esposa, comenzó a silbar.
Bocón: Oh sí. Me encanta esta canción.
Estoico y Valka cantaron y bailaron, al poco tiempo, Astrid sacó a bailar a Hipo y ambas parejas de baile se movían como si nada les importara. Al terminar todos rieron.
Estoico: Pensé que debería morir para bailar así contigo otra vez.
Valka: No hay necesidad de llegar a extremos.
Estoico: Por tí mi vida, lo que sea.
Esa noche, la casa tenía unos invitados y era incómodo el moverse, pero no importó ya que la alegría resolvió cada problema que oscurecía sus mentes.
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