/Narra Hipo/
  De por sí, este día fue muy desagradable. Primero fueron los negocios con Patapez (ok, eso no cuenta), luego pierdo mi prótesis, Mérida me termina cargando, quedo en medio de una pelea entre chicas, todos me siguieron hasta mi casa (esos fue muy vergonzoso) y me enteré que estoy comprometido por culpa de mi padre. Las cosas no se podían poner peor.

Tv: Al parecer hay una segunda invasión alienígena. Los mismos monstruos volvieron por un segundo round. ¿Volverán nuestros héroes a rescatarnos?

  Mierda.

Stoico: Yo me tengo que ir. Hay trabajo por hacer.

Hipo: Pa, no puedes contra esas cosas.

Stoico: ¿Y tu que sabes?

  Ví fijamente a mis amigos y parecía que todos teníamos la misma idea. Corrimos todos hasta llegar a la puerta y encerrar a todos ahí adentro, incluyendo a mi padre.

Hipo: Jack.

Jack: A tus servicios.

  Durante el entrenamiento, los maestros nos enseñaron usar la luz para guardar objetos en forma de energía dentro de nuestro cuerpo. Esto es muy útil para Jack ya que así puede sacar su bastón en cualquier parte y tener que dejarlo tirado por ahí.

  Nuestro amigo albino congelo por completo la casa dejandolo bajo un campo de hielo.

  Todo el equipo traía sus máscaras bajo alguna chaqueta o bolsillo. Luego de prepararnos, nos fuimos directo al centro de la invasión y allí vimos una "Maga" que era mucho más alta que las de la invasión pasada. Estaba protegida por todo un ejército.

  No dudamos ni un segundo y atacamos con todo nuestro poder.

/Narra el autor/
  Los chicos, poniéndose sus máscaras, fueron inmediatamente al centro del caos.

  Allí se encontraron con un ejército de los mismos monstruos.

  Caballeros

  Acólito

  Y cientos de lacayos

  Bien en el centro se encontraban una  Maga muy poderosa custodiada por un ogro.

  Los jóvenes, sin dudar ni un segundo, atacaron con todas sus fuerzas al enorme ejército. Jack se encargaba de congelar a quienes tuviera en frente, Mérida protegía el flanco derecho, Rapunzel del lado izquierdo e Hipo, desde las altura, disparaba a quienes estaban más lejos.

Rapunzel: Ostia puta.

Jack: Mantengase firmes. No podemos caer todavía.

Mérida: No sabemos cómo destruir esas cosas.

Hipo: Fácil. Acabemos con algunos. Distraeré al monstruo grande y feo, y ustedes se encargan de la bruja. Sin ella, todo el ejército desaparecerá.

  El equipo completo estuvo de acuerdo y comenzaron a atacar de la manera que lo habían planeado. La fuerza de la chica ruda le permitió enfrentarse cuerpo a cuerpo con los caballeros quitándoles sus espadas y cortándole la cabeza a uno o dos de ellos. Los lacayos se acercaban rápido, pero la artista usó su larga cabellera como si fuera un látigo indestructible.

  Mientras tanto, en la casa, los padres intentaban derribar la puerta con algunas lágrimas en sus ojos por miedo de perder a quienes ellos más amaban.

Stoico: ¡¡¡Hipo!!!

Fergus: ¡¡¡Mérida!!!

Patán: ¡¡¡Patán!!!

  Todos se quedaron viendo a patán con mucho enojo.

  En ese momento, Patán sintió el verdadero terror.

  Astrid le dió un fuerte golpe en la cara haciendo que se desmaye. Todos aplaudieron al ver esto.

Eugene: ¡¡Tenemos que salir!! ¡¡Esas cosas están allá afuera al igual que ellos.

Astrid: Señor ¿No tiene alguna salida de emergencia o algo por el estilo?

Stoico: Déjeme pensar un minuto. Creo que hipo lo tenía pero no recuerdo bien exactamente.

Patapez: Emmm... ¿Astrid? ¿Segura que quieres ir afuera luego de ver esto?

Astrid: Patapez, somos guerreros. Está en nuestra sangre el pelear hasta la muerte.

Stoico: Así se habla, niña.

Fergus: Yo te apoyo - Fergus junto con Eugene, Astrid, Stoico y los guardianes, gritaron con todas sus fuerzas animados por el calor del momento.

Elinor: *Calmada y con una mirada sería* Fergus.

Fergus: *Muy asustado* Pero, nuestra hija... es que yo... Si querida - El señor DunBroch terminó siendo dominado por su esposa y todos se calmaron al ver esto. Eugene y Astrid bajaron la mirada esperando que que ambos adultos volvieran a animar la marcha cómo antes.

Elinor: Se, que están preocupados. Yo también lo estoy. Pero comportándonos como salvajes no solucionaremos nada. Ahora, Stoico, tu y yo buscaremos esa puerta secreta; Fergus, Astrid y su pandilla, buscarán todo aquello que sirva como arma; Eugene, tu y los demás veran como esta la situación, traten de derribar el muro de hielo ¿Todos listos? - Todos quedaron impresionados por la forma en que dirigió la situación. Y sin más tiempo que perder, hicieron lo que les ordenó

  En el campo de batalla, muchos de la colmena quedaron muertos. Nuestros héroes, con mucha dificultad, iban avanzando poco a poco. Los enemigos se volvían más feroces, haciendo más difícil seguir el ritmo.

  Un grupo de caballeros proteguian al ogro mientras que este disparaba a distancia desde su frente.

  El grupo se refugió en un escombro lo suficientemente grande para cubrir a los cuatro.

Jack: Chicos, si muero hoy... díganle a mi alfombra mágica que no se puede comer mis galletas.

Rapunzel: Estamos a punto de morir ¿Y se te ocurre decir estás estupideces?

Jack: Perdón.

Rapunzel: ¿Que haces Hipo?

  Hipo estaba viendo fijamente al ogro esperando encontrar algo.

  No tardó ni 10 minutos hasta idear otro plan.

Hipo: Ok. Volaré hasta llegar al centro, ustedes dos *apuntando a Jack y a Rapunzel* distraiganlos. Mérida, tú conmigo, el ogro es todo para tí.

Mérida: *Sarcástica* Hay, cariño. No debiste, yo no te hice un regalo de bodas.

Hipo: Luego hablemos de eso - Fijo con un tono serio y muy concentrado en su plan.

  Los cuatro ejecutaron la estrategia como lo habían planeado. Hipo y Mérida llegaron al centro de todo mientras eran observados por los jefes. El dragón soltó a la pelirroja y está haciendo un puño comenzó a girar hasta golpear al ogro en la frente mientras gritaba.

Mérida: Es hora de pelear.

  El castaño bajo en picada mientras disparaba sus bolas de plasma, pero la maga no cedía tan fácilmente. Comenzó una lucha en el aire mientras sus disparos caían en cualquier parte.

  Los otros dos iban derrotando uno por uno a los lacayos, pero estaban cosiendo arrinconados, hasta que unos disparos los ayudo a escapar.

Jack: ¿Que fue eso?

  Atrás estaban Stoico, Fergus y Astrid con armas de policías, mientras que los demás tenían escobas, sartenes y otras cosas que usaban como armas y armaduras.

Rapunzel: Voy a matar a Eugene después de esto.

  La pelea ya casi termina, El chico con alas fue un poco más rápido y logró darle un disparo a la cara a la maga haciendola caer en un instante.

  Cómo lo dedujo, el ejército de la colmena fue desapareciendo de a poco hasta no quedar ninguno.

Fergus: * Molesto* Ahhhggj. Apenas salimos de la casa helada y ya terminó todo.

  Los cuatro salieron corriendo lo más rápido posible a la casa de los Haddock para que no creyeran que los héroes fueron ellos.

  Apenas llegaron.