/Narra el autor/
  Los chicos llevaron al joven adentro de la mansión para curar sus heridas. Rapunzel lo envolvió en su cabello mientras activaba su poder.

Po: Gracias chicos. Por alguna razón, ser envuelto en un cabello extremadamente largo y rubio me hace sentir más aliviado y mejor.

Rapunzel: Ese es mi poder. Mi cabello es capaz de sanar cualquier herida o enfermedad. Incluso puede rejuvenecer a la gente.

Po: *Sorprendido* Eso es increíble. Eres como un sol que ilumina el camino.

Rapunzel: De hecho... ese es escudo de mí familia.

Eugene: *Celoso* No te le acerques. Ella es mía.

  Todos nos reímos, aunque a él no le pareciera gracioso.

Po: *Levantándose* Bueno,  tengo que irme. Todavía quedan muchos de esas cosas por eliminar.

Mérida: *Intrigada* ¿Esas cosas?

  En eso aparecieron Entrapta, Dagur y Chico y saludaron a Lo como si lo conocieran.

Jack: *Sorprendido* Momento ¿Lo conocen?

Chico: Si, el junto a unos amigos suyos son enviados del viajero.

Merida: ¡¿Acaso no hay nadie que no haya sido elegido por el Viajero?!

Po: *Se da cuenta* Momento ¿Ustedes son los cuatro? ¡¿Esos cuatro?!

Jack: ¿Y que si es así?

Hipo: Sólo queremos detener está guerra.

Po: Ustedes son los elegidos.

Mérida: Si, al igual que tu.

Po: No, no entienden. Ustedes están destinados a derrotar a Oryx y a los otros.

  Luego de decir esto, los chicos quedaron sorprendidos. Aún no podían creer lo que escuchaban.

Po: Debemos entregarlos antes del combate final. Por la cantidad de invasiones que ocurrieron estos últimos días, calculo que la batalla final será dentro de dos semanas.

Todos: *Sorprendidos* ¡¡¡¿QUÉ?!!!

Po: La profecía decía "Los cuatro Grandes junto a sus aliados y amigos, enfrentarán cara a cara a la oscuridad. Estarán en compañía de la luz y darán equilibrio al universo. Son el invierno que lo congela todo, la primavera ganadora, el verano bestial y el otoño de la fuerza".

  Po simplemente, al ver como todos estaban sin palabras, camino hasta salir de la mansión e invocó su dragón dorado para volver de donde había venido.

  Los chicos tardaron en salir de su sorpresa y cuando lo hicieron se fueron, cada uno a sus casas, excepto Mérida.

  Hipo acarició a su gato y se puso a pensar en lo sucedido. Sabía que debía mejorar de alguna forma. Cuando bajo a comer, los cazarecompensas estaban ayudando a su madre a poner la mesa y a ordenar la habitación para la cena. Eso fue lo que necesito para decidirse.

  Mérida subió a su cuarto y no salió de allí hasta que escuchó una conversación de sus padres. Discutían de lo mismo, no era nada grave. Pero cuando notó  el tono de preocupación de su madre y al imaginarse a sus padres y hermanos atrapado en alguna invasión le dio coraje para elegir su camino.

  Jack había llegado tarde a su casa. Su madre estaba cansada y desmayada en su cuarto, su hermana estaba en su habitación dormida sobre su tarea mientras babeaba. En la mesa habían migas de pan y un plato con una hamburguesa. El chico tenía ganas de llorar con sólo pensar en lo peor que le podía pasar a su familia.

  Rapunzel estaba en su cas con sus lujos, pero ni eso logró quitarle la preocupación de saber su futuro. Sabía que tenía muchos seres queridos a los que quería proteger.

  Al día siguiente, ninguno de los chicos dudaron en entrenar. El director les dio permiso a los chicos para que faltarán las dos semanas a clases. Todos les mintieron a sus padres acerca de donde iban. Al final, se fueron a la Última Ciudad y allí entrenaron junto a la Vanguardia, cientos de Guardianes experimentados y sus mentores.

Los cuatro: Es hora.

  La cuenta regresiva para el combate final ya había iniciado. Era hora de ponerse serios y pelear con todo su poder.