/Narra Hipo/
  Cuando llegué con la ayuda, pude notar algo distinto.

  Frente nuestro no solo estaba Oryx y y Vilgax. Junto a ellos había una sombra que me parecía familiar pero cambiada.

  Jack me explicó lo que sucedió en mi ausencia y yo solo apreté mis puños con furia por no haberlo impedido. Si tan solo hubiera estado lo habría evitado. Al menos aprendimos el poder de nuestro enemigo, solo faltaba rescatar a nuestra amiga.

Hipo: Encarguemonos de esto rápido ¿Ok? - Al voltear ví que todos asintieron - Ok. Jack, Ben; Los dos encarguense de los Psiónicos poseídos, aún hay muchos y se siguen multiplicando. Gwen, Kevin, ustedes distraigan a Vilgax. Rapunzel, te toca el Centurión poseído.

Ben: ¿Que harás?

Hipo: Mérida es mía.

Jack: *Bromista* Ve por tu prometida, viejo.

Rapunzel: *Sonriendo* Estaba extrañando al Jack cómico de las situaciones malas. Nos hacía mucha falta.

Hipo: Lo mismo digo.

  Sin perder más tiempo, los cuatro corrimos hacia nuestros enemigos. Todos siguieron mis órdenes e hicieron lo que les pedí. En medio de la calle solo estábamos Mérida y yo viéndonos fijamente. Atrás de ella estaba Oryx controlándola como una marioneta.

Hipo: Mérida, lamento hacerte esto, pero es la única forma de que regreses.

Mérida: Ni siquiera sé quién eres.

  Ella era completamente distinta, su casco se había roto en la parte de atrás de su cabeza, todo en ella se volvió negro con la parte inferior blanca al igual que sus ojos. Parecía un fantasma.

  Ella y yo teníamos un poder equivalente entre nosotros pero habían cosas que tengamos en ventaja y desventaja con respecto al otro. Ella, cuanto más se enfurecía más fuerte se volvía y yo tenía un aumento en las habilidades básicas pero tenía un cierto límite. Podía volar y ella no pero sí hacia como Hulk, podía "volar" de un salto.

  La pelea comenzó y yo hice lo posible para lo lastimarla, mucho. Intercambiamos golpes como si fuera la primera vez, salvó que en ese momento no éramos tan poderosos y usábamos una pelota y no nuestros puños. Apenas logré acertarle un golpe, noté que parpadeo un poco. Supe que si lograba hacerle suficiente daño, lograrla salvarla y traerla devuelta con nosotros.

  Nuestro pelea fue muy dolorosa, físicamente, para ambos hasta que ella logró derribarme. Me sujetaba de un brazo mientras que con el otro ponía mi cabeza contra el asfalto.

Hipo: ¿Sabes...? Me gustaría que fuera de otro modo.

  Al estar controlada no podía hablar.

  Giré un poco mi cabeza y noté como todos los demás progresaban. Ben ayudaba a su prima y a Kevin y lastimaban a Vilgax lo más que podían pero seguía siendo fuerte. Jack y Rapunzel trataban de distraer a Oryx y el seguía llamando a sus monstruos, lo que distraía a ellos.

Hipo: Mérida. Eres... mi amiga más antigua y te quiero. No quiero casarme contigo ahora, pero me gustaría pasar contigo un tiempo. Te aprecio mucho y quiero que sepas... que lamento mucho haber olvidado nuestro tiempo juntos, ojalá fuéramos como antes.

  Nuevamente parpadeó. Era como si mis palabras, de algún modo, la estuvieran liberando del control. Ella me soltó y se sujetaba la cabeza. Se movía de un lado a otro y el color negro y blanco desaparecía lentamente.

Jack: ¡¡¡Hipo!!! ¡¡¡Ahora!!!

  Corrí hacia ella y le dí...

... Una bola de plasma en la cara.

  Luego de que recibió mi golpe, cayó inconciente. Despertó luego de unos minutos y la ayudé a levantarse. Estaba un poco desorientada, parecía no recordar nada.

Hipo: *Preocupado* ¿Estás bien?

Mérida: *Desorientada* Creo que sí. No recuerdo que fue lo que pasó.

  En eso llega Jack y hace una de sus típicas bromas.

Jack: No a la violencia y si a Jesucristo. Jesucristo, te quiero nene.

Rapunzel: ¿Ya terminaste?

Jack: Si.

Hipo: Que bien, porque ahora debemos devolverles el golpe.

Vilgax: ¿En serio creen que pueden derrotarnos?

Ben: Haremos lo posible, pero igual los detendremos. Si no podemos proteger a la tierra, te juro que la vengaremos.

  Todos nosotros comenzamos el contraataque. Empezamos a activar nuestros elementos y los otros, como podían, atacaban a distancia para no enfrentar a Oryx.

Oryx: *Molesto* Se han vuelto muy poderosos.

Vilgax: No lo suficiente.

  El alienígena se acercó y nos golpeó uno a uno. Mérida y yo fuimos los únicos que lo soportamos. Tratamos de hacerlo retroceder pero seguía siendo muy fuerte. Nos miramos mutuamente y supimos que hacer en ese crítico momento.

  Nos separamos de él y volvimos a activar nuestros elementos. Ella uso el martillo solar para distraerlo y antes de que se diera cuenta le hize un corte solar. El retrocedió un poco y estaba herido, pero nosotros terminamos perjudicados. No nos dimos cuenta de lo que hizo hasta que fue tarde. Usó sus rayos de sus ojos y perforó la armadura de la pelirroja y cuando yo me acerqué a él, me dió un golpe en el estómago que me dejó sin aire. En ese momento, Ben de transformó en Cuatro Brazos y tuvo una pelea pareja pero el ejército del rey lo rodeaba.

  Nuevamente fuimos salvados por nuestros maestro y un batallón completo de guardianes que los apuntaron. Oryx y Vilgax se retiraron y nosotros nos desamayamos por el dolor y el cansancio.