/Narra Rapunzel/
  Ayer fue un día muy pesado para todos. Los abusadores, populares y extras obtuvieron poderes, ahora tenemos más trabajo. De por sí era difícil entendernos nosotros. Ahora hay que ayudarlos y dirigirlos cuando ni nosotros podemos hacer algo en equipo. Ya estamos mucho mejor que antes, pero aún así nos cuesta todavía.

  Hoy me levanté llena de felicidad y alegría. Baje hasta la cocina donde encontré a mis padres, los abrazé y les di mucho cariño.

Padre de Rapunzel: Oh, hija. Hoy tenemos la fiesta de Corona a la noche, no faltes.

  Me retracto de todo lo que dije antes, los odio, los odio a todos.

  Las fiestas de Corona son unas fiestas que se organiza cada muerte de obispo (o sea que se organiza una vez cada tanto)

  Consiste en un baile organizado por mis padres y su exagerada cantidad de plata. Después se reúnen gente poderosa y rica, se hace colecta y luego un baile.

  Odio a esa gente, los mataría a todos con una bazooka si pudiera.

  Después de calmarme, me fui a la escuela así sin más. De camino se me ocurrió pedirle apoyo a los chicos. Mérida y su familia también son ricos, el padre de Hipo es jefe de policía y Jack sería un acompañante.

  Al llegar creí encontrar la paz pintando en mi cuaderno... todo fue peor.

  La clases fueron aburridas, la pandilla de Astrid seguían causando molestias y la nueva novia de Jack, prácticamente lo sigue a todas parte. En el entrenamiento, había que soportar a los de San Fransokyo y a los otros.

Mérida: Hey Astrid ¿Estás enamorada de Hipo?

Astrid: No ¿Por qué preguntas? No tienes pruebas

  La rubia abrazaba de manera rara al castaño. Parecía como si marcará su territorio o como si tuviera miedo de que alguien se lo arrebate.

Moon: ¿Por qué tan tensa señorita Corona?

Rapunzel: ¿Qué, yo? Nooo. Estoy bien, solo que me duele un poco la cabeza.

Aster: Hey, Jack. Ven aquí.

Jack: No quiero, le tengo miedo a los canguros.

Aster: *Molesto* ¡¡¡JACK!!!

Moon: Ahora entiendo porqué ¡¡Hey renacuajos, cállense y entrenen!!

  El entrenamiento de hoy fue un poco más estricto de lo usual. Los cuatro seguimos el mismo ritmo sin problemas, pero a los nuevos guardianes, les costó llegar hasta el final.

  Tomé esa oportunidad para finalmente hablar con mis amigos. Les dije todo acerca de lo de esta noche y les suplique que me ayudarán. Aceptaron luego de un rato.

Hipo: Mi padre podría ir. Al fin y al cabo lo dijiste tú misma, es el jefe de policías, su puesto le da autorización para entrar.

Mérida: Mis padres querían ir. Ahora tendré que acompañarlos.

Hipo: ¿Y si vamos juntos? Estamos comprometido ¿O no?

Mérida: 😈😼  Ok, pero tendrás que vestir tan elegante como un príncipe.

Hipo: Ok.

Elsa: Entonces puedo llevar a Jack como mi acompañante.

Todos: *Sorprendidos* ¡¡¡AAAHHH!!!

  No sé cómo ni desde cuándo, pero Elsa llegó y escuchó todo.

Elsa: La situación económica de Jack no le dará una buena entrada a tu fiesta, su alteza. Pero yo no diría lo mismo de mi situación.

Rapunzel: ¿Qué?

Elsa: Mi familia tiene mucho prestigio,  garantizo que mi familia dejará entrar a Jack, si y sólo si va como mi acompañante.

  Todo quedó decidido y a la noche se realizó según lo planeado. A la hora de reunirnos, apenas nos pudimos encontrar entre nosotros. La fiesta era tan grande que parecía que toda la ciudad fue invitada. Mis padres querían que diera inicio al baile, y no quería hacerlo sin Eugene, pero mi padre no aceptaba a Eugene, así que nos quedamos como... (Emmm, bueno esto es incómodo)

  Finalmente, ambos cedimos y dejamos los juegos. El baile y el resto de la fiesta fue un éxito. Yo estaba con un vestido rosa con algunos detalles dorados. Mérida, por increíble que pareciera, tenía un hermoso vestido verde con algunos detalles estilo escocés. Hipo tenía un traje negro con algunos detalles morado, lo que más resaltaba en el eran sus ojos esmeraldas. Jack tenía el traje que uso con Elsa, pero ahora tenía unos detalles blancos que combinaba con el vestido azul hielo de su "novia". Era extraño para nosotros el ver a los otros con ropa muy formal.

  Nos reímos durante un tiempo, era muy incómodo pero también era gracioso. No lo creí al principio, pero luego me di cuenta de que me estaba divirtiendo mucho en la fiesta. Nos volvimos muy buenos amigos.

  Cuando todo terminó, nos fuimos a nuestras casas y allí cada uno se acostó a dormir.

  Me divertí mucho hoy. Pero creo que mañana yo y toda la escuela escucharemos los berrinches de Astrid. Mérida tomó algunas fotos con ella e Hipo, si le muestra a la rubia, se armara un guerra impresionante.