El último Campeón
Hola, antes de empezar, me gustaría agradecer a un amigo mio que me ayudó con el dibujo de Mérida Poseída que mostré en el sacrificio de Estoico. El trabaja con Camila Cuevas y es un gran dibujante. Apoyenlos con la serie Glichtale y sus otras serie. Eso es todo.
---------------------------------------------------------
/Narra Hipo/
Luego de el combate, llevamos a mi padre inmediatamente a urgencias, pero era demasiado tarde.
Le hicimos un funeral y todos mis amigos y compañeros guardianes fueron. Incluso los comandantes y mis maestros asistieron al funeral. Toda la fuerza policial dieron ofrendas a su tumba y pésame a mamá y a mí. Cuando volvimos a casa, Bocón nos acompañó en todo momento. Era el mejor amigo de mi padre y cuidaba de mí cuando era muy pequeño, era parte de la familia.
Esa noche, después del funeral, volé sin rumbo por el cielo nocturno junto a Chimuelo en su forma dragón. Luego de horas de volar de manera aleatoria, fuimos hasta la antena del edificio más alto y grité lo más fuerte que pude para ver si así salía todo el dolor que sentía por dentro.
Hipo: *Gritando* ¡¡¡AAAHHHHHHHHHHHHH!!!
Al final, pude sentirme un poco más liviano pero seguía sintiendo el peso del dolor. Lloré a más no poder y terminé durmiendo en el lomo de mi amigo. Al día siguiente, noté que Chimuelo estaba durmiendo a mi lado y yo estaba en mi cama tapado y cambiado. Me levanté y me encontré con mi madre, hablamos un poco y me explicó lo que sucedió.
Valka: Chimuelo llegó apenas en su forma dragoniana y después volvió a su forma original. Bocón, por suerte, no vio a Chimuelo en esa forma así que no sospecha de nada. Con su ayuda, te llevamos a la cama, te cambiamos y luego se fue a su casa.
Hipo: Perdón por todo.
Valka: Todos estamos sufriendo. Sé que quiere superarlo a tu manera, pero trata por favor de no lastimar a quienes te rodean.
Hipo: Si mamá.
Me cambié, me puse mi viejo pie prostético, preparé mis cosas, metí a mi gato en mi mochila y me fuí.
De camino a la escuela, trataba de liberarme del dolor pensando en mi padre y disculpándome internamente por todo lo que hice. Estaba metido en mis pensamientos hasta que siento que alguien tocó mi hombro. Agarré su mano y la doble un poco y divisé que aquella persona era en realidad mi viejo amigo, Dagur, y estaba con su hermana menor, Heather.
Dagur: *Adolorido* Au, au, au, au ¡Hermano, eso duele!
Logré recuperar el control a tiempo y lo solté. Se sobaba el brazo debido a lo que hice y me vió con una mirada de preocupación y tristeza.
Dagur: Me enteré. Lo lamento - Se acercó a mí y me abrazó - Se lo que es perder un padre.
Heather se unió al abrazo y comencé a llorar ligeramente. Nos soltamos al cabo de un rato y caminamos hacia la escuela mientras trataban de consolarme. Mi mirada era vacía, mis manos estaban frías, mi pie pesaba, no podía escuchar las voces de nadie más de los que estaban a lado mío.
Heather: Hipo, si necesitas algo, sabes a quién acudir.
Dagur: Si hermano. Es una lastima que hayas recuperado a tu madre y luego perdido a tu padre, pero sé que lo superarás. Solo resiste.
Dagur y yo no siempre nos llevábamos bien, pero desde que el y Heather se reunieron, vió las cosas de otra manera y cambió.
Llego la hora del entrenamiento con todos los guardianes y le avisé a los demás que no iría.
/Narra Jack/
Se que Hipo lo está pasando mal y todo, pero los entrenamientos sirven para que esto no le ocurra a nadie más. Si algún día llegáramos a vencer a los campeones y a los líderes, posiblemente, la gente podría volver a vivir sus vidas en paz y con calma sin la necesidad de ser víctimas de una guerra que no les pertenece.
Jack: Ok, comencemos.
Patapez: *Preocupado* ¡Un momento! Falta Hipo.
Mérida: El todavía no se siente bien, y en el estado en el que está, podría hacerse daño peleando.
Anna: Pobrecito.
Eugene: ¿Qué les parece si entrenamos duro por él? A él le hubiera gustado que siguieramos y nos esforzaramos más. Yo voy a comenzar.
Eugene comenzó a trotar por el gimnasio y poco a poco lo seguimos. Incluso nosotros tres nos esforzabamos arduamente por nuestro amigo que estaba sufriendo por la perdida.
Al poco tiempo, recibimos una transmisión de la policía y resultó que describían un ataque Vex. Los tres nos equipamos y fuimos inmediatamente pero algo era inusual. No había un ejército como siempre, solamente tan tres Minotauros, uno para cada uno.
Jack: Ok, encarguemonos de esto. Elijan a uno y luego...
Antes de poder terminar de dar las órdenes, un sujeto descendió mientras que montaba a una criatura extraña. Tenía varios artefactos a su alrededor pero lo que más llamaba su atención era la criatura que estaba con él. Era parecido a un escorpión salvó que tenía unos enormes colmillos que sobresalían de su mandíbula y unas alas negras como la noche.
???: Me parece que falta uno de ustedes.
Jack: Está un poco ocupado, nosotros te vamos a atender.
Mérida: Déjanos adivinar. Eres el quinto y último campeón, el campeón de los Vex.
???: *Sorprendido* Así es, pero eso no importará luego de que acabe con ustedes.
Los Minotauros corrieron hacia nosotros y los pudimos acabar en poco tiempo. Al momento de enfrentar al nuevo enemigo, este se subió en su criatura y llamó a más de ellos. Esas cosas disparaban ácido que corroía el suelo, pero al mismo tiempo, se encendía con el tacto. Era una especie de ácido muy inflamable. Las criaturas tenían colas con aguijones y nosotros hicimos lo posible para defendernos de ellos. Nos habían acorralado y el sujeto se reía creyendo que su victoria estaba ya asegurada hasta que todos escuchamos un sonido como un rugido y una bola de plasma impactó contra él. Luego, varios disparos lograron distraer a esas bestias, dándonos así la oportunidad para contraatacar. El tipo trató de levantarse pero unas ráfagas solares impactaron contra él, impidiéndole defenderse o pararse. Luego, unos rayos de arco lo lastimaron y por último, impactó contra el un escudo de Vacío. Cuando los ataques cesaron, Hipo, con su armadura, descendió lentamente hacia él. Su cara estaba cubierta por su casco, pero era obvio que estaba molesto. Lo agarró del cuello y lo lanzó bien lejos, haciendo que huyera junto a las criaturas que tenía.
Hipo: *Furioso* No voy a perder a nadie más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro