19 horas.

Santiago

__ ¿Estás bien?__ pregunta Isabella al llegar hacia donde me encontraba y notar mi tristeza.

__ Ni siquiera yo lo sé...solo quiero que Priscila esté conmigo...tú sabes cuánto la quiero.

__ Te entiendo, pero no pierdas la fe, la vamos a encontrarn...además debes recordar que la vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia...quizá este mal momento que estamos atravesando sea productivo, y los pueda unir aún más a ustedes.

__ Esa frase...es muy característica de ella...siempre la dice.
¿Sabes? ahora que no la veo, que no escucho su dulce voz, me siento inútil, mi mente se siente así...pero sobre todo no puedo evitar pensar, que el "mañana le diré que me gusta" que pensaba mi cerebro todos los días, pueden ser unas simples palabras, comprendidas por un vocablo, que nunca ambos pudimos dialogar.

__ No pienses eso, yo sí creo que podrán hacer un muy bonita pareja. Sé que Priscila, por lo general es indecisa y un poco superficial, pero sé que en el fondo, tú estás en su corazón.

__ Gracias por todo Isa...espero poder encontrarla pronto para mencionarle sobre mis verdaderos sentimientos.

__ Disculpen la demora. Aquí está la libreta__ expresa Lucía al llegar.

__ Es hora de irnos.

__ Como de costumbre, la escalera en este horario tiene una concurrencia casi nula...pero debemos hacer mucho silencio, porque sino los docentes que se encuentran en la secretaría, podrían oirnos.

De esta manera, los tres, con el máximo  silencio, iniciamos nuestro objetivo para llegar a la zona particular.

__ Aquí es, ahora hay que abrir esto rápido__ susurra Lucía, cediendo la carpeta a Isabella.
Ella, tomando el objeto en cuestión, sin problemas comienza a ejecutar la técnica; colocando el espesor de la tapa en la ranura vertical de la hoja de la puerta, deslizando así hacia la parte inferior, contactando con la cerradura, lo abre de inmediatamente.

__ Eres impresionante__ expreso feliz.

__ Tampoco es para tanto__ responde la envidiosa de Lucía, que sin perder mucho tiempo en discutir, decidimos ingresar.

Los tres, comenzamos a buscar cosas dentro del sitio, si bien era un simple depósito, sus dimensiones eran extensas, sin mencionar los estantes separadores que dividían cajas y objetos "importantes".

__ Miren esta inmensa caja, tiene la palabra "Priscila"__ comenta Lucía.

Ambos, corremos hacia donde está ella, y en su interior, Isabella y yo reconocemos sus pertenencias, incluido su celular.

__ No puede ser ¿dónde está ella? ¿Dónde está?__ pregunto exaltado con lágrimas en mis ojos.

__ La vamos a encontrar__ responde Isabella dándome una abrazo.

__ No quiero más palabras, quiero hechos Isabella.

__ ¡Basta! Yo sé que esto les puede afectar, pero si siguen llorando, nos van a oír...si quieren encontrarla, dejen de ser ridículos y ayúdenme a buscar dentro de sus pertenencias.

__El celular no tiene carga, debemos llevarlo para revisarlo.

__ Al parecer, después de esto solo hay ropa y artículos de maquillaje.

__ Ni siquiera está su maleta.

__ Esto solo quiere decir que el director nos mintió.

__ Yo les aseguré, la mejor idea era golpearlo.

__ Santiago, ni siquiera debo explicarte que con eso no solucionas las cosas.
Aprende a ser menos sensible.

__ Para ti es fácil ¡no está la persona que amas desaparecida!

__ ¡Ya basta ambos! Mejor salgamos de aquí antes de que nos vean.

Y muy serios, decidimos egresar de ese lugar.

__ Ahora que miro el techo, olvidé por completo las cámaras de seguridad ¿creen que nos vieron?

__ No lo harán Lucía. A menos que estén involucrados con el caso de Priscila__ responde Isabella.

Yo solo las escucho, deseando encontrar a Priscila, y romper todo tipo de sociedad con ambas.