Lucía

Cuando regreso, veo a Santiago muy mal, situado en su banca, mientras es consolado por Isabella.

__ ¿Qué ocurrió?

__ Santiago encontró en su pupitre una foto de Priscila con una cruz roja.

__ ¡No puede ser! ¿Y no vieron a nadie dejar esa foto?

__Ambos estábamos en el baño.

__ Esperen, voy a verificar esto...tal vez sea una broma, un chiste de pésimo gusto.

Y así comencé a maniobrar para hallar la ubicación exacta del móvil.

__ ¡Esto no puede ser posible! El teléfono se ha movido de lugar, y lo peor, es que ahora se encuentra dentro de estas instalaciones.

__ Debemos irnos a ese lugar ¿pero en qué sitio específicamente?

__ Según este mapa, subiendo las escaleras, que conducen a la secretaría del primer piso.

__ Tenemos que irnos__ expresa el apurado de Santiago.

__ Ahora no podemos, nos verán, será mejor hacerlo entre las 19 y 20 hs...por lo general todos están pendientes de la hora del baño y de la cena.

__ ¿Cómo sabes tanto de eso?

__ Es lógica...además soy muy onservadora__ contesto muy segura.

Y a penas concluyendo nuestra comunicación, el sonido del timbre nos recuerda que ha comenzado una nueva clase.

°°°

Varias horas después.

__ Recuerden que nos encontramos 19 p.m. para poder hacer lo que dijimos.

__ Aquí estaré...pero aún no sé cómo abriremos la puerta de ese lugar, que ubicándome geográficamente, creo que es el depósito.

__ Por lo que sé, este colegio está repleto de puertas que tienen como cerraduras elementos empotrados sin picaporte...según los tutoriales de supervivencia que he mirado, con una simple tapa transparente de una libreta se puede abrir.

__ ¿A cuántas personas has robado Isabella?__ pregunto curiosa.

__ A nadie...no lo necesito.

__ Entonces hoy, 19 hs, nos encontramos aquí...la escuela aún estará abierta, y podremos escabullirnos sin que los pocos que estén nos vean.
Y así, los tres nos separamos.