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Samcoln

Era un día normal en la casa Loud, pero en el aire había un sentimiento palpable de cambio. Luna, quien había sido novia de Sam Sharp durante varios años, había decidido que era el momento de terminar su relación. A pesar de la buena relación entre ellos, ambos sabían que sus caminos se habían separado. Luna había encontrado un nuevo amor en su compañero de banda, Sully, y Sam, por su parte, entendió que ya no podía seguir en una relación que ya no funcionaba para ninguno de los dos.

El final de la relación entre Luna y Sam fue amistoso. Aunque había dolor, el cariño mutuo seguía intacto, y los dos decidieron que seguirían amigos siendo. Sam, un poco más madura por su edad, comenzó a encontrar consuelo en la música, y en la casa Loud, el ambiente estaba algo tranquilo mientras todos procesaban la nueva realidad.

Al día siguiente

Era un día común en Royal Woods. El sol brillaba sin esfuerzo y el viento soplaba suavemente, prometiendo un clima perfecto para pasear. Lincoln caminaba tranquilamente por el centro de la ciudad. A sus 16 años, había madurado bastante, aunque aún conservaba ese toque relajado y amigable que lo caracterizaba.

Mientras caminaba, decidió entrar a una tienda de música. Desde que había comenzado a interesarse más por la música gracias a su hermana Luna. La cual Lincoln la consideraba como su hermana favorita.

- A ver qué hay de bueno hoy... -murmuró para sí mismo mientras revisaba la sección de rock alternativo.

En ese momento, una voz familiar lo sacó de sus pensamientos.

- No esperaba verte por aquí, Lincoln - dijo esa voz.

Lincoln levantó la mirada y vio a una joven de cabello rubio con un mechón turquesa, vestida con una chaqueta de cuero y una camiseta de una banda de punk. Era Sam Sharp, la exnovia de su hermana Luna.

- ¡Sam! Vaya, cuánto tiempo sin verte - respondió Lincoln con una sonrisa.

- Sí, hace un tiempo que no paso por la casa Loud. Pero Luna y yo seguimos siendo amigas, así que nos vemos de vez en cuando - dijo Sam cruzándose de brazos.

Lincoln ascendió, sintiéndose un poco nervioso. Aunque siempre había visto a Sam como alguien genial, nunca había hablado demasiado con ella a solas. Pero ahora, con Luna en una relación con Sully y Sam más libre, la dinámica era diferente.

- ¿Así que te gusta la música? - preguntó Sam, señalando los discos que Lincoln sostenía.

- Sí, últimamente he estado explorando nuevos géneros. Supongo que Luna me contagió un poco su amor por el rock. Aunque el hip hop también es lo mío - responde Lincoln.

- Eso es bueno. Un Loud con buen gusto musical. Me gusta - dice la rubia sonriendo.

Lincoln sintió un ligero rubor en su rostro, pero lo trató de disimularlo.

- ¿Tienes planes para hoy? - preguntó Sam de repente.

- No, en realidad solo estaba paseando -respondió Lincoln.

- Entonces ¿Qué te parece si pasamos el día juntos? - dijo Sam, con una expresión divertida. - Hace mucho que no tengo una buena conversación sobre música con alguien

Lincoln no podía creer lo que estaba pasando ¿Sam quería pasar el día con él? Sin dudarlo, aceptó.

- ¡Por supuesto! Eso suena divertido - dice Lincoln.

Sam y Lincoln pasaron el día explorando la ciudad. Fueron a una cafetería donde hablaron sobre bandas, películas y anécdotas de la casa Loud. Sam le contó cómo había estado tocando en algunos bares con su banda y que, aunque no era famosa, disfrutaba cada segundo en el escenario.

- Es genial ver que sigues con la música - dijo Lincoln mientras tomaba un sorbo de su café.

- Sí, es mi pasión. No puedo imaginarme haciendo otra cosa - respondió Sam con una sonrisa. - ¿Y tú? ¿Alguna vez pensaste en aprender a tocar un instrumento?

- Lo intenté con la guitarra, pero no soy muy bueno. Creo que mi talento va más por la escritura. Me gusta contar historias - dijo Lincoln rascándose la nuca.

Sam apoyó el mentón en su mano y lo observará con curiosidad.

- Eso es genial. Quizás algún día puedas escribir una canción para mí

Lincoln sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Sam estaba coqueteando con él? Se sentía nervioso, pero al mismo tiempo, emocionado.

Después de la cafetería, camine por un parque y siéntese en el césped al ver el atardecer. La conversación se volvió más personal.

- Lincoln... -dijo Sam de repente, con un tono más suave. - No quiero sonar rara, pero... hoy la pasé increíble contigo

- Yo también, Sam. En serio, fue uno de los mejores días que he tenido en mucho tiempo - sintió que su corazón latía más rápido.

Sam lo miró fijamente, como si estuviera evaluando algo en su mente. Finalmente, tomó aire y se decidió.

- No sé si te ha pasado lo mismo, pero desde que nos encontramos en la tienda de discotecas, siento que hay algo aquí. Algo que no esperaba... pero que me gusta - dice Sam.

- Creo que siento lo mismo - dijo Lincoln que sintió un calor en su rostro y su corazón se aceleró aún más.

- Entonces, ¿Qué dices? ¿Quieres tener una cita conmigo? - pregunta la rubia que extendió su mano.

- Me encantaría - responde Lincoln tomando su mano con seguridad.

Ambos se quedaron viendo el atardecer, sabiendo que este era el comienzo de algo nuevo y especial. Cuando terminó el concierto, salieron del lugar riendo y hablando sobre sus canciones favoritas de la noche. La luna iluminaba las calles mientras caminaban juntos.

- Debo admitir que esto fue increíble - dijo Lincoln.

- Te lo dije, la música en vivo tiene algo especial - respondió Sam, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta.

Caminaron hasta su moto, pero en lugar de subirse de inmediato, Sam se apoyó en ella y miró a Lincoln con una expresión pensativa.

-Lincoln... -comenzó, con un tono más suave- Me alegra haber salido contigo esta noche.

-A mí también, Sam -respondió él, sintiendo su corazón latir más rápido.

Sam dudó un segundo, pero luego se inclinó y besó suavemente a Lincoln en los labios. Fue un beso corto, pero lleno de significado. Cuando se separaron, Lincoln la miró sorprendida, pero con una sonrisa en el rostro.

- Eso fue... increíble - dice Lincoln sonriendo.

-Tú también lo fuiste, chico Loud ¿Quieres acompañarme hasta mi departamento? - pregunta Sam riéndose suavemente.

- Claro -

Mientras caminaban Lincoln supo que esta era una nueva historia que apenas estaba comenzando.

Los días pasaron y Lincoln descubrió algo nuevo sobre sí mismo. Desde niño, siempre había tenido interés en la música, pero ahora sentía una atracción especial por el hip-hop . Inspirado por las batallas de freestyle que había visto en internet, decidió que quería intentarlo. Sam, al escuchar su idea, muy emocionada.

-¡Eso es increíble, Lincoln! - dijo, apoyándose a una pared. - Si algo me enseñó la música es que cuando la sientes de verdad, tienes que seguirla.

-Es que... no sé si será bueno en esto -respondió Lincoln, inseguro.

-Solo hay una forma de averiguarlo.

Sam lo llevó a un callejón en el centro de Royal Woods, donde se realizaban batallas de freestyle cada viernes por la noche. Había un pequeño escenario improvisado y un grupo de chicos con gorras y ropa urbana se reunía para competir. Lincoln sintió que los nervios se apoderaban de él, pero Sam le dio una palmada en la espalda.

- Tienes esto, Lincoln. Solo deja que fluya

La batalla avanzó y finalmente Lincoln subió al escenario. Su rival no era otro que Trent, que tenía fama en la escena del freestyle local.

-Vaya, si es Lincoln - se burló Trent. - ¿Vienes a hacer un show de magia o qué?

Las risas estallaron en el público, pero Lincoln no se dejó intimidar. Tomó el micrófono y esperó su turno. Cuando el ritmo comenzó a sonar, su mente se aclaró y las rimas salieron solas.

- Mira quién llegó, el chico diferente,
el que no necesita postura pa' sonar inteligente.
Tú eres solo un payaso en este circo decadente,
y hoy te doy la lección que te faltó en el colegio, delincuente

El público reaccionó con gritos y aplausos. Trent intentó responder, pero sus rimas no tenían el mismo impacto. Lincoln estaba en otro nivel. Cuando terminó la batalla, el jurado improvisado levantó sus manos a favor de Lincoln. Había ganado.

Entre la multitud, un hombre con gafas oscuras y chaqueta de cuero se acercó a Sam y Lincoln.

-Tienes talento, chico. Me llamo Marcus y soy productor musical. ¿Te gustaría grabar algo?

Lincoln no podía creerlo. Apenas había comenzado en el hip-hop y ya tenía una oportunidad real. Miró a Sam, quien sonreía con orgullo.

- Vamos, Lincoln, este es tu momento - dijo ella.

- Estoy listo - dijo con determinación.

Al día siguiente

El sol comenzó a ocultarse sobre Royal Woods cuando Lincoln revisó su teléfono con cierta ansiedad. Había intercambiado varios mensajes con Sam en los últimos días, y por fin se había atrevido a invitarla a salir.

- Nos vemos a las 7 en la cafetería de la plaza. Yo invito

Sam había aceptado sin dudarlo, y ahora Lincoln caminaba hacia el lugar, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. No era la primera vez que salía con una chica, pero con Sam se sentía diferente. Era mayor que él, tenía experiencia y confianza, y eso lo hacía dudar un poco.

Al llegar, la vio sentada en una de las mesas exteriores, esperándola con una sonrisa. Vestía una chaqueta de mezclilla y jeans oscuros, con su característico mechón turquesa resaltando bajo las luces del atardecer.

- ¡Oye, Lincoln! - lo saludó al verlo. - Pensé que te habías echado para atrás

- Jamás haría eso - respondió él con una sonrisa, sentándose frente a ella.

Pidieron algo para beber y la conversación fluyó con naturalidad. Hablaron de música, de anécdotas del colegio y de cómo Sam había decidido dedicarse por completo a la música después de terminar la secundaria.

- ¿Y tú? - preguntó ella, apoyando los codos en la mesa y mirándolo con curiosidad. - ¿Qué quieres hacer cuando termines la escuela?

Lincoln se quedó pensando un momento antes de responder.

- No estoy seguro... Siempre me ha gustado la magia, pero últimamente he estado explorando el rap y las batallas de freestyle. Me gusta la idea de expresarme con palabras - responde Lincoln.

- Eso suena a que estás encontrando tu propio ritmo, Lincoln. Me gusta - sonreía Sam.

El comentario hizo que Lincoln sintiera un leve rubor en su rostro. A pesar de la diferencia de edad, Sam lo trataba como su igual, como alguien con un futuro prometedor.

Después de un rato, decidió salir a caminar. La noche ya había caído y las luces de la ciudad iluminaban las calles con un brillo cálido. Se detuvieron en un pequeño parque, donde se sentaron en una banca.

- Ha sido una buena noche - comentó Lincoln, mirando las estrellas.

-Sí, lo ha sido - respondió Sam, girándose hacia él. - Me alegro de haber venido

Lincoln sintió cómo su corazón latía con fuerza tras escuchar las palabras de Sam. Saber que a ella también le gustaba era algo que no había esperado, pero que lo llenaba de una felicidad indescriptible.

Sam seguía sosteniendo su mano con suavidad, sus ojos reflejaban ternura y determinación al mismo tiempo.

- Lincoln... - dijo ella, con un tono más serio pero sin perder su calidez. - Sé que hay una diferencia de edad entre nosotros, pero eso no cambia lo que siento. Me gustas de verdad, y quiero que esto sea algo real

Lincoln tragó saliva. Su emoción era evidente, pero también sintió una ligera sorpresa.

- E-¿estás diciendo que...? - pregunta nerviosamente el albino.

- Si. Quiero ser tu novia, Lincoln -asintió la rubia con una sonrisa.

El albino sintió un calor agradable en su pecho. No había duda en su mente, no tenía que pensarlo.

- ¡Por supuesto que sí! - respondió con entusiasmo, sintiendo que su sonrisa se ensanchaba.

Sam soltó una risa ligera, visiblemente aliviada de que Lincoln sintiera lo mismo. Sin pensarlo demasiado, se inclinó y tomó su rostro con ambas manos, acercándose lentamente.

Lincoln apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de sentir los labios de Sam sobre los suyos. Fue un beso suave y dulce, pero lleno de emociones contenidas. Era su primer beso como pareja, y Lincoln se dejó llevar por la calidez del momento. Cuando se separaron, Sam lo miró con una sonrisa traviesa.

- Eso fue aún mejor de lo que imaginaba - dice Sam.

- Sí... opino lo mismo. - rio Lincoln rascándose la nuca por estar nervioso.

- A partir de ahora serás mi conejito y te llamaré así - dijo con un tono juguetón, acariciando su mejilla.

Lincoln río suavemente, sintiendo un calor agradable en su pecho.

- Jeje, me gusta ese apodo - respondió, sin poder evitar sonrojarse aún más.

Sam se volvió a acercar, sus manos sosteniendo el rostro de Lincoln con delicadeza. El albino, sin dudarlo, llevó sus manos a la cintura y la espalda de su novia, acercándola más a él. Sus cuerpos se encontraron en un abrazo cálido, y pronto sus labios volvieron a unirse en un beso más profundo, más significativo.

El parque parecía desaparecer a su alrededor. No importaban las luces de la ciudad ni el sonido del viento entre los árboles. Solo estaban ellos dos, disfrutando del momento, de la conexión que acababan de formar. Cuando finalmente se separaron, Lincoln apoyó su frente contra la de Sam, mirándola con una sonrisa.

- Creo que este ha sido el mejor día de mi vida - dijo Lincoln.

- Y apenas es el comienzo, conejito - dice Sam riéndose suavemente.

Lincoln suspiro, completamente feliz. Sabía que este era solo el inicio de algo especial. Sam apoyó su cabeza en su hombro, entrelazando sus dedos con los de él.

- Creo que esta será una historia increíble, Lincoln - dijo la joven Sharp.

- Sí... apenas estamos comenzando - asintió el chico Loud que miraba el cielo estrellado con una sonrisa.

Ambos se quedaron así por un rato, disfrutando de la compañía del otro, sabiendo que este era solo el inicio de una nueva etapa en sus vidas.

Después de su cita, Lincoln sintió que era el momento perfecto para presentar oficialmente a Sam como su novia ante su familia. Sabía que no sería algo sencillo, especialmente porque Luna y Sam compartían un pasado, pero confiaba en que todo saldría bien.

Al llegar a la casa Loud, Lincoln abrió la puerta y entró junto a Sam, sosteniendo su mano con naturalidad.

- ¡Familia, ya llegué! - anunció con entusiasmo.

De inmediato, un torbellino de ruido llenó la sala. Leni fue la primera en acercarse con una gran sonrisa, seguida por Lynn, Lola y Lana.

- ¡Linky! ¿Que hace Sam aquí? - preguntó Leni, inclinando la cabeza con curiosidad.

Lincoln aclaró su garganta y presionó con suavidad la mano de Sam antes de responder.

- Bueno, en realidad... Sam y yo. Somos novios

Hubo un breve momento de silencio antes de que una explosión de reacciones sacudiera la sala.

- ¡¿Qué?! - Exclamó Lola con sorpresa.

- ¡Hermano, eso es genial! - dijo Luna, acercándose con una sonrisa.

Las demás hermanas comenzaron a hablar entre ellas, murmurando sobre la noticia con diferentes niveles de emoción y asombro. Sam, por su parte, sonriendo con confianza, aunque su mirada se desvió hacia Luna, queriendo medir su reacción. Luna, sin perder tiempo, se acercó y le dio un amistoso golpe en el brazo a Lincoln.

- Je, sabía que mi hermanito tenía buen gusto - bromeó la castaña rockera antes de girarse hacia Sam. - ¿Cómo estás, Sam?

Sam sintió un pequeño nudo en el estómago. Después de todo, Luna había sido una parte importante de su vida en el pasado. Sin embargo, al ver la sonrisa sincera en el rostro de la castaña, se relajó.

- Estoy bien, Luna. Y... bueno, gracias por esto - dice Sam a su ex novia.

- No, todo bien. Tú y yo siempre fuimos más amigas que otra cosa. Además, ahora estoy con Sully y estoy muy feliz - dijo Luna asentándose con complicidad.

Lincoln suspiró aliviado. Le alegraba ver que todo fluía con naturalidad entre ellas.

- ¡Eso significa que ahora tenemos oficialmente a otra Loud en la familia! - exclamó Lynn Jr, rodeando con un brazo a Sam.

- Oh, ¡eso significa que podríamos hacerle una prueba para ver si encaja en la familia! - dijo Lana con una sonrisa traviesa.

- ¿Prueba? - preguntó Sam, arqueando una ceja.

- Sí, cosas básicas, como soportar el ruido, las bromas de Luan, los experimentos de Lisa... -enumeró Lori, cruzándose de brazos.

- Oh sobrevivir a un partido con Lynn - agregó Lucy con su tono monótono.

- Oh, también tenemos la prueba de moda con Leni y la de etiqueta con Lola - añadió Luna con una carcajada.

Sam se rio, sintiendo que realmente había encajado con la familia.

- Bueno, no me asustan los desafíos - dijo con confianza. - Pero creo que lo más importante ya lo tengo: un Lincoln

El albino se sonrojó al escuchar eso, mientras sus hermanas hacían sonidos de burla y risitas.

- Awww, qué tiernooo - canturreó Leni.

-Creo que sobrevivirá a la prueba Loud - sonrió Lincoln que abrazaba a Sam con orgullo.

La familia continuó bromeando y charlando, aceptando con alegría a Sam como parte del grupo. Para Lincoln, este era un paso importante en su relación, y verlo salir tan bien lo hacía sentir aún más seguro de su futuro con ella.

- Así que empezaste por Sam y ahora estás con mi campeón - dice el señor Lynn a Sam.

- Si señor Loud - dice Sam.

- Estoy orgullosa de ti Sam, espero que apoyes y cuides bien de mi bebé - dijo Rita, feliz y rogando a la chica Sharp.

- Lo prometo señora Loud, jamás abandonaré a mi conejito - dijo Sam haciendo que Lincoln se sonroje por ese apodo.

- Sam, puedes llamarnos Lynn y Rita - aclara el patriarca de la casa Loud.

- Esta bien - dijo Sam.

- Ese mi muchacho, siempre un caballero sni snif buaaa. Tengo al mejor hijo del mundo - dice llorando el señor Lynn a su hijo quien lo abrazaba.

- Gracias papá - dice agradecido Lincoln.

- Y al fin te elegiste una mayor de edad - dijo Lynn Sr.

- LYNN - gritó molesta la matriarca de la familia.

- Lo siento cariño -

Viernes 22:00 PM

El bar de karaoke estaba lleno de vida aquella noche. Las luces de neón parpadeaban sobre la tarima mientras la música retumbaba en el ambiente. Lincoln y Sam habían ido a disfrutar de una noche tranquila después de la presentación de su relación ante la familia Loud. Ambos estaban sentados en una mesa cerca del escenario, disfrutando de la música y las bebidas sin alcohol que habían pedido.

- Vaya, hay talento aquí - comentó Sam, observando cómo un chico interpretaba una canción de rock con bastante entusiasmo.

Lincoln sonriendo y giró su vaso entre las manos, su mente llena de pensamientos. Había algo que quería hacer, algo que sentía que debía expresar. Finalmente, con una sonrisa cómplice, se puso de pie.

- Vuelvo en un segundo - le dijo a Sam, dándole un pequeño guiño.

Ella lo observó con curiosidad mientras Lincoln se dirigía hacia el organizador del karaoke. Se inclinó para decirle algo y, tras un intercambio de palabras, el encargado subió y le pasó el micrófono.

Sam arqueó una ceja, preguntándose qué estaba tramando Lincoln, hasta que escuchó los primeros acordes de una canción que reconoció de inmediato.

Los primeros acordes llenaron el compás, y Lincoln tomó una respiración profunda antes de comenzar a cantar.

"Un señuelo... hay algo oculto en cada sensación..."

Su voz sonaba firme, con un toque de emoción que iba más allá del simple acto de interpretar una canción. Sam sintió un escalofrío recorrer su espalda al darse cuenta de que Lincoln no solo estaba cantando, sino que le estaba dedicando la canción a ella.

Los demás clientes del bar se voltearon a mirar, sorprendidos por la interpretación del albino. Su tono era suave pero lleno de sentimiento, transmitiendo cada palabra con una intensidad que atrapó a la audiencia.

"Ella lo puede percibir..."

Sam se mordió el labio inferior, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. No esperaba algo así. Lincoln la miraba directamente mientras cantaba, sus ojos grises reflejando cada emoción que quería transmitir.

"Es como un efecto natural..."

La rubia sintió que una oleada de calidez la invasión. Nunca nadie le había dedicado una canción de esa forma, con tanta pasión y significado. Cuando Lincoln terminó la última nota, el bar entero se quedó en aplausos y vítores. Sam, sin poder contenerse, se puso de pie y corrió hacia el escenario, abrazándolo con fuerza.

-Eres increíble ¿Sabes? - susurró en su oído.

Lincoln sonoro, abrazándola con la misma intensidad.

- Solo quería que supieras lo que significas para mí - dijo con sinceridad.

Sam se apartó lo suficiente para mirarlo a los ojos y, sin dudarlo, lo besó en plena tarima, ante la mirada de todos.

El bar estalló en más aplausos y silbidos, pero para ellos, en ese momento, el mundo exterior no existía. Solo estaban Lincoln y Sam, compartiendo una conexión que la música había hecho aún más fuerte.

Después de la noche mágica en el bar de karaoke, Sam tomó la mano de Lincoln y lo llevó con ella hacia su departamento. La ciudad de Royal Woods se iluminaba con las luces de los faroles y los anuncios de neón, reflejándose en las calles húmedas tras una reciente llovizna.

El edificio donde vivía Sam se encontraba en una zona tranquila, a unas cuadras del centro de la ciudad. Era un complejo de apartamentos modernos, con una fachada de ladrillos oscuros y amplios ventanales. El vestíbulo estaba decorado con muebles minimalistas, plantas de interior y un aroma a café recién hecho proveniente de una pequeña máquina en la recepción. Sam saludó al portero con un leve gesto y condujo a Lincoln hasta el ascensor. Mientras subían al sexto piso, el albino no pudo evitar notar el ambiente cálido y acogedor del lugar.

Al llegar a su apartamento, Sam abrió la puerta y subió las luces. Su hogar tenía un estilo bohemio y relajado: alfombras con patrones coloridos, estantes llenos de discos de vinilo y pósters de bandas de rock clásico adornando las paredes. Un sofá grande y cómodo dominaba la sala de estar, acompañado de una mesita de centro con algunos libros y una guitarra apoyada en un rincón.

- Bienvenido a mi humilde morada - dijo Sam con una sonrisa, dejando su chaqueta en el perchero.

- Vaya, me gusta mucho tu estilo - comentó Lincoln, observando cada detalle.

- Y a mi me gusta hacer esto - dice la rubia de manera picarona.

Ella lo arrojó al sofá y comenzó a desvestirse. Primero se quitó su camiseta, revelando sus hermosos pechos encerrados en un sostén rojo. Luego, se quitó los pantalones, dejando solo sus bragas blancas.

Lincoln, en tanto, quedó solo con su bóxer negro. No podía creer lo bonito que veía Sam. Su cuerpo era perfecto, y su rostro radiante. Sam se sentó encima de Lincoln, mirándolo con una expresión de deseo. Puso sus manos en la cara de el albino y comenzó a besarle fervientemente, explorando cada contorno del calor que sentían los 2. Lincoln, por su parte, la tomó de la espalda y toqueteando su trasero.

Sam se levantó lentamente, mirando a Lincoln con una mezcla de seducción y curiosidad. Luego se arrodilló delante de él, retirando sus bóxer negros. Al retirarlo, Sam, se mostró sorprendida y emocionada al mismo tiempo con ver el tamaño del miembro de su novio.

- Vaya, es grande - dijo sorprendida.

Con una sonrisa seductora, Sam comenzó a masturbar la pija de Lincoln, utilizando sus manos suaves y ágiles para estimularlo. Luego se lo introdujo a su boca dándole placeres a su conejito. Lincoln se mostró muy agradecido, elogiándola constantemente por su belleza y su habilidad.

- Sam ahh eres buena ahh en esto - gemía Lincoln.

Este elogio solo aumentó la confianza de Sam, y ella decidió seguir aumentando la mamada que le estaba dando a Lincoln. Luego tomó esa verga apoyándola en sus mamas para poder hacer una masturbación y hacerle sentir el placer. Prosiguio a continuar con lo suyo que era chupar esa pija sintiendo la sensación de su potente erección en su boca. Y finalmente, Lincoln se quedó sin aire.

- Sam, creo que voy ah - dijo, abriendo paso. - No puedo más

Sam se retiró lentamente, sacando la pija de Lincoln de su boca. Sin embargo, ella estaba satisfecha con lo que había logrado. Ella le había demostrado a Lincoln que ella era una amante experta, y él la había elogiado por ello.

- En verdad sabe muy bien tu flauta de carne, Lincoln. Pero el show debe continuar - comentó la joven Sharp.

Lincoln estaba impresionado por la habilidad de Sam en el acto sexual, pero también se preocupaba por la posibilidad de embarazar a ella.

- Sam ¿Cómo lo haremos? No tenemos protección - dijo Lincoln dudando.

- Es correcto, no tenemos protección. Pero el show debe continuar. Espera, ya vuelvo - dijo seductoramente la rubia, mientras se alejaba hacia un mueble que tenía algunos medicamentos y cosas para la salud.

Allí, Sam pudo notar unas pastillas anticonceptivas. Sin pensarlo dos veces, ella se tomó dicha pastilla y se dirigió a la cocina a tomar un vaso y llenarlo con agua. Se tomó dicha pastilla y se introdujo el agua en su boca.

- Listo, ahora a seguir con la noche - dijo Sam, regresando a la sala donde estaba Lincoln.

- Gracias, Sam. Estoy agradecido - dijo Lincoln. relajándose al ver que Sam se había tomado el anticonceptivo.

Sam se había despojado de toda su ropa interior, quedando completamente desnudo frente a Lincoln. Ella se sentó arriba de la cintura de Lincoln, preparándose para tomar su potente erección en su vagina.

- ¿Estás listo, conejito? - preguntó Sam con una sonrisa seductora.

- Lo estoy, mi vida - respondió Lincoln, mostrando su excitación y anticipación.

Sam comenzó a introducir la pija de Lincoln en su vagina, sintiendo un gemido escapar de sus labios.

- Aquí voy AHHH - gimió Sam logrando expulsar un poco de sangre.

- Sam ¿Estas bien? - preguntó Lincoln.

- Si, solo deja que me acostumbre, no la saques - respondió la pobre chica quien sentía un poco de dolor.

Ella apoyó sus manos en el pecho de Lincoln y este la embiste, asegurándose de que ella se sentía bien y preparada para lo que venía. Poco a poco, los dos se acercaron sus caras, deseando besarse mientras la rubia resistía las embastadas de su novio.

Quería disfrutar de este momento a fondo, sintiendo cada movimiento y cada emoción que Lincoln le transmitía. Sam estaba completamente satisfecho con la actividad sexual que estaban disfrutando, pero también quería seguir experimentando más.

- No pares, Lincoln. Quiero seguir - dijo Sam resistiendo a la embestida.

Lincoln, por su parte, estaba encantado de saber que Sam quería continuar.

- Ni siquiera pensé en detenerme, mi amor - respondió Lincoln, comenzando a acelerar su ritmo.

Sam se apoyó en los brazos de Lincoln, sintiendo cada movimiento y cada emoción que él le transmitía. Ella quería disfrutar de este momento a fondo, sintiendo cada placer que Lincoln le daba.

Las sagaces sacudidas de Sam y las embestidas de Lincoln hacían una noche de placer increíble para ambos. El chico chupa los pechos de su novia y ella resistía las embestidas de su conejito.

Lincoln que era un menor de edad le daba placeres a una chica mayor que ella y eso hacía la satisfacía a su novia Sam, quien estaba sentada encima de él sobre el sofá. Y es ahí cuando Sam no resiste más.

- LINCOLN SOY TUYA, HAS ME CORRA - grita Sam.

- Lo se, Sam - dice Lincoln.

- AHHH - gritaron los dos.

Lincoln se corrió y Sam tomó su pene para poder masturbarlo y de paso, ser mojada por la esperma de su novio en toda la cara. Pronto quedaron acostados en el sofá desnudos de esa acción aunque se vistieron con sus ropas interiores.

- Eso fue increíble - dice Sam apoyando su cabeza y acariciando el pecho de el albino.

- Lo se jeje. Fue la mejor noche de nuestras vidas - dijo Lincoln agradecido mientras abrazaba a su novia.

- Estoy de acuerdo contigo, será mejor dormir. Me siento cansada - dice la rubia.

- Esta bien - asiente el joven Loud.

- Pero deberíamos repetir esto, algún día - aclara Sam.

- Sabes que contigo me encantaría hacerlo siempre - dijo el albino que abrazó a su novia.

- Es por eso que eres el mejor novio que eh tenido - sonreía Sam.

- Y tu la chica mas bella de la que me enamoré - elogió Lincoln a la joven Sharp.

Los dos se besaron cerrando los ojos. La noche para ambos fue de las mejores porque Sam le hizo perder la virginidad a Lincoln. Juntos terminaron su noche de pasión, sintiendo una intensidad y una conexión que nunca antes habían experimentado. Y nada iba a detenerlos.

Unos días despues

Pasaban los días y la vida de Lincoln dio un giro inesperado. Tras su impresionante victoria en la batalla de freestyle contra Trent, el productor que lo descubrió le ofreció una oportunidad en una discográfica local. Aunque al principio Lincoln dudó, Sam lo animó a aprovechar el momento.

- Este es tu camino, Linc. Sé que tienes talento. Solo debes confiar en ti - le dijo una tarde mientras paseaban por el parque.

Con ese empujón, Lincoln decidió aceptar la oferta. Se reunió con el equipo de producción, conoció a otros artistas emergentes y comenzó a trabajar en su primer álbum. Pasaba horas en el estudio escribiendo letras, puliendo su flow y grabando pistas con la guía de los productores.

Una noche, mientras estaba en una sesión intensa de grabación, Sam decidió hacerle una visita sorpresa. Se apoyó en la puerta del estudio, cruzada de brazos, observándolo a través del vidrio insonorizado.

Lincoln estaba completamente metido en la música. Su voz llenaba la cabina con un ritmo potente y letras que transmitían pasión y autenticidad. La energía con la que rapeaba, el fuego en su mirada y la seguridad en cada palabra dejaron a Sam sin aliento.

- Vaya... nunca lo había visto así. Está en su mundo - pensó con una sonrisa.

Cuando Lincoln terminó la grabación, salió de la cabina y se encontró con Sam mirándolo con orgullo.

- Eso fue increíble, Linc. Cada vez eres mejor - sonreía Sam.

- Gracias, Sam. Solo intento dar lo mejor de mí - dijo Lincoln, algo avergonzado por el halago, se rascó la nuca.

- Pues lo estás logrando - dijo ella quien se acercó y lo besó suavemente en la mejilla.

Pronto, su música comenzó a ganar popularidad. Primero, en plataformas de streaming y redes sociales, y luego en la secundaria de Lincoln. Sus compañeros empezaron a notar su ascenso y, de la noche a la mañana, se convirtió en el centro de atención.

Al día siguiente

Lincoln Loud, ahora con un creciente reconocimiento como rapero, experimentó un cambio en su vida escolar. Sus compañeros de clase y alumnos de los últimos años quedaron impresionados por su éxito, y pronto comenzó a recibir admiración y atención en los pasillos de la secundaria. Algunos lo felicitaban con entusiasmo, otros lo miraban con envidia, y un grupo de chicas intentaba acercarse a él con mayor frecuencia.

Su círculo cercano de amigos reaccionó con sorpresa y orgullo. Clyde no podía creerlo y lo apoyaba en cada paso, mientras que Stella, Rusty y Zach se mostraban asombrados por la transformación de Lincoln.

- Nunca pensé que tendríamos una celebridad en nuestra escuela - comentó Stella con una sonrisa.

- Eres una estrella en ascenso, hermano - añadió Rusty.

Con el dinero obtenido por las ventas de su primer álbum musical de rap, Lincoln decidió renovar su imagen. Aunque su cabello seguía siendo albino, adoptó un estilo mohicano con los costados rapados. Mantenía las mismas pecas que compartía con sus hermanas mayores, Luna y Lynn Jr. Además, agregó un toque rebelde a su apariencia al ponerse dos aretes plateados en las orejas.

Su vestimenta también reflejaba su nueva identidad. Usaba ropa de marca lujosa: una sudadera de Gucci, un jean negro de Louis Vuitton y unos tenis Nike Air Jordan 1 Mind. Su atuendo dejó a todos boquiabiertos, impresionados por su transformación de un chico común de Royal Woods a una joven promesa del rap.

Las chicas de la secundaria también quedaron impactadas por el nuevo aspecto de Lincoln. Jordan, Mollie, Cristina, Paige y Kat no pudieron evitar notar lo atractivo que se veía, y muchas otras estudiantes susurraban entre ellas, impresionadas por su carisma y confianza. Varias intentaron acercarse a él con coqueteos y miradas insinuantes, pero pronto descubrirían que Lincoln ya tenía dueña.

Sam Sharp, ex alumna de la secundaria y ahora bajista de la banda de Luna, era la novia del albino. La noticia de su relación se esparció rápidamente por la escuela, causando sorpresa y decepción entre algunas chicas. Sin embargo, Sam y Lincoln no ocultaban su amor, y ella lo acompañaba con orgullo en esta nueva etapa de su vida. Lincoln, aunque disfrutaba de la fama, mantenía los pies en la tierra, recordando sus raíces y el apoyo incondicional de su novia.

Viernes

Una fiesta en la noche había llegado, y la casa donde se llevaría a cabo el evento estaba completamente iluminada con luces de neón y decoraciones vibrantes. Luna y su banda habían sido invitadas para tocar en vivo, lo que elevaba aún más la emoción del momento. La banda estaba compuesta por Luna como vocalista y guitarrista, Sam como bajista, Sully en los teclados y Mazzy en la batería. Todos estaban emocionados por la presentación y el ambiente festivo que los rodeaba.

Lincoln llegó acompañado de Sam, su novia, atrayendo muchas miradas a su alrededor. Su nueva imagen y popularidad no pasaban desapercibidas, especialmente para sus compañeras de la secundaria. Jordan, Mollie, Cristina, Paige y Kat, junto con otras chicas del último año, se sorprendieron al verlo tan cambiado. Su cabello albino, peinado en un mohicano rapado a los costados, sus aretes plateados y su vestimenta de lujo llamaban la atención. Sin embargo, la noticia de que tenía novia sorprendió a muchas, especialmente cuando lo vieron de la mano con Sam, quien con su actitud segura y radiante se mostraba orgullosa de estar a su lado.

Dentro de la fiesta, la música resonaba con fuerza. Luan y su novio Benny estaban disfrutando del ambiente, mientras que Lynn Jr y Henrik se divertían compitiendo en un juego de beer pong. Lincoln, por su parte, se mantenía junto a Sam, charlando con Luna y el resto de la banda antes de que subieran al escenario.

- Hermano, esta es nuestra gran noche - dijo Luna dándole una palmada en la espalda a Lincoln. - ¿Listo para vernos en acción?

- Por supuesto, Luna. Estoy seguro de que van a arrasar - respondió Lincoln con una sonrisa.

Sam le guiñó un ojo y se acercó a Lincoln, dándole un suave beso en la mejilla antes de subir al escenario con su bajo en mano. El ambiente se encendió en cuanto Luna y la banda empezaron a tocar. La energía era electrizante, y los asistentes no tardaron en moverse al ritmo de la música. Lincoln miraba con admiración a Sam, completamente cautivado por su talento y confianza mientras tocaba el bajo con una destreza impresionante.

Después de un par de canciones, la banda hizo un descanso, y Sam bajó del escenario para reunirse con Lincoln.

- ¿Qué tal lo hicimos? -preguntó ella, apoyándose en su hombro.

- Increíble - respondió Lincoln, envolviendo su brazo alrededor de su cintura. - Te veías increíble ahí arriba

Sam sonrió y le tomó de la mano, guiándolo hacia una zona más apartada de la fiesta para poder conversar con más tranquilidad. Mientras tanto, varias de las chicas del colegio que habían estado observando a Lincoln desde lejos murmuraban entre ellas sobre la relación del rapero con la bajista.

- No puedo creerlo, pensé que tenía oportunidad con Lincoln - dijo Mollie cruzándose de brazos.

- Es una locura ¿Verdad? Pero bueno, Sam parece ser una chica genial - comentó Cristina.

- Y es mayor, eso explica muchas cosas - agregó Paige.

Mientras tanto, Lincoln y Sam seguían conversando en un rincón de la fiesta, disfrutando del momento juntos.

- No me importa la atención que recibo ahora, solo me importa estar contigo - dijo Lincoln sinceramente, mirando a Sam a los ojos.

- Eres demasiado dulce, conejito - respondió Sam, tomándolo de la camisa y acercándolo para darle un beso profundo.

El concierto continuó con más canciones, y la fiesta se convirtió en una noche inolvidable. Entre música, risas y compañía, Lincoln se sentía en el mejor momento de su vida, acompañado por su novia y rodeado de aquellos que realmente le importaban.

Afuera de la casa había una piscina donde varios invitados se metieron. Luna y Sully estaban a los besos cerca de la escalera de la piscina.

Lincoln, aún sentado en la orilla de la piscina con un vaso en la mano, observó cómo Sam emergía del agua con su bikini azul oscuro pegado a su cuerpo, brillando bajo la luz de las lámparas del jardín. Su cabello rubio con el mechón turquesa chorreaba gotas que resbalaban por su piel, dándole un brillo especial.

Sam le dedicó una sonrisa traviesa, inclinando la cabeza de lado mientras sus ojos violetas se clavaban en él. Luego, llevó las manos a su cintura y dio un par de pasos hacia la orilla, mirándolo fijamente.

- Dime, conejito... ¿Te gusta lo que ves? - preguntó con un tono juguetón, entrecerrando los ojos.

Lincoln sintió un calor subir por su rostro, completamente sonrojado. Intentó mantener la compostura, pero el leve tartamudeo en su voz lo delató.

- Y-Yo... tú... te ves increíble, Sam - murmuró, sin saber bien qué decir.

Ella soltó una risita y se apoyó en la orilla de la piscina, quedando a su altura.

- Ven aquí, no muerdo... a menos que quieras - susurró con picardía.

- Aguarda, ya voy - dijo él alejándose.

Fue hasta uno de los baños que se usaba como un probador, de ahí se dio cuenta que en su mochila tenía una bermuda de agua naranja, se quitó el pantalón que usaba para reemplazarlo por dicho short de baño. Al salir del probador Lincoln tragó saliva y, sin pensarlo demasiado, se metió al agua junto a su novia. Al instante, Sam rodeó su cuello con los brazos y lo atrajo hacia sí, pegando su frente a la de él con una sonrisa encantadora.

- Eres adorable cuando te sonrojas, conejito - susurró la rubia.

Lincoln sintió cómo Sam se aferraba a su cuello con sus brazos, mientras con una sonrisa traviesa rodeaba su cintura con las piernas, quedando encima de él en el agua. El albino, aún con el rostro sonrojado, la sujetó firmemente por los muslos para sostenerla en el aire. Sam apoyó su frente contra la de su novio, con una mirada intensa y juguetona.

Sin esperar respuesta, Sam tomó su rostro con ambas manos y lo besó profundamente. Lincoln, sintiendo la calidez de los labios de su novia, cerró los ojos y se dejó llevar, correspondiendo con la misma pasión.

El agua de la piscina se agitaba suavemente con sus movimientos, y el sonido lejano de la música de la fiesta quedaba en un segundo plano. Para ellos, en ese instante, no había nadie más en el mundo. Lincoln la estrechó más contra su cuerpo, profundizando el beso. Sam sonrió contra sus labios, disfrutando la sensación de estar tan cerca de él.

- Creo que me gusta verte así, tan apasionad - murmuró Sam con una mirada pícara, rozando su nariz con la de él.

Lincoln solo sonrió y volvió a besarla, sin soltarla ni un segundo.

- Sígueme - susurra Sam tomando a Lincoln de su mano.

Estando en sus trajes de baño, ambos salieron de la piscina donde Sam lo tomó de la mano a Lincoln yendo a la planta de arriba de la casa. A sus alrededores había gente por ahí en el pasillo que algunos se daban amor, otros saludaron a la pareja que los veían y otros estaban tirados al suelo de tanto alcohol.

Entraron a una habitación donde Sam vio un mueble donde estaba guardado un condón. Para su suerte lo iba a utilizar. Vio a Lincoln tomándolo de la cara para besarlo y este apoye sus manos en la espalda y trasero de su pareja.

La rubia lo empujó a la cama dejando que este se acostara y así subirse arriba de el para continuar con el beso. Después de esto, dejó que el albino se sentara en la orilla de la cama y ella se arrodille quitándole la bermuda de agua. Con el miembro ya revelado, Sam lo masajeó dejándolo erecto y de esa forma lo chupó.

Aumentó la velocidad dejando al albino con jadeos agarrándose de las sabanas. Dicha acción dejaba en claro que hacía uno de los mejores orales que Lincoln disfrutaría en su vida.

- Ahora de la gran función - dijo Sam picaronamente.

Lincoln se acostó en la cama y Sam rompió el envoltorio sacando aquel condón que se lo introdujo al chico en su miembro. Ella se quitó su bikini y subió arriba de su novio, logrando sentir la pija de Lincoln adentro de su vagina.

- AHH - gimió de dolor Sam.

- Bien, empecemos - dijo Lincoln.

El ambiente era fuerte, el sudor se expulsaba de su cuerpo de tanto placer, Lincoln embestió fuertemente a Sam quien sacaba la lengua al resistir como su novio le daba por abajo de su cintura

- Ahh Lincoln... que bien lo haces ahh... no pares... - dice Sam resistiendo a las embestidas

- Lo se ahh... eres lo máximo - dijo Lincoln quien disfrutaba de ese delicioso.

- Tu también... eres lo ... máximo... conejito - aclaró Sam por como suele llamar a su novio.

Para no estar satisfecho, Lincoln le dio una cacheteada a la nalga de Sam quein se lo agradeció debido al clímax que ambos sentían. Cuando llegó el momento de acabar.

- Amor... creo que... no puedo más - dijo Sam quien se estaba quedando sin energía.

- Esta bien... ahí me correré - dice Lincoln.

Cuando Sam se retira de la cintura de Lincoln, este le rocía su propia esperma en su cara. Culminado ese momento, ambos se quedaron unos minutos acostados y desnudos en la cama.

- Lincoln, eres el mejor tanto en la música como en la cama - dice Sam felicitando al albino.

- Gracias Sam. Eres la chica mas gentil y hermosa que eh conocido - agradece Lincoln.

- Ven aquí conejito - dice Sam tomándolo de la cara para besarlo.

Y la fiesta continuó porque ambos se fueron de esa habitación para ver como la locura en la mansión seguía. Lincoln tuvo la oportunidad de cantar alguna canción de su álbum como rapero lo cual eso hacía felices a todos los invitados de la mansión.

4 años después

A partir de ese momento, la carrera de Lincoln como rapero comenzó a despegar. "Lil Loud" se convirtió en una sensación en Royal Woods. Los chicos de la escuela, sus amigos, y hasta la gente que lo había conocido como el hermano de las Loud, comenzaron a verlo de manera diferente. Cada vez que Lincoln publicaba una nueva canción en plataformas de streaming, los números subían. Su estilo crudo y sincero, que abordaba temas de la vida cotidiana, de lucha personal y de crecimiento, resonó con mucha gente, no solo en Royal Woods, sino en toda Estados Unidos.

Sam, su novia, estuvo a su lado en cada paso del camino. Siempre que Lincoln tenía un concierto o una presentación importante, Sam estaba allí, apoyándolo desde el público. Cada vez que él subía al escenario, sentía que todo el esfuerzo había valido la pena al ver su rostro entre la multitud. Para Sam, ver a Lincoln triunfar en su pasión era un recordatorio de lo mucho que había crecido.

A pesar de la fama que comenzaba a obtener, Lincoln nunca dejó de ser el chico de Royal Woods. Siempre que podía, regresaba a su ciudad natal para ver a sus amigos y familiares, y compartir su éxito con ellos. De hecho, en muchas de sus canciones hablaba de sus raíces, de su familia y de sus amigos. Esto lo hizo aún más querido entre la gente.

Después de haber recorrido mucho camino juntos, Lincoln sintió que ya era el momento de dar el siguiente paso. Aunque había alcanzado el éxito en su carrera musical, su mayor logro seguía siendo su relación con Sam. Siempre había estado a su lado, apoyándolo incluso cuando no tenía ni idea de lo que sería el futuro. Fue ella quien lo inspiró a seguir su sueño y la única persona que lo había visto crecer y evolucionar.

Una noche, después de un gran concierto en una ciudad cercana, Lincoln invitó a Sam a una cena en un restaurante elegante. Los dos habían pasado por mucho juntos, y él sentía que ya era el momento de tomar una decisión importante.

- Sam, quiero que sepas que cada día contigo es una bendición. Me has dado el apoyo más grande que un hombre podría pedir, y cada vez que miro tu sonrisa, siento que todo tiene sentido - Lincoln sonrió nervioso, mirando a Sam a los ojos. - Así que, quiero preguntarte algo muy importante

- Dime, Lincoln ¿Qué es lo que quieres decirme? - pregunta Sam con una sonrisa cálida y curiosa, lo miró fijamente.

- Sam Sharp ¿Te casarías conmigo? - La voz de Lincoln temblaba levemente, pero su corazón latía con fuerza.

Los ojos de Sam se llenaron de emoción y, después de unos segundos que parecieron una eternidad, asintió con la cabeza.

- Sí, Lincoln. ¡Sí, quiero! - aceptó la rubia

El restaurante estalló en aplausos mientras Lincoln y Sam compartían un beso lleno de amor y promesas. La gente en el restaurante los miraba emocionada, pero para ellos, no importaba. El mundo entero podría estar observando, pero lo único que importaba era que ambos se amaban profundamente.

El día de la boda llegó rápidamente. Fue una ceremonia íntima y emotiva, rodeada por familiares y amigos cercanos. La Casa Loud, ahora llena de recuerdos y momentos compartidos, fue el lugar perfecto para celebrar este día tan especial. Lincoln, en su elegante traje, esperaba ansiosamente a su futura esposa en el altar, mientras que Sam, radiante en su vestido blanco, se acercaba con pasos firmes.

- Te amo, Sam - dijo Lincoln cuando ella se acercó, tomando su mano.

- Y yo te amo a ti, Lincoln - respondió Sam, con una sonrisa llena de felicidad.

La ceremonia fue perfecta. Durante la recepción, hubo risas, bailes y, por supuesto, música. Luna, con su guitarra, hizo una pequeña actuación para los novios, mientras que los amigos de Lincoln y Sam disfrutaban de la celebración. Todo el amor que Lincoln había compartido en sus canciones también estaba en el aire esa noche. Finalmente, la pareja bailó su primer baile como marido y mujer bajo las luces brillantes del salón.

El futuro de Lincoln y Sam estaba lleno de promesas. La carrera de Lincoln seguía creciendo, pero ahora su vida tenía una nueva dirección: la de construir un futuro con Sam, a su lado. Había conseguido la fama, pero sabía que el mayor logro era la felicidad que había encontrado en ella.

Con su amor y su carrera, Lincoln y Sam se enfrentaron al futuro con valentía, sabiendo que nada podría detenerlos, porque juntos, eran imparables.

Mientras tanto

Después de casarse, Lincoln y Sam comenzaron una vida juntos en una lujosa mansión ubicada en una exclusiva zona de Royal Woods. La casa era un reflejo de su éxito y amor. Lincoln, conocido como "Lil Loud," seguía cosechando éxitos en su carrera como rapero, mientras que Sam continuaba involucrada en la música como productora y mentora de jóvenes talentos. La pareja vivía felizmente, pero ambos sentían que faltaba algo para completar su familia.

- Cariño ¿Es el momento de que tengamos hijos?

- Claro que si cariño, quiero ser el mejor padre para mi hija o hijo - respondió Lincoln aceptando el pedido de su esposa.

- Entonces vayamos a la habitación. Espérame ahí que ya iré - dijo Sam.

- Ok amor - dijo Lincoln quien se subió a las escaleras para irse al cuarto de la pareja.

Aprovechando que Lincoln se quedó semidesnudo con un bóxer Calvin Klein gris, Sam estaba en el baño colocandose un sostén blanco mientras se miraba en el espejo acomodándose bien que se notara sus pechos. Vio un liguero del mismo color y colocó las tiras con los broches a sus calcetines largos puestos en sus piernas.

Salió del baño y caminando en tacones impresionó a su esposo con su lencería puesta.

- Y bien conejito ¿Te gusta lo que ves? - dijo ella.

- Me encanta - dijo él.

(Música de fondo)

Quitándose los tacones, Sam se subía arriba de Lincoln quien estaba acostado en la cama. Los dos se besaron con mucho amor y después de seguir con esos besos, la rubia le hizo un baile sensual a Lincoln que se sentó en la orilla de la cama y ella se arrodilló para hacerle sexo oral. Sacó el bóxer de su marido y notó que el tamaño ya era bastante grande a comparación cuando lo tenía con apenas 16 años.

- Wow Lincoln, tu pene si que se agrandó bien. Y eso me gusta - elogió la rubia a Lincoln.

Ella abrió su boca para realizar la chupada y dejar en excitación absoluta a su hombre. Daba velocidades con su mamada como si fuera una diosa. Tomó esa verga e hizo una rusa con pechos sin importar nada en absoluto. Continuó chupando hasta que el albino pidió que se detuviera porque ese estaba por venir.

- Si que lo tienes duro cariño - dijo Sam.

- Gracias cariño - agradeció Lincoln.

- Bien me quitaré todo esto - dijo Sam desabrochándose su sostén.

Además de desabrochar su sostén, lo hizo con el liguero y así poder retirar sus calcetines y su tanga para poder estar completamente desnuda

- Nuestro momento de unir nuestros cuerpos ha llegado ¿Estas listo cariño? - preguntó Sam a su marido.

- Claro que lo estoy cielo - responde Lincoln a su esposa.

Sam se acomodó por debajo del miembro de Lincoln tratando de soportar un gemido que soltó de su boca.

- Ya era hora ahhh - dice la rubia apoyando sus manos en el pecho del peliblanco.

- Lo se ahhh - gemía el hombre.

A pura velocidad con sus embestidas, Lincoln lo disfrutaba. Por su parte Sam, brincaba sacando su lengua de placer y resistía a cada movimiento de su marido. Lincoln era todo una fiera en la cama y eso hacía sentir muy bien a su esposa Sam que se acercó a besarlo para que sus gemidos se redujeran teniendo aun el enorme cohete en su trasero.

Cambiaron de pose donde ella estaba en cuatro patas y el albino le daba por atrás que le dio una nalgada haciéndola disfrutar la lujuria que ambos tenían.

- Amor creo que ya estoy por acabar - advierte Lincoln.

- Hazlo, conejito - acepta Sam.

Retirando su miembro de la vagina, Lincoln expulsó el chorro de su liquido blanco hacía Sam que sacaba la lengua para probar el néctar.

- Sabe delicioso - dice Sam relamiéndose la cara del esperma de esposo.

Se acostaron a la cama tapados por una sabana blanca donde la rubia puso su cabeza en el pecho musculoso de su marido y con una mano lo acarició. Él solo la abrazaba.

- Eres la mejor esposa del mundo, Sam - dijo Lincoln con felicidad a su mujer abrazándola y tocando su cabello.

- Y tu eres lo máximo. No te cambio por nada - dice Sam acariciando el pecho de su marido. - El siguiente objetivo será formar una familia. Sabes las ganas que tengo de ser madre, no trato de esperar

- También yo, seremos los mejores padres que cualquier niño tendría - aclara Lincoln.

- Es por eso que me enamoré de ti - dice Sam con una sonrisa. - te amo, mi conejito.

- También te amo, mi rockera - decía Lincoln.

Los dos se besaron, cerraron sus ojos y durmieron. Sin dudas como pareja vivían felizmente. Pronto se vendría lo que tanto buscaban ambos.

Semanas después

Un día común, Sam comenzó a sentir síntomas inusuales. Decidió hacerse una prueba de embarazo y, al ver el resultado positivo, sus ojos se llenaron de lágrimas de alegría. Corrió a buscar a Lincoln, quien estaba en su estudio trabajando en nuevas canciones.

- ¡Linc! - dijo emocionada, entrando con el test en la mano.

Lincoln se giró rápidamente, preocupado al principio, pero al ver la expresión radiante de Sam, se levantó de inmediato.

- ¿Qué pasa, Sam? - preguntó con una sonrisa nerviosa.

- ¡Vamos a tener un bebé! - respondió Sam extendiendo el test hacia él.

Lincoln se quedó paralizado por un momento, procesando la noticia. Luego, la abrazó con fuerza y felicidad.

- ¡Esto es increíble! ¡Voy a ser papá! - dice Lincoln con pura emoción.

Nueve meses después

La señora Sharp logró dar a luz a Lina Loud. Una niña albina, como su padre, con las mismas pecas distintivas que Lincoln. Desde el primer momento, Lincoln y Sam se sintieron embelesados por su pequeña hija. Lina creció rodeada de amor, música y creatividad.

En la casa Loud - Sharp, Luna y su esposo Sully fueron hasta la casa de visita junto su hijo Leroy quien heredó el cabello castaño de parte de sus padres y tenía las pecas idénticas a las de su madre. La castaña tocó el timbre de la mansión y Lincoln fue a abrir la puerta para recibir a hermana, cuñado y sobrino.

- Hola hermano / cuñado / tío - dicen Luna, Sully y Leroy.

- Hola Luna - mirando a su hermana. - Hola Sully - mirando a su cuñado. - Hola Leroy - mirando a su sobrino. Eso era lo aue dijo Lincoln saludando a los tres. - Pasen

Entraron a la mansión donde Sam cargaba a su hija quienes miraban sentadas en un sofá, la televisión de la sala.

- Hola cuñada - dice Luna saludando a Sam.

- Hola Luna, vengan sientense - indicó Sam los asientos a los tres quienes se sentaron en el sofá.

- Hay se ve tan adorable - dice Luna observando a su sobrina Lina. - Se parece a ti hermano - dijo Luna mirando a su hermano.

- Lo se, Luna - dice Lincoln.

- Cuanto has cambiado Lincoln, pensar que te conocí como aquel chico que ideaba planes y ayudabas a tu hermana, a ser un excelente músico como nosotros y vivir en está mansión - aclaró Sully.

- Tienes razón Sully. Y además siempre supe que tu serías la pareja ideal para mi hermana - responde el albino a su cuñado.

- Tío Lincoln eres genial. Quiero ser como tu - dice Leroy.

- Ten por seguro que lo serás, Leroy - le dice Lincoln a su sobrino.

Conforme pasaron los años, Lina desarrolló su propio estilo único. A los 12 años, comenzó a teñirse los mechones delanteros de su cabello en turquesa, inspirada por los mechones de su madre, Sam. Su personalidad reflejaba una combinación perfecta entre la energía y creatividad de Lincoln y la calma y confianza de Sam. Lina amaba la música y a menudo pasaba tiempo en el estudio de grabación de sus padres, experimentando con instrumentos y letras.

La familia celebraba cada logro de Lina con orgullo, y la unión que compartían era palpable en cada momento juntos.

1 año después

Ya con Lina de 12 años, Sam comenzó a experimentar los mismos síntomas que había sentido años atrás. Decidió hacerse otra prueba de embarazo, y para su alegría, el resultado fue nuevamente positivo.

Sam esperó a que Lincoln regresara de una gira para darle la noticia. Preparó una pequeña sorpresa en el comedor de su mansión, colocando un par de zapatitos de bebé sobre la mesa. Cuando Lincoln llegó y vio el regalo, no pudo contener su emoción.

- ¡Vamos a tener otro bebé! - exclamó, abrazando a Sam con ternura.

Lina, quien estaba escuchando desde el pasillo, entró corriendo al comedor con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Voy a tener un hermanito o hermanita? -preguntó emocionada.

- Así es, cariño - respondió Sam, abrazándola también. - Vas a ser la mejor hermana mayor

Meses después, nació Shawn Loud, un niño rubio como su madre, pero con las pecas características de su padre. Desde el primer momento, Lina se mostró como una hermana mayor cariñosa y protectora, ayudando a sus padres con el pequeño Shawn.

Conforme los años pasaron, la familia Loud-Sharp siguió creciendo en amor y creatividad. Lina mostró un gran talento para la música, mientras que Shawn, a los 4 años, ya comenzaba a mostrar interés por el rap y las baterías, siguiendo los pasos de sus padres y su hermana mayor.

La Navidad era una de las festividades favoritas de la familia. Cuando Shawn cumplió 1 año, la familia organizó una gran celebración navideña en su mansión, invitando a los abuelos Lynn Sr. y Rita, las 10 tías y 10 tíos de de Lina y Shawn. Como es el caso de Lori y Bobby, Leni y Gavin, Luna y Sully, Luan y Benny, Lynn Jr y Henrik, Lucy y Rocky, Lana y Skippy, Lola y Winston, Lisa y Daniel y ni hablar de Lily quien era pareja de Carlitos, el primo de Bobby.

La mansión estaba llena de risas, regalos y recuerdos compartidos. Lincoln miró a su alrededor, viendo a su esposa, sus hijos y su familia, y no pudo evitar sentirse agradecido por todo lo que habían construido juntos.

- ¿Quién diría que el chico albino y tímido que conocí sería el esposo perfecto y el mejor padre del mundo? - preguntó Sam sonriendo mientras le susurraba al oído.

- Y tú eres la mejor compañera de vida que podría haber pedido - respondió Lincoln con una sonrisa y un beso.

Y así fue como Lincoln continuó siendo un cantante de rap y logrando formar una familia con su esposa Sam Sharp quien era la bajista de la banda de su ex novia y ahora cuñada Luna Loud. Esta última dio a luz a dos preciosos hijos con las caracteristicas de sus padre.

Continuará

Proxímo Ship: Maggiecoln

Saludos:

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