Todo parecía estar tranquilo.

La casa estaba en total silencio, todos dormían plácidamente en sus respectivos cuartos; excepto Rius y Timba, ambos habían tenido una leve pelea para luego quedarse dormidos en la habitación del peli-azul.

Era la primera vez en mucho tiempo que todos estaban en paz, usualmente siempre había uno que quería hacerse el chistosito y no dejaba dormir a los demás, pero ahora... todos se encontraban tan cansados como para perturbar aquella tranquilidad y armonía.

Hasta que...

-¡AAAAAHH!-

Los gritos de los vecinos comenzaron a despertar a cada uno de los chicos, y... para qué engañarnos, también los asustaron un poco.
Todos salieron de sus cuartos para encontrarse en la sala principal y mirarse totalmente desconcertados y aterrados.

-No quiero asustarlos chicos, pero creo que está ocurriendo una masacre en nuestra aldea- dijo Flex en tono bromista pero temeroso.

Trollino había comenzado a contar a cada uno, ya que a simple vista le había parecido que le faltaban algunos miembros del equipo.

-Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... - Sabía que Víctor estaba en su trabajo de guardia nocturno, pero no sabía dónde estaba Mayo.

El peli-negro miró a todos lados preocupado buscando a aquel compañero que faltaba; todos comenzaron a darse cuenta del comportamiento de el de corona y lo miraron confundidos.

-¿Mayo?- Habló Trollino con fuerza hacia los dormitorios, pero no hubo ninguna respuesta.

Enseguida los demás entendieron lo que pasaba y se preocuparon de igual manera.

-Perfecto, ¡ahora Víctor nos matará por perder a su novio!- Dijo Mike cruzándose de brazos nervioso.

-No hay que entrar en pánico, debemos salir y buscarlo- Respondió Trollino dirigiéndose a todos los presentes.

-Quizá olvidaste que ahora mismo parece qué afuera están matando gente gratis- Habló rápidamente Raptor apuntando hacia la puerta principal.

-¿Y? Hemos pasado por cosas peores, todos aquí lo sabemos- Dijo Timba entrando de repente a la conversación.

Todos se miraron entre ellos, el peli-azul tenía razón, está no era la primera vez que se enfrentaban a algo desconocido.
Unos segundos después de aquella conversación, todos se dirigieron a sus habitaciones para prepararse y salir en búsqueda de su amigo.

[...]

No muy lejos, se encontraba el espartano combatiendo una gran horda de zombies mientras su compañero intentaba ayudarlo cómo podía.
Todo había pasado tan rápido, ninguno de los dos se había dado cuenta de que esos monstruos se acercaban a la aldea lentamente; habían estado tan inmersos en su conversación y convivencia que olvidaron por completo sus trabajos.

Ahora toda la aldea estaba llena de estos seres en busca de comida.

Y la comida eran los habitantes del lugar.

Los zombies lograron acorralar a uno de ellos, no tenía cómo defenderse y estaba a punto de darse por muerto.

-¡No lo toquen!- El castaño con su espada golpeó a varios de ellos, apartando rápidamente a todos los monstruos que se encontraban ahí.
Seguidamente el espartano totalmente preocupado se colocó frente a su amigo para asegurarse de que estuviera bien.

-¿Estás bien?-

-Si... gracias- Le sonrió cálidamente.

Víctor abrazo con fuerza a Mayo, no sabía que habría hecho si algo le hubiera pasado; seguramente habría sentido una culpa inmensa por no haberlo protegido.

-Victor... te lastimaron- Dijo el contrario tocando ligeramente una herida en el brazo del castaño.

El espartano dio un respingo al sentir el leve toque del otro en su brazo, inmediatamente dirigió su mirada al sitio y pudo ver una abertura no tan profunda de la cual brotaba un líquido rojizo.

-Estoy bien, en serio... yo solo no quería que nada malo te pasara- Miró algo avergonzado a Mayo con una leve sonrisa.

El contrario no dijo nada, en su lugar le sonrió tiernamente.

-Será mejor que te lleve a un lugar seguro, aún hay muchos zombies que debo exterminar- En cuanto terminó de hablar, Víctor tomó de la mano a Mayo y comenzó a caminar rápidamente hacia su hogar.

[...]

Los siete chicos salieron de su casa armados totalmente.

-Nos vemos mamadisimos- Gritó Flex de la nada. Todos lo miraron indiferentes.

Instintivamente lo sintió como un regaño
-Tenía que decirlo...- susurró más para si mismo que para los demás.

Enseguida de poner un pie fuera pudieron observar a la gente siendo perseguida por monstruos, especialmente zombies.
Comenzaron a repartirse en equipos para poder abarcar más territorio, quedando Raptor, Flex y Trollino como el primer equipo, y en el segundo Mike, Sparta, Timba y Rius.

El primer grupo se fue a las afueras de la aldea para alejar a los monstruos y evitar que entraran más.

-¡Flex!- Gritó Trollino desde lejos a su compañero el cual, parecía estar distraído en alguna otra cosa.

-¿Eh?-

-¡Creeper!-

Hubo un breve silencio.

-Aww man-

-¡NO IDIOTA! ¡TIENES UN CREEPER DETRÁS!-

El stich volteó rápidamente para encontrarse con aquel monstruo, lamentablemente era demasiado tarde y le explotó en la cara mandándolo a volar varios metros. Raptor acudió a ayudarlo al momento y el peli-negro fue a cubrir el territorio de ambos chicos como pudo.

-¡Flex! ¿Te sientes bien como para seguir?- Preguntó el castaño mientras ayudaba a levantarse al mencionado.

-Con honor, hasta el final- Respondió bromista Flex mientras se incorporaba.

Ambos rieron levemente y fueron con su tercer compañero, el cual, había puesto una gran cantidad de antorchas para evitar que siguieran apareciendo más monstruos.

-Hay que ponerlas por fuera de toda la aldea y en los sitios donde ya no hayan más- El de corona les dio varias antorchas a los dos chicos para que pudieran ponerlas mientras él vigilaba esa zona.

-¡Enseguida!- dijeron al mismo tiempo y se pusieron en acción.
.
.
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Mientras en otro sitio, se encontraba el segundo equipo exterminando a los monstruos y poniendo a salvo a los demás habitantes de la aldea.

-¡Sparta ten cuidado!- gritó Timba al ver al castaño alejarse un poco.

-¡No te preocupes! Estaré bien- respondió el menor con una sonrisa.

El peli-azul asintió con preocupación y le devolvió la sonrisa.

-Ya está creciendo Timba, debes darle más libertad y confiar en el- dijo Rius acercándose a donde se encontraba el de gafas.

-Lo sé... -

[...]

Al llegar a la casa, Victor abrió la puerta rápidamente y dejó pasar primero a Mayo.

-Estoy bien Victor, puedo acompañarte si quieres-

-¡No! No quiero que te hagan daño- El castaño estaba apunto de cerrar la puerta pero el contrario la jalo con fuerza evitando aquello.

-Victor... por favor, somos un equipo-

El espartano desvió la mirada, tenía razón, pero en serio temía que lo lastimaran y no pudiera salvarlo a tiempo.

-De acuerdo... vamos juntos- Ambos sonrieron y salieron de la casa para seguir combatiendo. No tardaron en reconocer a algunos de sus amigos, los cuales, se encontraban ya terminando con los últimos monstruos.

-¡Listo! Muerto... re...remuerto¿- Gritó Mike mientras veía al último zombie que yacía en el suelo.

Todos comenzaron a reunirse en la puerta de su hogar, estaban cansados por tanto, pero era muy satisfactorio saber que habían salvado toda una aldea.

Sonrieron por aquello.

-Victor, ¿no se supone que tú debías cuidar que no entrara nada?- El peli-negro se acercó al castaño mientras esperaba una respuesta.

-Bueno bueno, si, la descuide por unos momentos, pero solo soy un guardia... es imposible que no se me escape algo-

Los demás se miraron entre sí, tenía razón en aquello, pero no habían más guardias en la aldea y todos ellos ya tenían trabajos diferentes.

-Admítelo Victor, lo que te distrajo fue tu novio- Soltó Flex mientras señalaba a Mayo.

-Lo admito- Antes de que el espartano pudiera decir algo más todos lo miraron sorprendidos.

-D-digo, admito que me distrajo pero no es mi novio-

Hubo un pequeño silencio, luego risas y carcajadas. Victor solo se tapo la cara avergonzado, en cambio Mayo lo veía con una leve sonrisa.

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Perdonad la inactividad, ahora debo preguntar algo

¿Quieren qué algún ship se haga realidad en este libro o que se mantenga solo en amistades con joteo? JAJA

Bueno nos vemos en tres años chau.