Para el final del día, todos parecían haber encontrado un lugar en el cual podrían trabajar; así que regresaron a casa, menos Víctor, ya que él era guardia nocturno y tenía que quedarse fuera. Mayo pensó que quizá se sentiría un poco solo afuera toda la noche, así que se le ocurrió una gran idea...

[2:00am]

Víctor se encontraba vigilando por las afueras de la villa, no parecía haber ningún peligro cerca, así que estuvo más tranquilo.
Debes en cuando también miraba por dentro de la villa, y en uno de esos recorridos pudo ver a alguien conocido caminar por ahí.

-¿Mayo?- Dijo en voz alta y un poco confundido al verlo andar a esas horas.

El mencionado se sobresaltó un poco al escuchar su nombre, traía un par de papeles los cuales salieron volando del susto.
Enseguida dirigió su mirada de donde provino el llamado para encontrarse con Víctor corriendo hacia él.

-Mayo ¿qué haces acá? Puede ser peligroso, debes quedarte en casa...- Fue interrumpido por una risilla nerviosa de Mayo, el cual enseguida se agachó a recoger los papeles.

Víctor sabía que ese comportamiento no era normal en él, así que de igual manera se agachó para poder ayudarlo con los papeles, y enseguida Mayo se interpuso.

-¡Nono! No te preocupes yo puedo solo- Había hablado demasiado tarde, Víctor justamente había tomado uno de los papeles importantes.

-Cambio de turno a nocturno- Leyó en voz alta, enseguida dirigió su mirada hacia Mayo, el cual solo intentaba sonreír notoriamente nervioso.

-Mayo... ¿por qué cambiaste de turno?-

El chico aclaró su garganta, se suponía que fuera una sorpresa, no había pensado en cómo se lo explicaría a Víctor.

-Yo... no quería dejarte sólo, pensé que así podríamos pasar más tiempo juntos y no te aburrirías o la pasarías mal- Al terminar de hablar volvió a sonreír nervioso.

Víctor no pudo evitar sonreír ante esto, su mejor amigo había cambiado su turno solo para no dejarlo solo, era realmente tierno de su parte.

-Wow Mayo... no era necesario- Hizo una pausa para levantarse y luego ofrecerle la mano a Mayo -Pero me encantaría tener tu compañía-.

Mayo aceptó la mano de Víctor para levantarse con una amplia sonrisa, estaba realmente entusiasmado, ahora podrían pasar tiempo juntos en sus trabajos.

[...]

Mientras, dentro de la casa de los Compas, se encontraban Sparta y Raptor en la habitación de este último; jugaban a peleas con almohadas e imitaban a algunos de sus amigos.

-Mira, soy un pollo y me gusta Timba, pero él siempre me rechaza- Dijo Sparta mientras se dejaba caer dramáticamente en la cama.

Raptor rió por aquello y luego prosiguió a subirse a la cama y saltar un poco.

-Y yo soy un mapache enfermo muy loco- Dijo Raptor saltando y haciendo caras ridículas.

-¡Te estoy escuchando conejo!- Grito Flex desde la habitación de al lado.

Ambos chicos se miraron y volvieron a reír.

-Uy y yo soy Sparta y me gusta Raptor- Flex ahora se encontraba en el marco de la puerta de la habitación en la que se encontraban.

-Eso es mentira- Sparta le sacó la lengua como niño pequeño mientras amenazaba con aventar su almohada.

-A mi no me gustan los gorditos- Dijo Raptor entre risas siguiéndole el juego a Flex.

-Ya escuchaste Sparta, al gimnasio- Continuó Flex mientras se acercaba a la cama.

Ahora ambos se encontraban riendo, pero a Sparta no parecía haberle hecho gracia en lo absoluto.

-Muy bien muy bien, ¿por qué tanto ruido?- Timba había escuchado aquel escándalo y había subido a revisar.

-¡Me están haciendo bullying!- contestó dramáticamente el más joven mientras señalaba a ambos chicos.

Los dos intercambiaron miradas nerviosos, sabían que Timba era muy sobre protector con Sparta y que haría cualquier cosa para protegerlo.

-¡Podemos explicarlo!- gritó Flex con desesperación, no se iba a esperar a que el peli azul reaccionara.

Lamentablemente el de gafas ya iba en camino hacia ambos, y no iba muy feliz que digamos.

Raptor y Flex se abrazaron para "protegerse" a ambos, mientras que Sparta solo reía por la reacción que ellos dos habían tenido.

-¡Timba!-

Ahora todos —incluyendo al peli azul— se encontraban confundidos mirando hacia la puerta.

-¿Esto es lo que le enseñas a Sparta?- Rius se encontraba parado fuera de la habitación con los brazos cruzados.

Todas las miradas se dirigieron a Timba, el cual tenía una expresión entre una mezcla de confundido y asustado.

-Se supone que debes ser un buen padre, uno que le enseñe a cómo comportarse en estas ocasiones- El albino comenzó a caminar hacia el de gafas, el cual no se movió en ningún momento.

-¿Crees que lo golpee?- preguntó en un susurro el stich al de pijama de reptil.

-Apuesto diez dólares a que se lo lleva arrastrando del brazo- respondió el oji verde.

-Shhh- Pidió silencio el menor de todos, ahora mismo se sentía como si estuviera viendo un capítulo de una telenovela.

-¿Sabes qué? Esto debemos arreglarlo en privado- dijo Rius mientras tomaba el brazo de Timba y se lo llevaba de la habitación.

Todos se quedaron en silencio hasta que ambos chicos se alejaron lo suficiente.

-Me debes diez dólares Flex- dijo Raptor estirando su mano hacia el mencionado. Flex lo miró y dijo decepcionado...

-"Me hicieron quedar como un inbecil"-

[...]

-¡Entonces tomé mi espada y maté a todos los zombies!- Víctor se encontraba platicando con Mayo a través de una ventana del laboratorio mientras vigilaba la zona.

El espartano relataba una de sus muchas aventuras, Mayo simplemente escuchaba con atención asombrado por cada cosa que el castaño decía.

-¿Y lo lograste?-

-¡Por supuesto que si Mayo! Un espartano jamás se rinde- terminó su historia Víctor mientras alzaba su legendaria espartana.

-Wow, tú si que eres muy valiente, que bueno que te tengo a mi lado, así me cuidas siempre- dijo Mayo y soltó una leve risilla.

-Claro, yo siempre te voy a cuidar- respondió Víctor con una tierna sonrisa.

-Será mejor que me concentre en mi trabajo, solo te estoy distrayendo-

-Para nada Mayo, estoy prestando atención a todo-

Ambos chicos rieron sin percatarse que algunos zombies se acercaban lentamente hacia la aldea.