08/05

Querida Emery:

Seguramente Portugal es de los países más lindos del mundo, no hay duda, pero el idioma es una porquería Em.

Hablan de una forma tan cerrada que no da para entender nada de lo que dicen. Desembarqué en el puerto de Lisboa el día de ayer, me alojé en una pequeña hospedería junto al río Tajo, las vistas del día nublado me recuerdan demasiado a tus lágrimas amargas en los días de lluvia.

Ya no te extraño, la verde esperanza de encontrarte ha sustituido demasiado rápido el enorme hoyo negro que estaba consumiéndome gracias a mi dependencia de ti. Eres como una droga Emery, una droga adictiva que no quiero ni pienso dejar.

Necesito verte. Si no lo hago creo que la tristeza se volverá inmanejable y no quiero enloquecer tan joven.

Ha dejado de ser un simple capricho, para volverse una necesidad imperiosa. No quiero seguir repitiendo lo mismo pero lo haré porque, joder Em, si no veo esos preciosos ojos tuyos pronto, no podré dejar de llorar por las noches.

Ahora mismo estoy sentado en una cafetería frente a la plaza central y me ha costado veinte minutos pedir un simple café cortado. Mi mayor entretenimiento está en observar a las personas pasar, las chicas llevando vestidos floreados, pañuelos delgados y sandalias cerradas; los chicos usando pantalones cortos, camisetas y abrigos finos.

Pero la sensación de que me falta algo persiste en mi cabeza, justo en aquellos momentos en los que me dejo llevar. Porque extrañarte ha comenzado a ser parte de mi día a día, y el solo conseguir sacarte de mi mente por unos segundos es desgarrador y agobiante. Te necesito como el oxígeno que respiro, como a la luz del sol creando reflejos coloridos, como al verde de las hojas que brotan de los árboles y a los brillantes matices cambiantes de las flores en primavera. Como a una brisa de viento en los momentos de calor, como al agua al tener sed y como al dolor cuando la locura se adueña hasta de la célula más recóndita de tu cuerpo.

Porque el dolor es lo único en esta vida capaz de mantenernos anclados a este mundo perverso.

Porque así como el amor te hace volar más allá de la Vía Láctea, así como te lleva a lugares desconocidos y maravillosos, y te pierde en tenebrosos laberintos escondidos y enredados; el dolor te trae de vuelta. Las lágrimas amargas son representaciones de nuestras caídas a la realidad, los gritos desgarradores la forma de sacar el sufrimiento fuera de una mente demasiado estrecha para esos demonios y las cicatrices simples memorias que a veces solo traen oscuridad a nuestros ojos.

Y vuelvo a ti. Otra vez. Me recuerdo a mi mismo que el quererte de forma tan violenta solo me traerá algo como lo que acabo de describir en un futuro. Pero me da igual. Porque por ti... por una mirada tuya viajaría al Infierno de forma voluntaria, daría mi vida y todo lo que tengo, cruzaría los mundos más lejanos y gritaría hasta que mis cuerdas vocales fuesen historia. Por una mirada, Emery, viviría un calvario una y otra vez.

Por una simple, trágica y agridulce mirada de mi amada Emery.

Siempre tuyo, Christian.

PD: No... no estoy seguro si eres realmente tú, si el cielo ha escuchado mis plegarias o si es una coincidencia. Pero jamás olvidaría un destello así del sol en un cabello como el tuyo. Por favor, sé tú Emery. Solo pido que seas tú.

PD2: Disculpa mi letra, estoy esperando a que traigan mi cuenta mientras intento distinguir si la chica sentada en aquella banca a doscientos metros desde aquí eres tú. Sé tú.