Narrador Omnisciente:

Las luces, el ajetreo, los gritos. La pequeña Helen abraza la muñeca con fuerza, sin saber muy bien qué está ocurriendo.

Un enfermero vestido de un blanco impoluto, asociable al termino de la vida, se acerca.

- Familiares de la señorita Grey.

Nadie se mueve en la sala. Nadie sabe quién es la chica que no tiene familiares.

Un tenso silencio, cortado solo por los sollozos de una mujer y el constante repiqueteo de las agujas del reloj, permanece por unos segundos. Él se inquieta, con la carpeta en las manos.

- ¿Emery Grey? ¿Nadie?

Un hombre con una barba algo canosa levanta la mirada. Helen tira de su manga.

- Es Emery, papá. ¿Qué pasa con ella?

Joseph sonríe triste a su hija. Le da un beso sobre la mata de rizos dorados y se acerca al enfermero.

- ¿Es usted familiar de la señorita Grey?

El hombre niega.

- Se estaba quedando en mi casa, apareció hace unas semanas necesitando un lugar donde quedarse. Cuidaba de mi hija pero jamás supe mucho de ella.

El enfermero asiente. No entiende demasiado. Esta chica le resulta extraña, pero es su trabajo y no desea juzgar sin conocer.

- Sígame por favor.

Joseph le lanza una mirada a Susan, que sostiene la mano de Helen y entiende lo que su padre le comunica con la mirada. "No se muevan de aquí, ya vuelvo."

El enfermero le guía por los laberínticos pasillos. Se detiene frente a una puerta blanca que le arranca a Joseph una serie de malos recuerdos.

Una vez que entran, observa a la chica en la cama. El constante bip de la máquina le calma, indicándole que ella sigue viva. A duras penas, pero lo hace.

- Está en un estado deplorable. El doctor ha dicho que se encuentra en coma. Su cerebro está mucho más activo de lo esperado, pero no sabemos cuándo despertará.

Los hombros de Joseph caen, dándole un aspecto cansado.

- No conozco a esta chica, no tengo el dinero para pagar su mantenimiento ni la necesidad de hacerlo. No pretendo ser mala persona, pero no quiero arriesgar a mi familia por alguien que no conozco.

El enfermero suspira. Entiende al hombre, sabe que tiene razón.

- El hospital puede proporcionar un mantenimiento de diez años en caso de coma por accidente. Solo necesitamos que rellene un formulario con lo que sepa de esta chica. Nos encargaremos de buscar a su familia.

Joseph dirige una larga y última mirada a la rubia.

- ¿Qué harán si dentro de diez años no encuentran a su familia y ella continúa así?

El enfermero aparta la mirada. Joseph entiende.

- Llenaré los papeles.

La puerta se cierra. Los débiles rayos de un sol de invierno se cuelan entre los pliegues de la cortina blanca. Y se podría jurar que ella es la bella durmiente, esperando a un príncipe que se encuentra a miles de kilómetros en Boston, para que la despierte de su sueño eterno.

•••
Y vale, sé que tal vez ahora me odien y se quieran cortar las venas por leer a una autora tan descerebrada como yo, pero realmente me haría feliz que me apoyaran en un nuevo proyecto que acabo de publicar llamado "Coronas de Papel", creo que les gustará... Y pues eso, agradezco por adelantado y las dejo. Prometo que subiré pronto 😘