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Nuevas Enseñanzas

Rose Brooks daba indicaciones desde temprano en la mansión con motivo de la 
fiesta de gala de su hermano León. 
Estaba hablando con el planificador de fiestas para ver la disposición de las mesas y las personas que irían en ellas, tratando de aprovechar el espacio tan bonito del que disponían. 
—¡Tía Rose!, gritó Kim quien ya llevaba unos días sin tener mucho contacto con la mujer ya que esta se ausentaba más seguido gracias a las constantes citas y paseos que tenía con su actual novio.
—¡Mi pequeña, como has crecido!, Rose estaba feliz de ver a esa adorable niña tan vivaz y que parecía feliz, detrás de la pequeña venia Trancy, con el joven muy poco había hablado así que lo saludó de inmediato. 
—Señor Davis, muy buenos días, espero le estén tratando muy bien por el simploide de mi hermano. 
Una risita tierna sonó —Tía Rose papá no es simploide, es como un ogro. Un ogro que no ha encontrado a su amor verdadero. 
Los adultos rieron y Rose fue quien comentó, —vaya eso es aún peor, ya que mi hermano es un tipo enojón y apestoso. 
La niña reía ante tal comentario y Trancy sonreía de manera discreta, no queriendo ser irrespetuoso. 
—Descuide señorita Brooks el señor León es muy amable, me ha proporcionado más de lo necesario para que yo pueda trabajar con Kim. Y él dice estar complacido con el avance que he hecho con esta dulce señorita, la mano del 
profesor buscó la mejilla de la pequeña, quien sonreía orgullosa. 
—Vayamos un momento a sentarnos, he estado trabajando desde temprano. Pediré que nos lleven bocadillos. 
Rose dió indicaciones para que los atendieran y llamarán a Beatriz para que ayude con Kim, ya que la joven deseaba platicar con aquel agradable 
muchacho, después de todo aún no lo conocía y tal parecía que este sería una presencia constante dentro de la familia. 
Despidiéndose de la organizadora del evento tomo del brazo a Trancy y caminaron hasta sentarse en una banca debajo de uno de los frondosos árboles, mientras Rose observaba la confianza que el profesor exudaba. 
—Sé que soy muy impertinente señor Davis pero me sorprende la seguridad con la que usted se mueve, sino nos informa que es invidente honestamente no lo hubiésemos notado.
Trancy escuchaba atento a Rose, la chica le había agradado de inmediato, —pierda cuidado señorita Brooks, y es completamente comprensible su 
observación. Yo le he explicado al Señor Brooks que he luchado por ser una persona independiente, funcional y productiva, ya que creo firmemente que a un ser humano no lo limita una discapacidad física, sino la manera de reaccionar ante situaciones poco favorables y de afrontar las dificultades.
—Eso es lo sorprendente señor Davis, usted nos ha enseñado no solamente a mi sobrina, sino a todas las personas de esta casa que rodeamos a Kim. Ya que desconocíamos hasta qué grado una persona se puede desenvolver en esas condiciones. 
Trancy explicó a la joven su manera de trabajar y le dejó saber sus primeras experiencias buenas y malas dentro de la docencia. 
Ambos jóvenes se conectaron de manera emocional, ya que Trancy era solo un año más grande que Rose. 
—Enserio mi hermano puede ser algo estricto y callado, y normalmente nadie se atreve a llevarle la contraria, Rose platicaba muy íntimamente con Trancy. 
—Desde que murió Claudette mi cuñada, bueno nada fue sencillo. Y luego darse cuenta que estaba solo, con Kim creo que ese hecho de alguna manera le asustó, haciendo 
que se aparte de su hijita por miedo. 
Pero desde que llegaste a esta casa es sorprendente como has hecho que mi sobrina cambie sus conductas y se muestre más segura y menos resentida. 
—Tengo como objetivo procurar que esta dulce niña logre todo lo que se proponga y que entienda que no existe impedimento que ella no pueda vencer. 
El joven hablaba con pasión provocando que Rose se sensibilice profundamente con la causa y compromiso de Trancy. 
—Sus alumnos deben quererlo mucho, dijo Rose con admiración.
—La verdad, dijo Trancy con humildad —no solo mis alumnos, sino aún sus padres aprecian mi trabajo, ya que lo mismo que le sucedió al señor Broks es lo mismo que le sucede a todo padre de familia que afronta una adversidad, la negación. 
Y mi trabajo es integrar y educar no solo a mis alumnos, sino a sus familias, Trancy hablaba tranquilamente, y como alguien que sabía lo difícil de ser invidente, remarcando cada etapa por la que pasaron no solo su hermano, sino cualquier ser humano que atraviesa por un cambio radical en su vida. 
Platicaron de todo y por largo rato, hasta que Kim hizo saber a su nana que ya tenía sueño. 
Hecho que aprovechó el joven para descansar, Rose insistió para que el maestro les acompañe a la hora de cenar con el fin de seguir con la platica y de que Frederik conozca más a una persona que estaría presente por mucho tiempo de esa manera
su novio, su hermano y ella aprenderían y tal vez se involucrarían en el programa educativo del que Trancy era no solo parte sino representante. 

Rose entraba al despacho de su hermano para informarle de los pormenores de la organización del evento el cual la teníapor completo ocupada. 
León se encontraba sentado en su escritorio elegante, y oyendo que entró su hermana levantó la vista mientras la chica se acercaba a dar un sonoro beso a este. 
—Hermano las mesas y el banquete están listos, tu presentación será un éxito, así que puedes estar tranquilo, Rose hablaba casi eufórica. 
—Vaya alguien está muy animada, y eso me alegra, dijo el escritor mientras sonreía divertido por la reacción de su hermana. 
—Es que es genial ver a Kim, hoy estuve con ella y con su adorable maestro, y me pareció un chico bastante competente y agradable, y ¡es fantástico lo que ha avanzado con Kim!, 
Claro que no debería sorprenderme ya que Kim es una chica lista, como yo. Rose sonreía feliz y emocionada.
—Vaya, ¿platicaste con el señor Davis?. Preguntó León fingiendo desinterés.
—Sí, Trancy es bastante agradable y es muy ameno en sus pláticas. Rose respondía ajena a los intereses de su hermano.
—¿Trancy?... Preguntó León enarcando una ceja, ¿ahora son íntimos?
La chica suspiró ligeramente irritada. —Eres demasiado formal, es solo un año menor que yo, además es muy divertido y tiene puntos de vista muy interesantes sobre varios temas. ¡Deberías platicar más con él! 
León escuchaba su hermana mientras pensaba en que era verdad, eran varias las veces que había logrado platicar con el chico y en todas esas veces el escritor había 
aprendido algo nuevo ese día o había entendido alguna situación con Kim y con la comunidad discapacitada. 

Ya en poco más de una hora empezaría el evento. 
León se preparaba vistiendo un traje a medida de diseñador en color negro, una camisa de manga larga en color rosa suave y una elegante corbata de 
seda en color rojo vino con pequeños adornos dorados, un par de mancuernas doradas con brillantes y un ajustado chaleco a juego con el pantalón compementaban su look, mientras que su cabello castaño algo ondulado peinado atrás, un lustroso par de elegantes zapatos negros le conferian un aire de tipo peligroso y malo, pero malditamente irresistible.  
León se veía y se sabía atractivo mientras hacía unas llamadas a su publicista y a las personas de la editorial detallando los últimos puntos de la presentación. Bajó hasta 
el gran salón, y se dispuso a revisar algunos correos en su computadora, de pronto y sin ser consciente su mente viajó hasta Trancy. ¿Cómo vestiría para el evento?, Y lo mejor ¿con 
qué pretexto se acercaría a el maestro? 

En su recámara Trancy terminaba de colocarse los zapatos hasta que escuchó a Beatríz llamar a la puerta.
—Señor Davis, la señorita Kimberly esta lista, dijo Beatriz la niñera quien sonrosada veía a Trancy mientras este se encontraba ajeno a sus mirada. 
—En un momento iré, dijo el chico mientras terminaba de anudarse la corbata. Vestía un elegante traje gris claro, camisa color azúl celeste y una corbata de
diseñador en color azul eléctrico con pequeños adornos rojos, unas mancuernas doradas sencillas y unos zapatos formales en color negro. estaba muy agradecido con el mayordomo quien le ayudó a elegir el conjunto ideal para el evento, lo que llamaba la atención, era su cabello. Sus rizos los acomodó peinados atrás pero un pequeño mechón rizado se soltaba al frente dándole un aíre pícaro y sexy, ignorante de esos detalles el 
maestro salió para dirigirse al cuarto de Kim. 
—¡Trancy! estoy lista dijo la niña feliz. Caminando hasta abrazar a su maestro por la cintura. 
—¿Bajamos?... Trancy ofreció su mano como un príncipe y la pequeña Kim palpando la mano la tomó y se dirigieron a las escaleras. 
León platicaba en el recibidor con un grupo de publicistas de la editorial, estaba de espaldas a la escaleras así que no se percató cuando su hija y el profesor se asomaron por estas, lo supo cuando las miradas distraídas de los presentes veían con curiosidad a la pareja tan peculiar. 
León giro para encontrarse con su hijita que se veía tan linda, peinada con el cabello entrelazado con pequeñas flores, un vestido blanco con diminutas piedras brillantes, calcetines blancos con adornos de flores y cintas y unos coquetos zapatos rojos que la pequeña 
insistió en usar. Y Trancy... El chico pelirrojo se veía tan hermoso que León casi dejo de respirar. 
—¡Papi! Grito la niña emocionada. Bajando con cuidado y de la mano del maestro hacia donde se escuchaban varias voces incluyendo la de su papá. 
León desvió la mirada y se fijó en Trancy, se veía hermoso. Muy hermoso. 
—Kimi, hija buenas noches. León subió hasta donde se encontraba la niña. 
Llegando hasta ella la tomó en brazos y le dio un efusivo abrazo.
Kimi rió y abrazó a su padre por el cuello, —buenas noches papi, León miraba a su hija ya que se veía tan linda, parecía una pequeña muñeca. Detrás de ella Trancy escuchaba mientras su rostro denotaba su ya tan caracteristica calma y seguridad. 
—Se ve muy bien señor Davis, León recorrió con la mirada al maestro. 
—Muchas gracias señor Broks. Respondió el pelirrojo. 
Bajaron y saludaron al grupo que estaba mirándolos con curiosidad, estos ni siquiera se mokestaron en ser discretos y educados. 
Todos se dirigieron al Jardín en donde Ariadna estaba fungiendo como orgullosa anfitriona. 
Viendo esta que el grupo se acercaba se acercó a su prometido y saludó a todos menos a Trancy, esta actitud no desanimó al joven maestro. 
Rose y su novio Federik vieron todo esto desde lejos y despidiendose momentáneamente de los invitados se dirigieron hasta donde estaba el grupo y saludaron a todos pero al llegar con Trancy, Rose lo saludó con efusiva familiaridad aprovechando el momento ella y su novio cobijaron socialmente al joven pelirrojo, Frederik saludó de forma amigable mientras Rose era todo alegría y entusiasmo al reunirse con su nuevo amigo. —¡Trancy te ves genial!, pareces un 
modelo... La joven miraba al maestro con admiración. 
—Es verdad señor Davis, está muy apuesto y la pequeña Kim parece una princesita, secundó Frederik.
—¡Tío Fredd!... La niña gritó emocionada y extendió sus brazos para que el rubio la tomomase, cosa que el abogado hizo complacido. 
Varios minutos despues la niña empezaba a restregar sus ojitos con las manos, señal inequívoca que pronto estaría dormida. 
Rose percibiendo que la niña ya había tenido suficiente, se acercó hasta su hermano quien atendía a sus invitados.
—León, Kimi no puede estar despierta mucho tiempo, dijo la joven de manera maternal. 
La niña pronto estaría somnolienta. Pero León quería ver a su hijita, quería compartir con ella ese momento. 
—De hecho ya empezaremos con la presentación. 
El escritor se dirigía a su editor y a su publicista quienes asintieron y dieron comienzo al evento. 
Por la cantidad de aplausos y comentarios el libro auguraba una buena recepción como todas las obras de León Brooks.
—Creo que es hora de ir a la cama Kim, Rose acariciaba la cabeza de la niña, y esta haciendo un pucherito de inconformidad negó tener sueño. 
Trancy quería ir a descansar también así que aprovechó y convenció a la pequeña para que juntos se dirigieran a sus habitaciones. 
Rose llamó a Beatriz la niñera para que los guíe pues por las disposiciones de 
las mesas era un tanto difícil orientarse. León vio que se retiraban y dio alcance hasta llegar con ellos. 
El escritor tomó en brazos a su hijita mientras ordenaba a la niñera que se adelantará para preparar la habitación de la niña. Y volteando a ver a su hijita la cual ya sentía lánguida por el sueño le preguntó —Princesa, ¿ya te retiras? 
—Sí, dijo la menor en un murmullo, —me arden mis ojos, papi. 
—Vamos yo te llevaré mi pequeña. Permítame acompañarles señor Davis, León tomó la mano del profesor para poder guiarlo entre toda la muchedumbre que de forma amable se abrian paso. 
Para Trancy toda aquella parafernalia era algo a lo que no era ajeno, pues él mismo era quien organizaba las cenas benéficas para recaudar fondos para la escuela.
Cruzaron todo el jardín, el escritor los guió de manera paciente hasta llegar al interior de la mansión y subir las escaleras, ya hasta ese punto se había dormido Kim. 
—Fue una velada muy bonita señor Broks, realmente disfruté tanto de la compañía de su hermana y de su cuñado. 
León rió ante la palabra cuñado, —Sabe señor Davis, Frederik y yo hemos sido amigos desde la infancia, y le seré honesto. Nunca me lo imaginé de novio con Rose, tal vez por su cercanía a mi familia siempre la vio como una hermana pequeña, pero ella ha estado enamorada de él desde hace mucho tiempo. Y de alguna manera me gusta verlos juntos.
—Creó que se aman, Trancy se permitió dar su opinión ya que el escritor se estaba sincerando con él. —Y se puede sentir la devoción de su amigo hacia a la señorita Rose.
León sonrió al notar el lado romántico del profesor.
—Eso lo he notado y también a mí me parece muy bueno. Ambos son importantes para mí y merecen ser felices. 
Cuando mi esposa murió ellos me ayudaron con Kim. Mientras yo estaba en un cuarto recuperándome, mi hermana Rose permaneció junto a la cama de Kim quien se encontraba hospitalizada en terapia intensiva, recordó León algo 
nostálgico.
—Su hermana y el Señor Frederik son muy buenas personas. Así que supongo que es perfecto que esas personas tan importantes para usted estén juntas, 
Trancy estaba tranquilo. Sentía la mano del escritor tan cálida que le transmitía tanta seguridad. 
Llegaron hasta la habitación de la pequeña y fue la niñera quien la tomó en brazos para cambiarla para dormir. León depositó un suave beso en la sien de la niña y se dirigió a Trancy.
—Permítame acompañarle a su habitación. Trancy 
agradecido accedió ya que no quería dejar de sentir esa calidez, sin saber que León tenía otros planes.

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