Reloj
—Nos vemos en la salida. —Izuki estaba en las puertas del vestidor femenino—. Cuídate, por favor.
—No te rompas más huesos. —Yui demostraba preocupación a su forma.
—L-Lo intentaré. —Respondió un poco avergonzado.
—Era broma.
Ella sonrió, a lo que Izuku contestó de la misma forma.
—¡Midoriya-san! —Llamó un chico de cara plana, que estaba al lado de un rubio eléctrico—. Después coqueteas con Kodai-san, ahora debemos ir a la actividad antes que Aizawa-sensei se enoje por la tardanza.
El día de hoy, las actividades prácticas transcurrieron en un rumbo diferente de lo habitual. Las dos clases de héroes del segundo año se unieron para realizar ejercicios de rescate. Se habían dividido en dos grupos a pedido de los alumnos, por lo que, las mujeres habían desarrollado primero los ejercicios para irse temprano de las instalaciones y tener el fin de semana ya libre. Por otro lado, los hombres tuvieron que esperar como tres horas para su turno, incluso, tendrían que estar otras tres más realizando las actividades. En conclusión, las chicas se salieron con la suya.
—Rápido, Midoriya, no quiero ver como presumes delante de nosotros. —Agregó el otro chico de cabellera negra.
Izuku se sonrojó a más no poder, aún no se acostumbraba a esas bromas. Yui lo abrazó de repente, generando más nervios de lo normal.
—¡Y-Y-Yui-san! —Gritó. En su verguenza, no se dio cuenta como ella miraba al par de chicos, tal mirada que presentaba molestia e ira. El dúo cómico solo atinó a irse del lugar caminando rápido, casi corriendo.
—¿Hacemos muchas cosas en la noche y aún no te acostumbras a los abrazos? —Izuku quería morirse.
—Perdón, no estoy acostumbrado al afecto en público.
Después de esa mañana donde Izuku se declaró a Yui, había pasado casi un mes. Su relación, por más privada que querían mantenerla, fue evidente para las chicas del 2-B, ya que, su amiga pelinegra cambió en muchas formas, como que ya no era tan callada, se comunicaba con muchas palabras a comparación de los monosílabos y movimientos de cabeza que eran costumbre en ella. Incluso, existían días donde ella canturreaba cualquier canción que se le venía a la mente y bailaba como si tuviera un acompañante en medio de la sala.
Por más que Izuku fuera una buena influencia para su amiga, ellos ocultaban algo más como para hacer actuar así a Yui. Así que, por descarte, hallaron que Yui e Izuku estaban en una relación amorosa.
—Ya vete. —Ella se despidió con un beso en la mejilla.
—Sí, sí, ya me voy. —Hizo el amigo de retirarse, pero, mantuvo su posición al lado de su novia.
—Ve.
—Ya voy...
—¿Izuku?
—Ah, bueno, yo... —Ella entendió lo que él quería, cosa que la alegró.
—Hazlo.
Ni bien dijo eso, el pecoso colocó sus manos en las mejillas de su novia y acercó su rostro hasta chocar los labios. Le encantaba la sensación de besarla y que todo el mundo se redujera a solo ellos dos.
—Ya me voy. —Se separaron cuando sonó la campana escolar—. Te quiero, Yui. —Le dio un último beso en la frente.
—Yo también te quiero. Nos vemos en la salida. —Ella estaba por entrar al vestidor.
—Me toca elegir el tatuaje. —Izuku dijo para por fin emprender su camino.
—¿Que vas a elegir? —Preguntó Yui.
—Un reloj.
—¿Por qué?
—Porque las horas son segundos a tu lado y me gustaría detener el tiempo por ello.
—To-Tonto. —Escondió su rostro sonrojado mirando al piso. Rio por la ocurrencia de su novio, pero, deseaba lo mismo.
Izuku se fue del lugar con una sonrisa que nadie podrá quitársela.
Lo mismo sería para Yui, sino fuera por lo entrometidas que son las chicas de su grado, especialmente un par rosado e invisible.
—¡Kodai-chan! —Mina y Hagakure se acercaron a ella, rodeandola.
—Chicas, por favor, dejen a Yui-chan en paz. —Interrumpió Itsuka, antes que empiecen con el bombardeo de preguntas.
—No es justo. —Dijo Mina—. Queremos saber cómo, cuando y donde empezó la relación de Kodai-chan.
—¡Sí! —Secundó Hagakure—. Quiero saber, además, si le funcionó a Kodai, tal vez me funcione a mí. —Sus ganas de conseguir pareja eran evidentes.
Uraraka miraba desde una esquina la conversación. Como las chicas del 2B defendían la integridad de su amiga, aunque también tenían intenciones de que les cuente pero en otra ocasión; como Yui las miraba con un gesto inexpresivo y como Mina rogaba por saber aunque sea un poco sobre la relación.
Al final, todo estaba bien por ahora. Izuku había logrado dar el siguiente paso, madurando en el proceso, formalizando así una relación con Yui. Para Ochako, quien con Iida eran los más allegados al pecoso, que este volviera a sonreír con más vigor que antes, hacía que pequeñas lágrimas se formaran en sus ojos. En serio, él ya no era el niño asustadizo que conoció en el primer año.
Por otro lado, agradeció inmensamente cielo por mandar a una chica tan linda y hermosa, tanto por dentro y fuera, como lo es Yui. Ella le gustaba mucho a Uraraka como pareja de Izuku, llegando al extremo de imaginar la boda entre ellos dos y ser la madrina del primogénito de la pareja. Desde que Yui apareció en el camino, todo se volvió más divertido y colorido. La felicidad que Izuku mostraba era evidencia de ello.
—Kodai-san, ¿puedo hacerte una pregunta? —Sin que nadie se lo espere, Momo decidió hablar.
Tanto Yui Y Ochako sabían que eso iba a terminar mal.
—No. —Kodai respondió sin dudar.
—Ah, bueno. —Se molestó por la respuesta—. Ya que estamos en confianza, quería preguntarte cómo te hiciste tan unida a Izuku-.
—Midoriya para ti. —Mientras se desvestia, sin tomar alguna precaución de hacer notar sus tatuajes, ya que ella sabía que nadie se daría cuenta, Yui corrigió a la peli negra. Después de todo, ella se permitía en ser la única en llamarlo así.
—¿Desde cuando te hiciste tan unida a Midoriya-san? —Momo se cansó de la actitud de su contrario.
—¿Y eso que te importa? —Ochako salió en defensa—. Sin ofender, Yaomomo, pero, ella te dijo que no quería que le preguntaras en primer lugar.
—Me importa porque ella tiene una relación con un amigo muy importante para mí. —Puso su mano en el pecho—. Estoy preocupado por Iz-. Midoriya.
—Qué raro. —Asui decidió meter su cuchara—. No parecías estarlo hace unos meses.
Un golpe directo contra la insistencia y excusas que daba la vicepresidenta de la clase 2A. Como siempre, la chica rana no tenía filtros, mas sí criterio, a la hora de decir las cosas en la cara. No importaba si quedaba bien o mal, ella diría lo que piensa.
—Oh, ¡es cierto! —Uraraka sabía que Mina iba a decir algo estúpido—. Antes de que Izuku esté con Kodai-chan, él se declaró a Yaomomo. —Dijo, haciendo referencia a lo dicho por Asui.
La rosada había tocado un nervio sensible. Aunque, por alguna razón, Momo hizo el amago de sonreír.
—¿Es eso verdad? —Preguntó Kendo.
—Ahora que lo dices, recuerdo haber oído un rumor sobre ello. —Setsuna habló. No hacía falta preguntar la fuente de los rumores.
—¿Es eso verdad, Yaoyorozu-san? —Esta vez la que preguntó fue Ibara.
—Sí. —Respondió de inmediato, en un tono que denotaba poca importancia del tema o así ella quería que se viese.
Las chicas del 2B quedaron sorprendidas, haciendo que en sus mentes adolescentes se creara un drama donde Izuku salía solo con Yui a causa del despecho que sentía por el rechazo de Momo.
—En otras palabras, si Momo no rechazaba a Midoriya, Kodai no hubiera tenido oportunidad. —Jirou dijo algo cierto, pero insensible a la vez.
Dicho eso, el silencio en la habitación se convirtió en un monstruo gigante, que cualquiera que hablase lo tragaría vivo en nombre de la estabilidad emocional que existía entre las mujeres de ambas clases. Jirou no calculó sus palabras, provocando que hasta la misma Ibara tenga pensamientos impuros y grotescos contra ella. Incluso, Kendo y Setsuna miraban expectantes a Yui, esperando a ver como respondía, mientras que Asui calmaba a Uraraka mediante murmullos para que esta no fuera en contra de su compañera.
—Y~... —Ante el ambiente asfixiante, Mina decidió que era buen momento para realizar una pregunta estúpida, pero, eliminando la atención que caía sobre Kyoka—. ¿Por qué rechazaste a Midori, Yaomomo?
—Es muy lindo. —Respondió de inmediato.
—¿Qué? —Ochako preguntó con una evidente duda.
—Es que, me gustan los hombres fuertes en carácter. —Agachó los hombros—. Midoriya es muy gentil, pero, siento que le hace falta un poco de madurez, además, siento que se le vería mejor con una actitud ruda.
—Wow, no sabía que tus gustos eran tan superficiales. —Uraraka volvió a hablar—. ¿Rechazaste a Deku-Kun solo por eso y ahora estás celosa?
—¿Ce-Celosa? —Desvarió por unos segundos frente a la pregunta de la castaña—. No, te confundes, Uraraka-san. Como dije, me preocupo por Midoriya.
—Pues no lo parece. —Yui, después de rato, expresó lo evidente frente a sus narices. Poco a poco su enojo iba incrementando, tanto así que estaba a un paso de usar su Quirk en uno de sus zapatos y lanzarlo contra Yaoyorozu.
—¿Y a ti que te gusta de Midoriya-chan, Kodai-chan? —Para suerte de las que se sentían incómodas con la situación, Tsuyu se dirigió a la chica, ignorando la discusión de Momo y Uraraka.
—¡Sí! ¡¿Qué te gustó de Midori?! —Mina alzó la voz, curiosa—. Ya sabemos la razón por la que Yaomomo lo rechazó, ahora solo falta el motivo por el cual te enamoraste de él.
—No es necesario que lo-. —Uraraka quería desviar la conversación a otro lado, ya que, el terreno estaba lleno de minas explosivas. No quería que su amiga se sintiera más incómoda de lo que por sí ya estaba. Aunque, antes de terminar su oración, fue interrumpida.
Sin quererlo o al contrario, estaban hablando mal de su novio en frente de ella. ¿Quienes se creían? Le importaba un bledo si Izuku se enamoró de otra personas o sí se acostó, folló o cogió con cualquiera de las que estaban, eso era el pasado y ahí debía quedarse. Pero, ¿tratar de minimizar los sentimientos geninuos que su amante alguna vez tuvo por esa chica de grandes pechos y, también, hacer entender que fue la segunda opción de Izuku? No, eso ella nunca lo permitiría.
—Me gusta porque es lindo.
El silencio se hizo. Conforme pasaron los segundos, poco a poco las féminas procesaron lo dicho por Kodai. Su motivo era el mismo por el cual Yaoyorozu lo rechazó.
—Es amable con todos, incluso, con los que no se lo merecen. —Fijó su mirada en Yaoyorozu y Jirou—. Es un buen amigo... El mejor. —Miró a Uraraka y Asui—. Es fuerte, mucho. Y se enoja cuando hacen daño a una persona que él quiere. —Recordó la vez que casi intenta matar a Hideo y Michiko por malentendidos—. Tal vez él no tenga un carácter fuerte, esa soy yo, pero, Izuku es de las personas que sonríen hasta cuando están en el fondo del abismo. —Frunció el ceño, mientras cerraba los ojos, no queriendo recordar esos malos momentos—. Testarudo, amable, un poco idiota, cariñoso, introvertido, altruista. —Y sonrió, después de todo, las cosas llegaron a un punto donde ella era feliz a su lado—. Izuku es muy lindo a mi parecer y eso fue lo que hizo que estuviera jodidamente enamorada de él.
Era increíble como defendía a su amado, sin importarle si quedar bien o mal con la otra clase. En sí, ya no le importaba mucho destacar. Claro, el deseo aún permanecía, pero se conformaba, con una sonrisa en el rostro, con que Izuku sea la única persona que esté a su lado. No pedía más, solo estar con su novio todo el tiempo que el efímero tiempo podría dar a una pareja enamorada.
—Así que, no te agradezco de que lo hayas rechazado, Izuku sufrió por eso y ahora que sé la razón, espero que nunca sepa el porqué de tu decisión, ya que, sé que todavía te tiene estima... Ya saben, es Izuku. —Dirigió su mirada a la vicepresidenta del 2A—. Pero, él ahora es feliz a mi lado, espero que respeten eso.
—¡Yui-chan tiene razón! —Gritó Uraraka—. No se metan en su relación.
—Apoyo a Ochako-chan. —Asui, con el traje ya puesto, agregó—. Por más que seamos amigas, hay ciertos temas que no nos competen.
—Oh, por favor, quiero saber más.
Mina seguía insistiendo, cosa que fue apoyada por algunas personas más.
—Yo apoyo a Mina. —Hagakure decidió por volver a hablar—. Cuéntanos, Kodai, ¿alguna vez Midoriya-san te ha regalado algo? Oh, Yaomomo, ¿puedes confirmar si te regaló lo mismo?
—Tal vez Midoriya sea un don Juan. —Jirou levantó los hombros, restándole importancia.
—¿Puedes dejar de preguntar estupideces? —Si Kendo no lo decía, Uraraka iba a repartir cachetadas—. ¿No la escucharon? Si no quiere hablar, no pueden obligarla.
Terminó de hablar, para después Hagakure protestara en contra del insulto merecido. Fue así como la discusión aumentó hasta llegar al punto donde se formaron los dos bandos ya establecidos.
Esto disgustaba a Yui, ya que, seguirán hablando de Izuku y no pararían hasta que comiencen las prácticas. Por lo que, en un acto de locura, se quitó la camisa y dio un fuerte golpe al casillero donde guardaba su ropa. El enojo fue tanto que algunas podían jurar que si su cabeza hubiera estado en el lugar del casillero, no habrían salido con vida.
—Por favor, dejen de hablar de mi novio. —Sentenció—. Él no es un objeto al que puedan comparar con cualquier cosa.
Aunque las chicas sintieron un escalofrío recorrer su cuerpo, la sorpresa recayó en otra cosa que no era la mirada amenazante de Yui.
—¿De-Desde cuando tienes tatuajes? —Kendo preguntó, sin poder creer lo que veía.
Sin excepción alguna, todas las chicas estaban anonadadas por la tinta en la piel de Yui. No era solo un pequeño dibujo o algunas líneas, eran cientos de trazos coloreados y bien dibujados que estaban incrustados en su pequeño cuerpo. Desde árboles hasta un unicornio. ¿Cuándo pasó todo eso y por qué nunca se dieron cuenta?
Aunque, por un lado estaba Ochako, quien no sabía que hacer en ese momento: tapar a Yui y rogar que las demás se olviden de eso o llamar a Izuku para que
—Confío en que nadie abrirá la boca y me acuse con algún profesor. —Yui empezó a ponerse el traje con apuro—. Aunque no creo que lo hagan, después de todo, somos amigas y hay confianza, ¿no? —Sonrió, mirando en específico a Yaoyorozu, quien apretaba los dientes y fruncía el ceño.
Su jueguito había acabado, dando como resultado a una Yui empoderada.
—Bueno... —Uraraka no fue la única en ver como Kodai abandonaba el vestidor para ir a la sala de entrenamiento—. Ya escucharon a Yui-chan. —Caminó rumbo a la salida, queriendo alcanzarla—. Solo espero que seas consecuente con tus palabras, Yaomomo-chan. —Sacó la lengua y salió del lugar con una sonrisa triunfante.
El resto de personas solo se quedaron callados, viendo el semblante molesto de Momo.
—No sé qué me sorprende más. —Setsuna iba a soltar una de sus bromas para aligerar el ambiente—. Qué Kodai-chan dijera más de tres palabras en una sola oración o los tatuajes que tiene.
—En cualquier caso, se ve genial en ella. —Kendo le restó importancia al tema.
—Solo espero que dios la perdone por ensuciar su cuerpo con esas tintas paganas. —Ibara juntó sus manos en forma de rezo, aunque por dentro se lamentaba por pensar en que también quería uno.
—En fin, Yui-chan se ha sido muy clara. Además, está feliz al igual que Midoriya-chan. —Tsuyu también procedía a irse del cuarto, seguida de sus demás compañeras—. Eso es lo importante, ¿no, Yaoyorozu-san?
No es por nada, pero todas sabían que Momo quería mandar al diablo a todos, en especial a la pequeña Yui.
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