Ni siquiera un cronómetro podía medir con exactitud el tiempo en que sus ojos, cómplices, no dejaban de mirarse el uno al otro. Era una incógnita de las cuales no había respuesta concreta, todo era derivante del quizás y por qué.

—No lo piensen mucho. —Hideo habló. Le parecía raro que el par adolescente estuviera tanto tiempo mirándose sin decir alguna palabra—. ¿Quieren tatuarse la otra pierna u otro lugar del cuerpo?

—Y no, no puede ser en la pierna de siempre. —Aclaró Michiko—. Ya no hay espacio ni para un pequeño punto.

—Exageraron mucho con los tatuajes en esa zona. —Se lamentó Hideo—. Ah, también nosotros tenemos la culpa. Tuvimos que detenerlo en vez de alentarlos a hacerlo.

—N-No te preocupes, Hideo. —Izuku salió del trance—. La decisión fue nuestra y-.

—Veintisiete tatuajes solo en una pierna. —Michiko aún no se lo creía—. ¡Cada uno! Están locos.

—Nosotros igual o peor, querida. —Hideo se acercó a su pareja, abrazándola por la espalda.

Yui arrugó el ceño, todavía pensativa acerca de la discusión que tuvieron los cuatro ni bien llegaron al local. Miró su pequeña pierna derecha, luego la de Izuku, izquierda. ¿Cuánto tiempo pasó desde aquellos cinco puntos? Fueron casi cinco meses desde que empezaron con esa actividad rutinaria de salir juntos de clases los viernes e ir a tatuarse lo que quisieran. No habían fallado ni una semana, incluso, hubo veces donde se tatuaban más de una, además, las salidas al cine, centro comercial, de compras o hasta estar en el cuarto del otro para decidir que se tatuarían, se habían vuelto tan común como estar en short solo cuando ellos dos estaban presentes, sin terceros que interfieran en su tiempo juntos.

—Miren, son nuestros clientes favoritos de por lejos, en serio. —Tal halago de Hideo sacó una pequeña sonrisa en ambos—. Así que, les voy a dar tres opciones. —Suspiró cansado—. Dos de ellas ya las conocen: tatuarse la otra pierna u otra parte del cuerpo.

—¿Cuál es la nueva opción? —Preguntó el pecoso.

—Que se olviden de nosotros y los tatuajes. —Hideo, después de mucho, mostraba una expresión seria—. Es por su b-.

—No. —Yui miró a Izuku sin más.

—Muchas gracias por su consideración, Hideo. —Inclinó su espalda hacia delante—. Pero, la decisión siempre fue nuestra. —Yui asintió—. Creo que, tanto Kodai-san como yo, queremos seguir viniendo a este lugar, no solo por los tatuajes, también, por ustedes..

Tales palabras colaron en los corazones de los presentes. Nunca pensaron ser considerados amigos por personas casi veinte años menores que ellos. Además, el hecho de que ellos no se avergonzaban de tenerlos como amistades. Esos niños valían oro y, ambos, juraron jamás defraudarlos y dar lo mejor de sí para hacer los mejores tatuajes que uno pueda soñar.

—Deja de llorar. —Michiko se burló de su novio, aunque ella también tenía lágrimas residuales en sus ojos—. Entonces, ¿dónde quieren su nuevo tatuaje?

—Bu-Bueno. —Izuku volvió a mirar a Yui, consultando la decisión—. ¿Estás segura? —Ella mostró su tatuaje de cinco puntos—. Di-Digo, podrías tener razón, pero eso nos condenará a no mostrar la mitad del cuerpo. —Suspiró, ya habían tomado una decisión—. Que sea esta luna. —Mostró la imagen de su celular a los mayores—. Cerca de la cintura, por favor.

—Puedo suponer que cada uno solo se va a tatuar en una mitad del cuerpo, ¿no? —La mujer rubia aclaró la conversación de esos dos.

—Sí. —Respondió Izuku.

—O sea, Izuku la mitad izquierda y Yui, la derecha. —Hideo puso sus dedos en el mentón, como si analizara la situación—. ¿Están seguros que no son pare-.?

—Cállate. —Michiko golpeó con su palma en la nuca de Hideo.

—N-No es necesario que recurras a la violencia, Michiko. —Izuku quiso ir a auxiliar.

—No te preocupes. —Suspiró cansada, mientras, Hideo se sobaba la zona del golpe—. ¿A quién le tocó elegir esta vez? —Interrogó Michiko, refiriéndose al tatuaje, al mismo tiempo, cambiando de tema—. Pregunto porque quiero saber quien eligió el unicornio alado la vez pasada.

—Oh, a mí. —Respondió Izuku—. Y acerca del unicornio, es el animal favorito de Kodai-san.

—¿Y por qué una luna?

—Por Kodai-san. —Respondió seguro, a lo que, todos lo miraron fijamente.

—¿Cómo así?

—Va a sonar un-n poco raro. —Se rascó la mejilla un poco nervioso—. Cuando la conocí, Kodai-san una chica muy callada. Casi imposible de tomar en cuenta, ya que, su semblante serio y, a la vez, inexpresivo generan que no mucho quieran acercarse a ella con el propósito de socializar. Lastimosamente, muchas personas se pierden de lo grandiosa que es, lo divertido que se pone el día cuando ella se ríe o lo mágico que se siente verla sonreír. —Se detuvo un momento para pensar sus próximas palabras—. Fue por eso que pienso que Kodai-san es como la luna: fríamente hermosa, pero, lastimosamente, incapaz de resaltar más que un sol.

—Oye, no digas esas cosas de-.

El ambiente se torno pesado cuando Izuku terminó de decir su pensamiento. Yui agachó la cabeza, un poco avergonzada. Se sentía halagada por las bonitas palabras que Izuku había dicho sobre ella, pero, habían verdades que odiaba con todo su ser y las había escondido en lo más profundo de su corazón como muchas otras inseguridades. Si no fuera por las palabras de Izuku, ella olvidaría que está viviendo en un mundo de fantasía que creó para dejar de lastimarse.

Michiko vio esto, por lo que, más furiosa que calmada, quiso refutar con un par de golpes a Izuku por sus crueles comentarios.

—Izuku. —Llamó Hideo, interrumpiendo de más de una forma a su novia—. ¿Qué prefieres: el día o la noche?

—Mil años sin que amanezca. —Izuku respondió con una seguridad que solo mostraba cuando era el héroe Deku, haciendo referencia a la noche.

Decir que el corazón de Yui empezó a latir a mil por hora, sería poca comparación a lo que le pasaba por dentro. No tenía idea de como reaccionar, que decir o hacer, frente a la declaración del pecoso. Obviamente, se sentía feliz, enormemente contenta, pero, tenía ganas de llorar y salir de allí, sin importarle el tatuaje.

Cuando sus primeras lágrimas salieron a la luz, Izuku quiso morirse, ya que, él era consciente de que había provocado aquello.

—¿Ah? —No entendía que pasaba—. ¿Estás bien, Kodai-san?

—Voltéate.

—Eh, p-pero-.

—Fuera. —Cubría su rostro enrojecido con las manos.

—¿Hi-Hice algo mal? —Preguntó a punto del colapso—. Siento mucho si mis palabras te-. ¡Ah, ¿por qué me pellizcas la mano?! Por favor, ya para.

La pareja adulta veía, con expresiones felices, como aquel dúo peleaba a su manera. De cierta forma, tener una conversación con ellos y verlos cada semana recompensaba las ruidosas críticas de vecinos que hablaban sin saber sobre el estilo de vida de la pareja.

—Valió la pena quedarse. —Hideo sacó su celular, tomando una foto de la pequeña discusión.

—Tú lo has dicho, amor. —Michiko imitó la acción de su novio—. Tú lo has dicho...

—¿Me dirás por qué sigues molesta?

Cuando regresaron a la UA, Yui seguía sin mirar a Izuku por más que este se esforzara en disculparse por qué sabe que. Incluso, llegó al extremo de pedir perdón por nacer.

Cabe decir que Yui lo pellizcó más fuerte de lo normal.

—¿Perdón?

Ambos llevaron aquella especie de discusión hasta el cuarto del pecoso, pasando por la sala común de la 1A, llamado la atención de todos los que estaban reunidos. Incluso, del propio Todoroki que estaba en una apuesta con la mayoría de hombres de su clase acerca de la relación de ese par tan peculiar.

—Midoriya-san, recuerda que el toque de queda será en un par de horas. —Iida, como presidente de clase, informó—. Te lo digo para que no suceda lo mismo que la anterior vez y que Aizawa-sensei te castigue.

—N-No te preocupes, Iida-san. —El peliverde tranquilizó—. Solo voy a solucionar unas cosas con Kodai-san.

—¿Se pelearon?

—Eso-o creo.

Yui entró al ascensor, esperando a que Izuku fuera con ella. Era como si se estuviera paseando por su casa.

—Voy a estar en mi habitación con Komi-san, me retiro Iida-san y buenas noches. —Se despidió para entrar al elevador.

Izuku intentó por enésima vez disculparse, mas, la atención de Yui estaba sobre una chica de cabellera negra que los miraba desde que llegaron. Cuando ambas miradas se encontraron, las dos cambiaron a un semblante más serio y retador. Un duelo de orgullos que finalizó cuando la puerta se cerró.

—Mira, sé que no debí decir esos comentarios. —Bajaron del ascensor, yendo hacia la habitación de Izuku—. Pero, ese fue mi sentir con respecto a ti. —Abrió la puerta de su cuarto, dejando que Yui entrara primero—. Aun así-.

No terminó de decir su oración, porque, Yui se abalanzó sobre él, abrazándolo fuertemente, como si su vida dependiera de ello.

—¿Kodai-san? —No esperaba esa reacción para nada.

—Gracias.

Con la fuerza que tenía, condujo de forma incómoda a Izuku hacia tirarlo sobre la cama, ella aún encima de él. Ante la magnánima sorpresa de Izuku, ella borró todo filtro que detenía el desborde de sus sentimientos.

—Gracias. Gracias. —Repetía con constancia—. Muchas gracias.

Lloraba. Izuku no sabía que hacer, solo comenzó a darle pequeñas palmadas en la espalda y cabeza.

—Así que no estabas molesta conmigo. —Izuku encajó las piezas—. Me alegro mucho.

Yui asintió.

—Ya no llores.

Deku pudo haber jurado que ella solo iba a asentir, como siempre lo hacía, y el hubiera estado feliz de verlo. Pero, su cabeza casi explota cuando ella levantó la cabeza de su pecho para mirarlo con una sonrisa. No de sus típicas que solo movía los labios, ahora, difería enormemente de ellas. Yui rebozaba de alegría, tanto así que mostraba sus dientes al sonreír, con los ojos cerrados y todavía abrazada a Izuku.

Un momento que no volvería a repetirse y que Izuku no estaba dispuesto a compartirlo con nadie.

El impacto fue hipnotizante, tanto que condujo su mano hacia el mentón de la fémina, acercando ambos rostros, el uno hacia el otro. Ella no puso resistencia e Izuku ni enterado estaba de lo que hacía. Solo se dejaron llevar por el momento. Era lo que más necesitaban después de todo.

—Y-Yo... —Izuku tartamudeaba—. Perdón.

Pero no lo que querían. Se detuvieron a final del camino. No era el momento, además, la inseguridad de sentirse seguros de hacerlo. Debían aclarar sus sentimientos, saber si uno lo hacía por despecho o no, o si la otra quería por la necesidad de no sentirse sola.

Primero tenían que saber qué es lo que querían cada uno, luego, ver si no existían mentiras dentro de sus acciones, para no lastimar a la otra parte. Todo menos eso, ya que, Izuku es fundamental en la vida de Yui y viceversa.

Con solo verse, acordaron dejar ese tema para otra ocasión, mientras tanto, seguirían abrazados hasta quedarse dormidos o que Aizawa rompiera la puerta del cuarto. Lo que pasara primero.

—No dudes que te quiero, Kodai-san.

Ella asintió de nuevo, entendiendo a lo que se refería.

Para su mala suerte, ambos no sabían que en el piso de abajo, las personas reunidas estaba decididas por averiguar la relación que tenían ellos dos y lo que hacían en la habitación. Unos por curiosidad, otros por una apuesta y solo uno por celos.

—Deku-kun, sé que quieres tiempo a solas con Kodai-chan, pero rearfimo mi autoridad como tu mejor amiga y entraré a tu cuarto sin tu permiso... Además de que la puerta no tiene seguro alguno. —La amante del mochi ingresó a la habitación.

Su expresión era picaresca, hasta que vio algo que no debió ver. Fue así que cambió a una cara de horror y preocupación.

Izuku y Yui se separaron rápidamente, como si nada hubiera pasado, aunque, un pequeño detalle dejaron de lado por el asombro repentino.

—¡No-.

—¿Uraraka-san?

—(…) Me-.

—Dios, no. —Izuku sintió como el mundo se detenía por un par de segundos cuando se dio cuenta que sus piernas estaban descubiertas.

—(…) Jodas!

El resto de personas que se encontraba a las afueras del cuarto, intentó entrar para ver lo que causó tal reacción. Aunque, Izuku fue mucho más rápido y cerró la puerta en la cara de ellos, sin importarle quienes eran.

—¡¿Puedes explicar por qué-.?! —Yui llevó su mano hacia la boca de Ochako, quién todavía no salía del asombro—. ¿Kodai-chan?

—Esto tiene una explicación muy poco razonable, pero la tiene.

—Tengo idea de cual será tu excusa, además, sé que querías olvidar a Yaomomo a como dé lugar, pero, ¿involucrar a Kodai-chan? —Uraraka gritó entre susurros—. ¿Qué tienes en la cabeza, Deku-kun?

Izuku solo pudo preguntar al cielo que es lo que estaba haciendo mal para ser tratado como el villano.

Este capítulo es un poco especial, ya que, hoy es mi cumpleaños.

Así que, de nada por nacer 😎👌

La cosa es que me puse a pensar en lo que hubiera sido de mí si no me atrevía a seguir en Wattpad a pesar de que muchas personas me advirtieron que no tengo talento en esto de escribir y que esto no serviría para nada. No voy a mentir, pensé en tirar la toalla miles de veces, ya que, nada funcionaba. Fueron tiempos difíciles, pero, aquí estoy. Y perdón si eso les incómoda xd

Sinceramente, ya lo dije miles de veces, nunca tuve talento, todo lo que soy lo hice a base de esfuerzo.

Por otro lado, creo que he logrado todo lo que quise lograr aquí.

Ya ha sido más de un año siendo DekuSama07 y fue una de las mejores cosas que me pasó.

Mis historias ya pasan más de 50 vistas, más de 10 estrellas, incluso, me siento demasiado apreciado por ustedes, más de lo que me merezco.

Conseguí buenos compañeros en los que puedo confiar y sé que no me apuñalarían por la espalda cuando esté en la mierda.

Cree mi server de Discord a pesar de no saber socializar y creo que lo hago bien.

Conocí a personas increíbles como Alex, Brou, a Math, Paco, Asw, Aweonao.

Miembros de mi server que me ayudaron mucho a mantener esto a flote como Culazo, Solaire, Luke, Evan, Multi.

Personas graciosas: Cobra, Nieve, Erick, Leches, Tobi, Yami, Turco, Blonde.

Los paloma gang (Koski, Spec, Paolo <3)

Buenos escritores como Zero, Gotto, Kris, Pulgar, Kudof, Dikai, Hiban etc.

También personas que me sacaron más de una sonrisa pero con las que perdí contacto: Juan, Maxi, Eminem, Leandrillo, Pato y Arion.

Increíbles lectores como Polar, Pisgoy, hawksong, Emilio, andrewe.

Tal vez olvido muchos nombres, ya que, he conocido, sin exagerar, cientos de personas en Wattpad y Discord. Además del hecho de que soy muy imbécil con los nombres.

Sinceramente, miró hacia atrás, me veo a mí mismo estar solo contra el mundo, personas que quisieron joderme, y lo hicieron, acusaciones falsas y traiciones de personas que confié.

Pero, si me preguntan si valió la pena aguantar todo esto para llegar a este punto, en el que estoy, yo diría que sí.

Pienso que este es un cumpleaños un tanto diferente, ya que, creo poder compartir mi felicidad con gente ajena a mi realidad y ser querido por ellos. Es una sensación que, por más tonto que suene, me saca una sonrisa.

No tengo idea de que más decir, solo, muchas gracias por todo y a todos.

Soy DekuSama y muchas gracias por leer.