|| Capítulo 9 ||
9- CAPÍTULO:
"MENTIRAS DESCUBIERTAS"
Maratón 3/3
🤔| Blair Myers.
Me encontré en horario de receso completando una tarea que pensé que había llenado y al final no la había hecho.
Bueno a ver, no era eso solo que... pensé que hoy era otra materia y la iba a llenar después para llevarla el día que me tocaba. Pero me equivoqué.
Moraleja de esto: No dejen para mañana lo que pueden hacer hoy.
Ese dicho no me lo inventé yo, obviamente.
Lo nuestro es dar moralejas para ayudar en un futuro, imaginen que esta conciencia bella guiña un ojo.
Conciencia...
Lo que sucede es que estuve con un grupo de chicos en una mesa no tan grande, los asientos eran muy cómodos puedes convertirlos en sofá o en sofá-cama, no quería concentrarme mucho en lo que murmuran estos, parecen unos pericos.
No cierran la boca y lo peor es que estábamos en una biblioteca. ¡Quiero estudiar cómoda! Lo más peor es que lo mío a principios de llegada siempre fue a esta biblioteca y ya no puedo ir estos días:
1- Lunes.
2- Miércoles.
Esos dos días fueron los días en los que parece que a los estudiantes los sobreexplotan de tareas sobre libros y se vienen acá, porque hoy es miércoles, y la mayoría de alumnos son chicos que nunca he visto aquí.
Aunque al parecer quizás... quisieron integrarse al mundo de la lectura. Podría ser.
Continué leyendo un libro que me mandó hacer mi profesor de Estadística, me mandó a hacer un resumen prolongado de máximo 15 o 20 páginas por cada tema para la otra semana.
Tendré una exposición de Sociología, así que digamos que mi semana fuera de lo sobrenatural va a estar explotada.
Y si se preguntan: «¿Por qué esta loca ya al día siguiente ignora todo y se concentra en los estudios?» Bueno, la respuesta es... Que verdaderamente tengo que hacerlo.
Mientras más me olvidaba del tema menos sospechas habrán, Zuri y yo nos reuniremos esta tarde cuando esté libre de profesores que anden detrás de mi persiguiéndome.
Volviendo al otro tema.
Me levanté cuando veo que unos chicos estaban hablando y haciendo comentarios que me enojaron un poco.
—.... ¿Viste como andaba Jessica? Un poco más y esos pantalones cortos parecen panties de tan cortos que están, y se veía tan sexy. ¡No entiendo por qué la monja de María armaría tanto escándalo! —comentó un muchacho observando lo que parece ser una discusión de estas que parecen silenciosas porque solo mascullan y murmuran en ellas.
Su amigo bufó.
—Pero si Jessica solo intentaba provocar como la zorra que es. Siempre vistiéndose con vestidos provocativos para llamar la atención de los chicos —replicó el otro como si fuera lo más normal de mundo.
Que chismosos y misóginos, parecen a las vecinas chismosas que habían en mi vecindario.
Los chicos del lado derecho de la mesa juzgaban con la mirada, esta soy yo. No tengo momento para confrontarme y perder mi tiempo con estos dos desconocidos.
Luego de un rato la voz de los otros chicos que parloteaban de chicas ya se me hizo tan molesta que quería patearles el trasero, no me agrada que se comporten de esa forma y le hablen así a las chicas, es obvio que si estuvieran en un lugar con normas tendrían que respetarlas, pero estaban en público, se podían vestir como quieran porque son sus cuerpos.
—Oye —me decía un chico.
Yo me levanté rápidamente ¿Y desde cuando me habla alguien de la nada? dejé caer mi rotulador y un chico simpático me había sonreído.
—Por lo que veo también te sorprendió los comentarios de los machitos —al parecer, este chico es diferente a los otros que estaban aquí, porque sí, se fueron.
Niego lentamente implorando paciencia por la mayoría de universitarios de acá. Y mientras lo hacía recogía del suelo el rotulador.
El chico y yo dimos un respingo del susto al ver a una chica gritando emocionada.
—¡¡AAAAAAH SIIII SE VAN A CASAR!! —gritó emocionada apretujando un libro en sus manos.
Cuando estoy en una biblioteca siempre evito hacer reacciones escandalosas de un libro para que no me pase lo que le acaba de pasar a esta chica:
La encargada de la biblioteca se había enfurecido tanto que en su cara se notaba lo roja que está.
Dio unos pasos de gigante y se acercó a la chica para expulsarla por unos días de la biblioteca. Joder pobrecita.
Yo apreté los labios y el chico y yo nos compartimos una mirada.
—Vaya que en esta universidad no me esperaba que hayan muchos fanáticos EXTREMOS de los libros —decía yo alzando las cejas y él se rió un poco como si contara un chiste.
—¿Cómo que no te lo esperabas? ¡Pero si aquí hay de todo! Bueno en fin. Mucho gusto que no nos hemos presentado. Soy Mark, de segundo año.
—Blair de...
—Sí, se nota que eres nueva —murmura girando su mirada de regreso a lo que estaba leyendo.
Oh.
—Pues encantada de... ¡Conocerte Mark! —ya había empezado a jugar con mi lapicero pero sin hacer mucho ruido.
Seguro a mucha gente podría estresarle el ruido del repiqueteo del lapicero en la libreta o cuaderno, por eso evito hacerlo.
Él asintió.
—¿Estás leyendo por tarea cierto? Pensé que era algo de ciencia ficción o misterio por la portada.
Me reí un poco negando leve, ni se por qué me causa risa esto.
—No, parece más de misterio la portada pero el título es de un —observé el libro y le leí el título—, glosario de la criminología y ciencia forense.
—Oh, ya.
Asentí mientras abría el libro donde me quedé y continué escribiendo.
Ya había sonado la campana así que caminé para ir a la cafetería por algo de comer, no esperé encontrarme con Mark de regreso en la mesa que siempre me siento. No tengo con quien sentarme así que me tocará asiento solo, Zuri estará seguro en clases.
Me siento con mi bandeja, he comido como cinco veces el día de hoy. Pero es que me encanta comer, y pues... aveces tengo problemas alimenticios porque mi alimentación está descontrolada.
Tengo aquí una hamburguesa no tan grande con papas fritas y soda, me encantan las hamburguesas.
Mark sonrió divertido mirándome.
—Vaya que Blair tiene increíbles gustos con la comida —murmura mirando mi platillo y sonreí de lado—.
—Bueno, lo más sagrado de la vida es comer. Si no te gusta la comida, no sé qué haces existiendo la verdad —me encogí de hombros y un chico lleno de piercings arrugó la nariz mientras me llevaba una papa frita a la boca.
—Oh, eso suena terrible —decía él, divertido, vaya entrada de saludo—, ¿Entonces si como ensaladas todos los días soy un alíen?
Le echo una mirada mientras fingía pensar, decidí bromearle un poco.
—Mhm.
—Comer comida chatarra es de frikis, niña —una chica me miraba con cara asqueada.
Excelente recomendación, jamás la seguiré.
—Ignora a Natalia, —me la señaló con la cabeza— es mi hermana la cual, todo para ella es de frikis —me recomendó Mark.
—Si parpadeo femeninamente soy un friki —bromeó el chico de los piercings recostando su espalda en su asiento.
Me reí un poco después de tomarme la soda; Natalia me miraba raro al reírme como si maté a alguien. Al final, decidí calmarme para no ganarme una enemiga.
—Perdona Natalia, te aseguro que me caes fascinante.
Mentirosa.
—Lo siento pero... tú eres tan friki que no me quisiera juntar contigo —apretó los labios haciéndose la súper incómoda y se levanta muy rápido a votar su bandeja.
Silencio, pero se interrumpió por risitas escupidas de nosotros cuando ya ella en un segundo ya llegó al basurero.
—Por favor que alguien me diga que es friki —dije entre risas y continué comiendo.
Vaya que estar en esta mesa me hizo olvidar por un momento mis preocupaciones.
La felicidad dura poco, cariño.
—¡Ugh, cállense un poco qué hay gente comiendo y escupen en la comida con sus risas! —se quejó una chica desde lejos vociferando para que la escuchemos.
Mis labios se apretaron en una dura línea perfectamente recta, y para no opinar nada más y respetar que están comiendo, me llevé una mordida de hamburguesa a la boca.
Por estar hablando me falta comida en la mesa.
Me chupé el dedo gordo ya que tenía restos de ketchup, solo miré mi comida, pero una figura masculina caminar más rápido que todos en la cafetería hizo que levantara más la cabeza para ver quien andaba con tanta prisa, hasta que vi que se trataba del Ardus sentándose en frente mío en un solo movimiento.
—Holabuenprovecho —literalmente lo dijo así de rápido y junto que estaba a punto de preguntar que fue lo que dijo— ¿Qué sabes del collar de tu amiguita... Zuri?
Casi hasta se le olvida el nombre.
—¿Qué quieres, Aedus? —remarqué su nombre, por un momento en mi mente me imaginaba mirarlo con la peor cara por invadir mi hora de tranquilidad y comida.
—Respuestas. Así que hazlo y te dejo en paz.
—Oh claro, pero te respondo si tú me respondes esta —me llevé a la boca un sorbo de mi jugo—: ¿Por qué quieres saber que es lo que sé del collar de Zuri?
—Que yo haya visto ayer, te dijeron perfectamente que no te metas, que es peligroso —se encoge de hombros—. Pero, como no me importa...
Miente.
¿Crees que no lo sabía desde el primer segundo en que lo dijo?
—Vaya, muy interesante eso de acosarme ¿no? —sonreí sarcásticamente cruzando mis bracitos.
—De hecho no, tú vida es aburrida —comparte mi sonrisa solo que menos curvada, y se robó una papa sin preguntar—. Solo estaba cerca y ustedes ni cuenta se dieron, un poco tonto, por cierto.
Suspiré rodeando los ojos y bebo otro sorbo de jugo. Él muy paciente espera a que la pausa termine y pueda yo hablar.
—Bien, no sé nada.
—Yo digo la verdad y tú mientes —enarca una ceja—. No es sorprendente.
—¿La verdad dices? —repetí a punto de reírme de él— Estoy segura de que tú mientes y soy yo la que digo la verdad.
—Hay algo, cariño, que se me olvidó decirte —se pone de pie esta vez para estar a mi lado, de repente, su piel fría la podía adivinar sin tener que tocar absolutamente nada—. Yo estaba cerca hasta el final de la charla, y te llevaste la copia del libro de la coreana.
—Ella tiene rasgos coreanos, no es coreana —tragué saliva lentamente evadiendo el tema.
—¿Te gusta cambiar de tema? Pues te notifico que ese juego conmigo no sirve —apretó los labios poniéndose de pie.
No le dije absolutamente nada, él mismo se retiró sin haberme forzado a que le dijera.
¿Por qué me acosa a mis espaldas? ¿Qué es lo que quiere?
Las ganas de comer se fueron, tiré la comida a la basura y caminé directo a por mi casillero para irme en busca de Zuri.
###
Al llegar a mi dormitorio para guardar mis cosas, eran como las dos y media de la tarde y en el camino conversé con Mark, es un buen chico, lo que más me llamaba la atención es que sus ojos son de dos colores y me parece increíblemente tierno.
No sé cómo tan de repente ya tengo otro amigo, pero me emocioné. Siento que estoy empezando a mejorar en mi vida social.
Empecé a quitarme mis botas negras y a cambiarme de zapatos por unos más cómodos para irme de inmediato, tengo deberes.
Justo al salir del cuarto, aproveché y llamé a mi hermano, tenía meses que no hablaba con él porque no me respondía las llamadas, le preguntaba a mis padres y me decían que seguro está muy ocupado en Australia o el problema de la señal.
Así que les hice caso, pero ya me parece preocupante, y espero que esta vez conteste.
Pulsé el botón de llamada, tercer tono, nada, quinto tono, tampoco. Al último fue que dio señales de vida y contestaron.
—¡Christopher Myers! ¡Al fin! ¿Por qué no me contestabas mis llamadas?
En la llamada se escuchaba un sonido raro, como la respiración de alguien, por un momento pensé que había llamado al 666 y me respondió alguien haciéndose pasar por Lucifer.
Llamé como tres veces de nuevo y a la última vez, de nuevo, al último tono había contestado.
—Chris, si esto es una broma no es nada graciosa —le advertí a punto de fruncir el ceño de lo tan seria que sonaba.
—Ayúdame... —era un susurro, no sabía perfectamente si se trataba de mi hermano, pero estaba petrificada.
Entreabrí los labios de repente, dejo a un lado mi perplejidad y actúo de inmediato antes de que me colgara.
—¿Q-qué? ¿Dónde estás? ¡¿Qué pasó?! —mis preguntas fueron tan rápidas que ni me enteré que a la segunda ya se había cortado la llamada.
Suspiré mirando que ya no tengo más saldo y me llevo una mano a la sien, estaba muy preocupada. Algo le pasó a mi hermano y yo aquí sin nada que hacer, no tengo pistas...
Podría rastrear la llamada, pero tendría que hablar con universitarios más avanzados que yo en Criminología.
Entré al chat de mi madre y le dejé un mensaje en lo que corría al dormitorio de Zuri, a esta hora es imposible que mi madre me coja el celular.
Blair Myers.
» Mensaje de voz (0:40) 🔊
"Mamá, llamé a Chris y cuando me contestó a lo primero sonaban respiraciones y... lo llamé de nuevo porque colgó y al tercer intento me dijo que lo ayudara ¿Acaso tú hablaste con él y no me lo dijiste, o es que me hace una de sus bromas?
Suspiré guardando el celular, Zuri como estaba escuchando mi voz ya la puerta estaba abierta, ella quedó igual de sorprendida que yo y colocó su mano en mi espalda ayudándome a que entre.
—¿Chris estará perdido? —pregunté preocupada, parezco un gatito a punto de bajar las orejitas.
—No, no creo. Él debe de estar a salvo Blair, esperemos que sí.
—¿Y si está perdido?
—La última vez que lo vi, estaba con mi hermana conociéndose, quizás... los dos están juntos —empezó a preguntarse con el ceño fruncido.
—¡¿Qué?! ¡Llevo meses sin saber de él! ¿Y se supone que tú llevas menos tiempo que yo sin verlo?
—Blair, calma, ¡creí que te lo había dicho! Fue hace dos meses...
—¡Y yo llevo tres sin saber de él! —chillé acomodando para atrás mi cabello.
Ambas suspiramos tirándonos a la cama, ella me muestra el collar y sus manos. Por alguna extraña razón las manos de ella tienen quemaduras por agarrar el collar y este brilla sin descontrol alguno.
—Tenemos que buscar una forma de salir de este problema... —miré fijamente el collar como si fuera un buen problema difícil de salir.
—Y no solo es eso —ella suspira dejando el collar en la mesa con mucha delicadeza.
—¿Qué ocurre?
Abre el armario donde está Kuri ahí acostada inconsciente, y todas sus venas se iluminan con una luz fuerte y pestañean al mismo tiempo en que lo hace el collar, es como si la conexión que llevan entre sí le está jalando algo o es qué pasa algo.
De la nariz le está saliendo sangre, y su cuerpo se ve como si estuviera... mojado.
—¿Qué clase de cosa paranormal es esta? —me rasqué la cabeza lentamente.
Zuri puso una mueca de preocupación y al acercarse a mi, se lleva una mano a mi hombro recostando su cabeza.
—El collar está extraño Blair, cuando lo agarro vibra y suenan gritos y... —aquí juro que me he quedado helada.
—Yo... espero que fue en serio o es una ilusión. Que escuché ese susurro de mi hermano, me está preocupando bastante.
Al final Zuri tragó saliva.
—Creo que tenemos que ir a ese mundo Blair, ya me está preocupando lo desaparecida que está mi hermana, siento que algo le está pasando y tenemos que ayudarla.
Yo me quedo mirándola, sus palabras me recuerdan a mi hermano que no aparece.
Pero.... no entendí.
—¿Qué mundo...?
—Ainstream, el... el collar, atrás jamás nos dimos cuenta pero abajo tiene unas letras en Alemán —ella lo voltea como si fuera un pan quemado del sartén—. Dice "Ainstream" que es lo único que entiendo. Investigué que es, y se trata de un pueblo donde viven esas mismas brujas que hablaba el primer capítulo que leímos.
Entreabrí mis labios lentamente, cada palabra que decía, equivalía a que alzara más las cejas hasta llegar al final.
¿Y si está en ese mundo?
No, Chris nisiquiera creía en la magia. ¿Apenas va a conocer esto?
Me encogí de hombros.
—Está bien. No estoy segura si es peligroso ir allá o no pero deberíamos de hablarlo con...
Un silbido de una canción que reconozco, es la de Peppa Pig cuando va en el autobús con su pecera.
¿Qué?
Nos giramos al mismo tiempo y Zuri no podía seguir mirando, estaba ocupada entrando la piedra junto el collar en su bolso.
—Holaaaa, Adele —disimula suspirando, tuvo que ir como flash a guardar el collar de inmediato.
—Ah, hola Blair, no pensé verte... —ella se detuvo al ver el armario, era notable que había algo porque las venas de Kuri no dejaban de iluminarse como si fueran luces de navidad— ¿Qué? ¿Ella está..?
Ensayando pa' el velorio.
—Viva —le aclaré de inmediato arrugando la nariz.
Adele entreabrió los labios casi estupefacta.
—Yo... supongo que no diré nada al respecto.
Zuri estaba también pensativa, ya no entiendo que sucede con ambas ahora.
Ratos después, Adele "preocupada" suspiró otra vez acomodando su pelo lleno de ondas detrás de la oreja.
Me encanta como se viste esta chica, siempre con ropa elegante y simple a cada lugar que va, las ondas no le van nada mal la verdad, siempre la veo con el cabello recogido o suelto.
—Te quedan bien las ondas... —dije para ser un poco más amable, y aunque sonó seco. Ella asintió.
—Gracias, a ti los pijamas cariño —sonrió de lado guiñándome un ojo. Pero no pasó ni tres minutos y de la nada su cerebrito tuvo la mejor idea de preguntar—: ¿Ustedes saben que le ocurrió?
Zuri y yo compartimos una mirada de lenguaje, logré descifrar que la suya dice; miente.
—No. De eso averiguaremos.
Eso lo dije yo, pensando que Zuri al mismo tiempo lo diría, pero adivinen que ella respondió...
—No. Pero sé que mi collar tiene que ver con ello —descaradamente se lo muestra, efectivamente el collar va sincronizado con el cuerpo de Kuri al parpadear aquella luz.
Adele se quedó en silencio asintiendo lentamente.
—Yo...
Enarqué una ceja dejando de caminar de un lado a otro, la muy... desgraciada sacude su cabeza y hace un gesto con sus manos como para que olvidemos eso.
Lo dice y parece tan fácil.
—¿Quieres ir a Ainstream cierto? —le pregunta de la nada a Adele, ella estaba de espaldas a nosotros y se detuvo después de oír la pregunta.
Zuri va directo al grano, y su pregunta me ha llamado mucho la atención.
Adele se volteó confundida.
—¿Por qué preguntas?
Zuri alzó las cejas mirándola con expresión clara ¿Me estás hablando en serio? Y suspiró pesadamente.
—Es obvio que sabes lo que le pasó a Kuri y lo escondes. Ya déjalo, sabemos de Ainstream.
—Ese sitio es peligroso para ambas —nos ojea cruzándose de brazos—, no les recomiendo que se interpongan en esos temas riesgosos.
—Contesta la pregunta, Adele —mientras ellas dos hablaban yo las miraba, no quería meterme en esa charla al menos que saltara con otro maldito "no" ahora.
Adele parpadeó dos veces según perdida.
—Pero...
¿Acaso finge bien?
Al parecer.
Nuestras miradas se ponen más duras sobre ella, de tantas ojeadas que nos echó, parece que se sintió un poquito intimidada por su carita roja.
—No sé de que están hablando, no sé qué es Ainstream. Y si me disculpan, voy al baño.
—¡No, espera! —creo que eso de parte de mi amiga fue innecesario.
Justo al llegar a la puerta del baño de Adele, ya estaba cerrada.
Suspiramos rendidas y con cuidado cerré la pequeña puerta de la parte de arriba del armario, eso sí, tuve que dar un buen salto para ello.
Zuri no se dejó por vencida, y está en la puerta del baño esperando a que le abra Adele a contarle todo lo que ella deseé.
Esa chica algo nos evita, primero dijo que es algo peligroso y después se hace como que no conoce Ainstream.
Una hora después, Adele nunca salió, la llamamos, nada.
Dramática.
Ella por suerte salió a los diez minutos, con el pelo recogido y caminando muy perezosamente.
Para completar el pastel de la desgracia con una cereza, tiene sueño, no nos dirá absolutamente nada y dejará eso en el olvido.
❔| Desconocido.
Corría por los bosques como si mi vida dependiera de ello, asustada de que me persigan.
La mala noticia de esto es que llevo un vestido tan largo que podría tropezarme fácilmente y caer al suelo, ellos no dejaban de perseguirme.
Desde que llegué aquí esto fue como una pesadilla, no encuentro la salida y aveces he pensado que jamás saldré de aquí, y que aquella reina intentará buscarme hasta por debajo de las piedras....
Caí al suelo por culpa del maldito vestido largo que juro por mi vida que si llegaré a sobrevivir aquí no vuelvo a ponerme otros como estos, son vestidos de la época antigua, porque mi xxxxx no ha tenido tiempo para poder ir al centro del bosque a comprar ropa nueva.
Una parte de mi tobillo empezó a arder tanto hasta dolerme y sentí una gota gruesa que claramente debe de ser de sangre bajando hasta mis pies, los tengo llenos de ampollas y heridas leves, estar descalzo lleva consecuencias.
Hice lo posible para levantarme más rápido pero ya era tarde. Él que yo lo vi con mis propios ojos que era un lobo se transformó en un chico con su camisa blanca rota que me miraba confundido.
—Soy yo, xxxxx.
•••
Nota de la autora:
Holaaaa, ¡decidí traerles un maratón largo para avanzar bien con el libro!
Espero que les haya encantado tanto como a mi el resultado de este, les prometo que vendré con nuevos capítulos muy pronto :)
¡AH! por cierto que bello nombre tiene el que se presentó al final.
Besos...
Sam, o Sahmy, no sé :)
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