|| Capítulo 8 ||
8- CAPÍTULO:
"MUERTES FANTASMA"
Maratón 2/3
🍀| Blair Myers.
—¿Crees que estamos haciendo lo correcto al aceptar a estos locos aquí en vez de hacerles una infinitud de barbaridades traviesas para que se harten y se marchen? —pregunta Zuri tan rápido que tuvo que tomar aire profundo, ya que literalmente lo perdió en una simple pregunta.
Nos encontrábamos en la biblioteca pasillo por pasillo en el área de fantasía tratando de buscar un libro que explique qué hay con este collar y por qué los hermanitos raros lo quieren.
No cabe duda que es eso.
Han pasado cinco días desde que se mudaron, todo resultó ser "normal" para ellos, mientras que yo y Zuri —que ya le conté todo lo qué pasó— estamos muertas del miedo.
—Calma, Fluttershy, estaremos bien. Esos idiotas no pueden hacernos nada, si fuese así, me morí hace tiempo.
—¡No sabes que planean con nosotros! —chilló de forma histérica a punto de reventar mis oídos.
—Pero... ¡Tú fuiste la que propuso la otra vez que querías a Adele para averiguar su oculto plan!
—Así mismo como oíste, a Adele no al clan de sangrientos completos.
—¿Sangrientos? —fruncí el ceño.
—Sí, este libro se llama —me lo enseña y lee el título—: "Los secretos de Hope" y los protagonistas se llaman Adele, otro Arthur y uno Athya.
Agarré el libro de inmediato y me lo guardo para leerlo prestado, definitivamente lo necesito, con tan solo me mencionen los personajes y el nombre ya veo de que estamos hablando.
Ella continúa explicándome más libros que encontró similares para tratar de encontrar alguna pista del collar que nos interese, y no hubo nada nuevo...
Hasta que, mi mirada se encuentra "por accidente" con la de una estudiante que era de mi aula en la preparatoria, ella era la única de allá que terminaría en la misma universidad que yo a parte de Zuri y resulta que Kuri —que ese es su nombre, parecido al de mi amiga— está justo aquí.
Lo más interesante es que lee un libro en el que tiene un collar bastante parecido, o mejor dicho, el mismo collar que Zuri.
Camino hacia ella como si se tratara de una bendición que cayó de la nada y me trajo para resolver mis dudas.
—¡Hola Kuri! —exclamé con emoción de verla, eso hizo que la pobre respingara y guardara rápidamente el libro— ¿Es tuyo o de la biblioteca el libro?
—¡Hola! ¿Qué... qué libro Blair?
Es casual escucharla tartamudear, ya estaba acostumbrada a eso, es la cerrada de mi grado, muy inteligente y tímida. Les gustan a los chicos burlarse de ella, y agradezco no formar parte de la lista de los que la molestaban.
—Pues el que tenías en tú mano —apunté con obviedad.
—Ah... pero yo...
—No te creo —le aseguré antes que ella para que así suelte la sopa.
—Bien —suspira rendida—. No se lo digas a nadie, pero está en la biblioteca, en el último pasillo, y solo hay copias. No el original.
—¿Tú tienes el original?
Ella sacude la cabeza.
—No.
Supongo que una copia bastará.
—¡Bueno! Supongo que tú tendrás mucho que contarme de lo que has leído entonces —sonreí entusiasmada y me siento a su lado.
Kuri frunció el ceño al sacudir su cabeza.
—No es así como son las cosas Blair, no te voy a contar de lo que estoy leyendo. ¡No confío en ti, son cosas... que no entenderás o qué seguro te burlarás de ellas!
—¿Por qué? ¿Porque tú crees en ello? Eso no pasa nada cariño, mi amiga y yo queremos averiguar que tiene de especial ese collar de la portada... porque... bueno —miré a Zuri, estaba concentrada en tratar de entender nuestra conversación, al centrarme de nuevo en Kuri, ella enarcó una ceja, lo primero que pensé es que empezará a sospechar que miento. Suspiré—. Alguien nos pregunta mucho sobre ello y... nos asusta y queremos averiguar.
A ver, sí, es mentira, ojalá y eso la haga querer que me cuente.
Ella alza las cejas interesada.
—Quién sea que averigua, deben de saber que no se deben de meter en ello, aléjense lo más que puedan de quien sea que les pregunta. Ese collar es peligroso y... poderoso.
Por cada palabra que decía de advertencia, mis cejas terminaron más arrugadas que mi ropa cuando está recién lavada y secada.
Simplemente no comprendo, si ella no me explica por qué esto es peligroso y poderoso, me dará más curiosidad de saber de ese collar.
—Pero...
Ella se levanta al ver que tocó el timbre, yo la perseguí e incluso la llamé ya que a parte de ello se le había caído la copia de la mochila abierta.
Como no le interesó en voltearse —lo cuál me pareció indignante— y entre la multitud que salió de la biblioteca pues ella se perdió, agarré el libro y me lo llevo para mi solita.
Al menos me ahorraré el tiempo de tener que ir al último pasillo del género de fantasía a buscar la copia.
Lo abrí como toda curiosa al fin y comencé a leer la primera página al mismo tiempo en que caminaba con distracción hacia donde Zuri, no sirvió de mucho ya que ella me alcanzó corriendo.
—¿Qué te dijo Kuri? —pregunta acelerada, le daba miedo siempre esa chica por sus vibras y energía, por eso no se acercó.
Me quedé callada leyendo en voz baja la pequeña frase que tiene como primera página, como ella se percató de la tremenda ignorada que le di, se acercó a leer.
Que curiosas, por eso es que les pasan las cosas.
Cállate, me desconcentras.
•••
A D V E R T E N C I A.
Los temas, historias, y guía fueron llevados a cabo por experiencias reales de personas que declaran haber pasado por dicha situación y otras que han llegado a sobrevivir en ello.
Se dice que no es real, pero lo que nunca creerán es que verdaderamente lo es...
"Teóricamente" los sospechosos o involucrados en escenas de muertes fantasma sufren de problemas psicológicos, esquizofrenia, otros creen que están locos, o otros juran y piensan que tapan sus crímenes de algún otro modo inexplicable.
La realidad es:
Las muertes fantasmas son casos reales, solo que nosotros creemos que es tan poco creíble, que nos inventamos teorías para que quienes nos "protegen" en esta humanidad no busque ninguna que otra forma de incriminar a quienes no deberían...
LECTURA 1
COMPLETADA.
—Wow.
Es lo único que pudo decir Zuri yo en cambio, estaba sin palabras.
Bajo un poco las cejas, sin conciencia las había alzado de la sorpresa por la primera página, es esta y no me quiero imaginar las demás.
Esto es como una historia, pero dicen que está basada cien por ciento en hechos reales de un pueblo así llamado "Ainstream". Como el bosque.
—Lo más en común es que así fue que inició todo, dos muertes fantasmales —suspiré empezando a preocuparme, de repente miré a mi amiga de la misma manera— ¿Y si esto mismo va a pasar y es el comienzo?
—No te puedo decir que no porque no lo sabemos.
No me agrada mucho el como me ayuda a calmarme.
Sacudo mi cabeza con lentitud evitando no reírme por las fachadas de Zuri, y lo evité porque, en serio, en otros momentos me estuviera riendo ahora mismo.
Pero esto ya es preocupación bien seria.
Justo cuando quería ir por la otra página, ambas escuchamos unos fuertes gritos —provenientes de lejos ya que apenas se oían del todo— ni pasó un minuto y ya todos los que quedaban en la biblioteca y los que estaban fuera de ella se habían ido corriendo por donde venía el grito.
Estaba claro que Zuri y yo hicimos lo mismo, solo que yo en vez de dejar tiradas las cosas, agarré el libro y lo entré en la mochila avanzando de inmediato.
Lo primero que veía eran caras de perplejidad, llantos, murmullos de chismosos... todos siendo acaparados por la atención de algo o alguien. De pronto adiviné qué era.
Otra muerte.
Ambas no entendíamos el qué hasta acercarnos a la escena culpable de este ambiente tan incómodo. Se trataba de un cuerpo de un universitario, ahogado en el agua de la fuente que está justo en la entrada de la universidad.
Que causalidad, hablando de fantasías de collares raros.
Intenté acercarme apurada empujando a personas por accidente, quería ver más de cerca pero hay muchos más altos que yo.
Cada vez que empujaba sin querer me disculpaba de a quién sea que haya empujado, y cuando vi el cuerpo estaba igual de shock que con el cuerpo de la señora mayor del otro día.
Fruncí el ceño, mi cabeza se sacudía negando todo esto que acababa de pasar, otra muerte más, y quiero pensar que esto es una pesadilla. No sé que clase de maldición abrí en cuanto llegué a ese bosque, pero me siento demasiado culpable como para querer remediar esto.
Miré a mi alrededor tratando de encontrar algo o que es lo que sería que pudo haber sido, no puede ser posible que sea una muerte fantasma.
A quienes vi que me parecieron de importancia —a ver, un poco— fue a los hermanos Adele y Aedus, que estaban mirando el asunto con caras perfectas para el momento, una se muerde la uña con el ceño fruncido y el otro se apoya la mejilla con el puño de su mano.
Y ahí estaba el director bien enfadado mandando a que nos apartemos y nos vayamos, llamaron a la policía, y están aquí. No es justo que no cooperemos con el rescate de esta situación, así que fui uno de las primeros que decidieron ser más humildes y apartarse.
En lo que llegaba se hizo una reunión en la que irían a interrogar a todos los que estaban cerca de la salida de la universidad. Algo que se me hizo extraño era que no era hora de salida aún, al menos que sea un permiso para salir por algún tipo de emergencia.
Yo no estaba en esa lista, y Zuri tampoco, andábamos en la biblioteca.
Lo que me quedaba era seguir leyendo en mi dormitorio desesperadamente para saber cómo romper esta maldición, mientras caminaba a pasos distraídos me acomodé un mechón de mi cabello detrás de la oreja.
Hasta que justo se me aparece Adele a mi lado.
—¿Cómo te sientes con todo eso? —intentó usar su tono amigable de siempre a pesar de las circunstancias.
—Preocupada.
—Yo también me siento preocupada, no te lo había dicho porque se me olvidó pero. Aedus me contó lo que les pasó a ambos... pensé que te iría bien, es demasiado repentino —suspira ella apretando los labios.
—Sí, fue una experiencia... extraña.
—Todo te parece extraño. Pero por cómo sonó vuestras explicaciones... era algo bien serio.
—Lo era.
Ella asintió, nos quedamos un rato en silencio hasta que cuando el ascensor se abrió y entramos, ella habló:
—¿Qué es este libro? —¡Tenía el libro en la mano! No sé ni cómo me lo arrebató—. En la portada está...
—¡No te incumbe! —se lo intento quitar de la mano, ella como hace el esfuerzo de no querer dármelo, al final termina escogiendo dejar su esfuerzo a un lado y dejar que lo agarre— Eres tan...
Intenté decir, pero dejé las palabras en el aire porque mi respiración estaba hecha un desastre, de tanto esfuerzo de que dejara de hacerme preguntas sobre lo que intentaba antes investigar de ellos. Pero ya veo que no es a ellos quién tengo que investigar.
Es ese bosque.
—¿Insoportable? Lo heredé de mis hermanos —sonríe devolviéndome a la realidad como si eso fuera el maldito mayor orgullo de su vida.
—¿Te sientes orgullosa de ello, eh? ¡Pues felicidades! —dije recuperando el aire en un tono más sarcástico tachando cada palabra, estaba cansada de tener que andar de aquí para allá y de puntillas tratando de quitarle el libro a Adele.
Su sonrisa no se apagó en ningún momento, aparté la mirada llevándome los brazos a mis caderas, como las jarras de una taza.
Salgo primero del ascensor y me encerré en el dormitorio, y como muy curiosa que soy, me volteo para ver a qué lado va Adele, tengo de idea que quizás se va al dormitorio de Aedus.
¿Así que él está en el mismo piso?
No molestes por favor.
Justo me entra una llamada de mamá, y no fue nada del otro mundo, solo ella preocupada porque quería asegurarse de que estaba todo bien, luego de lo que ocurrió esta mañana.
De lo que no me había dado cuenta, era que distraídamente mientras hablaba con ella, no tenía ni idea que terminaría caminando al cuarto de Zuri, así que supuse que una visita no haría daño.
Como Zuri no abría la puerta y solo la oía discutiendo como si le pasara algo con una voz bien familiar... tenía que insistir, algo pasó.
Pero ya ella me abrió finalmente, ella me vió como si le pasara lo más penoso del mundo. Mi ceño se frunció preocupada.
—¿Qué pasa?
—¡Me encontré a la chica esa intentando robar el collar! —susurra jalándome del brazo, cerré la puerta de inmediato y corrí.
Había entendido que era Adele, por un lado no creí que sería ella ya que no sería así de poco discreta, pero había probabilidades, esos idiotas son muy sospechosos.
—Ade... —me interrumpí a mi misma luego de percatarme que ese cabello no se parecía en nada al de Adele—. Zu.. Zuri...
Era algo peor que ver a Adele robando algo.
—¿Qué?
Ella se acerca al instante preocupada por ver mi cara, ambas nos quedamos en silencio, contemplando a Kuri tirada en el suelo, sus ojos estaban verdes y... extrañamente abiertos, el aspecto de su piel era extraño, unas tonalidades como si se envenenó con algo.
Había revisado su pulso y su corazón, y aún seguía viva. Y si lo está entonces, ¿por qué ese aspecto?
Mi suspiro de alivio notificó enseguida a mi amiga que estaba a punto de querer llorar, ya lo había confesado en voz baja como respuesta. Se llevó la mano al cabello acomodándoselo mientras piensa en algo, estoy bloqueada.
—¿Qué hacemos ahora? —inquirí agachando mis cejas.
—Cuando me acerco a ella... siento algo extraño —ella frunció el ceño esta vez poniéndose de cuclillas a mirar cada detalle de Kuri, su piel poco a poco empezaba a ponerse pálida... y empezó a sudar de repente, pero por todo el cuerpo, un sudor frío.
Esto ya es demasiado loco para mí.
—Es como si se murió pero es que, está viva— mi única reacción fue entreabrir los labios. Zuri hace una pausa, creo que pensando en algo que hacer—. Creo que tengo un poco de idea que podemos hacer.
Se levanta en lo que se le escapa un suspiro lastimero.
Ella me explica que lo mejor será esconder a la chica en algún lugar del dormitorio hasta averiguar cómo despertarla. Así que la ayudé, eso sí, que ella pesaba un poco.
La escondimos en una parte de arriba del armario y dejamos la pequeña puerta abierta con un poquito de espacio para que respirar. Como ya supongo que nos encargamos de Kuri, ahora solo queda averiguar en cuanto antes que es lo que le sucede.
Zuri y yo estábamos sentadas, una mirando a la nada y yo mirándola fijamente a ella.
Algo que nunca pensé era en que si de verdad ya no sientes nada por ella.
Este no es el momento para preguntas de mi vida amorosa.
Rato después, mordiéndome la uña. Esto me deja con ganas de saber que le ocurre «¿Por qué quería robar ese collar?» «¿Tan peligroso y poderoso es como lo describió?»
Lo peor de todo es que todo esto ocurre el mismo día, una muerte, y una chica sabrá Dios qué haciendo pero vinculada con esto de las muertes fantasma.
Agarré el libro de inmediato y me puse a buscar para ver más o menos que será lo que le pasó, es difícil ya que el índice está arrancado, se supone que debe de haber algo que nos guíe en que pagina está cada cosa.
Rebusqué en unas poquitas páginas, hasta encontrar una pequeña ilustración que me llamó la atención, era de un mapa de Alemania.
Acerqué mis dedos a la hoja suavemente sintiendo el tacto de esta, y me acomodé mejor agarrando el libro para empezar a centrarme de inmediato en el título que resalta de maravilla.
Es el capítulo 10, el título es: "Cada leyenda tiene su historia".
Sin dudarlo tenía que leerlo, sin duda ahorita me llamó la atención por completo.
Zuri ya más calmada se acerca con interés.
—A ver, quiero leer...
LECTURA
DE
BLAIR
C A P Í T U L O | 10
Las brujas son reales.
En los años después de cristo (1882) algunos pobladores de Alemania confirmaban que en el pueblo "Schlucht" habitaban brujas, cada semanas encontraban tarros de sales vacías en la calle, una cantidad exagerada de gatos negros, gatos blancos y grises, todos, aunque suene poco sospechoso e inofensivo, tenían este mismo color de ojos: azul, verde, y morado.
Pero no solo eso, los habitantes de este pueblo admitían qué hay magia en las casas de los pobladores, como cubetas de madera rompiéndose de la nada, algunos objetos también rompiéndose e incluso maderas flotando de vez en cuando.
El porcentaje de habitantes de este pueblo que se han mudado fue grande. "Schlucht" siempre fue un pueblo callado y de muy buena comunidad, toda la armonía y felicidad que había fue destruída. Las brujas llegaron a adueñarse de él en 1888 cuando ya los habitantes estaban a quejas con el alcalde de por qué no hace nada para resolverlo.
Semanas después, encontraron al alcalde muerto en el bosque del pueblo, no se supo quién fue, pero su cuello estaba roto, sus ojeras tan oscuras que llegaban al negro y sus uñas arrancadas.
"El alcalde estaba hechizado" ese fue uno de los rumores de una habitante de Schlucht.
Nadie le creía al principio cuando nada de esto pasaba, esa chica sabía cosas, pero nadie se ponía de su parte.
Pasaron años y años y las brujas no relevaban su identidad, solo se ocultaban cuando mataban o habitaban en los pueblos de Alemania, la tasa de muertos en Alemania no existía en ese entonces pero debe de ser mayor.
En el 1934, hubieron grupos de brujas que huyeron por el mundo de una forma desconocida hacia Texas, Dallas. Por eso hoy en esta década aquel estado se le conoce por estadounidenses como "El Lugar Maldito".
Encontraron un bosque tan reconocido que la mitad de los pobladores de Texas iban, porque había lagos y ríos donde podían agarrar agua, leña, y peces para poder pescar por lo cuál, Mainstream lo tenía todo.
Hasta que las brujas tenían un descontrol en el que se aprovechaban de los lugares en los que habían todas las oportunidades del mundo, en ese entonces eran envidiosas, jamás tuvieron todo lo que los habitantes de Mainstream tenían, así que nuevamente aún con su magia podían fingir sus identidades y armarían un plan para invadir la zona.
Cuando lo obtuvieron y lograron adueñarse de Mainstream (matando a todo lo que les rodeaban), decidieron crearse ellas mismas sus estaciones, sus elementos cada una, porque eran siete brujas.
Así que así fue:
La bruja de la oscuridad, es la hija de Lucifer, hace un "labor" parecido al de su padre y su salvador. Se encargaba de todas las criaturas malvadas y sobrenaturales que existían en la tierra y las condenaba o las guiaba con forme el castigo que cometan. Hasta ahora se le desconoce su trabajo.
Esta bruja se le consideraba bastante peligrosa y engañosa al principio, y solo se ha llevado bien con su hermana, la bruja del elemento fuego.
La bruja de la Luz "La hija de Dios", ella es todo lo contrario a la de la oscuridad y hace un trabajo similar al de su salvador y Los Ángeles Guardianes, se encargaba de las criaturas del cielo, y ayudaba a las personas. Esta princesa creció siendo lo más amable, gentil y bondadosa por manos de su padre Dios.
Algo que sus hermanas y las brujas de otros elementos notaban y despreciaban de ella, era su obsesión con ser como su padre. Podría ser la más buena persona del mundo, pero su obsesión siempre era ser él, o tener el mayor poder.
Actualmente se le desconoce (como las demás brujas) de que se encarga esta, todas están vivas, ocultas en un lugar especial.
LECTURA 2:
COMPLETADA
••••
Alejé el libro de mi vista, estaba helada ahí parada, lo único que podía era parpadear por obligación propia, no sabía que decir o qué pensar.
—¿Significa que esto mismo está pasando aquí? —inquirí y me aclaré la garganta.
Zuri no había prestado atención a mi pregunta, parpadeó varias veces y reaccionó.
—Yo... no, no creo Blair —se le escapa de su boca una pequeña risa nerviosa, es normal en ella por lo cual no comentaba nada al respecto—, es algo qué pasó hace dos siglos, quizás... es algo más diferente.
Eso no me ayuda, pero a la vez, tiene sentido.
—Tienes razón —le doy la razón en voz baja y me pongo de pie—. Zuri, no puedes dejar que nadie entre a parte de mi, tenemos que buscar una ayuda de mucha confianza...
—Pensé en Adele.
—¿Qué? —ahora me tocaba a mi reírme incrédula, esta vez mirándola como si algo le estuviera pasando como para que pensara en Adele.
Ella nos tiene un plan en nosotras, y cuando descubramos de que es el collar —porque es notable que lo quiere— y tendremos alguna pista por lo menos.
—Adele sabe del collar ¿no? Pues ella nos puede decir lo que sabe del collar.
—Se callaría —fruncí el ceño y me crucé de brazos indignada.
—Mira, el collar está en mis manos, por lo cuál es mi decisión —enarca una ceja lentamente con una pequeña sonrisa de esperanza—. ¿Así que..?
—Solo... piénsalo ¿sí? —aún seguía con el ceño fruncido esta vez, preocupada de mi amiga.
—Lo pensaré hasta mañana, no tenemos mucho tiempo —aprieta los labios y me da un beso en la frente.
—Bien, descansa entonces —susurré dándole una palmadita suave en el hombro.
—Igual.
Suspiré saliendo de su dormitorio, ella había agarrado la puerta asomándose hasta que llegara a mi dormitorio.
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