A la mañana siguiente en otra casa, la casa de los Artum, todo era más tranquilo. Robby, un chico bajito y un poco gruñón, se despertó el primero, saltando en la cama de Micki, su hermana, que era alta y tenía el pelo largo y rizado, para que le hiciera compañía. Micki se levantó malhumorada y sin ganas de jugar, pero Robby le hizo un "Juntun", una especie de juego que le levanta el ánimo a cualquiera que le divierta jugar, pero cuando Stela, la madre, se levantó, la mando a comprar. Micki leyó la lista de la compra:

Tetrabrik de tomate 1 Fantas de naranjas 3 Paquetes de salchichas 3 Sandía 1 Peros 1 Kg Flojitos (pan) 6 cartón de leche 5

Micki abandonó su casa y se fue directamente al supermercado. El camino era un poco largo, así que se paró en el parque, Allí pudo ver a muchas personas con sus perros y, a veces, se reía de la forma de vestir o andar de algunas personas. Cuando llegó al supermercado vislumbró una caja de tomates envuelta en un plástico.

-¿Quién demonios ha hecho esto?- se dijo a sí misma.

Miró el papel de la lista de la compra, se fue directamente a por las fantas y justo al lado de ellas estaban los cartones de leche, la sandía y los peros. Ahora sólo le quedaban los flojitos y el paquete de salchichas.

Cuando lo compró todo cogió el camino a su casa, pero esta vez tardó más en llegar por el peso que cargaba. Cuando llegó, se llevó una gran sorpresa, allí estaban todos sus familiares, tíos, abuelos, primos etc. y vio un cartel en el que ponía "En el 13 de Junio hay un cumpleaños muy feliz". A Micki le sorprendió aquel cartel porque le parecía que la cosa no iba con ella.

-¡Por fin ha cumplido 12 años!- dijo su tío Andreu.

-Anda... no me había acordado... ¿Qué día es hoy?. ¿Estáis seguros de que es mi cumpleaños?- preguntó Micki.

-¡Pues claro!. ¡Mira el calendario!. ¡Anda, parece que estás un poco despistada!. Pensó Charls, su padre.

Micki se dirigió al calendario y vio que, en realidad, era 13 de Junio, así que se dio media vuelta, miró a su alrededor y dijo:

-Está bien... ¿Y la tarta?- pero Micki aún estaba un poco confundida.

-Aquí- dijo Andreu, señalando una tarta que tenía más de 50 velas.

-Sólo tengo... 12 años- Micki frunció el entrecejo y contó con los dedos.

-Está bien... era una broma, me parece que me pasé con las velas- dijo Andreu.

Charls y Andreu quitaron las velas y dejaron las doce más bonitas, Micki se acercó a la tarta, sopló y pidió un deseo.

Micki no se lo podía creer, era su cumpleaños y no lo sabía.

La tarta no duró mucho, cuando se la acabaron de comer ya era la 1:30 y tenían que irse a almorzar pero antes de eso vinieron los regalos: el de sus padres era un libro titulado "El Cantar del Gallo"; sus tíos le habían comprado un juego de mesa y sus abuelos, bueno, su abuela Flora, un cuadro pintado por ella misma en el que había una habitación. Después de todo eso, cada uno se fue a su casa, y Micki, Charls, Robby y Stela, se fueron a comer y a descansar.