Prefacio.

           En un mundo donde la magia existe, donde criaturas mitológicas y desconocidas aguardan, criaturas que algunos llegaban a medir entre 2 o más metros de altura y otros entre 3 o 7 centímetros.

          En el planeta gabidión existieron dos poderosos magos uno  quien tenía una fuerza física invidiable, tenia valor, coraje pero sobre todo tenía sabiduría que fortaleció a lo largo de toda su vida. Su vida fue como él lo había decidido, aquel mago era un hombre justo, amable, fuerte y decidido nunca dudaba en cualquier decisión que él tomaba, en lo único que dudaba era en el tema del amor en ese tema era totalmente un indeciso.

          El segundo era una mujer, de ella se sabía muy poco en la sociedad de la magia pero aun así se sabía que era una reina y una hermosa mujer, ella era poderosa sabia cualquier conjuro, maldición, hechizo, su poder superaba al resto de magos de aquel tiempo también se sabía que vivía en un lugar recóndito de aquel mundo apartado de todos.

          Los magos como también las magas tenían un lado obscuro, sentimientos malignos que emanaba de su interior pero todos podían elegir por qué camino seguir y cada quien eligió su destino.

        Aodhan era el nombre de aquel mago, su padre fue igual que el, su madre una mujer de una belleza sin igual que cuando sonreía podía olvidar cualquier mal, una sonrisa de un ángel, su mirada tierna y angelical, su voz era como un dulce cantar pero cuando estaba enfadada ufff se volvía una monstruosa mujer.

        Aodhan en sus últimos días creo cinco báculos uno de ellos contenida por una oscuridad que solo podría ser controlada por un poderoso mago oscuro o por un mago  elegido por el báculo ya sean ambas los báculos tenían el poder de escoger a sus dueños.

              Al morir dejó los cetros y a sus criaturas a las cuales las consideraba como a una familia, a sus más fieles amigos, bueno unos más que otros pero daba igual a todos los quería, los dejo al cuidado de una mujer quien fue su primera amiga y su primer amor. Su único amor en secreto.

          Estas criaturas eran un corcel blanco pero no era cualquier corcel este tenía unas grandes y hermosas alas, dos dragones, dos aves fénix uno rojo y el otro azul,  también a una criatura tan fiel como un perro al ser humano, era de un pelaje suave, esponjoso color castaño oscuro, era muy bajito con brazos y piernas delgados que parecía palo, su forma era circular parecía una bola de pelos, con ojos redondos, poco grandes y muy abiertos color castaño claro... Esta criatura parece ser inofensiva, pero no lo era inclusive podría dar su vida por quien creyara digno de su simpatía. Tenía dos poderes una de crear un campo de energía, la segunda podía teletransportarse a cualquier lado del mundo si quería. Su nombre es Knuckles quien siempre seguía al mago nunca lo dejaba desde luego no lo dejo ni en sus últimos días de vida.

          Su amiga quien ahora se había convertido en la guardiana de los báculos como de las criaturas los cuidaba como un gran tesoro, así fueron pasando los años y fue reemplazada por su hija, nieto, bisnieto fueron pasando por su familia de generación en generación hasta encontrar a los  dueños de los báculos lo cual tardarían unos trescientos años después, la última guardián era Tara tenía unos 25 años aproximadamente.

          Tara venía de una familia de clase media de magos guerreros y ella también lo era sabía defenderse de cualquiera. Un dia se dio cuenta que algo pasaba, los báculos por su propia voluntad empezaban a sacar una luz brillante que les rodeaba por completo pero solo uno de ellos emanaba una luz roja eso sólo fue al principio y luego desaparecieron yo sabía donde se encontraban los báculos; por fin habían encontrado a sus dueños.

        ¿En qué lugar podrían estar ahora los báculos?

        ¿De donde serán los dueños que tanto esperaban los báculos?

         ¿Como la guardiana debería ir en su búsqueda?

        Knuckles daba brincos sin parar para que le hiciera caso y salía de su boca un rugido con una voz fina no era brusca si no más bien chillona.

         —Grrrrr

          —Que quieres Knuckles no te entiendo.

        —Grrrrr— pronunció tocando con sus delicadas manos mis pies para teletransportarnos en un mundo diferente al de nosotros.

         —¿Que mundo es este Knuckles?...

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          Mientras tanto tiempo atrás en un lugar lejos en el mundo mágico Orlagh quien era una poderosa maga y reina con mucho conocimiento supo de la muerte de Aodhan sabía que era tiempo de que aquel mundo mágico conociera todo su poder, era hora de hacerse conocer pronto todo cambiaría, su gobernado sería recordado como la  peor era de aquel mundo.

      Sin embargo descubrió un poder oculto a lo largo de los años sus manos, su voz eran totalmente mágicos aquella mujer nunca pudo tener un hijo por lo que recurrió a la más poderosa y antigua magia y gracias a ello en un lugar lejano crecía un ser mágico dentro de una mujer humana sin nada de sangre mágica y cuando llegara el momento adecuado sería su aliado o eso creía ya que era una creación de ella; de su magia.

            En el planeta Gabidion existía una profecía en la cual decía que cualquier mago podría reencarnar en otro ser con su mismo poder y fuerza.

          Pero lo que nadie sabía era que llegarían cinco magos de un planeta lejano y todo se decidirá con ese acontecimiento: la destrucción o la salvación del mundo llamado Gabidión.