Después de la guerra de todos los grandes, donde Edgarus Corner logró vencer a Athan Kainson y todo su ejército, el Clan Corner logró sobresalir como vencedores, tomando el control de la nación de Turlich.

El Clan Corner era conocido por su valentía y su destreza en el combate, y bajo el liderazgo de Edgarus, lograron unificar a todo el reino de Turlich. Como recompensa por su victoria, se nombró a Caesar Corner como el primer rey en toda la nación de Turlich, a inicios del siglo XIV a.C.

Caesar era un joven valiente y sabio, heredero del legado de su padre Edgarus. Desde muy joven había mostrado talento para la estrategia militar y el liderazgo, y su ascenso al trono fue recibido con entusiasmo por toda la nación de Turlich.

Bajo el reinado de Caesar, la nación de Turlich floreció. Se construyeron grandes ciudades, se promovió el comercio y la cultura, y se estableció una paz duradera en toda la nación. El Clan Corner se convirtió en una leyenda, recordada por generaciones como los héroes que unificaron a Turlich y la convirtieron en una potencia en la región.

Sin embargo, a pesar de su éxito, el Clan Corner también tuvo que enfrentar sus propios desafíos. Hubo intentos de sublevación por parte de antiguos enemigos de Athan Kainson, así como conflictos internos dentro del propio clan, pero gracias a la determinación y el coraje de Caesar, lograron superar todos los obstáculos y mantener la paz en Turlich.

Con el paso de los años, el reinado de Caesar se convirtió en una era dorada para Turlich. Su legado perduró a lo largo de los siglos, y el Clan Corner siguió siendo recordado como una de las familias más poderosas y nobles de la historia de la nación.

La historia del Clan Corner y su victoria en la guerra de todos los grandes se convirtió en una leyenda, una inspiración para las generaciones futuras y un recordatorio del poder del coraje, la determinación y la unidad.

En la nación de Turlich, todo estaba en armonía bajo el gobierno del Clan Corner. Sin embargo, la paz se vio amenazada cuando la familia Throne decidió derrocar al príncipe Damen y a la princesa Sai para tomar el control del país.

Después de 2000 años de reinado, en el año 1077, Ryu Throne lideró un golpe de estado que llevó al derrocamiento del príncipe y la princesa. Con astucia y poder, Ryu se proclamó como el nuevo líder de Turlich, causando conmoción en toda la nación.

Los ciudadanos se vieron divididos ante la llegada de los Throne al poder. Algunos los veían como salvadores, prometiendo un cambio positivo para Turlich, mientras que otros los veían como usurpadores que habían roto con la tradición de siglos de gobierno del Clan Corner.

Ryu Throne demostró ser un gobernante firme y despiadado, consolidando su poder con mano de hierro. Implementó nuevas leyes y políticas que beneficiaban a los suyos, mientras que oprimía a aquellos que se oponían a su régimen.

En el año 1078, el rey Ryu Throne decidió hacer un cambio significativo en su reino. Después de mucha reflexión y consulta con sus consejeros, decidió renombrar la capital de Turlich y la llamó Thérgian. Este cambio fue recibido con gran entusiasmo por parte de los ciudadanos, quienes veían esto como un símbolo de un nuevo comienzo para su nación.

Pasado un año, el rey Ryu Throne dio un paso aún más audaz y decidió cambiar el nombre de toda la nación. Así nació Hestárlia, un nombre que resonaba en los corazones de todos los habitantes, simbolizando unidad, fuerza y determinación.

Con este nuevo nombre, la nación de Hestárlia floreció como nunca antes. Las cosechas eran abundantes, el comercio prosperaba y la paz reinaba en todo el reino. Todos los ciudadanos se sentían orgullosos de pertenecer a Hestárlia y trabajaban juntos para construir un futuro próspero para las generaciones venideras.

En la vasta nación de Hestárlia, Thérgian se alzaba como el reino central, gobernado por el rey Ryu con mano de hierro. Sin embargo, la paz que reinaba en la región se vio amenazada cuando Gilion Lovewish decidió desafiar la autoridad del monarca y establecer su propio reino, Althárian, al suroeste de Thérgian.

Con valentía y determinación, Gilion tomó posesión de las tierras y se coronó como nuevo rey, enfrentándose a las fuerzas del rey Ryu con su espada en mano. A su vez, al este de Thérgian, Tyson Paxiris decidió seguir los pasos de Gilion y solicitar cortésmente la independencia de sus tierras para establecer el reino de Dratókian, con el permiso del rey Ryu.

Los tres reinos convivieron en paz y armonía durante siete años, cada uno con su propia cultura y tradiciones. Sin embargo, la tranquilidad se vio amenazada cuando oscuros rumores comenzaron a circular por toda la región. Se decía que una antigua profecía anunciaba la llegada de un malvado tirano que buscaría unificar los reinos bajo su dominio.

Cuando el rey Ryu Throne tomó el control del reino, muchos ciudadanos sintieron que su libertad estaba en peligro y decidieron huir al mar en busca de nuevos horizontes.

Algunos de estos valientes exiliados se convirtieron en temidos piratas, navegando por los mares en busca de aventuras y tesoros. Uno de los más famosos y temidos era Flavius Durock, cuya reputación era casi tan oscura como las noches en alta mar.

En el año 1126, Flavius decidió invadir unas tierras al oeste de Thérgian, desatando una sangrienta guerra contra el ejército del rey Ryu. Parecía que los piratas tenían toda la ventaja, hasta que surgió Joinar Cartellone, un estratega brillante que logró darle la vuelta a la situación.

Gracias a la inteligencia y valentía de Joinar, el ejército del rey Ryu logró expulsar a los piratas y recuperar el control de la región. En agradecimiento por su valentía, el pueblo decidió nombrar a Joinar como el primer rey del nuevo reino que llamaron Pheltílian.

Con el paso de los años, el reino floreció bajo el gobierno de Joinar, hasta que un día, el rey Ryu desapareció misteriosamente. Su nieto, Ruleon Throne, heredó el trono y se convirtió en el nuevo rey de Thérgian. Aunque la paz reinaba una vez más en el reino, los habitantes de Thérgian nunca olvidaron la valerosa hazaña de Joinar Cartellone y su papel en la fundación del reino de Pheltílian.

Después de la muerte de Ruleon Throne en el año 1163, su hijo, Yannick Throne, se convirtió en el nuevo rey de Thérgian. Durante años, los piratas habían amenazado la región del noroeste, sembrando el caos y el terror entre los habitantes.

El rey Yannick sabía que era hora de poner fin a esta guerra que parecía interminable. En el año 1173, decidió reunir un poderoso ejército para enfrentarse a las tropas de Varin Durock, el líder de los piratas. Varin era nieto de Flavius, antiguo enemigo de la familia Throne.

Sin embargo, antes de que la batalla comenzara, el mejor amigo de Varin, Bladin Gibler, tomó una decisión inesperada. Sabía que la lucha era inútil y que debían rendirse para evitar más derramamiento de sangre, pero Varin se negaba a ceder, arrastrando a todos hacia una muerte segura.

Fue entonces cuando Bladin, en un acto de valentía y sacrificio, decidió actuar. En un momento de desesperación, asesinó a su propio amigo, Varin, salvando así la vida del rey Yannick y poniendo fin a la guerra de una vez por todas.

Agradecido por su valentía, el rey Yannick decidió honrar a Bladin Gibler de una forma inesperada. Lo nombró como el rey del quinto y último reino de la dinastía Throne, un reino secreto conocido como Khurádian.

A partir de ese día, Bladin reinó en Khurádian con sabiduría y justicia, protegiendo a su pueblo y honrando la memoria de Varin, quien había sido su amigo y enemigo al mismo tiempo.

Sin embargo, el reino de Khurádian nunca llegó a saber la verdad detrás del ascenso de su rey. Para ellos, Bladin Gibler era un héroe que había salvado a su tierra de la destrucción, sin sospechar que su corona había sido obtenida a través de un acto de traición.

Un año más tarde, el rey Yannick hizo un nuevo decreto, en vista de que existían muchos reinos, no podía darse el lujo de que todos se vieran iguales, por esa razón estipuló que el reino Thérgian era superior al resto, y los próximos sucesores ya no serían llamados rey, sino Gran rey. Todos los demás reyes deberían jurarle lealtad a la familia más poderosa de toda Hestárlia, siendo Thérgian más que un reino, también la capital de toda la nación como lo habían decido antes los miembros del clan Corner.

En el año 1284, los cinco reinos se reunieron en la gran ciudad de Wolfein en el reino Thérgian, para firmar un tratado de paz que pondría fin a siglos de conflictos y guerras entre ellos. Los reyes y reinas se comprometieron a vivir en armonía y a resolver sus diferencias de forma pacífica.

Sin embargo, la paz fue amenazada en 1285, cuando los piratas tomaron los mares y bloquearon las rutas de comercio entre los reinos. Los barcos eran saqueados, los mensajes interceptados y pronto, la comunicación entre los reinos se volvió casi imposible.

Desesperados, los reyes buscaron una solución para enfrentar a los piratas y recuperar el control de los mares. Fue entonces cuando las sirenas hicieron su aparición en 1325. Estas míticas criaturas marinas, mitad mujer y mitad pez, se ofrecieron a ayudar a los reinos en su lucha contra los piratas.

Las sirenas, con su dominio de los océanos y su magia ancestral, lograron expulsar a los piratas de las aguas y devolver la paz a los mares. Sin embargo, al ver que los cinco reinos no podían garantizar su seguridad, las sirenas decidieron crear su propio reino bajo el mar, al cual llamaron Andálian.

Andálian se convirtió en un lugar de paz y belleza, donde las sirenas vivían en armonía con las criaturas marinas y protegían a los reinos de cualquier amenaza que pudiera provenir del mar. Los reyes y reinas reconocieron la valiosa contribución de las sirenas y juraron proteger su reino en agradecimiento por su ayuda.

Así, los cinco reinos y el reino de Andálian vivieron en paz y prosperidad, unidos por un tratado de amistad y respeto mutuo que perduró a lo largo de los años, recordando siempre la valentía y magia de las sirenas que hicieron posible su unión.

Años después en el reino Thérgian, el Gran rey Brail Throne tomó una decisión drástica para mantener el control sobre los descendientes del clan Corner, los cuales ya no portaban esos apellidos, sino que ahora eran conocidos como los Hessin, los Vhaitria y los Kendaries. En el año 1359, estipuló que los consejeros reales de cada reino debían ser de estas familias, con la esperanza de dividirlos y controlarlos de esta manera.

A medida que pasaron los años, la tensión entre los reinos creció, y en 1398, los piratas se convirtieron en una amenaza constante. Luchaban por tener un lugar en los reinos y sembraban el caos dondequiera que iban.

La guerra llegó a Dratókian, un reino vecino de Thérgian gobernado por el rey Tylan Paxiris. En un sangriento enfrentamiento, el rey fue derrotado, pero milagrosamente logró escapar con vida. Sin embargo, los piratas lograron tomar el control de Isla Boturúk, una importante posesión del reino de Dratókian, la cual hicieron su hogar.

Mientras tanto, en Thérgian, la intriga y la conspiración se volvían moneda corriente entre los Corner y sus aliados. La influencia del Gran rey Brail Throne comenzaba a debilitarse, y los reinos estaban al borde de una guerra que podría devastar toda la región.

Con la traición y la lealtad puesta a prueba, solo el tiempo diría el destino de los reinos y de aquellos que luchaban por mantener el poder en un mundo lleno de misterio y magia.

En 1491, en el norte de Hestárlia, existían unas tierras pacíficas llamadas Auttenberg, donde sus habitantes vivían en armonía con la naturaleza. Sin embargo, su tranquilidad se vio amenazada cuando el reino Thérgian comenzó a expandirse y a exigir la sumisión de Auttenberg.

Muchos de los habitantes de Auttenberg se negaron a ceder sus tierras al reino Thérgian, lo que provocó una guerra interna que dividió a la comunidad en dos bandos. Algunos decidieron independizarse y buscaron refugio en unas tierras al oeste de Auttenberg, a las que llamaron Las Tres Islas.

Después de la muerte del rey Genald Gibler, el pueblo de Khurádian se encontraba en shock. El rey había sido un monarca respetado y querido por su pueblo, pero su repentina partida dejó un vacío en el trono que nadie podía llenar. Sin embargo, su esposa, la valiente Olinia Laviolette, decidió que era hora de un cambio en el reino.

Nunca antes en la historia de Khurádian una mujer había gobernado sola, pero Olinia no estaba dispuesta a vivir bajo el yugo de otro hombre. Con determinación y coraje, tomó las riendas del reino y se proclamó como la nueva reina de Khurádian, marcando así el fin de la dinastía Gibler y el comienzo de la dinastía Laviolette.

A pesar de las dudas y el escepticismo de algunos miembros de la corte, Olinia demostró ser una líder competente y sabia. Con su astucia política y su compasión por su pueblo, logró mantener la estabilidad en el reino y ganarse el respeto de todos.

Bajo el reinado de Olinia Laviolette, Khurádian experimentó una era de prosperidad y paz nunca antes vista. Su sabiduría y su magia guiaron al reino hacia un futuro brillante, y su legado perduraría por generaciones.

La nueva dinastía Laviolette había llegado para quedarse, y Olinia, la reina valiente y poderosa, sería recordada como una de los más grandes gobernantes de Khurádian.

En 1553, un valiente joven de 27 años llamado Dritredies Hessin comenzó a reunir en secreto un ejército con el objetivo de poner fin a la tiranía de los Throne, la familia real de Thérgian. Dritredies sabía que solo el heredero del clan Corner tenía el poder para derrocar a los Throne y restaurar la paz en la región.

Un año después, Esko Throne, el Gran rey de Thérgian, se enteró de los planes de Dritredies y decidió enfrentarse a él en una batalla épica. Ambos líderes lucharon con valentía, pero al final, tanto Esko como Dritredies murieron en combate.

Los Throne nombraron a Prakash Throne, el hijo de Esko, como nuevo Gran rey de Thérgian, creyendo que los aliados de Dritredies cesarían en su intento de destronarlos. Sin embargo, los seguidores de Dritredies se volvieron más astutos y continuaron su lucha en la clandestinidad, esperando el momento adecuado para llevar a cabo su venganza.

Así, la historia de las tierras de Auttenberg y Thérgian se tejió con engaños, batallas y secretos, mientras que, en las sombras, el legado de Dritredies Hessin seguía vigente, esperando algún día la llegada del verdadero heredero del clan Corner.

En el año 1555, el Gran rey Prakash declaró que todo acto de piratería se consideraba un crimen en la nación de Hestárlia y al mismo tiempo prohibió todo acto de brujería con el fin de someter a los descendientes del clan Corner. Sin embargo, los piratas desafiaron la ley y decidieron apoderarse de todas las islas cercanas, ignorando a todos los reinos.

Con el paso de los años, para 1558, los piratas habían tomado control de todas las islas en Hestárlia, las cuales pertenecían al territorio de Auttenberg. Los piratas habían conseguido lo que los Throne nunca pudieron. En medio de este caos, Lens Hessi, el hijo de cuatro años de Dritredies, se ocultaba en las sombras. Su misión era mantener el legado de su padre reuniendo tropas hasta que llegara el heredero del clan Corner.

Fue así que en 1582 Lens logró tomar posesión de Acorán, ubicada al norte de Khurádian. Los piratas ansiaban la llegada del heredero del clan Corner para lograr su cometido, por lo que decidieron colaborar con la familia Hessin.

La fantasía se desplegaba en medio de la lucha por el poder en las islas de Hestárlia. Lens Hessin, con la ayuda de los piratas, esperaba ansioso la llegada del heredero del clan Corner para cumplir con su destino y restablecer la paz en las tierras conquistadas por la piratería. El trabajo en equipo entre los Hessi y los piratas sería crucial para enfrentar los desafíos que se les presentarían en esta peligrosa travesía.

Sin embargo, algo que Lens tenía claro era que no tomarían el control a la fuerza como lo hicieron los Throne, él sabía al igual que su padre que en algún momento un Corner sería un verdadero y legitimo rey y ese sería el gran momento de actuar para liberar a Hestárlia de la tiranía de los Throne.

En el año 1583, el Gran rey Prakash Throne falleció en el reino Thérgian, dejando a su hijo, Asier Throne, como heredero al trono a la edad de 26 años. Asier se encontraba abrumado por la responsabilidad de gobernar y no confiaba en los consejos de los Kendaries, quienes habían sido los consejeros de su padre.

Fue entonces que una familia noble, los Dimakris, se acercaron a Asier ofreciéndole su lealtad y consejos sabios para guiarlo en su reinado. Agradecido por su apoyo, Asier nombró a los Dimakris como una familia noble en el reino Thérgian en el año 1595.

Mientras tanto, en el reino vecino de Althárian, el rey Kilion Lovewish falleció a finales del siglo XVI, dejando a su hijo, Delion Lovewish, como nuevo monarca. Delion aparentaba ser gentil y compasivo al principio, ganándose el cariño de su pueblo. Sin embargo, con el tiempo, su verdadero ser comenzó a emerger.

Delion se reveló como un hombre ambicioso y despiadado, dispuesto a hacer cualquier cosa para consolidar su poder sobre Althárian. Sus acciones tiránicas y crueldad comenzaron a sembrar el miedo y la desconfianza entre sus súbditos, quienes clamaban por un cambio en el reino.

Mientras tanto, en Thérgian, Asier Throne buscaba la manera de proteger a su pueblo de las garras de Delion Lovewish. Con la ayuda de los Dimakris y la sabiduría que habían compartido con él, Asier se preparaba para enfrentar al tirano y restaurar la paz en los reinos vecinos.

La batalla entre el bien y el mal se acercaba, y el destino de Thérgian y Althárian estaba en juego, no les quedaba de otra que esperar quien diera el primer golpe, pero no pasó.

En el año 1603, el reino de Khurádian se vio envuelto en una situación de incertidumbre tras la muerte de la reina Madison Laviolette. Antes de su fallecimiento, la reina nombró a Brittan Laviolette, la hija de su tercera hermana Ranae, como su sucesora en el trono. Madison había decidido no confiar en su segunda hermana, Remia, quien se había casado con un hombre de la familia Gibler y cuyas lealtades eran cuestionables.

Dos años después, en 1605, el rey Delion Lovewish completó la construcción de un enorme muro que separaba la capital del reino de Althárian de los pueblerinos de las tierras de Taini. La medida despertó tensiones en la región, pero por el momento la paz se mantenía en los reinos.

En el año 1608, se produjeron cambios importantes en otros reinos cercanos. Tyler Paxiris, rey de Dratókian, falleció en junio, y su hijo Tyren Paxiris fue coronado como el nuevo monarca. Por otro lado, Rabel Cartellone, rey de Phéltilian, también murió en agosto, dejando el trono vacante. Sin descendencia directa, Rabel nombró a su sobrino, Driham Cartellone, como el nuevo rey de Phéltilian.

A pesar de los cambios en los diferentes reinos, la paz se mantenía en la región, a excepción de la tensión latente entre Delion Lovewish y Asier Throne. Ambos monarcas habían decidido ignorar su disputa por el momento, pero el equilibrio en la región era frágil y cualquier chispa podía desencadenar un conflicto de proporciones épicas.

Mientras tanto, en el reino de Khurádian, la joven reina Brittan Laviolette se encontraba ante el desafío de mantener la estabilidad y la unidad en su reino, mientras enfrentaba las influencias externas que amenazaban con perturbar la paz que tanto costó conseguir. Con valentía y astucia, la nueva reina estaba decidida a defender su trono y a su pueblo, sin saber que su destino estaba entrelazado con el de los demás reinos vecinos en una trama de intrigas y conspiraciones que cambiaría el rumbo de la historia de Hestárlia.

En el año 1611, en los reinos de Althárian y Thérgian se gestaba una alianza a través del matrimonio entre la princesa Marilee y el príncipe Theron. Sin embargo, la tragedia se cernió sobre ellos el día de la boda. Un golpe de estado sorprendió a todos, segando las vidas de los jóvenes herederos y de gran parte de la familia Throne.

El rey Delion, devastado por la pérdida de su hija y su futuro yerno, logró escapar con sus hijos restantes, Myron, Melion y Margerie, de vuelta a Althárian. La noticia del ascenso de Bayron Ackerley como nuevo Gran rey de Thérgian provocó un temor creciente en los corazones de los habitantes de Althárian.

La tensión entre los dos reinos aumentaba mientras se tejían intrigas y conspiraciones en las sombras. Delion sabía que debía actuar con sabiduría y valentía para proteger a su reino y a su familia. Myron, el hijo mayor, decidió emprender un viaje en busca de aliados mientras Melion y Margerie aun siendo jóvenes colaboraban en la preparación de la defensa de Althárian.

Mientras tanto, en Thérgian, Bayron Ackerley demostraba ser un gobernante despiadado, extendiendo su influencia sobre tierras vecinas con mano de hierro. La sombra de la guerra amenazaba con cubrir ambos reinos, y era necesario encontrar una solución antes de que fuera demasiado tarde. La valentía, la astucia y la lealtad se pusieron a prueba en medio de la incertidumbre y el peligro.