James Sang Park.

Lo único que veo es oscuridad, no sé dónde estoy, un pasillo oscuro, mis pasos son los únicos que escucho y ahora recuerdo este lugar.

El College Sprince.

Lo único que veo es una puerta al final del pasillo, por instinto sigo, con pasos lentos y torpes camino, una luz sale por la puerta que se encuentra entreabierta, di otro paso y empuje la puerta.

La sangre en suelo está regada.

Las paredes manchadas.

La chica tirada.

Su mirada fría sobre mí, mientras una sonrisa sínica esta en su rostro.

No, otra vez no.

Este puto maestro.

—Es bueno verte de nuevo, James —su voz era ronca y causaba un horrible escalofrío —los débiles no pertenecen aquí.

Salí del lugar, corría mientras escuchaba sus pasos perseguirme por todo el internado.

Los débiles no pertenecen aquí ¿Soy débil? Sí, soy un cobarde.

—James —se escuchaba su voz cada vez más lejos.

Sentí un gran balde de agua fría cuando abrir mis ojos. Mi pecho subía y bajaba rápidamente, podía sentir pequeñas gotas de sudor bajar por mi rostro, podia sentir como mi corazón latía rápido, que incluso podía escucharlo.

Rápidamente me senté recostado mi espalda en el respaldo de la cama, restregué con el hueco de mis manos mis ojos.

—Mierda —susurre.

No me dedique a pensar, quite todas las sábanas, algo que se quedó conmigo del College Sprince fue: me doy una ducha inmediatamente que despierto.

El agua fría bajaba por mi cuerpo, y solo miraba como el agua se iba por las tuberías. No soy de los que se sienten aturdidos por algo, porque simplemente nunca sabía que era sentirse abatido y preocupado, pero ahora lo sé.

Y todo por ese profesor de mierda.

Cuando entre a ese internado nunca me imagine que pasaría por todo esto, y ahora mismo ya no me entiendo, no sé si estoy bien, enojado o simplemente sobrellevo todo esto.

Nunca me ha gustando mentir, mi papá siempre me dice que mentir es para personas que no tienen el valor suficiente para sobrellevar las pruebas. Y yo no tuve el valor suficiente para esa prueba, mentí y no gane nada, solo mi libertad de una celda donde estuve dos días y una noche.

Seré honesto, fue la segunda peor experiencia que he tenido. La primera fue ver morir a alguien, y la tercera fue ver morir al maestro.

No sentí nada al ver cuando la espuma salía de su boca, sentí que era lo más justo para él, haciendo sufrir a muchas personas, él tenía que tener un final algo perturbador, eso pienso yo.

—Buen día —fue lo primero que dijo mamá cuando me vio.

Todos estaban desayunando y mamá servía jugo, ella me señaló una silla para sentarme, papá estaba ahí, su traje elegante muy limpio, y mis dos hermanas gemelas que tienen catorce años también estaban.

Y a pesar de que son gemelas no son idénticas, ambas son muy diferentes, una es más alegre y la otra es más seria, y también el cabello de una es más largo que el de la otra, yo nunca las mire iguales. Pero mamá dice que es porque toda mi vida he vivido con ellas.

—¿Dormiste bien? —me pregunto mamá.

—Sí —mentí, no he dormido bien desde hace mucho tiempo.

—James —la voz de mi papá hizo que todos estuvieran en silencio.

—Papá, yo no hice nada.

Me ha preguntado tantas veces lo mismo que ya sé que es lo que quiere.

Tuviste algo que ver.

Fuiste tú.

Qué pasó con ese profesor.

Él siempre me dice que cree en mí, pero a veces pienso que es mentira, porque siempre me pregunta una y otra vez lo mismo.

—Si me dejaras hablar —sus ojos negros me miraron muy serio —contrate un maestro particular para que termines tu curso en casa, no voy a permitir que salgas, no por ahora.

Le di un sorbo a mi vaso con jugo.

—Déjalo comer —dijo mamá a papá.

—Si por mi fuera lo enviaría a Corea ahora mismo.

Papá no es que sea la persona más amable, pero tampoco es la peor, simplemente es.

—No es mi culpa que me hayan enviando a ese internado —mire a papá, quise sonar muy seguro, pero papá es algo demandante y aterrador cuando quiere, más cuando esta enojado, y ahora él lo está.

—Repite lo que dijiste.

—Yo no quería ir, yo les dije.

—¿En esta casa no se puede comer sin estar peleando? —mamá cruzó sus brazos —, y sí James, lo sabemos, sabemos que no querías ir, y fue un error enviarte ahí.

—Hoy enviaran tus cosas —papá continuó hablando —llame al internado, y traerán las cosas que dejaste ahí, tienes que estar pendiente.

Asentí.

Papá no acabo su desayuno pero si tomo su vaso con jugo, coloco su corbata color roja correctamente y se levantó de su silla.

—No saldrás por un tiempo —me miró —, y agradece que me encargue de limpiar tu nombre —mamá solo negó con su cabeza.

—¿A que horas vas a regresar?

—Vendré para la cena —papá se retiro de la mesa.

Mis hermanas le tienen algo de temor a papá, él siempre nos ha dicho que cuando haya un discusión solo guardemos silencio.

Papá tienen un lema: Ver, oír y callar.

Y simplemente yo siempre hice caso a ese lema, siempre he sido un chico muy reservado con mis cosas personales y nunca digo nada, por eso he tenido problemas para expresarme de manera abierta.

—Mamá ya nos vamos —dijo una de mis hermanas —tenemos clases.

Mamá asintió.

—Cuídense —mamá les sonrió.

—Sí mamá, nos vemos James.

—Que les vaya bien.

Fue lo único que dije.

Ellas se despidieron de mamá con un beso en la mejilla y se retiraron, iban con sus uniformes muy limpios y sus cabellos iban bien peinados. Me quede observando que una de ellas subió las escaleras y la otra quedó abajo, y segundos después ella traía las mochilas de ambas.

Y se retiraron mientras reían de algo que una de ellas dijo.

Ignore a mis hermanas y continúe con mi desayuno, literalmente la comida de mamá es mucho mejor que la del internado.

—James —levante mi mirada a mamá —Sé que no está bien.

—Sí estoy bien.

—No lo estás, te conozco bien, y sé que te pasa algo ¿Quieres hablar?

—¿Hablar sobre qué?

—Lo que pasó hace algunos días.

Sé que se refiere a lo de los interrogatorios, y cuando llegaron unos policías aquí y diciendo delante de todos que estaba en un problema de un asesinato.

Supe inmediatamente que se trataba del maestro, y solo pensé en que no hicieran algo de alguna revisión, porque pensé en la laptop y los videos, estaba preocupado, pero no pasó eso, solo me llevaron y fui el tercero en llegar.

—Mamá seré honesto, no tengo nada que ver con la muerte de ese señor, no fui yo ni ninguno de los chicos con los que estuve.

—¿Por qué los llevaron entonces?

—Encontraron ese veneno, pero después no volvieron a mencionarlo, eso fue raro.

—Tal vez porque se dieron cuenta que ustedes no tenían nada que ver con ese señor, pero sé que no contaron toda la versión de historia ¿O me equivoco?

—No, de hecho el maestro drogaba las chicas y abusaba de ellas, y una de ellas murió.

—¿Cómo murió?

—Él la mató, porque ella estaba embarazada, mamá yo vi cuando él hizo eso, y los chico también vieron, tengo pesadilla desde ese día.

—James, todo estará bien.

—No lo sé, mamá.

—¿Cuándo hablas de los chicos te refieres a los que también estaban contigo?

—Sí.

—¿Ellos tampoco fueron?

—No.

—¿Quién fue?

Tengo mucha confianza con mamá pero simplemente el secreto de la muerte queda entre nosotros, si alguien pregunta ¿Quién mató al maestro? La respuesta que damos es:

—No sé.

—Tengo la sospecha que alguien los quería perjudicar y por eso dejaron eso ahí.

Me encogí de hombros y le di otro bocado a mi panque.

La verdad ya estoy asqueado de hablar sobre ese tema, sé que hay muchas cosas que quedaron sin resolver, pero si eso así quedó por mi no hay problema, y si todo eso pasó para aprender un tipo de lección, la aprendí.

—Mamá —ella levantó su mirada hacia mí —¿Soy cómplice?

—James, no digas esas cosas, claro que no, solo eres un chico que vio algo que no tenía que ver.

—Eso me hace en uno, soy testigo.

—Bueno, eres testigo, no un cómplice, hay una gran diferencia ¿Tu sabias que pasaría ahí?

Negué.

—Ves, ya no sigas pensando en eso.

—Papá está decepcionado de mí.

—Tu papá solo esta asustado —mamá se levantó de la silla —¿Acabaste?

Asentí.

—Yo me encargo de esto —señaló la mesa con platos sucios —tienes que estar vigilando tus cosas, ya van a venir.

Volví asentir y me levante para retirarme del comedor. Diría iré a mi habitación para relajarme, pero lo único que me recuerda es que ahora estoy solo y aburrido.

No me quejo me gusta estar en casa, pero por ahora quiero tener pequeños momentos sólo, donde solo quiero pensar y mi habitación no es buena opción.

Cuando llegue a la terraza de mi casa me acerque a la orilla, se podía ver todo el vecindario, casas enormes, con hermosos jardines y grandes ventanales.

Cuando me siento abrumado, como lo estoy en este momento siempre vengo aquí, me ayuda a organizar mis pensamientos y a calmar todos mis nervios, no lo negare aún estoy asustado.

Yo no hice nada, pero sí mire todo.

Yo no hice nada, pero sí sabia que lo haría.

Yo no hice nada, pero sí supe lo que paso.

Yo no hice nada, pero mentí para proteger a quien sí hizo el delito.

Y sí, soy un cómplice, supe todo desde el principio y no hice nada para detener eso.

Y esa es mi historia, trágica lo sé, pero ahora ya no duermo bien por las noches, porque tengo pesadillas, fueron cosas horribles también lo sé, pero ahora sé que no soy el único que sabe la verdad, y todo el que sepa mi historia también es un cómplice.

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Como así James. ¿Cómo qué también somos cómplices? Explícanos por favor.

Solo diré que quiero abrazar a James, pobrecito esta chiquito hay que cuidarlo.

Quise darle un pequeño extra a ellos, porque ellos también tuvieron su momento, además no soy la única que quiere saber la mente de ellos, y todos queremos conocer sus vida, su historia y la relación que tienen con sus padres, ellos tienen una alma muy pura y los amo.

James te amo un montón.

James nos dedica esta canción a tod@s. ♡

Aquí dejen su amor a James 💜

Saludos desde mi habitación y muchos besos oscuros.

Siga para delante que vienen el siguiente ♡