Solo corre y no te detengas, gritan miles de voces dentro de mi cabeza.

Mis piernas flaqueaban al sentir que perdía la fuerza, iba a una gran velocidad escapando de unos policías que me perseguían. La razón es simple:

Tome prestada su patrulla.

Ahora estaba en un lugar completamente desconocido para mí. Las calles eran solitarias, las paredes tenían grafitis, la basura tirada en el medio de la calle y los fuertes ladridos de los perros son lo único que escucho cada vez más cerca. Este es un barrio de mala muerte.

Detuve mis pasos para dar un respiro y controlar mi corazón que palpitaba rápido, cuando miré hacia atrás los policías venía corriendo, fue tan rápido todo cuando mire que ellos traigan cuatro perros grandes y los soltaron, los perros salieron tras de mí.

Sin duda esto es emocionante, lo más emocionante que he hecho.

Corrí rápido, los perros venían detrás y podía sentir las grandes pisadas y el ladridos de ellos resonaba por todo el lugar, fui tan tonto que no tenía escapatoria, el lugar estaba desolado y no había una salida este era mi fin.

Reclusorio de menores seria mi nuevo hogar desde ahora.

Sentí la mordida de uno de los perros en mi pierna, y fue ahí donde no pude seguir de pie y caí al suelo, los demás perros se unieron y si nadie detiene a estos malditos perros seré su almuerzo.

Una voz muy grave hizo que los perros se detuvieran y se alejaran de mí, no sin antes no olfatearme.

Odiare los perros desde hoy.

—¡Niño estás en graves problemas! —pude escuchar la misma voz grave.

Me elevaron del suelo y sentí como mis manos eran ajustadas a algo frío y grueso, sé exactamente que son, pero como me gusta llamarlas: mis mejores amigas, he perdido la cuenta de cuantas veces me han esposado con esas cosas.

La verdad ya ni siquiera me importa que pasa por mi cabeza, estoy vacío, mis neuronas se durmieron y solo me domina la parte estúpida de mí.

¡Eres un gran asco!

Esa frase me la repito una y otra vez.

Ahora estoy dentro de una patrulla donde seguramente me llegarán a un reclusorio, aunque lo dudo, me lo han repetido tantas veces que ya hasta lo veo como un juego. Son mentirosos.

El auto se detuvo en la posta policial donde rápidamente me bajaron e hicieron que entrará, me sentaron en una silla donde habían más personas sentadas esperando no sé el que, ni siquiera me importa en lo absoluto que este aquí.

Total soy un fracaso para la sociedad, lo único que hago es meterme en problemas y siempre terminan pagando una pequeña multa.

Según mis cálculos, ya han pasado treinta minutos.

¿Según mis cálculos? Todo filosófico me escuche.

Idiota, tienes un reloj enfrente de ti.

Mire como la puerta principal se abría, dos personas entraron furiosas, una señora muy elegante vestía un vestido rojo, unos tacones negros; su cabello por los hombros de color negro y sus ojos marrones, y un señor al igual muy elegante vestía un traje de todo un empresario respetable.

Eran mis padres.

Caminaron ignorándome y empezaron a hablar con la secretaria que estaba atendiendo todos, mire como firmaron algo y guardaron unas hojas dentro de un folder de color azul.

Mi mente seguía en la posibilidad de que me enviaran a un reclusorio, o otra opción es ir a una campo militar. Otra vez.

Un hombre calvo con un traje de color café estaba con la puerta abierta, mis padres saben exactamente que significa, teníamos que entrar y recibiría mi castigo.

Me levante de mi lugar y aun tenía mis manos esposadas, entre primero y después mis padres, escuché como la puerta se cerraba, estaba sentado en la silla de el medio y mis padres a mis lados.

El señor que nos atendería me quito las esposas (manillas o grilletes) de mis manos y pude volver a sentir la gloria, moví las muñecas de mis manos haciendo círculos dándoles un masaje para que se relajarlas, y el señor se volvió a sentar en esas sillas que los hacen ver superiores al resto.

—Señor Stetson —empezó a decir el señor con un pésimo estilo de vestir —, siento mucho que todo lo que su hijo a cometido y sé que es una mala reputación para sus trabajos.

¡¿Y este quién se creé para decir eso?!

—Queremos decir que pagaremos lo que hizo y los daños cometió —habló mi padre con ese semblante serio que lo caracteriza siempre —y nosotros nos encargaremos de su comportamiento.

—Me tome la disposición de hablar con el encargado del reclusorio de menores, solo tienen que tener su firma y la autorización de los padres, en este caso ustedes. —vaya al aparecer es cierto esto del reclusorio.

—Con todo respeto señor... —mi mamá hablo, y miro un gafete que tenía el señor colgando de su bolsa de la chaqueta de su espantoso traje color café, buscando su nombre —Williams, es nuestra obligación hacernos cargo de él, y no voy a permitir que mi hijo esté en un reclusorio.

—¿Qué otra opción tienen? —dijo mi padre.

—No sé, no quieren que su hijo vaya al reformatorio, tampoco van a aceptar que tenga un oficial de vigilancia, o también puede tener veinte horas de servicio comunitario.

No es mucho.

—No hará ninguna de las anteriores —mi madre volvió a hablar y cruzó sus piernas y puso su mano sobre ellas, como toda una señora elegante. Lo normal en ella.

—Entonces no sé que mas hacer por él.

—Ya le dijimos que nosotros nos encargaremos, ya pagamos la multa y la patrulla que chocó —mis padres se levantaron al mismo tiempo  —gracias por su preocupación.

—Si, gracias. Vámonos, Tyler —habló mi mamá.

También me levante y camine a la puerta, mi papá firmó algo y mamá salió primero y después yo.

En el transcurso del camino a casa ninguno dijo nada, estaba tratando de prepararme mentalmente para recibir otro regaño en la semana. Observó con determinación todas las vuelta que dan mis padres, yo estaba sentado en el sillón esperando pacientemente lo que dirán.

Y lo único que hicieron fue: mi mamá sentarse en el sillón que esta enfrente de mí y papá se quito la chaqueta de su saco y, la mirada fría sin ninguna emoción estaba observándome, esperando una respuesta.

—¿Y bien ahora qué excusa pondrás? —mi mamá decidió romper el hielo.

—Tuvimos que salir rápido de nuestros trabajos para ir a buscarte y no fue a un colegio para traer tus notas. Fue a una comisaría para ir a preguntar porque te habían llevado. —sin duda esta molesto.

¿En serio? Que sabio eres, idiota.

—Ya no sabemos que hacer contigo, Tyler —mi mamá se paro de su lugar.

—¿Y en qué momento piensas hablar? —mi papá enrollo su camisa hasta sus codos.

—Tyler, te estamos hablando, no has dicho nada desde salimos de esa comisaría —mi mamá se escucha más irritada y su voz más elevada.

—Perdón —fue lo único que dije.

—¿Perdón? —dijo papá y una risa salía de sus labios —¿Perdón por qué?

—Por ser una deshonra, no soy el hijo que ustedes deberían de tener, soy un problema para ustedes.

—Tyler, no es eso, estamos consiente de que eres un chico problema... —mi madre hizo presente su voz angelical pero la interrumpí:

—Ustedes han tratado de ayudarme llevándome a psicólogos, trayéndome maestros en casa para no salir, pero no puedo, lo siento —me levante del sillón.

—Tomamos una decisión —mi padre volvió a hablar —iras a un internado.

¿Un internado?

Prefería mil veces estar con un oficial de vigilancia que ir a un internado.

—¿Qué? —dije.

—Ya pagamos tu matrícula y tu estancia en ese lugar, hemos tenido pensado esto hace un par de semanas, arreglemos tus papeles, y todo para que puedas seguir avanzando, lo único que falta eres tú, mañana por la mañana te iremos a dejar, prepara tu maleta.

—¿Internado de qué?

—Ya sabes culminaras tus estudios vivirás ahí hasta que termines el curso en el que estás, será fácil solo te falta unos meses para graduarte y podrás venir en navidad verano y acción de gracias.

—Estará repletos de niños de mami y papi, esos que tiene millones de dólares en los bolsillo y lo peor tendré que convivir con ellos.

—Será bueno. Tyler, tienes que poner de tú parte —dijo mamá.

—No quiero ir —dije.

—¿Por qué? —mi padre cruzó sus brazos.

—Tendré que usar uniforme, eso es horrible.

—Tyler, es la única opción que tienes para alejarte de tanto problema —mi padre siguió hablando.

—¿Y quién les confirma que no iré a poner ese puto colegio patas arriba?

—Tyler —mi madre me miró muy seria ella odia que use ese tipo de palabras delante de ellos.

—¿Por qué no me preguntaron a mí?

—Porque es obvio que te negarías.

—Pudieron buscar otra opción, pero no enviarme a una jodido internado.

—Tyler —amenazó mamá.

¿Así se quieren deshacer de mí? enviándome a un puto internado, alejándome de todos para socializarme con niños mimados y ricos que con un chasquido de dedos tienen todos a sus pies, sintiéndose como los reyes del mundo ¿Quieren qué sea como ellos? ¿Quieren qué me comporte como ellos? Porque nunca seré como esos.

Además que asco, tendré que usar un asqueroso uniforme bordado con una tela súper fina, zapatos que brillen y compartir habitaciones con más personas esos es demasiado desagradable.

—Ya está decidido iras, te ayudará mucho harás nuevos amigos...

—No quiero amigos —interrumpí a mi padre.

—Conocerás nuevas personas...

—¿En ese lugar van solo hombre? —volví a interrumpir.

—No —dijo mi madre —también van chicas, es un instituto mixto.

Buena opción.

Le daré un punto extra.

—Son las cinco de la tarde —mi padre miró su reloj en su mano —arregla lo que te llevaras el camino a Sprince es largo, y es mejor que llegues temprano tienes que dar una buena impresión.

¿El Sprince?

Tengo pesadillas con ese internado, todos dicen que ese internado es el más importante y prestigioso del país, pero yo honestamente odio ese lugar, y el problema es que nunca he estado ahí.

Papá subió las escaleras dejándome solo con mamá, ella seguía en la misma posición, parada con sus brazos cruzados viendo un punto específico.

¿Tan mal hijo soy que quieres alejarse de mí?

Sé que me comportó como un cretino y hasta egoísta.

Sé que soy un problema trato de cambiar pero no puedo dejar de meterme en problemas, solo no sé como controlarme, me he creado ideas tan erróneas de mí mismo, diciendo que soy un fracaso, una deshora para mis padres y que soy un completo idiota el cual da asco.

—Tyler —la dulce voz de mi madre hizo que me aleje de mis pensamientos. —tienes que hacer una maleta.

—Lo sé —dije.

—No pienses que te mandamos solo por alejarte de nosotros.

¡Si ajá, claro! Pero entonces, ¿cuál es la respuesta?

—Lo hacemos porque queremos lo mejor para ti, queremos que seas un hombre que tenga su futuro muy planeado, queremos que te apartes de los problemas, tienes una cara muy tierna para ser un chico problemático —eso me hizo reír, ella se acercó a mí y acarició mi mejilla —vamos tienes que arreglar tus cosas, yo haré la cena.

Asentí.

Me fui a mi habitación, lo primero que hice fue acostarme en mi cama, mirar el techo y seguir pensando en que ahora no tengo escapatoria.

Lo sé, siempre soy así rebelde, cuando me dicen ve lento siempre voy rápido, si me dicen ve a la izquierda, voy a la derecha, si me dicen te quedas en casa soy un desobediente y tengo salir. Así soy yo.

No quiero ir a un reformatorio.

No quiero tener un oficial de vigilancia.

No quiero hacer servicio comunitario.

No quiero ir a un internado.

Solo quiero ser normal sin problemas y ser un orgullo para mis padres.

Eso quiero, dejar de se tan ignorante y pensar en que mis padres enserio quieren un futuro para mí, igual al de ellos pero ese el problema yo no quiero ser como ellos.

11-06-2021.

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Bueno este es el capitulo uno de los chicos de College Sprince, quiero pensar que amarán a los siete hermosos chicos misteriosos de esta nueva historia, espero que enserio, enserio les guste tanto como a mí y que le den la oportunidad.

La historia no tienen nada de romance y tal vez tenga una que otra escena amorosa, ya saben a nuestro protagonista lo puede dominar ese deseo de lujuria, pero no será de ese amor cursi. ¡Nah, nada de eso!

Oh sí, también más adelante publicaré unas fotos o gif de los personajes o bueno al menos como yo me los imagino, bueno esperemos que pasa.

(29-12-2021 no publique las fotos)

¿Desde donde leen?

Y creo que eso es todo hasta aquí mi reporte.

Saludos desde mi habitación❤️