Habían transcurrido unos tres días después de aquello, a veces se encontraba con Alter. Ella lo miraba pero no le decía nada, esto no hacía más  que provocar tristeza en Gilgamesh, haciendo también que se sintiera solo, al parecer Alter de verdad no le quería, pero era extraño.

¿Si en verdad no le quería entonces por qué se puso celosa con el regalo de Jean? 

¿Por qué le dió el chocolate?

Estas preguntas hacían que le doliera la cabeza.

-¿Todo bien Gilgamesh?

Jean, interrumpe sus pensamientos, Gilgamesh se da cuenta de que había puesto una mano en su cabeza de forma involuntaria, seguro que por esto Jean pensaba que se sentía mal, bajo su mano y suspiro.

-Si.

Respondió de forma seria, esto no convenció del todo a Jean, por otro lado Alter estaba observándolos, los tres estaban reunidos y era por el simple hecho de que irían a una misión. Esto sin duda era una mala broma para Alter, quien tenia que aguantar como Jean le hablaba a su hombre.

-¿Seguro? Porque parece que estuvieras enfermo.

Comento preocupada la Servant al verlo quejarse minutos antes, por alguna razón Gilgamesh tampoco se dio cuenta de esto, de verdad que estaba distraído.

-Si, lo estoy.

Intenta desviar el tema en lo que se siente observado, incluso la master notaba el ambiente extraño.

-¿Todo bien chicos?

Gudako, se acerca acompañada por Mashu, todos los que estaban sentían que la tensión podría cortarse con un cuchillo.

-Si, master...Terminemos de una vez con esto.

Dijo ya cansado por tantas preguntas, después de la misión, la cual resolvieron exitosamente gracias a Alter todos pudieron regresar a Chaldea, Jean planea ayudar a todos a sanarse empezando por Gilgamesh.

-No te preocupes por mi Jean, sánala primero.

Jean, entendió de inmediato que se refería a Alter, esta desvío la mirada molesta y Jean agacho la mirada.

Ninguna de las dos quería estar cerca de la otra.

-No lo necesito, dejenme en paz.

La chica se comenzaba a retirar, en eso Gilgamesh planea seguirla para hablar con ella, pero Jean se interpone.

-Gilgamesh, debo sanarte, no puedes moverte con esas heridas...

-Pero...

Gilgamesh intenta avanzar pero Jean no planeaba moverse, la santa miraba molesta al mago quien se comenzaba a poner algo nervioso por la actitud de la chica.

-Por favor...

Insistió Jean lo que hizo que tanto Alter, como Gudako y Mashu se dieran cuenta de lo que intentaba hacer Jean. La primera se mordió el labio de rabia, tanto que llegó a sacar sangre mientras les daba la espalda, en cuanto a las dos últimas, se sorprendieron mucho, pero más que por el gesto fue el hecho de que estaban frente a un triángulo amoroso.

Una semana después...

El evento de verano ya había terminado, Ishtar como siempre fracasó con su plan de venganza. La gran diferencia fue de que esta vez no era contra Gilgamesh, sino que era contra la master, como siempre Jean había trabajado con Gilgamesh y Alter. Esta siempre los miraba molesta, pero cada vez que Gilgamesh la miraba e intentaba hablar, ella desviaba la suya y se retiraba sin decirle siquiera algo.

-Alter.

Gilgamesh, la vio un día comiendo hamburguesas en el comedor de Chaldea, Alter rapidamente se levanta con intención de alejarse.

-Deten...

No alcanza a terminar de hablar cuando en eso ve como Emiya alter coloca su brazo en la espalda de ella, esta no se lo quita y lo mira raro, por otro lado Gilgamesh los veia desde atrás.

-Oh Alter, tengo algo que enseñarte a ti y a la master, ven vamos.

-De acuerdo...

Dijo la chica, si eso servía como oportunidad para que el Rey no la siguiera sin duda la aprovecharía, Gil caster se molesto por esto y se retiro del lugar. Sabia bien que Alter lo hacia a propósito, pero no le dijo nada prefirió alejarse por el bien de ambos, al menos por ahora.

-Sabes que esto te hace mal, solo lo hare por hoy, ya después tendrás que enfrentarlo sola.

Reprende Emiya en lo que mira a la mujer suspirar.

-Lo se, gracias.

El hombre alza una ceja y luego se acerca para golpear en la frente a  la chica quien lo mira con un puchero.

-Si lo sabes entonces deja de comportarte como una niña malcriada, te ves patética.

Después de esto Alter quedaría sola frente a la ventana en la que Gilgamesh le devolvió su abrigo, hay permanecería un buen rato hasta que se le ocurriría algo, algo que le serviría para dejar en claro a ese rey que él era solo de ella.

Horas más tarde...

-Parece que ahora estas peor que antes.

Comento Andersen mientras comenzaba a escribir el cuarto libro del día, como de costumbre se encontraban en la biblioteca.

-Tienes razón...

Suspira apoyando su cabeza con una de sus manos, no entiende como todo siempre se complicaba cuando se trataba de Alter.

-¿Quieres que te de otro consejo?

Dijo el peli azul levantando la vista para mirar al rubio, Gilgamesh levanta una ceja ante el comentario.

-¿Tú? Ja, lo que me faltaba...

El rubio suelta una risa de burla, Andersen suspira y lo mira levantando una ceja, en eso el rubio se da cuenta que fingir no serviría de nada, no por nada estaba intercambiando palabras con uno de los escritores más famosos del mundo.

-Lo siento, habla...

Desvia la mirada y el chico piensa en en toda la situación hasta ahora, antes de dar su opinión.

-Solo busca un momento con ella a solas, aclara las cosas y veras como cambia todo, ya no habrán malos entendidos, estarán juntos y fin del asunto.

-Ojala fuera sencillo y creo que ya lo he intentado, pero no resulto.

Hans suspira exasperado, no puede creer como había personas que se conformaban con una oportunidad, si lo intentaran de nuevo se darían cuenta de lo tontos que son.

-Intentalo de nuevo.

Eso fue lo ultimo que dijo el peli azul, antes de volver a lo suyo, Gilgamesh por otro lado comenzó a estudiar su libro de magia, ya cuando creyó que era suficiente cerró el libro y se puso de pie, mientras que Andersen por otro lado seguía escribiendo como si nada, a veces Caster se preguntaba si usaba alguna especie de hechizo para no cansarse mientras escribía horas y horas.

-Ya me voy.

Dice alejándose de la mesa a paso lento y perezoso, Hans se quita los lentes y se los coloca de nuevo.

-Hasta mañana.

Vuelve a leer el libro que tenia antes, sin embargo lo mira por un lapso de segundos, internamente espera que todo salga bien, imagina escenarios, pero esos dos eran tan impredecibles, que cualquier cosa podria suceder.

-Si.

Responde con muy poco ánimo mientras cerraba la puerta y así dirigirse a su cuarto, Andersen no le dijo nada, ¿Para qué?, si ya le había dicho todo antes y Gilgamesh ya sabia lo que tenia que hacer.

-¿Qué es esto?

Gilgamesh, se da cuenta de que la puerta de su habitación se encuentra abierta, inmediatamente oculta su libro de hechizos y saca su hacha de batalla, abre la puerta de golpe y entra al cuarto. Al principio le sorprende no encontrar a nadie, en eso siente que le golpean de forma brusca en la cabeza.

-¿Qué?

Gilgamesh preocupado voltea a mirar de quien se trataba, abre sus ojos sorprendido al darse cuenta de que se trataba de su amada Alter, esta solo sonríe ante el gesto del rey quien cae inconsciente.

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Alter se preocupo de atarlo bien de las muñecas y de vendarle los ojos.

"Ahora seras solo mio"

-¿Dónde?

Es lo primero que dice el rubio al reaccionar, se da cuenta de que sus ojos estan cubiertos y de que sus manos están atadas, intenta forcejear para liberarse pero esto no resulta.

-Veo que ya despertaste...

Dice Alter con una risa muy traviesa, Gilgamesh reconoce la voz y se da cuenta de que lo que le hará la chica no será bueno.

-¿Qué es lo que planeas hacer?

Pregunta entre preocupado y molesto, Alter suelta un suspiro de molestia ¿Es qué acaso no era obvio?¿Qué tan lentos podían llegar a ser los hombres.

-Castigarte.

Dijo con voz molesta mientras agachaba la vista para observar sus pectorales, se sienta encima de él y posa sus manos en estos acariciándolos, disfrutando del tacto en lo que se muerde su labio.

-Voy a torturarte de la peor forma posible...

Gilgamesh, sentia como Alter le acariciaba mientras procesaba lo que habia escuchado, no podia creerlo.

¿Alter tenia planeado castigarlo?

Pero fuera de esas preguntas habia algo que le llamaba más la atención.

¿Por qué la voz de su amada sonaba quebrada, llena de resentimiento y odio?

¿Acaso habia hecho algo mal?

-Ah...

Sus pensamientos se esfumaron una vez sintió una especie de líquido caliente y viscoso recorrer sobre la zona de su pecho, el olor dulce le hizo percatarse de que era miel.

-Alter...Ah...

No alcanzo a terminar puesto que sentía como la joven lo comenzaba a lamer por toda la zona, provocando soltara un gemido ronco, más aún después de ser lamido en uno de su pezones.

-¿Acaso tú...? ¡Ah!

El Rey, intenta hablar, pero sus intentos resultan fallidos, el tacto y la forma en que Alter movia su lengua lo hacia temblar y estremecerse con cada lamida. Una vez, la joven llega a otro de sus pezones, sonrie divertida y comienza a morderlos provocando que Caster libere más gemidos de su boca.

-Pareces una doncella...Una doncella que por primera vez perderá su flor...

Alter, le susurra esto al oído y le muerde el lóbulo, Caster se sonroja demasiado por aquellas palabras y suelta más gemidos el aliento caliente, más las mordidas en su oreja y cuello no hacen más que excitarlo de sobremanera, pese a que intenta contenerse para no parecer sumiso, no puede. Por primera vez el rey domador de fieras estaba siendo domado, se sentía humillado  y a la vez excitado por esto, sonríe de forma traviesa a lo que alter se da cuenta.

-¡Ah!¡Duele!

Gilgamesh, ahora había soltado un grito de dolor al sentir como su amada después de bajarle los pantalones le hecho la miel en su amiguito.

-Ups...lo siento, se me olvidaba que esta zona era más sensible al calor...

Habla con falsa lastima, en su interior disfrutaba verlo así, quería más, quería hacerle pagar por esos momentos de ira y tristeza que paso, quiere que le quede claro que solo ella es digna de hacerle aquello.

-Alter...

Dijo molesto el Rey, no por lo que había hecho, sino porque quería liberarse de sus ataduras y también "castigarla", ahora Alter lamia su pene como si de un helado se tratara, Gilgamesh, intentaba liberarse como podía pero las ataduras eran firmes y liberarse le era imposible, asi continuaron hasta que el rey se corrió dejando a Alter un poco más que manchada, esta no se molesto porque no le avisara, todo lo contrario, sentía deleite y más  después de succionar hasta lo último que quedaba.

-Uhm...delicioso...

Lo dijo con una voz tan sensual y tan llena de malicia que Gilgamesh, creía que estaba en uno de sus sueños más húmedos, luego de esto la chica beso al rubio el cual le correspondió, Alter había sido atrapada con aquel beso tan lleno de lujuria y pasión del cual el Rey no quería liberarla, al final se tuvieron que separar por falta de aire.

-Libérame...

Decía el rubio con poco aliento, apenas podía hablar, Alter lo miro sonriente, sabia que con eso Gilgamesh, estaría más que entusiasmado con poseerla, pero ella no se lo haria fácil, tenia que recibir su castigo.

-No.

Respondió con una voz molesta, esto hizo que Gilgamesh se cuestionara de que si esa chica de verdad lo quería o solo lo quería para divertirse cuando andaba encendida.

-Maldita sea Alter libérame.

-¡No y no insistas! Sabes que esto es por culpa de ella.

Intenta mantener su voz tranquila, pero no puede odia recordar ver a esa chica cerca de su macho.

-¿Ella?¿Te refieres a Jean?

Alter lo mira con odio, Gilgamesh lo siente y se queda en silencio.

-Así es mi Rey, veo que no eres tan tonto como creía.

Más o menos ahora entendía su mal genio, pero le falta lo más importante, saber el motivo.

-¿Por qué?

Se hace una idea, pero si quiere arreglar esto, necesita escucharlo de Alter.

-Los chocolates.

Responde de forma cortante, Gilgamesh suspira, pensando en que decir para no seguir cagándola, pero al demonio.

-¿Solo por eso?

Respondió algo molesto y sorprendido de que por eso sintiera celos, a lo que Alter se molesto más.

-Si, odio que hables con ella y odio que hayas recibido algo de ella.

En eso el mago recordó las palabras que le había dicho su colega en la biblioteca.

-Alter...

Dijo con voz suave para que se detuviera y lo escuchara, quería decirle que no se preocupara más, que ella era la única en sus pensamientos, que quería estar con ella, pero Alter continúo impidiéndole hablar.

-¡Lo se! Soy egoísta...pero solo quiero recibas solo lo que venga de mi.

Gilgamesh no pudo evitar sonreír ante esto, definitivamente parecía una niña, una niña que hace berrinche cuando ve que alguien más quiere lo que anhela, no eran tan diferentes, eran iguales y como iguales tenían que estar juntos.

-Solo te quiero para mi...idiota.

Alter a pesar de que lo intento, no pudo evitar que sus lagrimas escaparan.

-Yo también, ¿Acaso no te lo he demostrado?

Alter, abre sus ojos, era cierto, pero su orgullo había hecho que se negara ante esto, por eso a veces era fría con él pese a los gestos amables y dulces de su parte, se sintió ridícula por esto.

-Si...Demasiadas veces.

Alter, responde de forma seria a lo que Gil vuelve a sonreír.

-¿Entonces?

Alter hace un puchero, agradecía que él no pudiera verla.

-No lo se, ¿Qué me asegura de que no me dejaras por ella?

-Alter, a Jean la veo como a una amiga, a ti te veo como mi esposa, ¿Acaso eso ya no te dice demasiado?

Hubo un silencio por unos segundos, después de esto Gilgamesh volvió a hablar.

-Alter, quítame la venda de los ojos, necesito mirarte, el estar sin verte teniéndote tan cerca de mi, eso de verdad es una tortura.

Alter, cierra los ojos y asiente, le quita la venda de los ojos, ambos se miran como intentando descubrir lo que piensan uno del otro.

-De verdad eres hermosa...¿Aceptarías casarte conmigo?

-De verdad tienes formas raras de pedir matrimonio...

Ambos sin querer recordaron "la primera propuesta", de la cual sus homólogos fueron protagonistas,  dicha propuesta fue en un mal momento y por supuesto que la respuesta había sido más que negativa.

-¿Eso lo tomo como un si?

Gilgamesh la miraba fijamente hasta que ella agacho la mirada.

-De acuerdo...

Dijo en voz baja, a lo que Gilgamesh no escucho bien del todo o más bien si lo hizo pero quería confirmarlo.

-¿Ah?

Alter estaba un poco irritada ¿Cómo no había sido capaz de escucharla? De verdad era un idiota, pero era al idiota al cual amaba, se armo de valor y volvió a repetir.

-¡Lo que escuchaste, estoy de acuerdo! Acepto!

Alter, de pálida paso a estar sonrojada, luego de esto libero a Gilgamesh, quien la abrazo, beso y amo durante el resto de la noche.

Tras unos minutos...

Alter, se sentía en la gloria al sentir como era penetrada por Gilgamesh, una y otra vez de forma cada vez más frenética, de como ambos se dejaban marcas en el cuello y el resto de la piel, ambos se pertenecían y con esas marcas se lo dejarían en claro al resto del mundo.

"Es mío zorra""Gil es solo mío"

Al final ambos llegaron al clímax y la joven sentía como este dejaba su semilla en su interior. Los dos cayeron agotados, sus cuerpos sudaban y a pesar de eso, el rubio la acerco hacía él, la abrazo, la beso en la frente. Alter fingía molestia, pero por dentro estaba más que feliz, ese hombre era suyo, suyo y de nadie más, Gilgamesh que ya la conocía solo reía.

"Solo quiero estar junto a ti"

Continuará...

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Allesan: Intento arreglar todos los errores y agregar más salsa al asunto, lo prometo, ahora ya me estoy sintonizando con la historia y muy pronto, después de años tendrán la continuación, así hasta llegar al final.

No jodan, ahora recuerdo que esta relación en verdad no es nada sana xd