Actitud desmedida
Arturia Alter, estaba sentada y frente a ella se encontraban los Master y King Hassan. Uno de los Servants de clase Assasin a cargo de los demás Hassans y de la prisión de Chaldea en dónde custodiaban a "Servants revoltosos", porque para sorpresa de nadie, el corrupto rey de los caballeros estaba detenida por agresión injustificada hacia Jean Ruler.
-Ya les dije que actúe como cualquier mujer celosa...Maldita sea no saben cuánto me cuesta asumir esto.
La mujer hace el esfuerzo por no sonrojarse de más, para ella ya era suficiente humillación tener que estar encerrada admitiendo sus sentimientos abiertamente. Solo quiere que Gil sea él único en saberlo, solo quiere compartir con él cuánto lo ama sin importar lo que opinen los demás solo su futuro esposo es merecedor de su corazón.
-¿Por cuánto tiempo estará detenida?
Gilgamesh, mira a ambos Vidas quienes se miran entre ellos, el chico asiente y su hermana decide responder por ambos.
-Según Jean Alter, Arturia se excedió -dirigiéndose a la mujer-, la lastimaste sin motivo.
-¿Qué?
Preguntaron ambos rubios mirándose de inmediato por lo que recordaban no habían visto a la mujer en la escena, solo vieron que minutos después llegó la master Gudako y después Gudao.
-Solo le di una cachetada.
Admitió casi en un gruñido el león oscuro, no porque sea mentira sino porque no esperaba que Jean Alter testificara por los presentes.
"¿En qué está pensando esa mujer?"
-Pero está muy herida.
Afirma Gudao con frunciendo el ceño. Había visto a Jean y su primera reacción fue "¿Cuál fue el mal que hizo?"
-Se lo merecía por besar a mi hombre.
Los dos Gudas se miran y al menos tienen el motivo, pero aún así...
-¡Arturia!
Alzan ambos la voz, pero en segundos se dan cuenta de su error.
-¡Bajen el tono!¡Mocosos!¡Están ante mi Reina!
Ambos ante la presencia del Rey no pueden evitar agacha la mirada, pero son orgullosos tanto como él y no tardan en enfrentarlo. Si no fuera por el problema que están, Gilgamesh piensa que les daría un escarmiento por mirarlo con tal descaro.
-Yo estuve ahí y ví todo de primera mano, lo que dice Alter es cierto.
Baja el tono de su voz ya que sabe mejor que nadie que las cosas pueden empeorar, el tema está en el horno y tiene que enfriarse o tal vez sería castigados. Conoce a los Gudas, no usarían su sello de comando, pero nunca se sabe.
-Es mi palabra contra la de Jean Alter.
Apenas dice esto mira a Gudao, quien lo mira con dudas.
"Lo sabía..."
El Rey sonríe de mala gana y Gudao se percata de lo que piensa, quiere decirle que su relación con Jean Alter no se interpondrá, pero, ya ni él lo sabe.
-Rey lo siento, pero...
-¿Pero?
Gilgamesh, alza una ceja. No hace mucho le había ofrecido ayuda, porque cree en su causa, pero ahora que él necesita ayuda ¿Quiere actuar justo?
-Necesitamos comprobarlo, miraremos las cámaras.
-Deberías confiar en mi palabra.
Afirma no dará un pie atrás en eso, pero si el niño quiere ahora "seguir las reglas" en vez de seguir su instinto el cual le ha salvado varias veces a todos entonces prefiere no decir nada más, ya ni vale la pena, un mocoso cegado por él amor no vale su atención.
-Lo siento Rey, pero es por protocolo.
Y ahí está la respuesta, por lo que prefiere enfocarse en su pareja y ver como la ayudará con el tema de los celos. Algo que cree que es importante para que no dañe a nadie más, ni mucho menos se dañe a ella misma.
-Vámonos Arturia.
-Rey no puede...
-¿No puedo qué?
La mirada de aquellos carmesí detuvo el habla del joven, King Hassan quien había permanecido en silencio todo el tiempo quiere intervenir.
-Master...
Gudao, extiende primero uno de sus brazos y mira con una cálida sonrisa al Servant.
-Déjalos ir abuelo, pero Caster -alza la voz- tienen que reunirse ambos de nuevo y disculparse, que sea mañana a primera hora.
Dice mirando al Rey quien se había detenido y volteado para prestar atención a la chica.
-Retírate antes de que me arrepienta.
Dice la peli roja con tono seco, casi con frialdad y Gilgamesh sintió su sangre arder.
-¡Tsch! Mocosa...
Alter toma su hombro y con un leve movimiento de cabeza le indica que no vale la pena.
-Vámonos Gil.
Arturia Alter, camina por los pasillos acompañada de su pareja. Estaba más que molesta, al parecer todos dudaban de su palabra, menos Gil Caster quien estaba presente y la apoyaba.
Sabía que Jean era una mosquita muerta, pero esperaba que comprendiera que estuvieran juntos y se alejara, no que ahora la acusara de una agresión brutal, que si fue agresiva, pero no como para enviarla a la enfermería de Chaldea, pero no, la tipa sigue y sigue.
Incluso está ocasionando problemas que podrían hacer que Caster deje la boda de lado, inquieta mira a su prometido de reojo y este parecía más en calma incluso le sonreía de forma juguetona.
-¿De qué te ríes?
-De lo linda que te ves preocupada...
La mujer le pega un codazo y el hombre se queja un poco.
-Oye se que estás tensa, pero tranquila, estoy contigo, estamos juntos en esto.
Le extiende la mano y ella acepta con un leve rubor asomando en sus pálidas mejillas.
-Caster ¿Por qué eres tan malditamente adorable?
Desvía la mirada con un puchero, Caster sonríe y mirando hacia el frente contesta.
-Porque tú lo eres, para mí siempre serás mi reina gruñona y adorable.
El mayor se detiene y sujetándola de las mejillas se acerca para besarla.
-Idiota...
Dice tras unos momentos en que por fin logran separarse por la falta de aire. Pero con el corazón más que lleno de calidez.
Mientras tanto...
-¿Alter?
Pregunta al sentir que alguien entra a su habitación.
-Veo que ya despertaste, vaya golpe el que recibiste.
Comenta al verla recostada y con un parche en la zona del golpe, además de apreciar un leve tono morado y rojo sobresalir de la zona.
Pero nada que la magia no puede solucionar, también se percata de una poción ya bebida. Ahora es cosa de esperar a que ese delicado rostro regrese a lo que era.
-No debí decirle nada y mucho menos besarlo.
Mira hacia el lado, pensando en aquella escena, tuvo valor para confesar lo que llevaba dentro, pero ¿A qué precio?
-Pero ya lo hiciste, ahora solo queda esperar a que Gil Caster la deje.
-Lo dudo, se aman y...
-¿Y?
Alza la ceja algo irritada de su pesimismo, si fuera ella se haría la víctima y le quitaría al hombre, así como hizo con Gudao. Aquella victoria le hizo sentir imponente y hasta intocable. Era raro que algún Servants en Chaldea la encare sin pensar antes en que era pareja del buen Master, uno que cuando se enojaba daba miedo, uno que era capaz de enfrentarse a uno d ellos demonios más poderosos con el que Salomón había hecho pacto.
-El me odia ¿Acaso no viste su mirada antes del golpe?
Recuerda con amargura como la miro con el ceño fruncido, de seguir así más tiempo no le hubiese sorprendido que colocara una expresión de asco.
-Estaba molesto, pude sentir la ira en su voz y en como sujetaba mi mano.
Cierra sus ojos y llora lamentando haber roto su amistad.
-Es el fin, ni siquiera podré ser su amiga.
Jean Alter, suspira y piensa que es inútil, está "yo" suya era bastante buena como para hacer lo mismo.
-Tonta, recupérate.
Deja de lado su plan de ayudarla a encontrar pareja para que no estuviera sola. Jean, no parece necesitarlo, por lo que decide sentarse en un espacio de la cama y acariciar su cabeza.
Al día siguiente...
Tras pedir permiso y que este fuera aceptado. Ambos reyes hacen ingreso a la habitación de "La Santa".
-Gilgamesh...Yo...
No sé atreve a mirarlo, sus mejillas adquieren un tono rosa, pero es por la amarga vergüenza más que por cualquier otro sentimiento.
-Descuida, no estoy molesto ¿Cómo te sientes?
Jean, sabe que es por cortesía más que otra cosa, además de que está acompañado por Alter e intuye que será precavido con sus palabras.
-Bien, solo debo descansar hasta que se pase el dolor de cabeza.
-Bien, las dejo a solas.
Sin más demora sale de la habitación, Jean entonces enfoca la mirada en aquellos fríos ámbar.
-Luces terrible.
Saber Alter, sonríe de mala gana al ver su estado, podría sonreír con gusto pero al estar en frío con la situación se percata de la gravedad de sus acciones.
-Vaya forma de disculparte.
Hay un silencio incómodo que dura bastante y cuando Alter siente valor para hablar...
-Lo siento.
-¿Qué?
Alter frunce el entrecejo y la mira como pidiendo una explicación.
-Fue mi culpa que reaccionarias así y no deberías disculparte en primer lugar.
Esto molesta a la mujer quien da unos pasos pero se detiene al ver el cuerpo de la chica temblar, sea consciente o no hizo que decidiera mantener la distancia.
-Tengo que hacerlo, hice mal y esperan que me disculpe.
La joven no la mira y suspira de mala gana.
-Pero si soy sincera no me arrepiento, aún así tampoco voy a ignorar que fue una mala actitud de mi parte...
Dijo cruzándose de brazos y mirando con más detalle el rostro de la chica.
-Y peligrosa, como Rey debo disculparme -la mujer saca la espada y se arrodilla-, te pido que aceptes mis disculpas, no se va a volver a repetir.
Jean, iba a decir que no era necesario hacer eso, pero entiende que puede ser parte de su costumbre como. "caballero" y no quiere ofenderla.
-Me alegra que seas sincera y descuida que acepto tus disculpas.
Con la mano le indica que se levanté y espere que lo haga, le incomoda una actitud tan amable por parte de la albina.
-Por mi parte te pido que me perdones -se atreve a mirarla a los ojos-, no volveré a hacer algo tan tonto, no me dejaré llevar fácilmente, si seguiré a mi corazón, pero también a mi cabeza está vez.
-Debes recuperarte primero.
Eso las hizo reír, un chiste simple y algo malo, pero que aligeró el ambiente en ambas, suponen que son por los nervios que llevaban conteniendo. Una vez en calma Jean toma la palabra.
-Tomaré distancia para que me creas y si he de interactuar con él por alguna razón, antes hablaré contigo.
-No es necesario solo no hagas nada estúpido, porque no creo poder controlarme una próxima vez.
Una sonrisa simple, pero desafiante, Jean, está vez no se lo toma a mal, porque gracias a su versión sabe que las Alter no pueden evitar ser desafiantes con el mundo. Ya que, nacieron de la oscuridad de sus mundos y solo ellas saben los horrores a los que se enfrentaron antes de conocer al Master.
-Se que no soy yo quien deba decirlo, pero debes ver eso de tus celos, no estaría mal.
-¿De qué hablas?
La mujer alza una ceja y Jean piensa más de dos veces que decir antes de continuar, sabe que arruinó el momento, pero también sabe que si deja pasar la oportunidad nadie le dirá a esta mujer su problema.
-Solo pienso que en base a tú relación siento que tus celos están desmedidos, quizás yo soy muy opuesta a ti y por eso tus celos...
-¿Desmedidos? -con voz severa- Al grano.
-¿Reaccionarias así siempre que alguien se acerque a él, aún si te ha demostrado cuánto te ama en publico?
Iba a responder que no era tan celosa, pero se detiene al ver su rostro y rememorar las palabras recién dichas unas cuantas veces.
Caster, ha Sido dulce con ella, demasiado, le molesta, pero le gusta y si bien Jean le confirmo que sus celos no eran injustificados, se repite en la cabeza que "Un Rey no debe dejarse llevar por arrebatos, porque puede lastimar a los suyos" y de hecho tiene el claro ejemplo delante suyo.
-Yo...
-No es necesario que me respondas -Jean la detiene alzando la mano-, ya acepté tus disculpas, si quieres irte adelante, lamento incomodarte, solo piénsalo.
Alter iba a voltear, pero Jean la detiene una vez más.
-Gilgamesh, te ama, solo no lo pierdas.
Saber Alter, con una mezcla de emociones, decide que es mejor irse, si bien ya se disculpo, ahora por culpa de Ruler, debe gestionar sus sentimientos.
-Nos vemos, recupérate pronto.
Antes de que la puerta se abra Alter coloca su máscara estoica y sale de la habitación, su rey está mirando la nieve caer por la ventana.
-¿Y qué tal?
Pregunta cruzándose de brazos y una leve sonrisa.
-La deje más viva que muerta.
Ríe divertida y Gilgamesh se acerca para darle un leve golpe en la cabeza.
-Tonta, te creo -esto lo dice con voz suave y ella entiende que solo él es capaz de comprenderla-, se que no le harás daño de nuevo.
-¿Cómo lo sabes?
Alza la ceja ante lo último y Gilgamesh sonríe de forma sutil.
-Porque no eres malvada -mirándola a los ojos y tomando la del mentón -, eres mi esposa y una mujer cuyo valor solo yo puedo ver.
-Vamos.
Tomando su mano y haciéndole caminar, el hombre corresponde y entrelaza su mano con la de ella, un acto simple pero reconfortante.
-Todo esto de las disculpas me ha dado hambre, quiero comer y después acompáñame que quiero hablar con Alter.
-¿Jean Alter?
Pregunta y ve como está asiente, además puede notar que el brillo en sus ojos se vuelve opaco.
-Si, hay un par de cosas que debo dejarle en claro.
El tono de voz de la mujer le hace pensar que esto no ha terminado, no dice nada, solo se prepara mentalmente para la próxima batalla en la que acompañará a su pareja.
"Como un barco a la deriva en el mar de la vida...Si estoy contigo navegare hasta las aguas más impredecibles..."
Continuará...
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Comenten que les pareció el cap, porque eso me anima a seguir.
Hola gente, tiempo sin vernos.
Quiero avisar a todos los seguidores que publique algo en el muro, si, puedo escribir aún, no se como, pero puedo, en fin léanlo y bueno en cuanto a la continuación reitero que si voy a terminar de escribir esta historia, no prometo un ritmo constante, pero de que tiene final tiene, aprovechare este tiempo de vacaciones para ponerme al día.
Eso y los extrañe, de verdad gracias por el constante apoyo y paciencia, sobre todo a quienes me siguen desde hace años, de verdad, se los agradezco ver caras conocidas aún al pendiente de mis historias me anima bastante, en fin, nos vemos en el próximo cap, adiós.
Créditos de la imagen a:
(Si, esos kanjis raros son su nombre xd)
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