Eres mía
Sasuke caminaba con paso rápido por todo el lugar. Luego de caminar por unos escasos minutos salió de la casa y apreció toda la decoración de la boda. Eso solo lo hizo enojarse más. Sus pasos retumbaban en el suelo; asustando a los subordinados que pasaban a su lado. A lo lejos logró divisar una cabellera pelirrosa. Estaba sentada en una silla con un vestido de novia. Estaba acompañada por una mujer de edad algo avanzada, la cual estaba arreglando su cabello. Luego de unos 5 minutos, la señora se fue; dejando a la pelirrosa completamente sola mientras miraba fijamente el altar en el cual se casaría en unos 20 minutos.
Sakura sintió una mirada pesada sobre ella y volteó a ver; se quedó de piedra al ver a Sasuke. Comenzó a temblar y desvió su mirada con un sonrojo en sus mejillas. Se levantó de su asiento y se adentró a la casa en un mal intento de alejarse de él. Se apresuró a ir a su cuarto asignado, y al llegar se sentó en su cama.
—Maldita sea... ¿Por qué Sasuke-kun tenía que venir a arruinarlo todo... ? Todo iba tan bien...
La oji jade bajó su mirada sin saber que hacer. Cerró sus ojos con fuerza y tembló ligeramente. Sus sentidos y guardias estaban tan bajos, que no notó como alguien entraba al cuarto.
—Así que... ¿arruiné todo, Sa-ku-ra?— Una voz profunda y varonil la sacó a la realidad.
—¡S-Sasuke-kun!— Exclamó mientras retrocedía de golpe.
Sasuke solo la miró fijamente mientras se acercaba a paso lento.
—¿Qué... haces aquí?
Sasuke no le respondió y se siguió acercando. Sakura retrocedía cada vez más con un poco de miedo, ¿Por qué no hablaba? ¿Acaso iba a hacerle algo?
—¿Sasu... ke... kun? ¡Ah!— Sakura soltó un pequeño chillido ante el fuerte sonido que hizo Sasuke al colocar su mano en la pared; acorralándola por completo.
—Me quieres hacer enojar, ¿no, Sakura?
—¿E-Eh? N-No sé de que me... hablas.
—No te quieras hacer la tonta, Sakura. ¿Qué diablos quieres conseguir haciéndome enojar?
—Yo...— Sakura comenzó a tartamudear ante la cercanía que el pelinegro tenía con ella.
—Dime... ¿Qué esperabas al hacerme enojar de esta forma?— Sus respiraciones parecían ser una misma; se mezclaban debido a la cercanía que había entre los dos. Sasuke se acercaba cada vez más a los labios de la pelirrosa.— ¿Querías que matara a ese tipo? o ¿Acaso es una forma estúpida de ponerme celoso? ¿Querías eso? Porque si es así, lo has conseguido.
—¿Qué? ¿Ponerte celoso? ¿Qué me... quieres decir?— Sakura estaba muy confundida y, hasta cierto punto, ilusionada.—Sasuke... ¿tú... ?
Sasuke no la dejo terminar debido a que unió sus labios con los de ella. Sakura quedó perpleja ante tal acción. No podía moverse ni hacer nada, pues Sasuke la tenía contra la pared usando su propio cuerpo para acorralarla. Cerró sus ojos con fuerza y, esperando que no fuera un error del cual se arrepentiría, correspondió el beso.
Los labios de Sasuke eran fríos, pero cómodos. Era una sensación bastante... extraña, pero a la vez agradable. No era su primer beso, había tenido muchos con Tanakata, pero este era especial; este lo compartía con Sasuke.
El azabache mordió ligeramente el labio inferior de la pelirrosa; provocando un leve gemido en esta. Sasuke aprovechó y metió su lengua por toda la cavidad bucal de la contraría. Sus lenguas se unían y se volvían una sola; danzando al mismo ritmo. Luego de un minuto, el oxigeno fue la razón de su separación; dejando un fino hilo de saliva uniéndolos.
—Sa... Sasuke-kun ¿P-Por qué fue... ?
—¿Acaso él lo hace mejor?
—¿Eh?
—¿Ese idiota de Tanakata... besa mejor que yo, Sakura? Dime, ¿crees que besa mejor que yo?
Sakura se quedó callada al no saber que responder. Sasuke frunció su ceño al tomar eso como un "sí". La tomó por los hombros y redujo el poco espacio que había entre ella y la pared.
—¿Acaso disfrutaste tanto que ese imbécil te bese?
Sasuke ni siquiera la dejó hablar cuando ya estaba besándola de nuevo. El beso era más intenso y subía de tono cada que pasaba el tiempo. La mano helada de Sasuke comenzó a recorrer las curvas de la pelirrosa, estremeciendo un poco a la pelirrosa ante ese suave toque. De la nada, el Uchiha arrugó la tela del vestido de novia de la pelirrosa y lo jaló con fuerza; rompiéndolo al instante y causando un pequeño chillido por parte de la Haruno.
—¡E-Espera, Sasuke-kun! ¡No rompas el vestido que me voy a... !
—¿Casar? Sakura, ¿Qué es lo que no entiendes de esta situación? Vete olvidando de casarte, porque no lo permitiré.
—¡Pero- AH!— Se sobresaltó ante la rasgadura de la parte superior de su vestido.
La tela cayó al suelo dejando parte de su cuello, hombro y pecho descubiertos. Los ojos de Sasuke se volvieron de un color carmín al ver el chupetón que ese desgraciado le había hecho. Acercó su boca al área enrojecida y colocó sus dientes, sin hacer fuerza, sobre el chupetón.
—Dime, Sakura, ¿Te gustó cuando ese idiota te hizo esto de aquí? ¿Acaso gemiste para él, Sakura?— Sakura iba a responder, pero Sasuke se adelantó a hablar.—Yo me encargaré de quitarte esta fea marca. Sakura, tú debes entender que eres mía, y solo mía, ¿entendiste? Solo puedes verme a mi, solo puedes gemirme a mi, y solo puedes tener sexo conmigo. Si me llego a enterar que lo has hecho con algún otro imbécil, créeme que lo mataré con mis propias manos y te haré mía las veces que sean necesarias.
—S-Sasuke-kun.— Fue lo único que pudo salir de su boca debido a la sorpresa. Un sonrojo se instaló en sus mejillas.— ¡¡AH!!
Los dientes de Sasuke se clavaron con fuerza sobre el chupetón de la pelirrosa. Sakura cerró sus ojos mientras pocas lagrimas comenzaban a surgir debido al dolor. Sasuke solo se dedicaba a presionar cada vez con más fuerza; dejando ver un fino hilo de sangre. El Uchiha, luego de unos segundos, separó sus dientes con la sangre de la pelirrosa, y luego lamió el área de su cuello. Toda la sangre que con anterioridad estaba bajando por la piel de Sakura, Sasuke la limpiaba con su lengua.
Toda el área en la cual estaba el chupetón, ahora estaba cubierta por la mordida de Sasuke. El azabache siguió con su mirada una gota de sangre que se le escapó, y solo sonrió internamente al ver que se escapaba hacía los pechos de la chica. Bajó su cara hacía el florecimiento de sus pechos, y sin pensarlo, introdujo toda su cara entre los senos de la chica.
Sakura se sonrojó de sobremanera ante tal acción. Su cara comenzó a arder y colocó sus manos en los hombros de Sasuke, teniendo la clara intención de separarlo de ella. Claro que Sasuke no se lo dejó.
El Uchiha terminó rompiendo todo el vestido de Sakura, dejándola con un sostén de color blanco hueso y unas bragas del mismo color. Ella no dijo nada al respecto. Sasuke encontró la resbaladiza gota, la cual estaba justo en el centro de los pechos. Lamió con lentitud y suavidad, causando un leve temblor en la chica. El azabache dirigió una de sus manos a uno de los pechos de Sakura. No eran grandes, pero tampoco pequeños; eran del tamaño perfecto para el azabache.
Apretó ligeramente el pecho de su pelirrosa, y esta soltó un leve gemido. Música para los oídos de Sasuke. Comenzó a masajear el pecho de la pelirrosa, aun por encima del sostén. Sakura se removía contra la pared de forma constante ante el toque de la mano de su amado. El Uchiha, cansado de no tener el contacto directo que quería tener, dirigió sus manos a la espalda de la pelirrosa mientras depositaba besos por toda el área del pecho y parte del cuello. De una forma rápida y hábil, desabrochó el sostén y lo tiró lejos de ellos.
Comenzó a masajear con mayor fuerza el pecho de la chica, esta vez frotando a la vez uno de sus pezones; excitados debido a las caricias que el azabache le estaba brindando. Su boca se dirigió al pezón que estaba libre y lo mordió con delicadeza. Sakura soltó otro gemido leve ante esa acción.
Comenzó a succionar del pecho de la chica como si de un bebé hambriento se tratara. Mientras lo hacía, su mano restante comenzaba a bajar por sus delineadas curvas hasta llegar a la zona de su trasero. Colocó una mano en uno de sus glúteos y lo apretó con fuerza. De nuevo, un gemido provenía de Sakura.
—S-Sasuke-kun... por... favor... A-Ah.— Gimió con un poco de fuerza.
—No lo hagas tan alto, Sa-ku-ra. No querrás que tu querido prometido nos encuentre así, ¿verdad?
Puede que si estuviera traicionando a un viejo amigo de la familia, pero se había metido con quien no debía. Los Uchihas tendían a ser muchas cosas, como lo son enojones, estrictos, serios y demás cosas, pero sobre todo, eran muy posesivos y celosos. No importaba si la persona sea el mejor amigo de toda tu maldita existencia, si se metía con su mujer, la pagaría caro. Porque un Uchiha amaría y protegería a esa persona hasta la muerte. Cuando un Uchiha decide a quien amar, lo hará por el resto de su vida.
—Sobre... eso... é-él no es... mi prometido. ¡A-Ah!— Se estremeció al sentir como la mano de Sasuke era retirada de su pecho, para irse directo a su vagina. Sasuke cerró sus ojos al escuchar ese gemido y lo que Sakura dijo.
—Excelente, entonces no hay traición de por medio. Pero, eso no servirá para librarte de esto.— Aun sobre la tela, Sasuke masajeó su zona intima con dos dedos. La pelirrosa se estremeció más ante ese toque.— Entonces, ¿Por qué se suponía que estabas vestida de novia y a punto de ir al altar?
—Yo... no puedo decirte.— No podía decirle, la misión era secreta.
Sasuke como respuesta a eso solo la cargó y luego la llevó a la cama del lugar en donde la tiró con algo de brusquedad. Sakura soltó un pequeño jadeo de dolor por la brusquedad del azabache. Este mismo no tardó en quitarse su camisa y colocarse encima de Sakura. La pelirrosa solo sudó ligeramente ante la mirada gélida y enojada que el azabache le estaba dando.
—Dime, Sakura, ¿Por qué querías casarte con ese idiota? ¿Me has olvidado tan rápido?
—Sa- ¡¡A-AH!!— Sakura arqueó su espalda ante un intruso inesperado. Sasuke, con mucha rapidez, despojó a la pelirrosa de sus bragas e introdujo un dedo dentro de ella.
—Dime, Sakura, ¿Por qué?
—N-No puedo... d-d-decirte.— Una estocada y un movimiento lento, pero torturante, fue lo que sintió por parte de Sasuke.—¡S-Sasuke-kun!
—Sakura, dime.
—No... No pue- ¡AAh!— Otra estocada.
—Sakura, es mejor que me digas ahora. Si me entero por mi cuenta, todo será peor.
La pelirrosa estaba por hablar, cuando de repente alguien toca la puerta.
—¿Señora Urashima?— Se escuchó una voz femenina y suave del otro lado. Era la ama de llaves.
Sasuke miró con enojo a la puerta. Ese "señora Urashima" no le agradó para nada. Miró con el ceño fruncido a la pelirrosa. Esta solo tragó grueso y se dedicó a responder.
—¿S-Si?
—La ceremonia iniciará en 10 minutos, ¿ya está preparada?
—S-Sí, ¡A-Ah!— Gimió al sentir como Sasuke introducía un segundo dedo a su entrada.
—¿Se encuentra bien, Urashima-sama?—Preguntó con preocupación al escuchar un leve quejido.
—S-Sí. No te preocupes, Yuka-san. E-Estoy de maravilla. Y-Ya bajaré.— Si tan solo supiera que su hermoso vestido de novia estaba tirado y roto en el suelo.
—Está bien, Urashima-sama, por favor baje pronto. Tanakata-sama ya está listo para casarse con usted.— Yuka sonrió con felicidad.— Bueno, no le quito más tiempo.
Yuka se fue del lugar, causando tranquilidad en Sakura. Tenía 10 minutos. Si quería que el plan fuera bien, debía llegar al altar con un vestido de novia nuevo en 10 minutos. ¿Cómo diablos haría eso?
—Sasuke-kun, por favor ya déjame. Tengo que-
—¿Llegar al altar? Sakura, ¿Qué es lo que sigues sin entender? ¿No entiendes que eres solamente mía? ¿Crees que dejaré que te cases? Eres un poco ingenua, Sakura.
—¡No, Sasuke-kun! ¡Tengo que ir al altar para- !
La pelirrosa no terminó de hablar al sentir los labios de Sasuke sobre los de ella. La estaba besando de una manera salvaje, posesiva, y sobre todo, celosa. Mordió con fuerza su labio inferior, dejando ver nuevamente ese liquido que tanto le gustaba a Sasuke. Podrían verlo como un fetiche raro y asqueroso, pero Sasuke estaba obsesionado con el cuello y la sangre de Sakura. Cada que la pelirrosa mostraba esa parte de ella, el azabache se volvía loco y le daban ganas de marcarlos; de dejar en claro que esa chica le pertenecía. Que cada maldito lujurioso se alejara su chica al ver esa marca, porque sabía que ya tenía dueño.
Sakura había soltado un gemido alto de dolor, y Sasuke no desaprovecho e introdujo su lengua en su boca. Esta vez se movía de forma más brusca, pues estaba muy enojado. Luego de medio minutos, el Uchiha dejó la boca de la pelirrosa y se alejó un poco de ella. Sakura se sonrojó mucho al ver como se baja los pantalones y su boxer, dejando al descubierto su gran e hinchado miembro. Sasuke solo se sentó en la cama y luego tomó del brazo a la chica. La colocó en frente de él, y luego la miró fijamente.
—Chúpala.— Fue todo lo que dijo mientras la miraba con la cara enserio.
El azabache hincó a la pelirrosa y la acercó a su pene. Sakura miró embelesada el miembro de Sasuke. Era grande y grueso, dudaba que fuera a caberle en la boca. Temblorosamente, tomó entre sus manos aquel trozo de carne. Comenzó a mover sus manos de arriba hacía abajo de forma lenta, y luego de eso, lamió con suavidad una parte. Sasuke cerró sus ojos ante esa lamida. No ha hecho mucho y ya le estaba dando mucho placer. Solo Sakura era capaz de causarle esas sensaciones.
La oji jade siguió lamiendo con suavidad toda la longitud del azabache. Luego de unas cuantas lamidas, finalmente lo introdujo en su boca. Comenzó un va y ven, uno que Sasuke disfrutaba al máximo. Un gruñido de placer salió de los labios del azabache al sentir la lengua de Sakura en su glande.
—Joder... sigue, sigue así, Sakura.— Colocó una de sus manos en la cabeza de Sakura; introduciendo más su pene en su boca.
Sakura cerró sus ojos al sentir como se ahogaba con el miembro de Sasuke. Apenas y podía lamerlo apropiadamente. No supo cuanto tiempo pasó, pero Sasuke lo disfrutó cada momento. Cada lamida, cada toque con sus suaves manos, todo. No pudo soportar tanto placer y terminó corriéndose en la boca de su pelirrosa. Se tragó todo el semen sin dejar una sola gota caer.
Sasuke la tomó del brazo y luego la depositó en la cama. Besó la parte de su pecho y comenzó a bajar de forma lenta; dejando una línea de besos húmedos. Cuando llegó a la zona intima de Sakura, se detuvo a inhalar el dulce aroma de la chica. El olor de Sakura era como una droga para él, era adictivo y lo volvía loco.
Introdujo su lengua y comenzó a moverse por todo el interior de la pelirrosa. Sakura se retorcía de placer ante las pequeñas penetraciones que la lengua de Sasuke le proporcionaba. Sus gemidos eran reprimidos de la mejor manera posible, pues todavía estaba en la casa de su "prometido". Sus piernas rodearon el cuello de Sasuke y sus manos se dirigieron a sus cabellos; jalándolos un poco.
—Ah, Sasuke-kun, a-ahí. A-Ah.
Sasuke siguió pasando su lengua por las paredes de la chica. Sakura sentía que estaba tocando el cielo. El placer la estaba inundando de pies a cabeza, y sentía como estaba por correrse. Al ocurrir eso, Sasuke aceptó todos sus fluidos con gusto; lamiendo sus propios labios y los labios menores de ella.
Se separó de ella y se posicionó en su entrada. Sakura cerró sus ojos al saber lo que se avecinaba. Tenía miedo de que algo tan grande como lo es el pene de Sasuke entre en ella. El Uchiha al ver el miedo de la chica solo se acercó a ella y le plantó un beso en la comisura de sus labios. La ternura con la cual la besó hizo que se tranquilizara un poco.
Vaya que fue un error. Sasuke había entrado de una sola estocada.
—¡¡AAAAH!! ¡¡SASUKE!!— Gritó con lagrimas en sus ojos ante la repentina entrada de Sasuke. Inmediatamente cubrió su propia boca con algo de terror al pensar que alguien pudo haberla escuchado.
—Shhhh, no querrás que alguien nos escuche, ¿verdad, Sakura?— Su sonrisa tenía cinismo y enojo al mismo tiempo. Le enojo el que no le dijera "Sasuke-kun". También estaba feliz y aliviado, pues al penetrarla logró sentir una pequeña barrera romperse; la barrera de su virginidad. Él la había roto y no Tanakata, y eso le alegraba.
—M-Ma...l— Sakura tuvo que terminar la frase en su mente al recibir otra estocada profunda.—¡N-No tan duro, Sasuke!— Las lagrimas bajaban con mayor fuerza mientras estrujaba fuertemente la sabana de la cama.
Sasuke se acercó a las mejillas de Sakura y comenzó a lamerlas; limpiando todo rastro de las lagrimas. La volvió a besar de una manera apasionada y un poco salvaje, siendo gustosamente correspondido por la chica.
Luego de por lo menos un minuto, el dolor que había inundado a Sakura se había convertido en placer. La pelirrosa rodeó al azabache con sus piernas y colocó sus brazos en el cuello de este. Sasuke, al ver que ya no sentía dolor, comenzó a embestirla de forma constante; haciendo un va y ven.
Una de las manos de Sasuke se dirigió al trasero de Sakura y lo apretó con fuerza, mientras que la otra jugaba con uno de sus pechos. Los ojos de Sakura estaban entrecerrados debido al placer que estaba sintiendo. Pensó que no podría estar más complacida, pero que equivocada estaba. Pues sintió como Sasuke encontraba el punto más sensible de ella, nublando la vista de la chica por completo y, esta vez, mandándola al cielo. Incrustó de forma violenta sus uñas en la espalda del chico, dejando sangre bajando de forma lenta por su ancha y musculosa espalda.
—Sa-... Sa...— Ni siquiera podía hablar bien. El placer era tanto que su lengua se sentía trabada, y cada que podía formular una palabra, una oleada de placer la inundaba y la dejaba en el mismo estado.
—Vamos Sakura, di mi nombre.
—Sa... Sa...
El azabache estaba llegando al punto más alto; estaba por venirse, y Sakura no estaba muy lejos de hacerlo por igual.
—Vamos Sakura, di mi nombre. Di a quien le perteneces.
—A... A ti Sa...
—Vamos, dilo.— Esta vez le susurró al oído. La voz ronca y varonil de Sasuke solo la hizo estremecerse más.
Ambos no aguantaban más. Sasuke frunció levemente su ceño y tomó a Sakura por la espalda y la acercó más a él.
—¡Sasuke-kun!— Gimió el nombre de su amado mientras llegaba a un gran orgasmo completamente placentero.
—¡Sakura... !— Gimió Sasuke mientras se corría dentro de la pelirrosa; llenándola por completo de su esencia.
Ambos volvieron a besarse con pasión. Estaban en su propia burbuja, en la burbuja en la cual no eran nadie más que ellos dos. Sasuke comenzó a salir de la pelirrosa luego de otras dos estocadas más. La oji jade se acostó de forma cómoda en la cama; estaba sudando a mares y respiraba con dificultad. Sasuke también estaba cansado, así que se acostó a su lado.
Sakura se acercó al pelinegro y recostó su cabeza en el pecho de este. Se suponía que debía de estar en el altar para completar su plan. Ahora todo estaba arruinado, y todo por su calentura y debilidad ante Sasuke.
—Sasuke-kun...
—¿Hmm?
—Te amo.— Seguidamente y sin esperar respuesta, Sakura se quedó profundamente dormida.
Sasuke la observó por unos momentos, y luego sonrió levemente.— Yo también te amo, Sakura.— Le dio un beso en los labios. Esta vez, era un beso tierno y suave, no era como los otros. Este representaba sus sentimientos, tal y como el beso que le dio al dejar la aldea. Los cubrió a ambos con una manta, y cayó en los brazos de Morfeo.
—— ——
No sabía cuanto tiempo había estado durmiendo. Se levantó de la cama con cuidado de no despertar a su acompañante, y comenzó a vestirse. No tardó ni dos minutos en estar completamente cambiado. Buscó con su mirada algo, y la encontró al instante. Se sorprendió también de que no estuviera sola.
—Te has divertido mucho, ¿no, Sasuke?
—Kakashi...
El peliplata se encontraba justo en frente del azabache, recargado en la pared con un aire de despreocupado. En sus manos estaba la katana de Sasuke, la cual había tirado en algún lugar luego de calentarse tanto con Sakura. Su ceño estaba fruncido y el enojo recorría todo su ser. La mirada gélida de Sasuke le explicaba todo a Kakashi.
— Tranquilo, tranquilo. No miré nada ni a nadie. Entré hace unos 10 minutos. Se veían tan cómodos durmiendo que no quise despertarlos.— Le lanzó la katana con confianza, pues sabía que Sasuke, por lo menos ese día, no lo atacaría.
El Uchiha atrapó la katana y se la colocó en su cintura. Miró fijamente a Kakashi por unos segundos, y luego desvió su mirada.
—¿Qué hacían con los Urashima?
—Ah, eso. Es solo una misión, la cual ya completamos. No hay nada de lo que tengas que preocuparte, Sasuke.
—Hmp.— Fue lo único que soltó.
Sasuke se dio media vuelta; dispuesto a irse del lugar. Miró de reojo a la pelirrosa que yacía acostada en la cama profundamente dormida.
—¿Vas a dejarla así sin más?
—No puedo quedarme con ella. Tengo que conseguir mi venganza a como de lugar. Pero...— Volteó a ver al peliplateado con el ceño fruncido.— Más les vale cuidarla. No deberían dejar que haga este tipo de estupideces.
—Ella está soltera, Sasuke. Su misión era de seducción, por lo que tenía que hacer eso.
—Pero dejarse marcar por un idiota es-
—Algo que las kunoichis solteras están dispuestas a hacer con tal de cumplir una misión. Si la sigues dejando de lado, en el futuro ella será la que lo haga.
—No, no lo hará.— Se sentía seguro de sus palabras.
—Hmm, ¿y por qué crees eso?
—Porque ella es solamente mía y de nadie más. Algún día portará el apellido Uchiha y a mis futuros hijos. Hasta entonces, no la involucraré con mi venganza. Confío en que tú y el dobe de Naruto lograran cuidarla apropiadamente, y que algo como esto no se vuelva a repetir.
Sasuke cerró la conversación con eso, y luego se fue del lugar. Kakashi soltó un suspiro pesado.
—Ya veremos como avanza todo.— Fue lo único que dijo. El Hatake volteó a ver a su alumna, y luego se fue del lugar; dejando a una dormida pelirrosa.
Sasuke caminaba por los pasillos del lugar. Ahora, todo estaba completamente desolado. No había ni una sola alma en el lugar, y al salir de la casa logró ver que el hermoso altar y todas las decoraciones de la boda estaban completamente arruinadas. No sabía que había pasado, pero no le importaba.
—¡¡Ahí estas, Sasuke!! Finalmente apareces, pensé que la tierra te había tragado o algo por el estilo.— Suigetsu se acercó con una sonrisa. Detrás de él venían Jugo y Karin.— Vieras la que se armó aquí afuera, fue todo un desorden. La bella Sakura no apareció, y en su lugar aparecieron los ninjas de Konoha. ¿Loco, no? Ah, me divertí un rato peleando con los ninja, pero al final se fueron al recibir la orden de no matarnos de un peliplateado con el cabello en contra de la gravedad. Eso le agregó puntos a la rareza de todo y-
—Ya cállate.— Sasuke pasó de lado a todo el grupo. Suigetsu hablaba demasiado, pero quería saber que ocurrió mientras estaba con Sakura. Y sabía que si le decía un "cállate" a Suigetsu, este hablaría más para molestarlo.
—¡Sasuke-kun, estás herido!— Karin gritó con horror al ver las manchas rojizas de su espalda.
Sasuke ni siquiera notaba el dolor de su espalda. Tenía toda la parte trasera de la camisa completamente teñida de rojo, y que fuera blanca no le ayudaba en nada. Karin se acercó a él con prisa con la intención de que mordiera su brazo para curarlo, pero este la rechazó.
—Estoy bien. Vámonos.— Comenzó a caminar, siendo seguido de forma inmediata por los tres.
—¿Te atacaron?— Preguntó Jugo al tener curiosidad respecto a la sangre de su espalda.
—No.— Fue la respuesta de Sasuke, quien se adelantó más al no poder ocultar una sonrisa que se escapaba de sus labios.
Claro que no había sido un ataque. Había sido algo mucho mejor. Había marcado a Sakura como suya, y ella a él como suyo.
—Eres mía, Sakura. Solo mía.— Pensó con una sonrisa.
Fin
No les voy a mentir, tardé al rededor de tres días en escribir este lemon.
¿Qué les pareció? ¿Les gustó?
¡Espero que sí! Ahora, me piro vampiro.
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