Pesadilla
Comentario: Hola, hice esto rápidamente xD se la dedico a @fenixAlasDeFuego quien me dio la idea para este capitulo XD espero les guste :>
---------------------------------------------------
Esa noche Satanick se hizo presente en el castillo de Ivlis, nadie se enteró de nada, nadie vio nada, nadie escuchó nada, pero dentro de la habitación del diablo de las flamas muchas cosas habían pasado y por culpa de eso Ivlis amaneció exhausto y Satanick estaba complacido claramente, quería probar las manos sin escamas del otro diablo, corroborar como estas se sentían ahora al tocar su piel, se sentían muy suave en su espalda, extrañaba un poco que estas lastimaran su piel, pero se acostumbraría fácilmente a esas nueva y suave piel. Una vez amaneció Satanick despertó y de paso despertó al diablo llama quien se molestó bastante porque estaba demasiado cansado –¿no puedes largarte en silencio? Al menos déjame dormir basura-
-Fufufufu, alguien amaneció enojado fufufufu, te desperté porque quiero que veas algo –
-¿Qué quieres ahora Satanick? –
-Mira- le mostró su espalda divertido, estaba llena de rasguños, arañazos y tenía algunas mordidas notorias en su hombro – ésta es la perfecta evidencia de lo que ocurrió anoche, fufufufu – el diablo de cabellos más oscuros se relamió los labios y luego se los mordió tentado de la risa viendo como el que estaba en cama se tornaba todo rojo recordando todo lo que pasó en la noche, estaba tan rojo en vergüenza que no notó que le empezó a salir humo y las sabanas se estaban quemando un poco – huhuhuhu cucaracha, cucaracha, no seas idiota, no quemes la cama, ¿después dónde te voy a follar?-
-¡Cállate inmundo animal! ¡Ya vete de mi cuarto ahora!-
-Ya, ya, tranquilo, Fufufuf me estoy yendo, te veo uno de estos días para que me dejes la espalda igual preciosura – le guiñó un ojo y tirándole un beso se fue, el diablo del mundo de las flamas se echó hacia atrás no podía creer lo que había pasado esa noche, realmente se había descontrolado, al parecer últimamente estaba más sensible de lo que comúnmente era o quizás Satanick le producía mas placer que antes, en fin, ya estaba despierto, era mejor que se levantara.
El día fue tranquilo por lo que pasó su vergüenza rápidamente, dos días después salió con su pequeño hijo y dejó a cargo del castillo a Rieta, en el camino se topó con Poemi quien estaba sentada en una plaza leyendo un libro – ¿Poemi? ¿Qué haces aquí? ¿No habías salido con Emalf?-
-¡Pa...papi! Emmm, bueno... yo... claro, íbamos a salir, pero el muy idiota está enfermo y emm, bueno, aproveché de leer al aire libre-
-Aah ya veo ¿vienes a la dulcería con nosotros? – la joven demonio pensó que sería una buena idea estar con su papi, así no descubriría que Emalf realmente no estaba enfermo sino que estaba en otro mundo junto con Adauchi hace más de un mes, dijo que volvería dentro de dos meses así que debía seguir ocultando esto un poco más, suspiraba la pequeña mientras caminaba con su familia, Licorice parecía emocionado mientras caminaba a saltos tomado a la mano izquierda de su progenitor, pronto llegaron a la gran tienda de dulces que el mismo Ivlis había mandado a construir para llevar de paseo a sus hijos de vez en cuando. Al llegar el diablo tornó una mirada penetrante y terrorífica al dueño de la tienda, quien inmediatamente hizo una reverencia hacia su señor – vengo a hacer uso de tus servicios demonio –
-Cl...Claro señor pase, espero se divierta junto a sus hijos- dijo muerto de miedo el demonio quien atendía, el diablo entonces no dudó en entrar a la tienda y jugar con sus hijos. La dulcería tenía unos cuantos juegos donde Licorice quería subirse, Poemi mientras nadaba dentro de una piscina de pelotas y comía unos cuantos dulces, el menor tenía la boca llena de chocolates mientras jugaba en un caballo, Ivlis los miraba y también aprovechaba de comer unos cuantos dulces, pronto la niña obligo a su padre a meterse dentro de la piscina de pelotas, Licorice no dudó entonces en seguirlos e iniciar una guerra de pelotas contra su hermana y madre, de esa manera estuvieron en la dulcería hasta altas horas de la tarde, Licorice estaba bastante inquieto por la gran cantidad de dulce que había comido, por lo que antes de acostarse gasto una gran cantidad de energía corriendo por el castillo, ya una vez se cansó Ivlis lo fue a hacer dormir y él se fue a acostar también, no pasó ni una hora y el pequeño estaba durmiendo incomodo, irse a dormir con el estómago tan pesado y lleno de dulces no fue una gran idea, sus sueños eran horribles, ese imbécil de Satanick molestaba a su madre y él no podía hacer nada y veía como cada vez su madre le pedía más y más ayuda y el corría intentando alcanzarlo, sin embargo no avanzaba y veía como ese sádico de su padre torturaba a su más preciado ser en todo el universo, comenzó a llorar y gritar en el sueño hasta que despertó agitado, miró hacia todas las direcciones posibles, tiritó unos minutos y gritó – ¡MAMÁ!- para luego comenzar a llorar a mares, Ivlis que lo escuchó desde su habitación apareció rápidamente en su pieza y lo abrazó – ¿qué pasó Licorice?-
-Mami... Mami, tuve una pesadilla horrible- el diablo suspiró aliviado y lo tomó en brazos –Ya, tranquilo, solo fue un sueño- el pequeño hizo un puchero y lo miró –¿puedo...puedo dormir contigo?- dijo mientras miraba con sus grandes ojos llenos de lágrimas al mayor, el diablo no pudo evitar suspirar y caminar con el niño de vuelta a su pieza- vamos Licorice, pero no te acostumbres- el pequeño asintió y sonrió emocionado, todo el miedo que tenia se fue ya que iba a dormir con su mami, desde que tenía 3 años que no dormía con él así que se sentía demasiado animado.
Una hora pasó, Licorice nuevamente dormía profundamente al lado de su madre, Ivlis también yacía dormido sin embargo tenía el sueño muy liviano y algo que se escabullía por la sabana lo despertó, en un principio pensó que Licorice se estaba moviendo demasiado hasta que vio unos cuernos grandes y encorvados aparecer justo delante de él y una sonrisa y ojos que se iluminaban rojizos en la oscuridad, maldición era Satanick –hola amor, mi espalda ya está curada de la última vez así que vengo a que dejes tu marca nuevamente en mí, preciosura- las manos de Satanick fueron escabulléndose por debajo del pijama del diablo menor quien abrió los ojos grandes ya que sabía que su hijo dormía justo al lado de él, miró a Satanick e intentó hablar bajito – deja de hacer eso... hoy no...-
-Lo siento, pero no puedo resistir más, estoy deseoso de ti –dijo el mayor mientras apretaba los pezones de Ivlis y le mordía sensualmente el cuello, el diablo llama abrió más los ojos y se tapó la boca para que no se le escucharan los gemidos, estaba esforzándose lo más que podía para que su hijo no sintiera nada de lo que le hacía ese pervertido, miró hacia al lado, Licorice dormía profundamente –te estoy diciendo que no... Licoric...aaghh- el diablo mayor, se posicionó entre las piernas de Ivlis y sonrió cuando lo escuchó gemir – ¿Licorice? ¿Qué tiene que ver nuestro precioso hijo ahora? ¿Acaso pensaste en mi propuesta de darle un nuevo hermanito?... Hagámoslo ahora mi preciosa basura- dijo Satanick meciendo su cadera sobre la del otro, Ivlis no podía evitar gemir por lo que se mascó el labio mientras sus ojos soltaban algunas lágrimas por el esfuerzo que hacía para no emitir algún ruido, las manos del mayor apretaban delicioso sus pezones y la cama ya comenzaba a rechinar por el movimiento –no...no... no sigas... Sata... Nick... no... ghh-
-Fufufu aunque me lo pidas sabes que no dejaré de hacerlo-
-No... no...- Satanick entonces se hincó en la cama para comenzar a desvestirse cuando se dio cuenta que al destapar a Ivlis un pequeño niño lo mataba con la mirada furioso por lo que le estaban haciendo a su madre, el diablo tragó saliva y sonrió como solía hacerlo.
-Hola bebé ¿Qué haces aquí? Deberías estar durmiendo y dejando que tus papis se diviertan-
-... y tu deberías estar muerto-
Ivlis agradeció enormemente esa noche que su hijo durmiera con él, gracias a él su trasero se habia salvado, sería una perfecta idea dormir todos los días con su pequeño Licorice y seguramente el amaría la idea.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro