Papá al rescate
----------------------------------------------------------------------------
-... Eres un asco de padre... al menos vamos a buscar a Licorice –
-Jejejeje claro, claro, vamos, pero ¿por qué no vas tu por ese lado y yo por el bosque? Creo que sería una mala idea no dividirnos, jejejeje – se reía nervioso Satanick ya que no quería que Ivlis se enterara que Licorice se encontraba en presencia de un pedófilo y menos que ese tipo era su subordinado – No conozco muy bien tu mundo ¡solo deja de perder tiempo conversando aquí y vamos a buscarlo de una vez! ¡Si le pasa algo será tu maldita culpa!- dijo en tono agresivo el de ojos ámbar, el diablo de ese mundo solo sonrió y tragó saliva, por lo que solo comenzó a caminar y el menor lo siguió con una cara de pocos amigos.
Por otro lado Dokugai se encontraba desabrochando la camisa del niño para ver su juvenil torso desnudo – ¡ooooh!~~ pero qué lindo, ¡qué lindo! –
-Me gustaría que mi madre dijera eso cuando me pone mi pijama, pero él siempre es muy serio cuando trata conmigo, realmente quisiera gustarle a mamá – dijo con tristeza el de ojos dorados.
-Oh pero que malo, si yo cuidara de ti y pudiese ver tu hermoso cuerpecito al poner tu pijama todos los días seria el ser más feliz de todos ¿te gustaría vivir conmigo? La pasaríamos muy bien los dos juntos-
-¡Jamás!... ¡yo jamás abandonaré a mi madre!... él es todo para mí-
-Si gustas yo puedo ser tu nueva madre, la pasaremos muy bien juntos –decía mientras posaba una mano en la parte baja del vientre de Licorice y subía hasta llegar a su pecho, pareciera que el mayor se moría de ganas de comenzar a tocar en serio al pequeño niño, en eso que recorría el torso del hijo de su diablo una sonrisa perversa se formó en sus labios, ya no aguantaba más apretó uno de los pequeños pezones del niño quien tomó alerta de inmediato de la situación, estaba comenzando a hacer aparecer su capa de adulto cuando Dokugai colocó una cara de horror. En ese mismo momento Satanick había encontrado a su hijo siendo tocado por el pedófilo de su subordinado, no podía dejar que Ivlis notara que eso estaba ocurriendo frente a sus ojos o jamás le volvería a dirigir la palabra, por lo que distrajo al diablo flama de la forma más sutil que pudo, es decir, lo tomó con sus brazos sombras y lo mandó a volar unos cuantos metros más allá, mientras mandaba una mirada asesina a su subordinado, más un conjuro que lo estaba haciendo experimentar un intenso dolor en ese momento, Dokugai miró a los ojos del diablo y una gran cantidad de sangre empezó a salir desde sus ojos y boca, por lo que soltó de inmediato al niño para revolcarse de dolor en el pasto, todo el cuerpo se le comprimía internamente y pareciera que fuese más fuerte a medida que el ente más grande del inframundo se acercaba y le pisaba la cabeza- creo haberte dicho que con mis hijos no te metieras maldita escoria-
-Gaaaggh yo aagh no sabía que gaah...-
-Si te vuelvo a ver una próxima vez tocando a mis hijos tu cabeza decorará mi pared querido Dokugai-
-...Gaagh, entendido... si... está bien... no aagghh no lo haré más...-
-Me alegra saber eso...- dijo el diablo colocando una cara sádica, con una sonrisa amplia y unos ojos totalmente abiertos, dicho esto pateó al pedófilo lo más lejos que pudo y se agachó a ver a Licorice quien no entendía por qué había hecho eso.
-¿Po...Por qué hiciste eso?... él era mi amigo, me dió dulces, como siempre arruinaste todo-
-Jejejej ¿qué te ha dicho mamá, Licorice? No recibir dulces de nadie más, excepto en halloween, además, en mi castillo hay muchos dulces, no tienes por qué buscarlos en otro lado–
-...No quiero nada de ti... aunque, si me los da Glasses quizás si los acepte...-
-Está bien, ahora abróchate esa camisa – dicho esto el mayor ayudó al niño quien no sabía abotonarse muy bien – no te acerques tanto, aún sigo odiándote, aunque me des todos los dulces de tu mundo seguiré odiándote-
-Sí, si lo sé... vamos por tu madre, lo arrojé cerca de por aquí, debe estar atorado en alguna copa de un pino fufufufufufu me da risa pensar en eso fufufufuf -
-...- después de esto Ivlis y Licorice volvieron juntos a su mundo, Satanick recibió una paliza de su hijo menor por haberle hecho daño a su madre, pero al menos se sentía bien por haber defendido a su pequeño, aunque este nunca se entere de lo que había pasado, prefería dejar esto en secreto, de esa manera estaban mejor las cosas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro