El secreto de Poemi
comentario: neee... sorry la demora la verdad he andado distraida durante las vacaciones ^--^ por eso no he escrito casi nada xD ;w;
---------------------------------------------------
-¿Fue muy traumático?- preguntó el diablo progenitor a su pequeño hijo -es que Poemi me contó cosas horribles del dentista- respondió el niño aun con la boca hinchada, le costaba algo hablar, sin embargo era novedosa esa sensación. –ja~ Poemi... niña traviesa...- se molestó el mas alto hasta que le entró un poco de curiosidad un tema- hablando de ella ¿has notado que está algo extraña últimamente?-
-¿Por qué lo dices mami?-
-Como si ocultara algo –
-¿Ocultar algo? ¿Tú dices ocultar algo como tu ocultas esos moretones en tu cuello con la bufanda mami?-
-...- Ivlis se colocó intensamente rojo y desvió la mirada, quería morir de vergüenza – ¡no... no me refiero a eso!... –
-¿Entonces a que te refieres mami?-
-No importa... ven, iremos a ver a Emalf, hace unos días estaba enfermo así que veremos si ese inútil se mejoró o no-
-Claro mami- Licorice siguió a su madre hasta el castillo, todos los subordinados directos del diablo viven con él por lo que la habitación de Emalf se encontraba en uno de los pasillos del gran castillo flama, una vez llegaron tocaron la puerta a su pieza sin embargo nadie contestó –¿estará durmiendo?- preguntó el más pequeño al más grande quien volvió a golpear la puerta –inútil sé que estás ahí, abre la maldita puerta de una vez – Poemi quien se encontraba dentro de la habitación de Emalf se asustó demasiado cuando escuchó la voz de su padre, no sabía qué hacer ni que escusa inventar, todo era culpa de Emalf por no ser capaz de enfrentar sus propias decisiones e irse del castillo en secreto, tragó saliva y salió de la habitación cerrando la puerta inmediatamente – shhhh papi está... está dormido y necesita descansar-
-¿Que rayos pasa Poemi? ¿Por qué estabas dentro de la habitación de ese inútil? ¿Qué tienes con ese tipo?-
-¿Yo? Emmm nada... solo...-
-Déjame pasar –el diablo intentó mover a la pequeña, pero ella se negaba a dejarlo entrar por lo que de manera brusca empujo un poco a Poemi y abrió la puerta encontrándose la pieza vacía y la mayoría de la ropa de Emalf no estaba – pero... ¿qué mierda pasa aquí?... explícame de una vez por todas donde está el inútil de Emalf, Poemi ¿qué ocultas? no le mientas a tu diablo- la pequeña comenzó a tiritar –yo... papi... es que ... Emalf... está... es decir...-
-Dilo de una vez Poemi-
-Es que yo...-
-¡Dilo!-
-No puedo... por...
-¡Dilo!-
-Porque lo prometí... y...-
-¡DILO! – dijo exaltado el diablo cuyo pelo se había tornado de un color rojizo.
-¡Emalf se casó con Adauchi y están viviendo juntos hace dos meses papi... yo... yo te juro que quería decírtelo pero... pero se lo prometí, prometí que no lo diría... y el ... el prometió que volvería en dos meses para contártelo pero... no ha vuelto y ... y...- la niña comenzó a llorar y el enojo de Ivlis se esfumó completamente al oír la respuesta de la menor ¿¡Adauchi, su hijo, su primogénito, su clave para la venganza contra Siralos, su... se había casado con ese maldito e inútil subordinado que lo único bueno que tiene es que es muy bueno en el karaoke!? Pensaba Ivlis mientras veía todo nublado y caía de rodillas al suelo –no puede ser-
-¿Mami?... ¿estás bien?-
-Dime donde están viviendo...-
-Yo... yo no lo sé... me dijeron que era un lugar con conejos y que está en el mundo del papá de Licorice...- Ivlis se restregó la cara con la mano – tu espérame aquí – tomó a Licorice en brazos y apareció en el reino Tosatsu, Satanick ya lo había llevado a ese lugar antes para intentar cosas no aptas para menores de edad, tan solo recordar eso le hacía tener escalofríos, caminó hasta el pueblo de los buns, un lugar completamente lleno de conejos, y fue cuando notó una casa que anteriormente no había visto, una casa más grande que las demás la cual resaltaba entre todas las pequeñas madrigueras de conejo, se dirigió directamente hasta ese lugar –mami ¿qué pasa? no entiendo- preguntó el menor quien estaba en brazos de Ivlis, fue entonces que el diablo se preguntó por qué lo había traído con él, bueno en fin, no le respondió al niño, simplemente siguió caminando enfocado en ver con sus propios ojos si lo que le había dicho su hija era cierto, abrió bruscamente la puerta de la casa y no podía creer lo que veían sus ojos, sus grandes y amarillos ojos.
-¿Pero... que... mier... Ada... uchi?... tu... inútil... no..- Sus manos le tiritaban y tanto fue su asombro que no notó cuando dejó caer a Licorice y los quedó mirando, quería decir algo, quería enfrentarlos, quería enfadarse, sin embargo no pudo soportar ver como esos dos se besaban y salió arrancando olvidando a su hijo menor con la pareja de demonios.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro