Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Dientes

comentario:  no sé de quien es la imagen pero está muy adorable <3

Hace mucho tiempo que no escribía ;w;  ok esta historia creo que la enfoqué a algo mas familiar, tenia ganas que Satanick por alguna vez fuese un buen padre xD  :P



------------------------

Ese día Licorice amaneció al lado de su mami, ya hace una semana que dormía en su cuarto, era la semana más feliz de su vida aunque algo lo estaba molestando hace unos días, uno de sus colmillos se estaba soltando y además tenía los dientes bastante oscuros, ni parecido a los blancos dientes de su madre, el niño estaba muy triste porque le dolía bastante la dentadura, le habían dicho anteriormente que el comer dulces le dañaba, no obstante jamás lo creyó porque había sido Satanick quien le advirtió y digamos que la confianza en su padre era casi nula, quizás debe haber otra razón por la que un diente duele o se coloca negro, pensaba el pequeño, por ahora seguiría comiendo dulces porque era lo que más amaba comer, además su madre no se los prohibía, al contrario, siempre lo regaloneaba con muchos dulces y aunque lo quiera negar, Satanick es el que más lo influenciaba a seguir comiéndolos, después de todo siempre le traía paletas de regalo y aunque lo odiara siempre terminaba aceptándolas, por otro lado el también había sido mal niño, su madre le decía que debía cepillarse los dientes después de comer dulces y él nunca lo hacía.

Al rato después no le dio mucha importancia a lo de sus dientes por lo que simplemente siguió comiéndolos, le había expresado su angustia a su mamá y este le había dicho que no comiera tantos dulces desde hoy en adelante, pero para él era imposible, era como si le dijeran que no respirara, pasaron tres días y su diente no parecía mejorar, aunque claramente no mejoraría, seguía comiendo dulces a escondidas, todo iba relativamente bien hasta que mascó una paleta y el diente se soltó demasiado e incluso se movía mucho en su boca, Licorice sintió un dolor increíble y asustado fue a hablar con su mami, no sabía que le estaba pasando y no quería perder su diente, por mala suerte encontró a Satanick conversando nuevamente con Ivlis en la oficina de éste.

-¿Qué quieres ahora basura? estoy ocupado-

-¿Que qué quiero? Hace más de una semana que no lo hacemos ¿quieres matarme de abstinencia?-

-Ojalá te murieras realmente... por favor Satanick, dices eso como si no lo hicieras con nadie más-

-Me refería a abstinencia de tus besos lindo –dicho esto se sentó en el escritorio de Ivlis y lo tomó del mentón para acercarlo y besarlo apasionadamente mientras el diablo flama se ponía rojo intenso y desviaba la mirada- ya... ya para de hacer eso... sa... sabes que no me gusta...-

-Fufufu... claro, claro... y mi lindo microbio, dime ¿cuándo piensas sería bueno tener un encuentro romántico?-

-¡Te estoy diciendo que eso no pasará!-

-¿Y porque no ahora? Fufufu ven para acá~~ -

-¡Mami!- gritó Licorice cuando entró a la habitación y Satanick se alejó inmediatamente del diablo flama para evitar una golpiza innecesaria – oh~~ pero si es mi dulce caramelo ¿qué pasó bebé?- el niño lo miró y lo ignoró fríamente mientras seguía llorando y miró a Ivlis con tristeza y aires de niño consentido, me duelen mucho los dientes mami no sé qué hacer... buaaaa-

-Oh... ¿y has dejado de comer dulces Licorice? Comer mucho dulce es malo para los dientes, hace que se te caigan y no serás capaz de masticar después – dijo Satanick intentando meterse en la conversación, Ivlis solo lo miraba sin decir ninguna palabra, al parecer por fin parecía buen padre enseñándole a su hijo, sin embargo el menor no parecía creerle y para mofarse de él sacó una paleta de caramelo, Ivlis abrió los ojos grandes y una venita de irritación se le formó en la sien, hace unos días atrás le había prohibido rotundamente los caramelos al pequeño y al parecer lo había desobedecido, esto le causó enfado – ha... pues no te creo nada a ti, los dulces jamás harán que los dientes se me caigan – fue cuando mascó la paleta que el diente se desprendió de su boca y calló al suelo, Licorice quería morir de terror y miró horrorizado a Satanick con los ojos muy abiertos y luego miró a Ivlis quien parecía mirarlo atento con una cara irritada que daba miedo – ¡buaaaaaaaaaaaaaaaa!- se puso a llorar fuerte, tenía miedo – ¡mamá!- seguía llorando como niño pequeño, el pobrecito no sabía que era normal que los dientes se cayeran a esa edad, Satanick se acercó a Ivlis y levantó la ceja susurrándole al oído - ¿no piensas consolarlo? –

-Creo que debe aprender que no puede comer solo dulces, además me desobedeció-

-...- Satanick lo quedó mirando con cara de horror – pero que estricto eres... - se acercó al pequeño que solo lloraba - venga para acá mi lindo pequeño - fue entonces que el más alto tomó a Licorice entre sus brazos – ya, ya... volverá a crecer otro, pero es más débil que el anterior y no se le pueden dar tantos dulces- Licorice sollozaba intentando calmarse, pero tenía mucho miedo aun, por su diente y porque pareciera que su mami lo odiaba, entonces a pesar de estar en los brazos de Satanick no parecía importarle por esta vez, solo se acurrucó en su padre y siguió llorando, ya cuando se calmó miró para al lado y vio a su madre quien lo miraba serio – lo...lo siento... yo, no comeré tantos dulces desde ahora en adelante mami...perdóname por favor- Ivlis sonrió acercándose a su hijo menor para quitárselo a Satanick y abrazarlo tiernamente – eres un niño consentido Licorice-

-Mami - dijo tierno entre sollozos, Ivlis y Satanick sonrieron, por esta vez dejarían su eterna pelea para aliviar el dolor de su hijo e intentar ser una familia por una vez, una extraña familia. El más alto se agachó a recoger el afilado diente del niño y entregárselo – si lo dejas bajo la almohada vendrá el conejito de los dientes y te dejará un regalo – a Licorice le brillaron los ojos y tomó su diente, luego miró a su madre quien miraba con cara de pregunta y seriedad a la vez –es el ratón de los dientes tarado...-

-En mi mundo es el conejo de los dientes...- alegó el mayor de forma infantil.

-¿Desde cuando que es un conejo?... es un maldito ratón...-

-Mi mundo, mis reglas... conejos y solo conejos...-

-... ¡Estamos en mi mundo imbécil!...-

-... -Satanick solo sonrió y desvió la mirada.

-No le hagas caso Licorice, es un ratón de los dientes, te dejará un regalo pero solo si estas durmiendo- el niño asintió y lo abrazo fuertemente hasta que escuchó lo más terrible de este mundo –mañana iras al dentista-  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro